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ÁMBITO FARMACÉUTICO

ETNOFARMACIA

Medicina y etnobotánica aztecas


MANUEL PIJOAN
Biólogo y químico.

El ambivalente dios azteca


Xochipilli podía provocar y sanar
enfermedades al mismo tiempo.

Dominada por unas leyes rígidas y cercenada por numerosos tabúes,


la civilización de los aztecas o mexicas supo desarrollar, sin embargo, una
medicina y una farmacopea eficaces basadas, en gran parte, en el conocimiento
empírico. Pese a ello, y al igual que la de muchas culturas y civilizaciones
antiguas, la práctica terapéutica azteca era una mezcla enmarañada de magia,
de conocimientos contrastados por la experiencia y de religión.

L a magia, sobre todo, estaba muy


presente en los métodos curati-
vos de los médicos aztecas, porque
muy dist int o del que hubiera
empleado la ciencia actual.
El médico azteca, como bien ex-
profesan los nahua estudiados por
Soustelle en la sierra de Orizaba y, co-
mo quiera que estos descendientes de
la enfermedad solía atribuirse al plica Soustelle1, era, ante todo, un los antiguos mexicas atribuyen a me-
hechizo de algún bruj o inicuo y brujo bueno admitido y apreciado nudo las enfermedades a los sufri-
hacía falta, por tanto, una acción por la misma sociedad que repro- mientos infligidos por el hechicero al
mágica para contrarrestarla. La reli- baba al hechicero experto en mal- doble animal o «tótem viviente» del
gión también influía, porque los diciones, al mago negro2. Entre los enfermo, es probable que sus predece-
aztecas creían que algunas divinida- maleficios que causaban enferme- sores también creyeran en estas malig-
des enviaban enfermedades y que dades destacan especialmente los nas influencias y que sus curanderos
otros dioses las curaban. Pero la que consistían en la introducción hubieran tenido que hacerles frente.
terapéutica azteca también estaba mágica de un cuerpo extraño, lo Pero más a menudo que en la lu-
basada en conocimientos empíricos que explica la existencia de curan- cha contra estos encantamientos, la
como la importancia de la higiene, deras con funciones tan extrañas función mágica del médico se ma-
de los baños de vapor, de la desin- como la de ext raer piedras del nifestaba, sobre todo, en el mo-
fección y de las sangrías, y sobre las cuerpo o gusanos de ent re los mento del diagnóstico. Para deter-
propiedades de los minerales y de dientes y de los ojos. minar el carácter de la dolencia y
las plantas, conocimientos que se La creencia en la introducción má- averiguar su causa, los médicos az-
adquirieron según un proceso no gica de cuerpos extraños también la tecas se basaban, no tanto en la ob-
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servación de los síntomas como en bastante popular Psilocybe cubensis


la adivinación. Para ello utilizaban que no existía en el México precor-
distintos procedimientos. Uno de tesiano y que fue introducido en el
los más sencillos consistía en echar país junto con el ganado castella-
granos de maíz sobre un trozo de no), eran denominados por los azte-
tejido o en un recipiente lleno de cas setas divinas (teonanacatl) y, co-
agua para extraer conclusiones so- mo tales, se utilizaban en numero-
bre cómo caían, flotaban, se agru- sos contextos religiosos y rituales.
paban o dispersaban estas semillas. Ello no impedía, sin embargo, que
Otro procedimiento consistía en al principio de los banquetes se sir-
medir el brazo izquierdo del pa- viera este sicodélico manjar. El mi-
ciente con la mano izquierda unta- sionero franciscano Bernardino de
da de tabaco. Este diagnóstico lo Sahagún (1500-1590), en su monu-
efectuaban a menudo las mecatla- mental y admirable Historia general
pouhque, magas así llamadas — me- de las cosas de la Nueva España , cuen-
catl significa cuerda— porque su ta los dispares efectos que provoca-
especialidad principal era la adivi- ban esos hongos cargados de psilo-
nación con trocitos de cuerda que cibina y psilocina en los comensales
al ser arrojados al suelo, quedaban de los banquetes aztecas. Una vez
más o menos enmarañados según la desaparecía la «ebriedad» causada
gravedad que revestía la dolencia. Las raíces de Tezonpahtli, Huitzquilith por las setas y horas después de ha-
Otra curiosa especialidad médica y Tecuammaitl eran aplicadas por los ber fumado la pipa de tabaco mez-
era la de las atlantchiqui , curande- aztecas para curar la sarna. clado con liquidámbar y carbón
ras que miraban en un recipiente que marcaba el final del banquete,
con agua el reflejo de un niño en- los comensales comentaban las vi-
fermo para averiguar si había per- badurnaba con una pasta negra que, siones beatíficas, divertidas, grotes-
dido su tonalli3 o energía vital. además de la ceniz VCKFIa obteni- cas, terroríficas o simplemente de-
da al quemar animales venenosos, sagradables que habían tenido.
contenía semillas de la Virgen mol-
Plantas visionarias turadas. Otras veces, el médico, el
paciente o incluso una tercera perso- Astrología
En casos particularmente comprome- na, ingerían peyote, el pequeño cac-
tidos o graves, no sólo el brujo o tus (Echinocactus (Lophophora) wi- Además de la adivinación, para el
nahual-li sino también el médico o ti- lliamsii) que hoy apenas se encuentra médico-mago era importante saber
citl recurrían al ololiuhqui o semillas en una pequeña localidad del desier- si la enfermedad era fría o caliente,
de la Virgen para tener visiones en- to de San Luis de Potosí, pero que considerar el día del calendario az-
teogénicas que les ayudaran a emitir entonces era un componente funda- teca y saber en qué posición se en-
su diagnóstico por adivinación. Las mental, entre otras, de las farmaco- contraban los planetas y las estrellas
semillas ololiuhqui solían pertenecer peas chichimeca, tolteca y azteca. en el momento en que emitía su
a la «planta serpiente» o caoxihuitl, a Las alucinaciones causadas por estas diagnóstico. Una vez determinada
la convolvulácea Rivea (Turbina) y otras plantas aportaban, según se la naturaleza y la causa de la enfer-
corymbosa , pero a veces pertenecían a creía, revelaciones sobre el hechizo medad empezaba el tratamiento. Si
la también convolvulácea denomina- que había causado la dolencia y so- la dolencia no había sido enviada
da tlitliltzen (Ipomoea violácea). Al ser bre la identidad del pretendido bru- por un dios —aspecto del que lue-
analizadas por el eminente químico jo negro. go hablaremos—, los métodos tera-
suizo Albert Hoffmann, a petición La adivinación visionaria también péuticos combinaban, en propor-
de su amigo el etnomicólogo R . se hacía a veces tras la ingestión de ciones variables, actuaciones mági-
Gordon Wasson, las semillas de am- tabaco verde o piciete (Nicotiana cas t ales como invocaciones o
bas especies resultaron contener rustica), cuyos efectos alucinógenos insuflaciones con las prácticas me-
grandes dosis de amida y de hidro- debían ser mucho más débiles, aun- dicales fundadas en el conocimiento
xietilamida del ácido lisérgico. Es- que también más llevaderos, que empírico. Entre estas últimas se in-
trechamente relacionados con la die- los que producía la mescalina con- cluían sangrías, vendajes, coloca-
tilamida de este mismo ácido, el tenida en el peyote. También debía ción de tablillas sobre piernas y
LSD descubierto por Hoffmann, los hacerse, aunque no existe mucha brazos rotos, purgas, emplastos y la
principios activos del ololiuhqui eran, documentación al respecto, con los administración de extractos, poma-
sin duda, unos enteógenos2 potentes hongos psilocibios que tanto utili- das o pociones vegetales.
capaces de dar no sólo visiones ora- zaban los aztecas en contextos cere-
culares sino también de proporcio- moniales o simplemente lúdicos.
nar grandes experiencias extáticas y Estos hongos, que pertenecían pro- Aromas e inciensos
largas excursiones psíquicas. No por bablemente a las especies psilocybe
casualidad, el sumo sacerdote de Te- caerulescens, p. mexicana y quizás Pa- Como en la gran mayoría de las
nochtitlán, la capital azteca, se em- naeolus sphinctrinus (pero no el hoy culturas mesoamericanas prehispá-
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nicas o nativas actuales, el tabaco tierra cocida (...) con un mango


