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CAPITULO 2

ABERRACIONES DEL GUSTO


Se designa bajo este encabezamiento la propensión que muestran ciertos animales a ingerir sustancias totalmente extrañas
a la alimentación.

Estas aberraciones se producen a veces como consecuencia de trastornos del psiquismo, derivados de lesiones del sistema
nervioso central por ejemplo, rabia; pero las perversiones a que nos referimos responden a menudo a una real necesidad,
como en determinadas carencias; tal es el caso de la osteomalacia y de la anemia de los bovinos en pastoreo; la misma
coprofagia buscaría una restitución de microorganismos o de vitaminas; también pueden suscitarse estas desviaciones
tras las irritaciones gingivales comunes en algunas gastropatías o helmintiasis.

Por supuesto las perversiones del gusto (o del apetito) constituyen un síndrome cuya etiología no es unívoca; merece una
descripción especial tanto por las graves consecuencias que pueden acarrear y que justifican la intervención del Médico
Veterinario, como por la misma imposibilidad de incluirlas dentro de un cuadro nosológico bien definido; solo está justificada
su descripción porque suponen la existencia de sensaciones gustativas particulares; atendiendo otros aspectos, también
se hará referencia a ellas al ocuparnos de fisiopatología nerviosa o de enfermedades de la nutrición.

Estas manifestaciones gustativas anormales reciben el nombre de pica en los bovinos, la cabra, el caballo, el cerdo, el perro
y el conejo; podría hablarse también de un picacismo en las aves; los apelativos difieren igualmente según sea el objeto o el
tipo de la manía a saber, enfermedad del lamido o licomanía, coprofagia (excrementos), autofagia (sus propios
excrementos), alotriofagia (tierra, trapos, etc.), malofagia (lana, en el cordero), geofagia (tierra), aerofagia (aire),
pterofagia (plumas), sialofagia (deglución constante de saliva, acompañado o no de aerofagia)

1. PICA EN LOS BOVINOS


Este trastorno es esporádico o enzoótico; se presenta en ciertas regiones pobres donde el suelo es rocoso; puede
observarse una recrudescencia de la afección y ésta extenderse grandemente durante los años de sequía; se manifiesta
sobre todo en los períodos de estabulación cuando los animales son alimentados con forrajes procedentes de praderas
pantanosas así como al finalizar él invierno, época en qué las provisiones comienzan a escasear, desaparece por el contrario
cuando se envía el ganado a pastar al campo.

Hállense especialmente predispuestos los terneros, aquellos animales que padecen alteraciones digestivas, animales
débiles, vacas lecheras muy productivas, los subalimentados en la mayoría de los casos, la pica es la expresión de un déficit
alimentario (en particular, de fosfatos, en el curso de la osteomalacia) y a veces es la responsable de accidentes de
naturaleza botulínica.

Sin embargo, muchas veces se observa la pica sin que pueda señalarse una causa evidente; en estos casos se invocan los
más variados factores para explicar su patogenia; ya sea un trastorno nervioso debido a alguna perturbación central o del
glosofaríngeo, ya la manía o la imitación; hablase incluso de una cuestión de herencia.

El análisis de las causas o condiciones etiológicas hace resaltar el papel primordial de la alimentación, pero fuera de los
casos en que puede suponerse con razón algún proceso carencial, por la existencia de signos de raquitismo, osteomalacia
o de anemia, el precitado papel no está claro; para algunos la pica sería el resultado de una perturbación del metabolismo
del cloruro de sodio ya como consecuencia de la falta de dicha sal marina en los alimentos, ya por superabundancia en los
mismos de sales potásicas; se debería a una carencia de cobre en los forrajes; por último cuando la perversión se presenta
en animales bien cuidados y nutridos cabe sospechar la intervención de algún trastorno digestivo, en tales circunstancias
el tratamiento apropiado de aquél determina muchas veces la curación.

