Existen reportes de grandes daños por lluvia ácida en
Canadá, Inglaterra, Alemania, Francia, Escandinavia y Estados Unidos. Normalmente, la lluvia es un poco ácida (pH entre 5.6 y 5.7) dado que el dióxido de carbono atmosférico se disuelve en agua para producir ácido carbónico. Pero las lluvias ácidas algunas veces tienen una concentración de ácido miles de veces más alta que lo normal. En 1969, New Hampshire tuvo una lluvia con un pH de 2.1. En 1974, Escocia sufrió una lluvia con un pH de 2.4. En la actualidad, la lluvia en gran parte del noreste de Estados Unidos y algunas regiones de Ontario tiene un pH de aproximadamente 4.5. La lluvia ácida provoca diferentes daños. Los monumentos y edificios muchas veces están hechos con materiales que contienen piedra caliza (carbonato de calcio, CaCO3), debido a que esta roca es relativamente suave y fácil de trabajar. El ácido sulfúrico (H2SO4), un componente importante de la lluvia ácida convierte la piedra caliza en yeso (CaSO4), que es más soluble que el carbonato de calcio y se erosiona al paso de muchos años de contacto con la lluvia ácida. Las superficies de metal también pueden sufrir el ataque de la lluvia ácida. [2]
Figura 4: Factores que contribuyen a la formación de la lluvia acida