desempeñaba un papel fundamental hueco de un codo que contenía y
en la medicina azteca. No sólo en el hacía de cascabel. Todos los habi-
diagnóstico, como ya se ha mencio- tantes del pueblo, cada mañana y
nado, sino también durante el trata- cada tarde, incensaban las estatuas
miento, o porque potenciaba el que tenían en sus oratorios o en los
efecto de otras plantas o por su valor umbrales de sus casas; los padres y
mágico. El incienso americano o co- las madres obligaban a sus hijos a
pal también cumplía una función hacer lo mismo».
esencial por su capacidad de purifi- Cinco siglos después del derrum-
car los aires habitados por el mal, ya be de las civilizaciones azteca y ma-
fuera porque éstos eran vectores de ya, el copal continúa siendo utiliza-
hechizos o porque eran nefastos en do por numerosas etnias mexicanas.
esencia: aires malos enviados por las Por ejemplo, por los actuales mix-
divinidades de las montañas, por las tecas de Guerrero, cuando sacrifican
mujeres muertas en combate y con- animales durante sus espectaculares
vertidas en diosas del crepúsculo — ritos de la lluvia. O también por las
las temibles ciuateteteo— o por Tlaloc, comunidades mayas del sur de Mé-
el dios de la lluvia. Los aztecas aplicaban la hierba Huacalxochitl xico, cuyos copaleros extraen el copal
La importancia de los aromas co- para las amígdalas inflamadas. blanco y el negro —la diferencia de
mo purificadores rituales del aire se color se debe a modos de prepara-
recoge en numerosos documentos, ción distintos— de varias especies
entre ellos el Códice Badiano, escrito da en estas palabras del cronista de burseráceas, entre ellas Bursera ex-
apenas 30 años después de la con- Francisco López de Gómara (1511- celsa y B. jorulensis. Al igual que los
quista por dos alumnos indígenas 1566): «Perfumaban los ídolos con antiguos mayas y atztecas, los actua-
del Colegio de Santa Cruz de Tlalte- hierbas, flores, polvos y resinas; les indígenas del estado de Chiapas
lolco en la ciudad de México: el mé- pero el mejor humo y el más co- utilizan el copal con fines medicina-
dico Martín de la Cruz y el traductor mún es el que llaman copalli , que les contra las diarreas, las lombrices
J uan Badiano, oriundo de X ochi- se parece al incienso». López de intestinales y los dolores de cabeza,
milco, el único lugar donde pueden Gómara también dij o del copal para remediar los daños musculares
verse aún las antiguas chinampas o que era el perfume ideal para los y para despejar la nariz de mucosida-
jardines lacustres similares a los que sacrificios y una ofrenda muy apre- des y facilitar la respiración. En otras
cultivaban los aztecas. Entre las fór- ciada por los dioses y Sahún, por regiones de México, como por ejem-
mulas y los elementos terapéuticos su parte, describió con estas frases plo Oaxaca, se continúa usando el
citados en este bello documento fi- los ritos que conllevaban su utili- copal de Protium copal, una burserá-
guran, con frecuencia, hojas y flores zación: «tanto de noche como de cea que crece en las selvas altas pe-
aromáticas y los perfumes que des- día, los sátrapas ofrecían incienso rennifolias de altitud media y que en
prendían. Entre las hojas aromáticas en los templos con incensarios de épocas del imperio azteca se cultiva-
más apreciadas figuran las de varias ba en pequeños bosques, en la pe-
especies de alisos (Alnus sp.), las del nínsula de Yucatán.
oyamel (Abies religiosa) y las del ár- El abundante uso del copal que
bol de la niebla (Pinus ayacahuite). hacían los mexicas para adorar y
Algunas de las flores escogidas por aplacar a sus dioses nos recuerda la
su perfume son la eloxochitl o «flor de importancia que para ellos revestía
maíz» (Magnolia dealbata), la flor de la religión en todos los aspectos de
huacales (Philodendron pseudiratum), la vida, incluido el de la salud y de
la flor de cuervo (Plumeria acutifolia) la enfermedad. Varios dioses azte-
y la flor negra (Vanilla planifolia) , cas tenían, según se creía, el poder
una especie aromática de vainilla de provocar enfermedades. Tlaloc,
que también se apreciaba por su por ejemplo, podía producir, cuan-
buen sabor. do enviaba sus malos aires, dolen-
Sin embargo, la planta aromática cias tan diversas como hinchazones,
por excelencia es, sin duda alguna, parálisis parciales o totales, úlceras,
el copal, un término genérico en lepra, hidropesía y enfermedades
lengua nahuatl — el idioma de los de la piel. Tlazolteol y sus compa-
aztecas, entre otras etnias— que ñeras, las diosas del amor y del de-
designa una serie de árboles y ar- seo, castigaban con la melancolía y
bustos, la mayoría de ellos de la fa- la consunción a los amantes adúlte-
milia burseráceas, cuya resina se ros e incluso a sus respectivos hijos.
utilizaba y se utiliza todavía como Y X ochipilli, el dios de las flores,
incienso. La importancia del copal de la música, de la danza y de la
para los aztecas queda bien refleja- Diosa azteca Tlazolteotl durante el parto. juventud, castigaba a las personas
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Tabla 1. Algunas plantas de la terapéutica azteca

