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Introducción:
1. Salomón escribió, “Más vale el buen nombre que las muchas riquezas, Y
el favor que la plata y el oro.” (Pro. 22:1).
2. La Biblia nos informa que todos debemos ser la sal del mundo, la luz del
mundo para que los demás puedan dar gloria a Dios (Mat. 5:13-16); pero, si no
tenemos un buen nombre, no vamos a tener una buena influencia, y a causa de
esto, el nombre de Dios va ser blasfemado entre los gentiles (Ro. 2:24).
A. ¿Cuáles son algunas avenidas por medio de las cuales el pecado puede
destruir nuestro cuerpo?
1. La inmoralidad es una de las avenidas que el pecado usa para destruir
nuestros cuerpos (I Cor. 6:18-20).
a. Cuando digo inmoralidad, me estoy refiriendo a actos sexuales que no
están autorizados por Dios (Ej. Zoofilia, homosexualidad, necrofilia, adulterio,
fornicación, etc.).
2. El alcohol es una de las avenidas que el pecado usa para destruir
nuestros cuerpos.
c. El punto hermanos, ¡El alcohol causa daños irreparables! Es por eso que
no debemos dejar que el pecado destruya nuestro cuerpo por medio del alcohol
(Cf. Pro. 23:29-35), antes bien, debemos abstenernos de las pasiones carnales
que combaten contra el alma (I Pedro 2:11) y poner nuestros pensamientos en
cautiverio a la obediencia de Cristo (II Cor. 10:5); algo, que el alcohol no nos
permite hacer.
3. El cigarrillo es una de las avenidas que el pecado usa para destruir
nuestros cuerpos.
a. Es una verdad indiscutible que fumar causa cáncer en los pulmones. El
cáncer es uno de los enemigos mortales de nuestro cuerpo.
4. La glotonería es una de las avenidas que el pecado usa para destruir
nuestros cuerpos.
5. La preocupación es una de las avenidas que el pecado usa para destruir
nuestros cuerpos.
a. En Mateo 6:24-34 Cristo prohíbe la preocupación (v. 25, 31, 34).
2. Y, glorificar a Dios con nuestros cuerpos (I Cor. 6:19-20; Cf. Fil. 1:21).
2. Yo he conocido a grandes predicadores con mucho talento que por causa
del pecado ya no pueden predicar. La oportunidad les fue quitada, por alcohol,
drogas, mujeres, etc.
A. La Biblia enseña que una vida pecaminosa impide que nuestras
oraciones sean oídas por Dios.
1. Isaías 59:1-2, Salmo 66:18, y Proverbios 28:9 revelan que el pecado hace
que Dios no escuche nuestras oraciones.
B. ¿Cuáles son algunos pecados que impiden que nuestras oraciones sean
escuchadas?
7. El egoísmo impedirá que nuestras oraciones sean escuchadas (Stg. 4:3).
1. El hogar de Lot fue destruido por el pecado (Gén. 19), el hogar de David
fue destruido por el pecado (II Sam. 13 y 15), el hogar de Óseas fue destruido
por el pecado (Óseas 2-3). También tenemos el hogar del padre del hijo
prodigo que sufrió tristeza y decepción a causa del pecado (Lucas 15:11-32).
1. Todas las bendiciones que Dios tiene para nosotros las podemos
encontrar en la congregación local.
2. La fuerza de la comunión, el bálsamo del consuelo, el privilegio de
adorar y el gozo de servir a Dios y a otros son una realidad que podemos
experimentar en una congregación local si cada uno de nosotros hace su parte
para promover la paz y la unidad (Ro. Hebreos 12:14; Fil. 4:1-2).
1. El orgullo (III Jn. 9-10), el mundanismo (I Cor. 5; I Jn. 2:15-17; Stg. 4:4),
la indiferencia (Apoc. 3:14-22), el materialismo (Apoc. 3:14-22; Lucas 8:14), la
falta de amor y devoción hacia Cristo y su causa (Lucas 9:57-62; 14:27) y la
división (I Cor. 1:10) son algunos pecados específicos que pueden destruir una
congregación.
1. La nación de Israel fue destruida casi por completo a causa del pecado y
fue llevada en cautiverio por la nación de Asiría (II Reyes 15:29; 17:3-6; 18:9-
12).
4. La ciudad de Tiro (Isa. 23; Amos 1:9-10; Ez. 26-28; Zacarías 9:3-4), Sidón
(Ez. 28:20-26) y el imperio Romano fueron destruidos a causa de su pecado.
3. Entonces, podemos ver que por causa del pecado Dios nos castiga y las
consecuencias de ese castigo la pueden llegar a sentir nuestros descendientes
futuros. No que ellos sean responsables por el pecado y que se pierdan por el,
sino más bien, las consecuencias del pecado.
1. La posteridad de David sufrió a causa de sus pecados. Por culpa del
pecado de David: a) Absalón, el hijo de David, se convirtió en homicida, b) su
hija Tamar, fue violada por su hermano, y c) Amnón, que violó a Tamar, se
convirtió en un violador (II Sam. 13:1-39; cf. II Sam. 16:20-23).
3. La posteridad de Jeroboam, el hijo de Nabat, sufrió por sus pecados. Por
causa de sus pecados Israel fue llevado cautivo (I Reyes 14:15-16).
1. Otros pasajes que comprueban este punto son: Ezequiel 18:4, 20;
Santiago 1:13-15; 5:19-20; Romanos 7:5, 21; 8:2, 13; Gén. 2:7.
2. El pecado resultará en muerte espiritual eterna (Apoc. 21:8; 20:6, 14;
2:11). El lago de fuego [El infierno] es la segunda muerte y es un lugar donde
estaremos concientes sintiendo dolor (Lc. 16:19-31; Apoc. 14:11; 20:10, 15)
porque allí los hombres estarán eternamente separados de Dios (I Tes. 1:7-
9; Mat. 25:31-46; Lc. 16:19-31).
Conclusión: