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3.3.3.

1 MUEBLE E INMUEBLE

Partiendo de la base de que la accesión artificial se da cuando dos cosas (ambas


muebles o una mueble y otra inmueble) quedan unidas por la mano del hombre de forma
inseparable o de modo que su separación conllevaría una pérdida económica grave, lo cierto
es que por lo demás la accesión artificial comprende la regulación de una serie de fenómenos
dispares, con pocos caracteres comunes, en donde ni siquiera se sigue de forma general el
principio de que lo que está superficie sigue al suelo, o que lo accesorio sigue a lo principal.
El Código Civil reúne la resolución de una serie de conflictos que pueden producirse por
la unión de cosas de distinto propietario englobándolos bajo la rúbrica de la accesión (y en
este caso, de la accesión artificial).
Esta especie de accesión, también conocida como accesión artificial o incluso como
accesión industrial en bienes inmuebles, en cuanto procede de la mano del hombre, -a
diferencia de la accesión de inmueble a inmueble, producida por obra de la naturaleza-
comprende tres casos: edificación, plantación y siembra en predio ajeno al dueño de los
materiales. No obstante, para que hablemos de accesión las cosas deben quedar unidas de
forma inseparable o bien de modo que su separación suponga una pérdida económica grave.
El Código Civil regula las distintas situaciones que pueden producirse, teniendo en
cuenta la buena fe o mala fe del que ha ocasionado o ha permitido la accesión. En todo caso,
es un régimen subsidiario, en defecto de lo que puedan pactar las partes involucradas.
Estás situaciones están previstas en el Código Civil del Estado de Puebla en:
Artículo 1039.- En virtud del derecho de accesión pertenecen al propietario:
I.- Los frutos naturales; II.- Los frutos industriales; III.- Los frutos civiles.
Artículo 1047.- Lo que se une o incorpora a un bien, lo edificado, plantado y sembrado, y lo
reparado o mejorado en finca o terreno ajeno, pertenecen al dueño de éstos, con sujeción a lo
dispuesto en los artículos siguientes.
Artículo 1048.- Las obras, siembras, plantaciones mejoras y reparaciones ejecutadas en un
inmueble se presumen hechas por el propietario y a su costa mientras no se pruebe lo
contrario.
Artículo 1049.- El que sembrare, plantare o edificare en finca propia, con semillas, planta o
materiales ajenos, adquiere la propiedad de unas y otras, con obligación de pagarlos en todo
caso, y de resarcir daños y perjuicios, si ha procedido de mala fe.
Artículo 1051.- El dueño del terreno en que se edificare, sembrare o plantare de buena fe,
tendrá derecho de hacer suya la obra, siembra o plantación, previo pago del precio de las
semillas, plantas o materiales empleados, o de obligar, al que edificó a pagar el precio del
terreno ocupado por la construcción, y al que sembró o plantó solamente la renta.
Artículo 1052.- El que edifica, planta o siembra de mala fe en terreno ajeno, pierde lo edificado,
plantado o sembrado, sin que tenga derecho a reclamar indemnización alguna al dueño del
suelo ni a retener el bien.
Artículo 1054.- Cuando haya mala fe, no sólo por parte del que edificare, sino por parte del
dueño, se entenderá compensada esta circunstancia, y se arreglarán los derechos de uno y
otro, conforme a lo resuelto para el caso de haberse procedido de buena fe.
Artículo 1055.- Se entiende que hay mala fe de parte del edificador, plantador o sembrador,
cuando hace la edificación, plantación o siembra, o permite sin reclamar, que con material
suyo las haga otro en terreno que sabe es ajeno, no pidiendo previamente al dueño su
consentimiento por escrito.
Artículo 1056.- Se entiende haber mala fe por parte del dueño, siempre que con su
conocimiento y sin oposición suya se hiciere el edificio, la siembra o la plantación.
Artículo 1057.- Si no procedió de mala fe el dueño de los materiales, plantas o semillas y no es
el edificador, plantador o sembrador ni el dueño del terreno, éste es responsable
subsidiariamente del valor de aquéllos, si concurren las circunstancias siguientes:
I.- Que quien de mala fe empleó los materiales plantas o semillas, no tenga bienes con que
responde de su valor;
II.- Que lo edificado, plantado o sembrado aproveche al dueño.

