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El ius como sinónimo de Derecho encuentra un origen religioso en Roma: hace

referencia a los ritos que se deben cumplir para lograr una óptima situación
jurídica. El fas es el orden cósmico fundamento del ius, que no es más que su
expresión en las relaciones entre los hombres.
Ambos son conceptos complementarios.
También diferenciaban entre el derecho civil (aplicable a los ciudadanos romanos),
el de gentes (el que rige a todos los pueblos, sirviendo para las relaciones de los
romanos para con los extranjeros, reguladas por el pretor peregrino con sus
edictos) y el natural (el que la naturaleza impuso a todos los seres vivos). Por
ejemplo, los esclavos no podían contraer matrimonio por el derecho civil romano.
Sin embargo, la unión de un esclavo con una esclava en lo que se denominaba
contubernio, encontraba fundamento en el derecho natural; si los esclavos estaban
casados al venderse no podían ser separados.

Procedimiento civil romano: si alguien estaba en posición iusta merecía protección,


por tanto se le otorgaba una actio, que es la posibilidad de reclamar en derecho lo
que es debido.
Por ejemplo si yo no había cumplido con los requisitos para adquirir la propiedad
no era propietario, por tanto ante daño a la misma, no podía ejercer reivindicatio.
Ahora bien, teniendo titularidad para ejercer la acción, el derecho se efectivizaba
mediante distintos sistemas procesales.
El primero fue el sistema de las acciones de la ley era oral, estricto, celebrado
en los días fastos/conformes para los dioses; se cumplía en dos etapas: una se
celebraba ante el magistrado y otra ante el juez. En la primera se controlaba el
cumplimiento de las formalidades y luego el juez dictaba sentencia inapelable. Se
podía rehacer el juicio pero en caso de resultar nuevamente condenatorio, la pena
se sumaba a la anterior.
En las Instituyas Gayo indica que había cinco formas procesales para accionar, tres
declarativas (sacramento, la ius in postulatio y la conditio) y dos ejecutivas la
magniumsinitio y la pignoris capio): las primeras dos buscan el reconocimiento de
un derecho desconocido o vulnerado, mientras que las ejecutivas buscan la
efectivización de un derecho que ya no admite discusión.
Osea las declarativas reconocen el daño y el resarcimiento correspondiente, pero si
luego de su dictado no se satisface el interés del dañado, se produce una ejecución
de la sentencia.
El sacramento lo efectuaban los sacerdotes que resolvían los pletios de acuerdo a
la voluntad divina.
En la ius in postulatio el pleito ya lo definía un juez o árbitro ante quienes se
tenían que presentar los litigantes en un plazo de 30 días. La conditio vino a
acelerar el proceso, aunque sólo se podía aplicar ante la obligación de dar una
cierta suma de dinero o de dar cierta cosa.
La magniumsinitio obedece a la ejecución sobre la persona del deudor confeso o
condenado que no haya cumplido su obligación pasados 30 días de surgida su
responsabilidad de pago y no tenga bindex o tercero garante de la deuda; en la
pignoris capio se le permite a alguien tomar aquello que se le debe en modo directo
(por ejemplo, si el soldado no recibía la paga, podía recogerla por sí mismo).
Sin embargo, la poca practicidad de estas acciones de la ley, hicieron que la
sociedad tenga predisposición al surgimiento de otro sistema.
Además, el pretor peregrino no podía utilizarlas porque derivaban de las Doce
Tablas, que son una ley del derecho civil.
Por ello surge el sistema formulario, que consistía en la redacción ante el
magistrado de un instrumento escrito, en el que quedaba configurada la materia
litigiosa o marco de la discusión jurídica. En la parte ordinaria de demostración
se expresaban las partes y el juez intervinientes, y en la parte ordinaria de la
intentio el reclamo jurídico del demandante, los hechos en que se basa su
pretensión y las pruebas de la que se basan las partes para la demostración de
dichos hechos, luego venía una condena o una adjudicación dependiendo del tipo de
fórmula que se tratara; si era una acción que perseguía la división de cosas
comúnes como ser una herencia, iría una adjudicación, mientras que si se reclamaba
el pago de una cierta cosa o suma de dinero, procedería la condena.
También existían partes extraordinarias permitidas por el pretor a petición de
partes, como ser la prescripción pedida por el actor que introducía una
modificación al contenido de la intentio, o la excepción pedida por el demandado
que hacía valer alguna circunstancia que venía a alterar la situación originaria en
favor del deudor; la excepción podía ser perentoria cuando de probarse no podía
hacerse el reclamo, y dilatoria cuando no pone fin al reclamo, pero sí pone fin a
la persecución del juicio.
Con la época imperial deviene el proceso extraordinario, que se cumple en una sola
etapa, directamente ante el juez que además ya no es un particular sino un
funcionario: aparecen así los recursos de apelación.

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