Gén 18:14 ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.
Como vimos en el mensaje anterior En Génesis 17 Dios
alienta la fe de Abraham después de 24 años de caminar por fe en la promesa le dice “yo soy el Dios Omnipotente”, le ratifca su fidelidad mediante el pacto que hace con él, ese pacto es conocido como el pacto abrahámico y como todo los pactos establecidos por Dios, tenía promesas, bendiciones y herencia en ese pacto la bendición se convertía en derecho y herencia por causa del linaje o descendencia. Pero todavía Abrahm no tenía descendencia, por tal razón es que Dios vuelve a aparecer a Abraham y le dice que el tiempo había llegado, Dios cumpliría su promesa, a la vuelta de un año Abraham tendría en sus brazos a Isaac, el hijo de la promesa, a través de quien le daría la nación prometida, para notificarle esto Dios, toma una manifestación temporal y visible de su presencia, es lo que los que estudiosos llaman una teofanía, Dios toma una forma angelical, convida a dos ángeles más y decide darse un paseo por la tierra, mas exactamente en la parte donde Abraham ha levantado su tienda, asi lo registra la biblia…
Gén 18:1 El Señor se le apareció a Abraham en el
bosque de encinas de Mamré, mientras Abraham estaba sentado a la entrada de su tienda de campaña, como a mediodía. Gén 18:2 Abraham levantó la vista y vio que tres hombres estaban de pie frente a él. Al verlos, se levantó rápidamente a recibirlos, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, Gén 18:3 y dijo: –Mi señor, por favor le suplico que no se vaya en seguida. Gén 18:4 Si a usted le parece bien, voy a pedir un poco de agua para que se laven los pies y luego descansen un rato bajo la sombra del árbol. Gén 18:5 ya que han pasado por donde vive este servidor suyo, les voy a traer algo de comer para que repongan sus fuerzas antes de seguir su camino. –Bueno, está bien –contestaron ellos. Gén 18:6 Abraham entró en su tienda de campaña y le dijo a Sara: –¡Rápido! Toma unos veinte kilos de la mejor harina y haz unos panes. Gén 18:7 Luego Abraham corrió a donde estaba el ganado, escogió el mejor de los becerros, y se lo dio a uno de sus sirvientes, quien lo preparó inmediatamente para la comida. Gén 18:8 Además del becerro, Abraham les ofreció cuajada y leche, y estuvo atento a servirles mientras ellos comían debajo del árbol. Gén 18:9 Al terminar de comer, los visitantes le preguntaron a Abraham: –¿Dónde está tu esposa Sara? –Allí, en la tienda de campaña –respondió él. Gén 18:10 Entonces uno de ellos dijo: –El año próximo volveré a visitarte, y para entonces tu esposa Sara tendrá un hijo.