¿Qué es la riqueza?
1 Pg 34
Sí y no. El capital es, sin duda, riqueza. Quien posee capital es, por lo general,
una persona que disfruta de la estima y ejerce poder. Por tanto la cuestión
reside en saber si la riqueza es capital.
Los economistas hablan del proceso de expansión sin fin como un reflejo de la
ambición de maximizar las utilidades. Somos criaturas de un deseo de mejorar
nuestra situación.
Acumulación de capital
2 pg. 37
3 pg. 43
“La desaparición del imperio dejó a Europa sin una ley, una moneda y un
gobierno unificador, rota en un mosaico de ciudades aisladas y autónomas,
fincas señoriales y feudos insignificantes, una catástrofe parecida al
hundimiento de la Unión Soviética, multiplicado por cien. Esa misma
fragmentación característica de la vida feudal fue la que abrió el camino a la
transformación subsiguiente.
4 pg . 41
5 pg. 41
Así las instituciones del feudalismo desaparecieron y su lugar fue ocupado por
las de un orden que Adam Smith denominó la Sociedad de la Libertad Perfecta.
El nombre aludía a la libertad económica, y bajo esta sociedad los trabajadores
tenían la posibilidad de trasladarse libremente de un lugar o un empleo a otro,
a diferencia de los siervos o los aprendices. La palabra capitalismo no existía
todavía en tiempos de Smith y el mismo Marx sólo la empleó en su
correspondencia. Se introdujo en la lengua inglesa quizá en la gran obra de
Arnold Toynbee sobre la Revolución Industrial, y su variado pasado y
problemático futuro llevan a algunos a preferir la expresión de <<sistema libre
de empresa privada>>, de connotación más optimista.
“El lugar que ocupa la acumulación de capital como fuerza motriz del nuevo
orden social explica por qué el capitalismo revolucionó la vida material y
social,[...] y la razón es que la ambición de capital se dirige a los cimientos de
la sociedad, no a su vértice”6. La transformación constante de productos en
dinero se consigue con máxima facilidad a través del amplio abanico de la
producción, donde actúa como una poderosa fuerza para aumentar la cantidad
y cambiar la calidad de los productos.
6
pg. 44
Efectos de capitalismo
7 pg. 45
Fue Marx quien vinculó los dos aspectos del capitalismo. Marx no era de ninguna
manera ciego para los éxitos materiales derivados del capitalismo, sino que
contiene un auténtico panegírico a los poderes del proceso de acumulación. Los
imperativos de la acumulación imponían a la organización del trabajo una lógica
tan impersonal como la de las tácticas militares.
Crisis cíclicas
Marx, por ejemplo, creía que la acumulación conduciría a algún tipo de crisis
debida a la sustitución del trabajo por las máquinas con lo que se mataría el
<<valor añadido>>, al desequilibrio entre la oferta y la demanda, que
8 pg.48
9 pg. 50
Hoy en día, muchos economistas han asumido esta idea y descubren sus
razones principales en dos explicaciones generales: una tecnológica, la otra
política. La primera da razón de las variaciones de la vitalidad económica en
función de la aparición irregular de avances tecnológicos o institucionales que
abren horizontes amplios a la inversión. La otra explicación apunta más al
entorno político e incluso cultural e ideológico haciendo hincapié en las
oscilaciones entre los programas políticos y sociales de apoyo y retraimiento.
Estas dos grandes fuerzas pueden, a su vez, vincularse, aunque sin demasiado
rigor, con la disposición cambiante de la forma global de capitalismo en su paso
de un sistema de base mercantil a otro de base estructural industrial, y
actualmente, quizá, postindustrial y multinacional.
10 pg. 51
11 pg. 78
12 pg. 85
Heilbroner cita a Keynes, quien señaló que el mecanismo del mercado no guiaría
necesariamente a la economía hacia el pleno empleo. La economía intentará
equilibrar la oferta y la demanda de trabajo y de fondos de préstamos, pero el
punto de equilibrio no será probablemente el mismo que cuando las
expectativas eran boyantes. Al cambiar las expectativas, cambia al resultado al
que conducirá el comportamiento maximizador.
1) El trabajador tiende a encontrar los trabajos mejores pagados para los que
está capacitado, llegando a renunciar a un buen patrono o cambiando de
región por un mayor salario.
La ética del cada uno para sí refleja la mentalidad del mercado. La tendencia a
pensar en la producción, sólo en término de bienes vendibles, desfigura nuestra
visión de la economía.