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DIFUNDIR Y PROMOVER LA INTEGRACIÓN DEL PENSAMIENTO BOLIVARIANO Y MARTIANO

COMO PILARES IDEOLÓGICOS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL SIGLO XXI.

El pensamiento revolucionario bolivariano

Es una concepción del mundo americano que comprende un sistema de ideas económicas,
sociales, históricas, políticas, jurídicas y hasta militares sobre la independencia, la formación de la
República, la integración y el equilibrio de las sociedades hispanoamericanas en el universo
político de las naciones. La vigencia bolivariana constituye un legado histórico que aún queda por
realizar y tiene que ver con la construcción de la nueva sociedad anticolonial y antiimperialista
basada en el respeto de los derechos de los pueblos y de los derechos del ciudadano (a) bajo el
imperio de la ley.

Bolívar es el conductor de los pueblos bolivarianos para independizar Hispanoamérica; se dedicó el


artífice del Programa bolivariano, americano, ideal de bolivarianos latinoamericanos
contemporáneos, legado de Hugo Chávez Frías en la época revolucionaria, del tránsito del
capitalismo al socialismo del siglo XXI.

El Programa revolucionario Bolivariano comprende: Primero; una Revolución Política que en lo


nacional se funden en la tarea antiimperialista para lograr la independencia y la soberanía nacional
frente a la metrópolis del imperio español y hoy del imperialismo de los EE.UU en la procura de la
refundación de la República democrática. Bolívar decía, "no puede haber República donde el
pueblo no está seguro del ejercicio de sus facultades" políticas, (Congreso de Cúcuta, 03-11-1821).
Quiere decir que hasta que el pueblo no este maduro ideológica y políticamente no puede
construir la revolución, en particular la económica.

Esto es Socialismo Bolivariano, ejercicio de la función pública, contraloría pública y vigilancia de la


inversión pública, (Proyecto de Constitución, Angostura, 15-02-1819), además (Ver CRBV, artículos
62, 67, 68 y 70 1999 DERECHOS POLÍTICOS). Simón Rodríguez sobre el carácter de nuestra
revolución opinó que a diferencia de la angloamericana y la francesa, los gobernantes "no tuvieron
que pensar en crear pueblos, sino en dirigirlos, La América Española pedía dos revoluciones a un
tiempo, la Pública y la Económica: las dificultades que presenta la primera era grande y el general
Bolívar las ha vencido". He aquí, la diferencia entre la visión de Estado entre Bolívar y los liberales
políticos, sobre todo si se trata regenerar un pueblo para la libertad, para el socialismo, tarea que
no es fácil, sobre todo si se trata de educar un ciudadano (a) para la revolución socialista

Bolívar declaraba una Revolución Pública, del Estado para crear una República, un pueblo, sin
embargo no olvidemos "los que se han criado en la esclavitud, como hemos sido todos los
americanos, no sabemos vivir con simples leyes y bajo la autoridad de los principios liberales",
(Carta de Bolívar a José. A. Páez, 20-03-1827). Significa que hay necesidad de un gobierno fuerte y
de un Estado fuerte que respete la justicia, la "reina de las virtudes".

Segundo; Revolución Económica. Remplazar las estructuras coloniales esclavistas y feudales


latifundistas con aquellas adecuadas a nuestra América para el disfrute de la riqueza o de los
bienes del suelo patrio para toda la sociedad, la distribución de las tierras a los indígenas, negros,
militares y todos los miembros de la sociedad. Bolívar tiende a la nacionalización de la riqueza
minera.

S. Rodríguez en su obra Educación Republicana indica "El valor del trabajo para que así aprecien el
de las obras" frente al "…Sistema antieconómico de concurrencia, el productor es víctima del
consumidor y ambos lo vienen a ser del capitalista especulador". (No olvidemos como el agricultor
es víctima de los intermediarios) Tercero; Revolución Social- Abolición social de toda
discriminación social, esclavitud, privilegios y de toda barrera estamental, a tal fin Bolívar decreta
la liberación de los esclavos, redime a los indios, procura la superación de los pardos y aspira a la
igualdad social para reivindicar la dignidad humana

No olvidemos Bolívar aspira un gobierno más perfecto, "es aquel que produce mayor suma …de
seguridad social y mayor suma de estabilidad política" (Discurso de Angostura, 15-02-1819). Frente
a los problemas que transita el proceso de la revolución bolivariana, dada la herencia de la deuda
social en materia de vivienda, empleo, educación, salud y delincuencia, el gobierno bolivariano
debe solucionar tales problemas en base a la participación ciudadana en corresponsabilidad con el
gobierno revolucionario.