Síntomas
Al principio, el apetito está disminuido o es caprichoso, y la rumia se hace lenta; al pastar, los animales eligen los brotes
tiernos de los árboles o las matas de hierba crecida que crecen allí donde cayeron los excrementos, respetados por los
animales sanos; roban y devoran la ropa blanca tendida sobre los cercos; en el establo desprecian el pesebre y comen la
paja de su propia cama; procuran acercarse a sus cuidadores para lamerles los vestidos u otros efectos; luego, los
enfermos se dedican a lamer sin descanso, día y noche, cuanto les rodea: cercas de madera, paredes, postigos, comedero,
etc, que más adelante trituran y cuyos fragmentos van tragando; ingieren todo cuanto les cae al alcance de sus dientes:
estiércol, trapos viejos, zapatos usados, maderas podridas, excrementos, arena, y materias calcáreas (tales como
escombros, mortero y tejas rotas); muestran cierta predilección por el agua de mar y por las deyecciones líquidas.
finalmente, es común que se coman mutuamente el pelaje.

La segunda fase hallase caracterizada por disturbios digestivos provocados por la absorción de sustancias extrañas a la
alimentación; la temperatura se eleva 0,5° a 1,5° C; el apetito disminuye cada vez más, se producen alternativamente diarrea
y constipación y paresias de los reservorios gástricos; la lactación se detiene, la orina se hace albuminúrica y el
enflaquecimiento aumenta progresivamente hasta llegar a la caquexia; las mucosas están pálidas, pelaje descolorido,
áspero y quebradizo y la piel un tanto pegajosa; los enfermos hacen chirriar sus dientes, demostrando un lenguaje corporal
característico arqueando el lomo en actitud encogida; los movimientos son rígidos y las articulaciones crujen; por último,
el animal no puede mantenerse en pie y muere completamente agotado.

En los terneros alimentados con leche pobre proveniente de madres debiles y en los criados en cubículos, la pica se
manifiesta ya sea por la tendencia a succionar cualquier pliegue de la piel de la vaca ya por la de lamerse a sí mismos o a
sus congéneres; el pelaje ingeridos forman egagrópilos que pueden obstruir el píloro o el lumen del intestino.

Lesiones
Las lesiones no ofrecen nada característico; aparte de los signos catarrales de la mucosa digestiva se aprecian todos los
que configuran la caquexia: desaparición del tejido adiposo, decoloración muscular, palidez y ligera trasudación en las
cavidades serosas, las fracturas observadas en el curso de la enfermedad del lamido revelan la osteomalacia concomitante.

Diagnóstico

Se basa en la persistencia o continuidad de los trastornos especialmente en la insistencia con que los animales ingieren
sustancias que no son alimenticias.

En lo posible se intentará descubrir las causas de la pica, analizando los alimentos, examinando el aparato digestivo,
mucosas, esqueleto y alteraciones nerviosas. la osteomalacia se reconoce muy pronto dadas las alteraciones óseas
(sensibilidad, deformaciones, fracturas) y humorales que la caracterizan.

Patogenia
La evolución es lenta. la muerte no sobreviene antes de transcurridos seis meses, un año o más, desde el comienzo del
trastorno, la muerte es regla cuando no se ha instituido a tiempo un tratamiento adecuado.

Pronóstico
Es grave, pues la pica supone por lo general una alteración profunda del metabolismo; por lo tanto, será más grave cuanto
mayor sea el enflaquecimiento y más acusadas las perturbaciones digestivas del animal.

2. PICA EN EL CABALLO
La pica del caballo es más rara que la de los vacunos generalmente esporádica, su causa habitual es una alteración gástrica,
tal como lo corrobora el tratamiento.
Las manifestaciones clínicas son benignas; el animal desdeña su ración y come la paja que forma su cama; lame y roe los
objetos que le rodean y también acostumbra lamerse a sí mismo. la pica equina no reviste la misma gravedad que en los
bóvidos salvo en el caso del potrillo que puede tornarse esquelético.