Nombre común Nombre científico Uso terapéutico


Achiote Bixa orellana Además de emplearse extensamente como colorante
alimentario, se utilizaba como antiinflamatorio, para proteger
la piel y para curar las enfermedades cutáneas
Balche Lonchocarpus longistylus Su corteza se empleaba para combatir las intoxicaciones
Bálsamo de Perú Myroxylon pereirae Así llamado porque durante mucho tiempo se pensó que era un
producto peruano, pero en realidad se obtenía de un árbol
centroamericano que se utilizaba como estomacal y como
expectorante
Cacao Theobroma cacao Servía para preparar una bebida de lujo que los dignatarios
aztecas tomaban sazonada con miel y vainilla o mezclada con
octli (pulque o zumo de agave fermentado)
Maíz verde Zea mays Se empleaba para esconder el sabor de otras medicinas y
o pimiento picante también como analgésico y febrífugo o como estimulante para
reducir la fatiga
Chichiquuitl Garrya latifolia Eficaz contra las disenterías
Iyuauhtli Tagetes lucida Sus hojas se empleaban para tratar la gota y detener el hipo,
como sedante suave y para aliviar los dolores de pecho
Iztacpatli Psoralea pentaphylla Eficaz como febrífugo o antitérmico
Matlalitzic Commelina pallida Se empleaba como antihemorrágico
Mezquite o mixitl Prosopis sp. Su savia servía para aliviar los dolores oculares
Nopal o chumbera Opuntia ficus indica Para mejorar las lesiones musculares, pero además ha resultado
ser eficaz como antidiabético y en el control del peso y del
colesterol
Valeriana mexicana Valeriana edulis ssp. Se utilizaba como antiespasmódico
Procera
Verónica americana Verónica americana Sus tallos y hojas pulverizados servían para combatir la sarna
o tonalxihuitl
Yollohxochitl o flor de corazón, Talauma mexicana Se utilizaba para combatir las enfermedades respiratorias, como
de la magnolia mejicana febrífugo y para aliviar los malestares cardíacos

que no respetaban los tabúes, por Otros dioses del panteón azteca gía a los que tomaban baños de va-
ejemplo, a los que no guardaban que tenían poderes de curación o por, e Ixtlilton, el pequeño dios
abstinencia sexual durante las épo- favorecían la salud eran el dios del con la cara negra que curaba las
cas de ayuno, causándoles hemo- viento y la diosa de la lluvia que enfermedades infantiles.
rroides, llagas purulentas y enfer- curaban la gota y la parálisis; el
medades venéreas. dios del fuego que ayudaba en los
Sin embargo, algunos de estos partos; la diosa Tzapotlatenan que Farmacopea azteca
dioses podían sanar las enfermeda- curaba las úlceras del cuero cabe-
des que ellos mismos habían pro- lludo, la afonía y las grietas cutá- Además de las invocaciones, los
vocado si atendían a las preces y a neas; la diosa Ciuacoatl que prote- gestos y las fórmulas mágicas, los
los sacrificios que les hacían los médicos aztecas utilizaban nume-
pacientes y sus allegados. X ochipi- rosas prácticas terapéuticas basadas
lli, las divinidades de la montaña y en un conocimiento, muy avanza-
Tlaloc eran los ejemplos más cono- do para la época, de la anatomía y
cidos de estos dioses ambivalentes. el funcionamiento del cuerpo hu-
X ochipilli era además el patrón di- mano y de las propiedades de las
vino del «sueño florido», nombre plantas y los minerales. Su farma-
con el que los mexicas designaban copea comprendía algunos minera-
el trance visionario ritual y, como les, la carne de algunos animales y
tal, reinaba sobre el ololiuhqui , los un asombroso número de plantas.
hongos psilocibios, el peyote, el Entre los remedios minerales figu-
tlapatl o toloache (Datura sp.), la ra la obsidiana, que finamente mo-
salvia de los adivinos o hierba de la lida servía de emplasto para cica-
María Pastora (Salvia divinorum) , El incienso americano o copal cumplía trizar las heridas con rapidez, y
el sinicuichi (Heimia salicifolia) , el un función esencial por su capacidad de también unas misteriosas «piedras
grano mixitl y otros entéogenos. purificar los aires «habitados por el mal». de sangre» cuyas virtudes fueron
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Tabla 2. Principales plantas del arsenal fitoterapéutico utilizado actualmente en México