Cuarto; Revolución Jurídica. "Las leyes deben ser relativa a lo físico del país, al clima, a la calidad
del terreno, a la situación, a su extensión, al género de vida de los pueblos, a sus inclinaciones, a
sus riquezas, a su número, a su comercio, a sus costumbres, a sus modales. ¡He aquí el Código que
deberíamos consultar, y no el de Washington!". (Discurso de Angostura de 1819).

Quinto; Revolución Espiritual. La ilustración moral del ciudadano y Sexto; Revolución


Internacional. Equilibrio internacional de las naciones mediante la regulación de las relaciones
inter e intercontinentales inspirado en el histórico Congreso Anfictiónico de Panamá, germen de la
unidad latinoamericana, ideal del equilibrio continental americano. (Salcedo Bastardo. Visión y
Revisión de Bolívar, Monte Ávila Editores, 1999, P: 66-67)

PENSAMIENTO MARTIANO COMO PILARES IDEOLOGICOS EN LA CONSTRUCCION DEL SIGLO 21

El ideario político de José Martí refleja una necesidad objetiva de carácter histórico. Se expresa
tanto en sus predicciones antiimperialistas como en la defensa del programa democrático
revolucionario, manteniéndose latente en toda América Latina durante este último siglo. Nadie en
América vio tanto como él; nadie comprendió mejor que él, las raíces de la revolución cubana, el
presente que le toco vivir y el futuro de Cuba y América.

Nadie como él penetró en la esencia popular de la revolución cubana y esta es una de las más
hermosas herencias que nos dejó a los cubanos al estar presente con su influencia en la fundación
del Primer Partido Comunista, estuvo presente además en las leyes nacionalistas y
antiimperialistas de Antonio Guiteras, su programa se expresa en el programa del Moncada,
estuvo presente en el Granma, en la clandestinidad y en la sierra. Sus ideas triunfaron el 1º de
enero de 1959 alcanzando la victoria la revolución de Martí, del pueblo de Cuba, una revolución
que conquistó para siempre la independencia nacional.

En nuestros días aún más se refleja la vigencia de su pensamiento antiimperialista lo que se


evidencia claramente con la lucha que el pueblo cubano ha venido enfrentando todos estos años y
más aún después de la aprobación de la mal llamada “Ley para la Libertad y la Solidaridad
Democrática Cubana”; a la que nos oponemos con todas nuestra fuerzas ya que nunca
renunciaremos a nuestros principios lo que significa enterrar el pensamiento martiano y el todos
aquellos hombres que dieron su vida por nuestra independencia nacional.

Desarrollo

Nuestro Héroe Nacional casi un cuarto de siglo antes conoció y previó con percepción singular
algunas características del Imperialismo, llamándolo por su nombre por lo que se enfrenta a este
fenómeno con “La Honda de David” con su palabra y acción revolucionaria muriendo en Dos Ríos
en una guerra nacional liberadora y antiimperialista.

Martí trató de formar una conciencia antiimperialista entre los revolucionarios, previó además con
lucidez, diversas características analizadas por Lenin como por ejemplo la concentración y
centralización de capitales y de mercancías, el reparto económico, la subordinación de los pueblos
americanos a la economía imperialista y el reparto territorial por medio de las armas, rasgos del
régimen capitalista de los Estados Unidos.

Martí a pesar de no conocer la obra fundamental de Lenin, relacionando características del


capitalismo en Estados Unidos con el imperialismo, de ahí su frase: “Viví en el monstruo y le
conozco sus entrañas”.

Nuestro apóstol se pronunció contra la posibilidad de que los países hispanoamericanos fueran
sometidos a la explotación de la potencia avariciosa, impugnó “concepciones monstruosas”, como
la de otorgar derechos a los hombres de Norteamérica “a todo el oro y riquezas de América del
Sur, comprendió que los países latinoamericanos necesitaban capitales para desarrollarse
económicamente pero temió que se convirtieran en “una nación estancada, en una nación
prostituida”.