3.3.3.2 DE MUEBLE A MUEBLE

La accesión de bienes muebles abarca sucesos en los que se unen dos cosas muebles
sin voluntad de sus dueños (o al menos, sin la voluntad de uno de ellos), como, por ejemplo,
cuando se mezclan vinos de distintos dueños, o alguien pinta sobre un lienzo ajeno, o se
incrusta pedrería en una joya de otro propietario.
Para los casos de mezcla (confusión de dos o más cosas formando un todo homogéneo
y divisible), disponen los Código Civiles; que, si se mezclan o funden dos cosas de igual o
diferente especie por voluntad de un dueño, pero actuando de buena fe, cada propietario
adquirirá un derecho proporcional a la parte que le corresponda atendiendo al valor de las
cosas mezcladas. Por el contrario, si actúa de mala fe, perderá la cosa confundida, debiendo
además indemnizar los daños y perjuicios causados al propietario de la cosa con la que se
mezcló la suya. En la adjunción (mezcla de dos o más cosas heterogéneas para formar un
todo indivisible, un solo objeto) dispone el Código Civil que, si la unión se ha hecho sin mala fe,
el dueño de la principal adquirirá la propiedad de la cosa accesoria, indemnizando su valor al
anterior dueño. Ahora bien, si la cosa accesoria es mucho más preciosa que la principal, el
dueño de la accesoria podrá exigir su separación, aun cuando ello suponga un daño para la
cosa principal. En cambio, si el dueño de la cosa accesoria ha procedido de mala fe, perderá la
cosa incorporada, debiendo indemnizar al dueño de la principal por los daños y perjuicios
causados. Si el que actúa de mala fe es el dueño de la cosa principal, el dueño de la accesoria
podrá elegir entre que el dueño de la principal le abone el valor de la cosa accesoria, o que
ésta se separe, aun cuando con ello se dañe la cosa principal. En ambos casos, el dueño de la
cosa accesoria tendrá derecho a una indemnización por parte del dueño de la principal por los
daños y perjuicios sufridos. Si ambos actuaron de mala fe, se actuará como si hubieran obrado
ambos de buena fe. La especificación, aun cuando se estudia en sede de accesión mobiliaria,
no es propiamente tal. Se dará la especificación cuando se transforme una cosa en otra por
medio del trabajo (el escultor que esculpe una estatua de una pieza de mármol. Si alguien de
buena fe emplea materia ajena para crear una obra nueva, ésta quedará en su poder,
debiendo indemnizar al dueño de la cosa por su valor, pero si la cosa es más preciosa que la
obra resultante, podrá entonces su dueño quedarse con la obra o pedir la indemnización del
valor de la cosa. Si la cosa se ha transformado en obra con mala fe, entonces el dueño de la
cosa podrá quedarse con la obra sin pagar nada al autor, o exigir de este pago del valor de la
cosa más indemnización por los daños y perjuicios sufridos.
Estás situaciones están previstas en el Código Civil del Estado de Puebla en:
Artículo 1065.- Cuando dos bienes muebles que pertenecen a dos dueños distintos se unen de
tal manera que vienen a formar uno solo, sin que intervenga mala fe, el propietario del principal
adquiere el accesorio, pagando su valor.
Artículo 1066.- Se reputa principal, entre dos bienes incorporados, el de mayor valor.
Artículo 1067.- Si no pudiere hacerse la calificación conforme a la regla establecida en el
artículo que precede, se reputará principal el bien cuyo uso, perfección o adorno, se haya
conseguido por la unión del otro.
Artículo 1068.- En la pintura, escultura y bordados, en los escritos, impresos, grabados,
litografías, fotograbados, oleografías, cromolitografías y en las demás obras obtenidas por