Nombre común Nombre científico Uso terapéutico


Aceitilla Bidens odorata Febrífugo que alivia de los empachos digestivos
Ahuehuete Taxodium mucronatum Contra las varices y como cicatrizante
Árnica Heterotheca inuloides Cicatrizante, antiinflamatorio y antidiabético
Cancerina Hippocratea excelsa Cicatrizante y antiinflamatorio
Cirián Crescentia cujete Antitusígeno y útil contra el asma
Chaya Cnidoscolus chayamansa Antidiabético y antiinflamatorio
Cuachalalate Amphipterygium astringens Cicatrizante, antiinflamatorio y contra la gastritis
Doradilla Selaginella sp. Infecciones de las vías urinarias, del riñón y de la vejiga.
También se usaba en caso de cálculos renales
Epazote de zorrillo Teloxys graveolens Antihelmíntico usado en trastornos digestivos
Espinosilla Loeselia mexicana Antifebrífugo y astringente. También se suponía que evitaba
la caída del cabello
Flor de manita Chiranthodendron pentadactylon Trastornos cardíacos y del sistema nervioso
Flor de tila Ternstroemia sp. Trastornos del sistema nervioso
Gobernadora Larrea tridentata Infecciones de las vías urinarias y eliminación de cálculos renales
Gordolobo Gnaphalium sp. Infecciones de la garganta, tos y para controlar la diabetes
Hierba del golpe Oenothera rosea Antiinflamatorio y cicatrizante
Hierba del sapo Eryngium sp. Eliminación de cálculos vesiculares, así como controlador
del colesterol y del peso
Lentejilla Lepidium virginicum Trastornos de las vías respiratorias (sinusitis, asma)
y trastornos digestivos (gases)
Muicle Justicia spicigera Purificador de la sangre y antialérgico
Palo azul Eysenhardtia polystachya Infecciones de las vías urinarias, de los riñones y de la vejiga
Pasionaria Passiflora sp. Sedante nervioso en caso de insomnio y antihipertensivo
Toronjil morado Agastache mexicana Problemas digestivos, cardíacos y del sistema nervioso