Sin embargo, a pesar de los exhortos y prevenciones del Maestro, los países hispanoamericanos
fueron cayendo en la órbita implacable del imperialismo norteamericano desalojando las demás
potencias para lograr sus objetivos de dominación, Inglaterra sobre todo, de sus áreas de
influencia de América Latina, así también Cuba sufrió la injerencia de Estados Unidos en la guerra
de independencia.

El ideario antiimperialista de José Martí se proyecta por lo tanto contra la filosofía del despojo,
propia de la guerra colonialista y neocolonialista a la cual nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro
Ruz se refiere en su discurso ante las Naciones Unidas el 26 de septiembre de 1960. El
antiimperialismo martiano, en suma, prevee el esfuerzo por impedir el “nuevo reparto del mundo”
entre las potencias capitalistas lo que fue estudiado profundamente por Lenin.
Sus análisis objetivos, realistas, científicos que realiza acerca del imperialismo y otros aspectos de
la actividad social tiene mayor proximidad a las obras antiimperialistas de los marxistas, es por ello
que su pensamiento está plenamente vinculado a los revolucionarios de hoy, fue un hombre de su
tiempo, pero también de nuestro momento histórico. Fue un hombre de todos los tiempos, pero
más del futuro que del pasado. Por ello es el Maestro por excelencia.

El ideario martiano está claramente expuesto en carta inconclusa a su amigo Manuel Mercado el
18 de mayo de 1895 en la postrimería de su muerte cuando expresa:

…ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber – puesto que lo
entiendo y tengo ánimos con que realizarlo – de impedir a tiempo con la independencia de Cuba
que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras
tierras de América. Cuanto hice hasta hoy y haré, es para eso.

Se cree por muchas personas y así se ha expresado que Martí marchaba consciente hacia el
suicidio, lo que es erróneo, ya que él quería combatir, creía que debía hacerlo, estaba obligado a
ello a pesar de que no era realmente un guerrero. Este hecho encierra por sí mismo un gran drama
humano e histórico, pero la vida de este hombre excepcional, consagrado a evitar a tiempo el
imperialismo yanqui, solo podía terminar de una forma dramática.

Su ideario refleja una necesidad objetiva de carácter histórico presente tanto en sus predicciones
antiimperialistas como en la defensa del programa democrático revolucionario manteniéndose
latente en América Latina en los tiempos actuales al hacerse más necesario la revolución
democrática y antiimperialista en todo el continente americano, lo que ya hoy es casi una realidad.

La vigencia de su vida heroica en que fue consagrada a los intereses de la población más explotada
del país en cuanto a la defensa de estos, el objetivo de la independencia nacional, el papel que a
Cuba le correspondía desarrollar en América y en el mundo y el ideario democrático más avanzado
de América en el siglo XIX; así mismo desde el siglo pasado planteó una abierta oposición al
fenómeno imperialista norteamericano cuando no estaba estudiado como fase superior del
capitalismo.

Martí al denunciar la intervención yanqui en el proceso revolucionario cubano se coloca a la


vanguardia del movimiento revolucionario mundial prediciendo un gran problema histórico en un
momento que no podía ser entendido ni resuelto pero en fase de gestación; no existiendo en
nuestro país un proletariado fuerte ni un desarrollo ideológico, así como tampoco correlación de
fuerzas para poder resolver el problema que este hombre de estatura universal se planteó antes
de 1895.

Basta decir que vivió en el monstruo, conoció sus entrañas y trató de oponerle al archipiélago libre
de Las Antillas para evitar su expansión por América, solo este hecho lo coloca como uno de los
hombres más extraordinarios de la humanidad, así puede ser entendida las raíces históricas de la
política de la revolución cubana con respecto a Estados Unidos y la vigencia presente del
pensamiento martiano; es por eso que la tarea que Martí se propuso fue lograda luego de más de
setenta años, con el triunfo de la revolución; el 1º de enero de 1959, constituyendo así su obra
objetivamente una fuerza real de carácter ideológico que ayudó de manera decisiva en la lucha del
pueblo cubano por su independencia nacional y su liberación social facilitando el triunfo del
pensamiento socialista.
Martí forjó en nuestro pueblo una moral política que a pesar de más de cinco décadas de
corrupción pública, se mantuvo enraizada en lo más profundo de nuestra conciencia social, por
ello cuando Fidel en el Mocada proclamó que Martí era el autor intelectual se estaba refiriendo a
lo más querido de la conciencia social cubana, razones por las cuales advertimos la fuerza
espiritual, moral, ideológica que su vida material acabada dramáticamente en Dos Ríos la cual se
hace imperecedera, dejándonos un gran ejemplo.