Se relaciona a veces con la pica el hábito que tienen ciertos caballos acantonados en regiones arenosas de ingerir arena.
esta perversión del gusto da origen a verdaderas epizootias de cólicos, pueda atribuirse al aburrimiento y a la imitación en
aquellos animales que permanecen mucho tiempo inactivo y sin vigilancia; en ciertos casos se trata de un verdadero lamido
debido a un vicio de la alimentación casos de caballos que buscaban especialmente la carne devorabando ratas o tragando
aire (aerofagia).

3. PICA EN EL CERDO
Se observa en las regiones en que predomina la enfermedad del lamido, a la que se asemeja en todas sus características.

4. PICA EN EL PERRO.

Es común ver al perro morder y tragarse objetos que nada tienen de alimenticios; fuera de aquellos casos en que lo hace
por juego se observa también esta anomalía en la rabia y en el cachorro cuando está echando los dientes como en aquellos
animales que en afectos de alguna molestia digestiva o de helmintiasis intestinal, gustan de comer hierba. en ciertos casos
resulta difícil pronunciarse sobre el origen de la perversión del gusto en los perros jóvenes es bastante frecuente la
coprofagia.

Se atribuye a la pica el hábito que tienen ciertas hembras caninas de comerse sus crías, placenta y sus anexos a poco de
parir. en la mayor parte de los casos es dable atribuir esta aberración ya sea a algún trastorno psíquico, stres, o ciertas
perturbaciones digestivas, ya a una hieperestesia mamaria consecutiva a mastitis o grietas esto último justifica dientes
muy filosos en cachorros y el empleo de pomadas calmantes sobre los pezones de las madres. a menos que la anomalía no
atestigüe la existencia cierta de una apetencia anormal por la alimentación cárnea.

5. PICA EN EL CARNERO
La perversión del gusto que lleva a los corderos a lamerse y comerse mutuamente la lana (malofagia) las causas son
probablemente las mismas que para la enfermedad del lamido, la malofagia se debería a la imitación, confinado en el establo,
un primer animal por aburrimiento comenzaría a lamer a sus vecinos y éstos harían otro tanto con sus congéneres
cercanos; este supuesto parece cierto en aquellos casos en que la malofagia se limita a determinados sectores de una
majada o en los que se comprueba la limitación del trastorno mediante el aislamiento de los primeros animales enfermos;
sin embargo esta pica debe achacarse la mayoría de las veces a la alimentación; el trastorno en efecto solo hace su
aparición en épocas de sequía en que las raciones son pobres, insuficientes y deficitarias en sustancias nitrogenadas o en
sal, por la misma razón serían también perjudiciales los pastos de zonas pantanosas. la malofagia además es frecuente en
los corderos cuando la leche materna es anormal como consecuencia de una alimentación carencial.

La malofagia se observa sobre todo en animales pertenecientes a razas mejoradas (merinos) y preferentemente durante
la estabulación.

Síntomas
Los corderos mordisquean la lana de su madre en un comienzo por juego; luego lo hacen poseídos por un deseo irresistible
que los incita atacar ciegamente a sus vecinos el incluso a comer la lana sucia de excrementos; a la larga la lana ingerida
se apelotona (egagropilo) dentro del tubo digestivo formando masas que provocan catarro gastrointestinal, obstrucciones,
disminución del apetito, anemia, caquexia y detención del crecimiento. en el adulto, las alteraciones evolucionan con menor
rapidez. los malófagos suelen elegir una víctima a la que pelan por completo hecho lo cual pasan a otra. las alteraciones
digestivas y generales no revisten la misma gravedad que en los bovinos.
Pronóstico
La malofagia es más benigno que el de la enfermedad del lamido. propia de las afecciones pruriginosas es fácil de diferenciar
en las mismas, el animal solo se lame a sí mismo.