exaltadas por Sahagún y que, se- boles de los géneros J a tropha y bien surtidos en especies terapéu-
gún él, permitían curar las graves Spondias, entre otros. ticas, que el señor de Texcoco y el
hemorragias nasales que asolaban El axin, cuya eficacia fue corro- emperador Moctezuma mantenían,
Nueva España. Otro misterioso re- borada por Sahagún y por otros respectivamente, en Tezcotzingo y
medio mineral citado por Sahagún cronistas de Nueva España, servía en los alrededores de Tenochtitlán.
era la piedra de lluvia «que caía de para curar las quemaduras y las en- Los conquistadores admiraron
las nubes, penetraba dentro de la fermedades de la piel. Las mujeres estos jardines botánicos y, al igual
tierra y engordaba de año en año» también lo utilizaban para untar que los cronistas de Indias, queda-
y que, según el misionero cronista, sus mejillas y conseguir así la tez ron impresionados por la eficacia
servía para curar la fiebre y el es- amarilla que exigían los cánones de de algunos medicamentos indíge-
panto causado por el trueno. belleza de la época y lo empleaban, nas. Su testimonio y las obras de
Igualmente fantásticos, los efec- asimismo, los viajeros para preve- los cronistas influyeron, sin duda,
tos de muchos remedios animales nir los labios partidos y para prote- en la decisión adoptada por Felipe
variaban desde la estimulación ex- ger la piel de los efectos del frío. II de financiar la expedición de
cesiva de los deseos sexuales mas- De la atribución de propiedades Francisco Hernández, protomédico
culinos, seguida eventualmente fantásticas tampoco se libraron al- general de las Indias, Islas, Tierra
por la muerte, producida, según se gunas plantas, no sólo las que pro- Firme y Océano. La expedición se
creía, por las serpientes de distin- vocaban efectos enteógenos. Pese a inició en 1571. Su principal obje-
tas especies designadas con el tér- ello, no puede negarse que los az- tivo fue escribir una historia natu-
mino genérico mazacoatl , hasta la tecas consiguieron adquirir, duran- ral de la Nueva España y estudiar
capacidad de impedir por comple- te el tiempo y guiándose por la ex- la medicina indígena en todos sus
to la erección que se atribuía a la periencia, una suma ingente de co- aspectos. Hernández viajó por mu-
excrecencia carnosa del pico del nocimient os sobre las especies chas zonas de México y recogió
ave huexololl . Más eficaz debía ser, vegetales de su país. La riqueza en mucha información etnobotánica,
en cambio, la administración del plantas medicinales y la larga tra- además de recopilar muchos datos
axin, una pasta amarilla y cerosa dición en su uso quedan de mani- sobre la cultura prehispánica, la
que se obtenía haciendo hervir y fiesto en la obra de Sahagún, en el historia y las condiciones políticas
aplastando unos insectos homópte- códice Badiano y en la existencia de los nuevos territorios. El pro-
ros (Coccus axin) cosechados en ár- de los j ardines bot ánicos, muy ducto final de sus 8 años de encar-
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nizado t rabaj o consist ió en 2 2


cuerpos de libros bellamente em-
pastados — que se sumaban a los
16 que había enviado previamente
al emperador en 1576— , 68 tale-
gas de semillas para sembrar, ocho
barriles y cuatro cubetas con árbo-
les para trasplantar, además de
otros materiales y documentos.
Por desgracia, Hernández murió
antes de publicar su obra y una
parte importante de sus manuscri-
tos fue destruida en 1671 durante
el incendio del monasterio de El
Escorial. Una serie de aconteci-
mientos más o menos afortunados
permitieron, sin embargo, recupe-
rar importantes fragmentos de sus
manuscritos y estos trabajos publi-
cados en Italia, México y España
muestran la extraordinaria riqueza
de la farmacopea mexicana en el
siglo X VI. El tesmacal azteca, o baño de vapor, se utilizaba para el tratamiento del reumatismo,
Hernández mencionó, en efecto, la parálisis y las neuralgias.
cerca de 4.000 plantas medicinales
y describió unas 1.200 de las que
dio el nombre local y su sinoni- las plantas que hacían servir como co en santonina también antihel-
mia, sus cualidades terapéuticas y antisépticos, febrífugos, diuréticos, míntica; la guayaba (Psidium gua-
los lugares donde crecían. Saha- laxantes, eméticos u otros usos te- java) , fruto que, además de muy
gún, por su parte, dedicó gran par- rapéuticos. sabroso, es eficaz en el control del
te de su undécimo libro a las plan- En la tabla 1 se relacionan algu- colesterol y tiene propiedades anti-
tas medicinales, en tanto que los nas de las principales plantas que diarreicas gracias a su contenido en
investigadores modernos han de- utilizaban los aztecas por sus vir- guijaverina; el liquidámbar o xo-
mostrado que, en muchos casos, tudes terapéuticas. chiocotzotl (Liquidambar styraciflua) ,
los médicos aztecas definieron con que se utilizaba para curar la sarna
gran exactitud las propiedades de y cuyo principio activo, la estore-
Plantas de uso actual