Su pensamiento no solo está presente solo a lo largo de las luchas de liberación por alcanzar la
independencia antes de 1959 sino a partir de este momento y en nuestros días, al mantenerse
latentes sus ideas y los peligros que avizoró, puesto de manifiesto en todas las vicisitudes por las
que hemos atravesado, pero a pesar de ello mantenemos nuestra convicción revolucionaria no
obstante el férreo bloqueo económico por el cual venimos atravesando impuesto por los Estados
Unidos. Muchos son los ejemplos que podemos enunciar de intentos del imperio por destruir la
revolución cubana.

En todos estos años lo que ha cambiado es el discurso según la circunstancia histórica. A principios
de la revolución utilizaron como pretexto la alianza de Cuba con la URSS, después el apoyo a los
movimientos de Liberación Nacional de América Latina y finalmente nuestra presencia en África.

Cuando estas “amenazas” desaparecieron inventaron otras para sustentar la continuidad de su


política y comienzan a manipular desde diversas aristas el tema de la falta de democracia en la Isla
y con vistas a darle solución a esta problemática el 23 de octubre de 1992 el Presidente George
Bush firma la Ley para la Democracia en Cuba, conocida como la Ley Torricelli donde se plantea
que la caída del socialismo le proporciona Estados Unidos, una oportunidad sin precedentes para
promover la transición pacífica hacia la democracia en Cuba. Esta ley se propuso flexibilizar otros
aspectos para influir en la población, mirarnos desde dentro y buscar l cambio del gobierno
cubano, política que se conoció como “Carril II”.

El 12 de marzo de 1996 el Presidente William Clinton firma la llamada “ Ley para la Libertad y la
Solidaridad Democrática Cubana” más conocida por todos por la afamada Ley Helms Burton, la
cual trata de recrudecer el bloqueo contra la Isla dando la posibilidad a sus nacionales que
reclamen sus antiguas propiedades en Cuba que fueron nacionalizadas conforme a las leyes
vigentes.

Ahora a más de cien años de aquella primera intervención yanqui, el gobierno de Estados Unidos,
continua sosteniendo un criminal y repudiado bloqueo contra nuestro país, ha elaborado un plan
que intenta convertir nuevamente a Cuba en su colonia, con la sustancial diferencia que ejercería
sobre ella un control más despiadado que antes.

Nos ofrecen esa sociedad carcomida por la drogadicción, la violencia, la mafia, la pornografía,
prostitución infantil, la criminalidad, la enajenación, discriminación, el egoísmo y la sed de
riquezas. Pretender arrebatar la propiedad de las viviendas, de las tierras, fábricas, hospitales,
escuelas y numerosas instalaciones sociales que la revolución ha construido y que nos resignemos
a la privatización masiva de nuestras riquezas; sugieren además poner en sus manos el destino de
nuestros hijos, mujeres, padres, abuelos y el nuestro propio, nos instan a renunciar a nuestra
propia historia y el respeto eterno a los caídos por la independencia y soberanía de la Patria y la
defensa de la Revolución Socialista.
Ante todas esas ofensas, el pueblo cubano ha mostrado su más enérgico rechazo ya que todo
hombre y mujer de vergüenza no puede permitir que se dicten órdenes a nuestro país como si
fuera un apéndice colonial de este morboso imperio, puesto que no aceptaremos jamás órdenes
de Washington ni de nadie, ya que en este país desde el 1º de enero de 1959 solo se ejerce la
decisión soberana del pueblo y ejemplo de ello está en la aprobación el 24 de diciembre de 1996
por la Asamblea Nacional del Poder Popular de la Ley No 80 “Ley de Reafirmación de la Dignidad y
la Soberanía Cubana, donde todo nuestro pueblo desde los más pequeños teniendo presente las
ideas del apóstol ha patentizado el apoyo incondicional a la Revolución y su decisión de defenderla
hasta la última gota de sangre si es necesario.