6. ALTERACIONES DEL APETITO EN LAS AVES


El picacismo o pterofagia es el hábito que tienen ciertas aves (particularmente las cotorras y los canarios en jaula, así
como las gallinas de corral) de darse picotazos y de arrancarse las plumas. este picacismo acaso no represente más que
una manifestación de aburrimiento en ciertas aves encerradas, pero con mayor frecuencia es el resultado de carencias
alimentarias o vitamínicas; se lo observa en las gallinas sometidas a una alimentación pobre en sustancias nitrogenadas o
calcáreas se relaciona con esta última causa la costumbre que tienen ciertas ponedoras de comer sus huevos. las gallinas
atacan principalmente las plumas del dorso y de la rabadilla de sus compañeras, el arrancamiento de dichas plumas produce
pequeñas hemorragias que pueden debilitar a la víctima; no es raro que el gallo se deje picotear sin oponer la menor
resistencia; en algunos casos es tal la afición a la sangre en ciertas gallinas que se las ve acometer contra la cloaca de
aquellas que experimentan dificultades en la puesta dejándoles literalmente destrozado el intestino y provocándoles por lo
tanto la muerte.

Tratamiento de las perversiones del gusto


Solo es eficaz cuando es etiológico; en los casos en que tal trastorno es consecutivo a una enfermedad o a un estado
perfectamente determinados (osteomalacia, afecciones debilitantes, del tracto digestivo o gestación) es necesario recurrir
ante todo a los medios apropiados o específicos; cuando tal circunstancia no se da se atiende a las indicaciones siguientes,
guiados por las situaciones particulares que más frecuentemente determinan la pica:

 Si se sospecha como factor causal el aburrimiento o la imitación, se aislarán los primeros animales enfermos. se
separan los corderos de su madre y se los hace mamar varias veces durante la jornada. a los terneros se les coloca
un bozal de mimbre.

 Para combatir el aburrimiento de las aves en cautividad se aconseja suspender en el gallinero remolachas y tronchos
de repollo y esparcir los granos sobre una espesa capa de paja siempre que ello resulte factible, se preferirá dejar los
animales en libertad. para combatir el canibalismo en las gallinas, se aconseja iluminar los gallineros con lámparas
rojas o bien colocar vidrios de ese color en las ventanas para que los animales no puedan distinguir el tono de la sangre
este fenómeno también se denomina canibalismo y se observa no solamente en las aves adultas, sino, además,
especialmente en la explotación intensiva de pollos sobre todo en la etapa de recría; la causa principal es la deficiencia
de proteínas de la ración suministrada.

 Se intentará desacostumbrar al animal enfermo rociando coa sustancias amargas los objetos de su avidez: tales las
tinturas de asa fétida, de áloe, de genciana, alquitrán de hulla.

 Para impedir que los caballos coman arena, puede rociarse el suelo con solución de alquitrán de hulla, aceite quemado,
petróleo o brea.

 La indicación que se impone en todos los casos es el cambio de régimen. si la pica se considera que es consecuencia
de la alimentación en el establo se hará que los animales pasten en el campo o bien se les proporcionarán forrajes
verdes.

 En aquellas regiones en que el trastorno parezca depender de las condiciones geológicas del suelo se procura mejorarlo
mediante el agregado de abonos químicos (nitratos, fosfatos); también cabe recurrir a forrajes provenientes de zonas
donde el trastorno no se conoce o practicar un régimen trashumante enviando a los animales afectados a dichos
lugares.

 Reducir la nocividad del heno calentándolo o cortándolo tempranamente; también interesa utilizar el pasto que retoña
en los prados, así como las hierbas leguminosas el pipirigallo, el trébol y la alfalfa.
 Es recomendable suministrar sales minerales bovino 100gr/día, ovino 7 gr/día, cabras 12 gr/día, aves 4gr en 5 lt de
agua o 1.25 gr en 100gr de alimento.

 Es necesario estimular la digestión y combatir los trastornos digestivos administrando, según los casos fármacos
especicos y bicarbonato, se aconseja la administración de preparados con melaza.

 Se recomiendo poner bozal a los equinos para evitar la aerofagia y reducir riesgo de cólicos.

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