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EL DIOS QUE CUMPLE LO QUE PROMETE

Gén 18:13 Entonces Jehová dijo a Abraham: …


Gén 18:14 ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al
tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la
vida, Sara tendrá un hijo.

Como vimos en el mensaje anterior En Génesis 17 Dios


alienta la fe de Abraham después de 24 años de
caminar por fe en la promesa le dice “yo soy el Dios
Omnipotente”, le ratifca su fidelidad mediante el
pacto que hace con él, ese pacto es conocido como el
pacto abrahámico y como todo los pactos establecidos
por Dios, tenía promesas, bendiciones y herencia en
ese pacto la bendición se convertía en derecho y
herencia por causa del linaje o descendencia.
Pero todavía Abrahm no tenía descendencia, por tal
razón es que Dios vuelve a aparecer a Abraham y le
dice que el tiempo había llegado, Dios cumpliría su
promesa, a la vuelta de un año Abraham tendría en
sus brazos a Isaac, el hijo de la promesa, a través de
quien le daría la nación prometida, para notificarle
esto Dios, toma una manifestación temporal y visible
de su presencia, es lo que los que estudiosos llaman
una teofanía, Dios toma una forma angelical, convida
a dos ángeles más y decide darse un paseo por la
tierra, mas exactamente en la parte donde Abraham
ha levantado su tienda, asi lo registra la biblia…

Gén 18:1 El Señor se le apareció a Abraham en el


bosque de encinas de Mamré, mientras Abraham
estaba sentado a la entrada de su tienda de
campaña, como a mediodía.
Gén 18:2 Abraham levantó la vista y vio que tres
hombres estaban de pie frente a él. Al verlos, se
levantó rápidamente a recibirlos, se inclinó hasta
tocar el suelo con la frente,
Gén 18:3 y dijo: –Mi señor, por favor le suplico que
no se vaya en seguida.
Gén 18:4 Si a usted le parece bien, voy a pedir un
poco de agua para que se laven los pies y luego
descansen un rato bajo la sombra del árbol.
Gén 18:5 ya que han pasado por donde vive este
servidor suyo, les voy a traer algo de comer para
que repongan sus fuerzas antes de seguir su camino.
–Bueno, está bien –contestaron ellos.
Gén 18:6 Abraham entró en su tienda de campaña y
le dijo a Sara: –¡Rápido! Toma unos veinte kilos de
la mejor harina y haz unos panes.
Gén 18:7 Luego Abraham corrió a donde estaba el
ganado, escogió el mejor de los becerros, y se lo
dio a uno de sus sirvientes, quien lo preparó
inmediatamente para la comida.
Gén 18:8 Además del becerro, Abraham les ofreció
cuajada y leche, y estuvo atento a servirles
mientras ellos comían debajo del árbol.
Gén 18:9 Al terminar de comer, los visitantes le
preguntaron a Abraham: –¿Dónde está tu esposa
Sara? –Allí, en la tienda de campaña –respondió él.
Gén 18:10 Entonces uno de ellos dijo: –El año
próximo volveré a visitarte, y para entonces tu esposa
Sara tendrá un hijo.

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