Los planes elaborados por la actual administración norteamericana son claramente anexionistas,
ni siquiera dan la posibilidad a los cubanos de escoger su camino, implantarían un sistema distinto,
un cambio económico, social y político dictando lo que se puede hacer.

Afirman que no van a aceptar el traspaso de gobierno de Fidel a Raúl ni de Raúl a otro de los
actuales dirigentes, tratan de impedir la continuidad de los revolucionarios en el poder y con el
conocido Plan Bush pretender desaparecer todo vestigio de socialismo. Un segundo paquete de
medidas que instrumentaron a partir del 2006 fue buscar mayor reforzamiento de la hostilidad de
la Casa Blanca hacia nuestro país.

El pronóstico para el caso cubano es de dos a cinco años, período que conlleva la elaboración de
planes de contingencia, según ese informe. Una vez más esgrimen el presunto deterioro de la
salud del Comandante en Jefe Fidel Castro y su desaparición física como el punto culminante para
pasar del discurso a la acción.

Esa teoría nos remite al error que constantemente comete Estados Unidos de personalizar la
Revolución Cubana, centrarla en liderazgos, desconociendo su historia, la institucionalización del
país y la formación de nuevas generaciones de líderes que estén prestos y preparados para asumir
la continuidad del proceso revolucionario.

Las grandes personalidades no se reproducen. Las nuevas generaciones de cubanos que tendrán la
misión de conducir el futuro de este país lo harán con sus propias características, preservando
siempre el legado de la dirigencia histórica de la Revolución. Los valores y las tradiciones no van a
desaparecer.

Por todas las razones antes expuestas afirmamos categóricamente que el ideario martiano ha
estado presente y estará en todas las épocas, razones por las cuales toda nuestra juventud y el
niño desde las edades más tempranas reciben plena información y educación sobre las ideas de
este magistral hombre por la connotación histórica de su vida para los cubanos y los pueblos
latinoamericanos.
CÁTEDRA BOLÍVAR Y MARTÍ

SINOPSIS

Simón Bolívar es el héroe más importante que ha parido nuestra patria. Un hombre que se
despojó de sus riquezas para entregar su vida por la libertad de los pueblos de Nuestra América,
con el firme propósito de emancipar las ideas y de construir la integración Latinoamericana
fundamentada en la conciencia ética, política, cultural y educativa de los pueblos. Hoy más que
nunca Bolívar está vivo, y su obra es un ejemplo a seguir, por ser un hombre justo, ético y con alta
moral, valores que promueve e impulsa nuestra Revolución en la construcción del hombre nuevo y
la mujer nueva. Es así como, El Libertador desarrolla elementos esenciales sobre los desafíos de la
educación, influido, por sus maestros Simón Rodríguez y Andrés Bello, quienes construyeron los
fundamentos y las bases de una educación plenamente consagrada con las necesidades de los
pueblos que luchaban, no sólo por su emancipación, sino además con el fin de crear sociedades en
las que prevaleciera la justicia.

José Martí, por su parte, es uno de los pensadores revolucionarios más importantes de América
Latina y el continuador, por excelencia, de las ideas de nuestro Libertador. El pensamiento
martiano, al igual que el bolivariano, ha sido censurado en las universidades tradicionales del país,
es necesario que en la Universidad Bolivariana de Venezuela se generen espacios orientados hacia
el estudio y análisis profundo de las ideas y postulados revolucionarios de nuestros pensadores,
educadores y libertadores latinoamericanos.

El pensamiento Bolivariano y Martiano debe estar presente no sólo en la cotidianidad que cubre el
hacer docente y estudiantil de la universidad, sino también en las áreas temáticas de las Unidades
Curriculares fundamentales para la formación humanista de quienes con sus ideas y acciones
contribuyen en la construcción de esa universidad que el pueblo venezolano y el latinoamericano
demanda. Una universidad que pretenda impulsar la emancipación del pueblo debe asirse de una
base ideológica lo suficientemente sólida como para romper el silencio de los panteones que
durante décadas protagonizó la Academia, a través del entierro de los aportes históricos de
nuestros libertadores.

La Universidad Bolivariana de Venezuela nace en un contexto histórico de cambios paradigmáticos


en la sociedad venezolana. Nuestro país está participando en una revolución inédita por sus
características en el resto del mundo. Una revolución que ha llegado al poder por las vías
electorales y que ha demostrado de forma pacífica, una vía posible de gobernar distinta en esencia
y en procedimientos, a la llamada democracia representativa.

