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INSTITUCIÓN EDUCATIVA SANTO ÁNGEL

DOCENTE: Sandra Patricia Mejía Rodríguez


UNIDAD DIDÁCTICA “MI PROPIO DON PARA
AREA: Filosofía CONSTRUÍR EL BIEN
Alumna: Sofía Bedoya Castañeda COMÚN”
GRADO: 9º 1
NÚCLEO TEMÁTICO: Mito y Razón

No es en absoluto eurocentrismo establecer la racionalidad lógico filosófico o


científica en un suceso o, mejor, una sucesión de sucesos que acá se dieron en
Europa, de hecho en la Jonia costa de la actual Anatolia sita en Asia.
Tampoco se puede negar que fueron los pueblos helénicos quienes desarrollaron
en sus comienzos este modo de pensamiento que modificó y evolucionó desde el
modo de pensamiento mítico, el más extendido en la humanidad, incluso actual
(aunque el modo de pensamiento científico o lógico filosófico tiene en la actualidad
carácter prácticamente universal), de la misma manera que no tienen
responsabilidad las culturas hidráulicas de haber hecho algo semejante al
desarrollar el modo de pensamiento mítico desplazando el más antiguo
pensamiento mágico. Pretender ver fantasmas es siempre una forma de delirar y
proyectar los propios.
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse
incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras
subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y
prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o
directamente contrarias a los interés del sistema dominante.
Tenemos, por tanto, y previos a la filosofía, una explicación religiosa o mitológica
del mundo y un conocimiento técnico y protocientífico, a menudo entremezclados.
¿Cómo llegamos a la filosofía y a la ciencia? A un nivel puramente histórico, la
filosofía es el resultado de la aplicación de los métodos de la ciencia rudimentaria
(la observación por medio de los sentidos, las matemáticas, etc...) al intento de
explicar el mundo desde una perspectiva racional y no religiosa.

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