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La tierra es un planeta del sistema solar que gira alrededor del sol, está en la ubicación
perfecta, ni tan cerca ni tan lejos del sol. El hombre tiene el privilegio de poder vivir en tan
hermoso planeta, sin embargo, desde que existimos en la tierra no hemos hecho más que
destruirla, por ambición de vivir cómodamente ha alterado ecosistemas, ha extinguido
especies animales y sigue liberando dióxido de carbono a la atmosfera provocando el
calentamiento global.

Todo lo acontecido manifiesta que la sobrepoblación de los seres humanos es el principal


problema, somos personas consumistas, egoístas y codiciosas; el hombre se aprovecha del
hombre, el rico del pobre, y todos del planeta.

El hombre con el uso de los combustibles fósiles y de recursos no renovables ha


industrializado todo, la ganadería, la agricultura, la pesca, con el fin de alimentar la
sobrepoblación. “Los cambios en el ambiente son todos tropogénicos; derivan de esta forma
de vivir del hombre actual que consume innecesariamente recursos naturales y energía para
todas las actividades diarias” (Octavio Rivero-Guadalupe Ponciano, 1997, p.316). Las
personas debemos volver a nuestras raíces, aprender a cultivar, a pescar, a criar animales con
el fin de alimentarnos no de generar dinero.

Es satisfactorio que algunos países estén aprovechando recursos como el viento, la fuerza del
mar y los rayos del sol para generar energía limpia. Aun así, el hombre no dejará de ser
pecador. “El dinero solamente atrae maldad y codicia por el poder” (Marcio Fernández, 2010,
p.104)

El ser humano fue perfecto alguna vez, pero debido a sus pecados se convirtió en la única
plaga del planeta. El mundo debe estar equilibrado y eso solo sucederá en el día del juicio
final.

Bibliografía.

1. Octavio Rivero y Guadalupe Ponciano. (1997), Real academia Nacional de Medicina


de España: Madrid.
2. Marcio Fernández. (2010), Reflexión y Sentimientos:España.

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