Estudiar el pensamiento revolucionario de Bolívar y Martí, en el marco de la UBV, es una


necesidad ineludible en el proceso actual educativo de Venezuela.

Existen varios paralelismos entre el pensamiento pedagógico martiano y la fundamentación


epistemológica de la UBV. El propósito de esta Cátedra radica en develar estos paralelismos de
manera tal de evidenciarlos, analizarlos y debatirlos, no sólo en el seno de la Universidad, sino de
cara al pueblo para que nuestros pensadores se liberen del claustro académico y nos ayuden a
situarnos al servicio de la lucha liberadora de nuestros pueblos.
Somos el pueblo heredero de Bolívar y Martí, por tanto, debemos emular su conducta
revolucionaria y apuntalarnos hacia la emancipación definitiva de Nuestra América.

OBJETIVOS

– Difundir y promover a Investigación del Pensamiento Bolivariano y Martiano como pilares


ideológicos en la construcción del Socialismo del Siglo XXI.

– Fortalecer la conciencia antiimperialista a través del estudio del pensamiento de los libertadores
de Nuestra América y los pueblos del mundo.

– Contribuir a la formación ética y humanista de a comunidad Ubevista a fomentar los valores


culturales y revolucionarios de Nuestra América.

FORTALECER LA CONCIENCIA ANTIIMPERIALISTA A TRAVES DEL ESTUDIO DEL PENSAMIENTO

DE LOS LIBERTADORES DE NUESTRA AMERICA Y LOS PUEBLOS DEL MUNDO.

Acudimos con espíritu patriótico, con el alma venezolana puesta en el alma de América, en “Ésta
América”, en “Nuestra América”, recordando, sintiendo en todo su significado y simbolismo, éstas
expresiones de Morelos y de Miranda, ambos representantes superiores de la generación de
Libertadores que anduvieron por los caminos profundos del Continente, a dar un testimonio a la
historia de nuestros pueblos, a rendir tributo a la gloria de los héroes, a la dignidad del pueblo y a
su irrenunciable derecho a ser libre.

“¡LIBERTAD, LIBERTAD, LIBERTAD…! Es la sagrada ley que inspira a la naturaleza y la que es más
propicia para su desarrollo. Es la flama que prende en los espíritus e ilumina la existencia de los
hombres… ¡Libertad, libertad, libertad…! Cuánto inspira tu nombre nunca más hermoso que
cuando se te llama, nunca más sublime que cuando te persiguen, nunca más entrañable que
cuando se te alcanza…!”, tal y como lo expresamos en un reciente estudio sobre la vida de aquel
gran caraqueño universal, para quien la virtud constituyó el rango y la independencia y la
soberanía de su patria libre, todo.

Evocamos a todos nuestros héroes de todas nuestras patrias en el mensaje superior de sus vidas,
en sus palabras afirmativas, en sus lecciones inmortales, esas que expresaron, esas que
escribieron, esas que dictaron, esas que les escucharon en la inmensa extensión de nuestras
tierras, en momentos de la derrota y de la victoria, en el instante de la suprema angustia y
creación del mundo americano, el Nuevo Mundo, que forjaron para la libertad enfrentando la
ignorancia y la tiranía de entonces, pero que en definitiva, para los que supieron contemplar el
futuro, iba a ser cualquier otra que se antepusiera para someter y destruir el destino del pueblo
que nació de sus esfuerzos y de sus glorias.

Hemos querido encontrar sus palabras vivas, sus pensamientos, sus reflexiones, sus testimonios y
expresiones, o, en singular, el: “… alma escrita en el papel”, como con elocuencia lo expresaba
Bolívar al comprender que la gesta libertadora trascendía no solo con las armas vencedoras de los
ejércitos sino con los principios que proclamara y sostuviera el sabio hombre de Estado, el filósofo,
el soldado, el maestro, el ciudadano, el hombre útil y virtuoso. Es por eso que nuestros
Libertadores se manifestaron a través de discursos, mensajes, proclamas, cartas, no solamente
para sus respectivos tiempos, sino en especial para los del futuro.