otros procedimientos análogos a los anteriores, se estima accesorio la tabla, el metal, la
piedra, el lienzo, el papel, el pergamino, el plástico o cualquiera otro material que sirva de
base.
Artículo 1069.- Cuando los bienes unidos pueden separarse sin detrimento, y subsistir
independientemente, los dueños respectivos pueden exigir la separación.
Artículo 1070.- Cuando los bienes no pueden separarse sin que el que se repute accesorio
sufra deterioro, el dueño del principal tendrá derecho de pedir la separación; pero quedará
obligado a indemnizar al propietario del accesorio, si éste procedió de buena fe.
Artículo 1071.- Cuando el dueño del bien accesorio fue quien hizo la incorporación, lo pierde si
obró de mala fe; y está además obligado a indemnizar al propietario del principal por los
perjuicios que se hayan causado a éste.
Artículo 1072.- Si el dueño del bien principal fue quien procedió de mala fe, el que lo sea del
accesorio tendrá derecho a que aquél le pague su valor y le indemnice de los daños y
perjuicios, o a que éste bien se separe, aunque para ello haya de destruirse el principal.
Artículo 1073.- Si la incorporación se hace por uno de los dueños con conocimiento y sin
oposición del otro, los derechos respectivos se arreglarán conforme a lo dispuesto en los
artículos 1065 a 1068.
Artículo 1074.- Siempre que el dueño del bien empleado sin su consentimiento tenga derecho
a indemnización, podrá exigir que ésta consista en la entrega de un bien igual en especie, en
valor y en todas sus circunstancias al empleado o en el precio de él fijado por peritos.
Artículo 1075.- Si se mezclan dos bienes de igual o diferente especie, por voluntad de sus
dueños o por casualidad, y no son separables sin detrimento, cada propietario adquirirá un
derecho proporcional a la parte que le corresponda, atendiendo al valor de los bienes
mezclados o confundidos.
Artículo 1076.- Si por voluntad de uno solo, pero con buena fe, se mezclan o confunden dos
bienes de igual o de diferente especie, los derechos de los propietarios se arreglarán por lo
dispuesto en el artículo anterior; a no ser que el dueño del bien mezclado sin su
consentimiento prefiera la indemnización de daños y perjuicios.
Artículo 1077.- El que de mala fe hace la mezcla o confusión, pierde el bien mezclado o
confundido que fuere de su propiedad, y queda además obligado a la indemnización de los
daños y perjuicios causados al dueño del bien o bienes con que hizo la mezcla.
Artículo 1078.- Si de buena fe se forma, con materia ajena, en todo o en parte, un bien de
nueva especie, el que empleó aquélla hará o no suya, a su voluntad, la obra formada; pero en
cualquier caso debe pagar al dueño de la materia empleada el
importe de ésta.
Artículo 1079.- Si la especificación se hizo de mala fe, el dueño de la materia empleada tiene
el derecho de hacer suya la obra, sin pagar nada al que la hizo, o de exigir de éste daños y
perjuicios.
Artículo 1080.- La mala fe en los casos de mezcla o confusión se calificará conforme a lo
dispuesto en los artículos 1055 y 1056.

3.4 EFECTOS JURÍDICOS DE LA ACCESIÓN.

En general, la accesión es un modo de adquirir la propiedad y un derecho real que se


atribuye al propietario del suelo, y le permite hacer suyo todo aquello que quede unido y
acrezca a dicho suelo, ya sea en forma natural o artificial, bajo el principio superficie. En el
caso de los bienes muebles el principio accessorium sequitur principali permite que la
inseparabilidad de dos o más bienes determine la adquisición del resultante en favor del dueño
del bien calificable como principal.

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