Aunque hace falta realizar todavía


mucho trabaj o de investigación
para verificar, o incluso volver a
encontrar, las virtudes terapéuticas
de numerosas especies menciona-
das en las obras de los cronistas,
otras plantas medicinales son bien
conocidas y los efectos terapéuticos
de sus principios activos coinciden
de un modo sorprendente con los
que se mencionaban en las anti-
guas farmacopeas. Ej emplos de
ello son el cacao, cuyo principal
componente, la teobromina, es un
reconocido analgésico; el capulín o
tlalcapulin (Rhamnus serrata) , cuya
rhamnetina es un reconocido anti-
disentérico; el cempasúchil (Tagetes
erecta) que contiene patuletina, de
acción febrífuga; el epazote (Te-
loxys ambrosoides) , cuyo contenido
El jugo del cactus Tlatocnochtli en ascaridol denota sus propieda- Tlaloc, dios azteca de la lluvia,
se utilizaba en el México precolombino des antihelmínticas; el estafiate o era el generador de algunos malos aires
para las quemaduras. itztauhyatl (Artemisia mexicana) , ri- que provocaban enfermedades.
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La hierba de Azcapan ixhua era ingerida por los aztecas Las raíces de Tlahuehetl, Tlayapaloni y Chipahuac xihuitl
para obtener el sueño. eran utilizadas por los mexicas para la curación de los furúnculos.

nina, es efectivamente útil para 4. Entéogeno es un neologismo acuñado


Notas en 1979 en un artículo del Journal of
eliminar los parásitos de la piel; la 1. Soustelle J. La vie quotidenne des Aztè- Psychedelic Drugs, cuyos autores pro-
papaya (Carica papaya) , cuyo com- ques à la veille de la conquête espag- ponían como alternativa al inadecuado
ponente principal, la papaína, es nole. París: Librairie Hachette, 1955. término de alucinógeno. Proviene del
un eficaz antiinflamatorio; el zapo- 2. Varios autores actuales, entre ellos Elfe- griego entheos (literalmente Dios den-
te blanco o cochiztzapotl (Casimiroa rink, Flores y Kaplan, del Instituto de tro de mí) y, como bien explica J.M.
edulis) , otro sabroso fruto cuyo Investigaciones Históricas de la Uni- Fericgla, significa el estado en el que
contenido en N-benzoiltiramina lo versidad N acional Aut ónoma de se encuentra uno cuando es inspirado
convierte en un eficaz antihiper- México, creen que la distinción entre y poseído por el dios que ha entrado
tensivo. magia blanca y negra fue introducida en su cuerpo.
Otras plantas que hoy se emple- por los conquistadores españoles. Del 5. El zapote blanco no debe confundirse
an de un modo intensivo en México mismo modo que existía una fina gra- con el chicozapote o xicozapotl (Achras
y podrían haber formado parte de la dación entre el uso de ritos mágicos, zapota) , árbol del que se obtiene el
rezos y hechizos por un lado y de la
farmacopea azteca se recogen en la txictli o chicle, gomorresina que mas-
prescripción de preparaciones farma- caban las prostitutas asociadas a los
tabla 2, extraída de un artículo del
céuticas por el otro (lo que significa jóvenes guerreros aztecas. Además de
autor mexicano Carlos Huerta so- que el médico o ticitl solía ser, al
bre la «herbolaria» o fitoterapia este chicle, que hoy se masca en todos
mismo tiempo, bruj o o nahual-li), los países del mundo, no sólo las cor-
mexicana. también es probable que incluso algu- tesanas sino todas las mujeres mexicas
A diferencia de otras especies no de los médicos reconocidos como (y también los varones, si bien en
mencionadas por Huerta y que fue- tales usara, en ocasiones, sus técnicas secreto a menos que fueran homose-
ron introducidas en México desde no ya para curar enfermos, sino para xuales) mascaban, tras mezclarlo con
Europa u otros continentes, las que vengar afrentas y provocar enfermeda- axin, para darle adherencia, el «betún
recoge esta tabla son todas ellas na- des u otros daños, pese a que se jugaba que sale de la mar» y que, por recibir
tivas y, dado que el imperio azteca la vida si le descubrían. el mismo nombre de xicozapotl , fue
explotaba la gran mayoría de los re- 3. En realidad, tonalli es un término com- designado por Sahagún con el término
cursos naturales de México y otras plejo que engloba a la vez el «genio» chapopotli. De esta última palabra
zonas de Mesoamérica, es muy pro- particular de cada uno, su signo astro- procede, como es fácil deducir, el tér-
bable que la mayoría de ellas for- lógico o destino predestinado y su mino hoy por desgracia bien conocido
maran parte de su farmacopea. ■ energía vital. de chapapote.

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