Por tal motivo es que hemos buscado afanosamente reunir, compendiar, organizar tales textos,
encontrados en numerosos papeles, documentos y libros existentes en Venezuela, en Colombia,
en Perú y en Argentina, países que visitamos para seguir las huellas de estos grandes hombres,
aún presentes en el recuerdo y la vivencia de numerosos pueblos. Nuestro propósito fue también
intentar continuar de alguna manera la noble tradición de otros admirables textos editados en los
años 50, tales como fueron: “El Pensamiento Vivo de Bolívar” del gran intelectual, escritor e
historiador venezolano don Rufino Blanco Bombona, y del también destacado escritor e
historiador argentino Arturo Captenvila, autor de “El Pensamiento Vivo de San Martín”.

En esta ocasión procedimos a agrupar en el diálogo heroico, político, militar, social, humano, a
varios de nuestros prohombres como lo fueron Morelos, Miranda, Nariño, Bolívar, San Martín, O’
Higgins, Artigas, Sucre, Santander, Urdaneta, Páez, Flores, a lo largo de diversas etapas del proceso
independentista, unos iniciándolo, otros continuándolo, otros modificándolo en la complejidad de
circunstancias y propósitos que los inspiraron, en sus grandezas y en sus faltas, en sus aciertos y en
sus equivocaciones, en sus sueños y en sus realidades que ya la historia considera, analiza y juzga.
Para complementar y situar algunos eventos importantes, hemos incorporado numerosos
comentarios en calidad de notas de pie de página a fin de ayudar al lector a interpretar el
momento en el cual se produjo determinada reflexión o acontecimiento.

En las frases de los Libertadores aparecen las causas, las ideas, las realidades, los objetivos
superiores que inspiraron a sus principales conductores y que infundieron a los pueblos que les
siguieron. Igualmente, en sus propias expresiones, se anticipaba el drama que sucedería en medio
de las luchas de poder y de las ambiciones desbordadas, con las cuales siempre se han
distorsionado las transformaciones, postergado o destruido los grandes cambios de la historia en
algunos momentos.

La voz de los Libertadores, a través de las citas contenidas en documentos oficiales y en cartas
particulares, se escucha otra vez, nos invita a conocer sus pensamientos y a reflexionar sobre los
mismos, a entender la Revolución que emprendieron, sus grandes obstáculos, su dinámica, sus
efectos, sus verdaderas aspiraciones y altas finalidades, tal y como las encontramos, por ejemplo,
en las cartas de Sucre luego de la victoria de Ayacucho, en las revisiones que traslucen en los
intentos de Bolívar para contener a la América que se despedazaba, en las dolorosas
observaciones que afligían desde el exilio a don José de San Martín.

Pero no obstante ello, también se eleva la voz de los Libertadores con autoridad y fortaleza de
patria y de destino, de misión y tarea, el llamado ejemplar, la admonición temprana, el consejo
oportuno con que nos convocan nuestros héroes para alcanzar aquellos iniciales mandatos y que
en buena medida aún están vigentes, y que hoy recordamos particularmente en estos tiempos de
celebración bicentenaria independentista, que ha reunido a todas nuestras tierras en torno a estos
acontecimientos que sustentan nuestras bases sociales, políticos e históricas: la República y su
libertad, sus leyes y nuestros deberes, el patriotismo y nuestras virtudes, la soberanía y la
democracia, el bienestar y la justicia, nuestros hechos pasados y nuestros propósitos futuros,
nuestro propio, original y particular legado a la historia del mundo por venir.
Así pues ha nacido este modesto libro…y lo dedicamos con afecto y esperanza a los maestros y a la
juventud de Venezuela y de otros lugares si fuese posible, para que ilumine la conciencia y triunfe
otra vez la Patria en todos, anticipada por sus mejores hijos, los que fueron, los que son y los que
vendrán…, la Patria que, consumados todos los sacrificios de sus hijos, alcance definitivamente su
justicia y su Paz, “…porque la necesitan los pueblos…”, como lo enseña el Gran Mariscal de
Ayacucho.

Igualmente lo dedico a la memoria de mi padre Félix Díaz Martínez, a la presencia buena de mi


madre Omaira, a mi esposa Marlyn, a mis hijos Madeleyn, Gustavo y Ernesto, a toda mi familia y
leales y sinceros amigos, entrañables motivos que me obligan a seguir adelante con optimismo y
fe.

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