Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Prácticas
En un lugar tranquilo para meditar, cierra los ojos y comienza a relajar los
músculos de los pies a la cabeza; pasando por las piernas, el tronco y el abdomen,
los hombros y el cuello, la espalda y finalmente el rostro. Luego concéntrate en la
respiración para que sea profunda y lenta. Inhala y exhala por la nariz. Con cada
exhalación, libera más las tensiones musculares.
Este ejercicio se hace por lo menos 15 minutos dos veces al día, una por la
mañana y otra por la noche. Es la base de toda meditación y de todo trabajo sobre
sí mismo. Trae salud y armonía, especialmente cuando se combina con la
relajación de la mente.