El aislamiento es el conjunto de procedimientos que separa a personas infectadas de las susceptibles a infectarse, durante el periodo de transmisibilidad, en lugares o momentos que permitan dar corte a la cadena de transmisión. El aislamiento está indicado ante la sospecha clínica o evidencia de una enfermedad transmisible. El objetivo es aislar el foco infeccioso y no necesariamente al paciente. A fin de establecer las medidas de aislamiento adecuadas, sin exagerarlas ni minimizarlas, es necesario conocer la epidemiología de la enfermedad infecciosa que afecta al paciente. El aislamiento no es igual en todos los casos y, por lo tanto, los materiales necesarios y técnicas varían entre uno y otro dependiendo del objetivo que desee lograr. El aislamiento está dirigido a interrumpir la cadena de infección actuando principalmente sobre la o las vías de transmisión. El periodo de aislamiento debe durar hasta que la fase infecciosa de la enfermedad (periodo de transmisibilidad) haya terminado. La fase infecciosa es específica para cada enfermedad. Existen diferentes tipos de aislamiento, los cuales son: Aislamiento estricto: El aislamiento estricto se realiza en las habitaciones individuales del hospital con el objetivo de evitar contagios entre el paciente infectado, el personal sanitario y las visitas. Las habitaciones se encuentran en un área más alejada de las demás. Se encarga prevención de la transmisión de enfermedades que se pueden contagiar a través de contacto directo y/o vía aérea. (Difteria, viruela, varicela, neumonía estafilocócica, peste, rabia, herpes zoster en pacientes inmunodeprimidos o zoster diseminado). Aislamiento Respiratorio: Técnica preventiva que trata de evitar la relación o el contacto próximos o directos de un enfermo con las personas sanas de su entorno, al objeto de dificultar la transmisión por vía aérea de alguna enfermedad respiratoria de naturaleza infectocontagiosa. Este permite la prevención de la propagación de enfermedades transmisibles por vía aérea. (Varicela, meningitis meningocócica, sarampión, rubeola, tuberculosis pulmonar, tosferina). Aislamiento inverso: Se utiliza para protegerlo de los gérmenes cuando su sistema inmunológico no funciona correctamente. Los gérmenes pueden transportarse en gotitas del aire, equipamiento médico o en el cuerpo o la ropa de otra persona. Los médicos hablarán con usted sobre los tipos de precauciones que debe tener según su salud. Es posible que deba limitar las visitas. Se encarga de la protección hacia el paciente inmunodeprimido. (Quemados más del 25%, trasplantados e inmunodeprimidos). Aislamiento por contacto: Es una medida muy utilizada dentro del ámbito hospitalario y se lleva a cabo cuando existe la sospecha de una enfermedad transmisible bien por contacto directo con el propio paciente o con elementos de su ambiente. Las precauciones de contacto son las medidas indicadas para impedir la transmisión de microorganismos que se extienden mediante el contacto. Previene enfermedades infecciosas que se propagan por contacto directo. (Gangrena gaseosa, herpes simple diseminado, heridas abiertas, quemaduras de menos del 25%, piodermas).