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Editorial Edición No.

259

LAS MICROEMPRESAS SALVAN PARCIALMENTE EL


DESEMPLEO EN EL MUNICIPIO DE OCAÑA
Por: Humberto Figueroa Andrade

Las microempresas en nuestro país se han convertido en la salvaguarda para mitigar el


creciente desempleo, ante la carencia de políticas efectivas estatales y gubernamentales
para solucionar este grave problema nacional, que aumenta el nivel de pobreza
deteriorando ostensiblemente el poder adquisitivo de la gente.

En efecto, este gran sector de la economía sustenta un alto porcentaje de la generación


de trabajo y subempleo, a veces apoyada con capacitación de mediana tecnología y otras
con créditos blandos a corto, mediano y largo plazo, lo que ha permitido un aceptable
punto de equilibrio para lograr la permanencia de las Micro y Famiempresas, gracias al
acompañamiento de entidades de capacitación y crédito como el Sena, la hoy inactiva
Corporación de Apoyo Micro empresarial, Cormicro S. A., y las Fomipime y otras
ONG que acceden a recursos de cooperación internacional. Pero este apoyo resulta
exiguo si tenemos en cuenta el alto índice de desocupación y la gran cantidad de micro
negocios que subsisten en la informalidad.

En nuestra Ocaña, un importante sector micro empresarial dedicado a la confección


genera 1.487 puestos de trabajo. Agrupadas en 321 unidades de producción, las
microempresas solucionan parcialmente el grave problema de desempleo que afecta a
un importante grupo de mujeres cabeza de familia, éstas ocupan el 90% de los empleos
y el restante 10%, hombres, dejando la supremacía ocupacional en el oficio de la
confección al género femenino que en la mayoría de los casos lleva acuestas las riendas
de la economía del hogar.

La calidad de la costura ocañera es tan buena, que cubre la oferta y la demanda del
sector, en los exigentes mercados nacionales de Cartagena, Barranquilla, Bogotá y los
Santanderes, con grandes posibilidades de proyección internacional.

Hacemos un llamado SOS a concejales, alcaldes, diputados, gobernadores y


congresistas de ambas cámaras, quienes en sus respectivas curules actúan en
representación de sus electores, para que implementen mecanismos legales,
direccionados a la generación de empleo productivo, apoyo real y efectivo que no quede
en letra inerte, corroídos en los anaqueles por la indiferencia y el desdén de los
gobernantes de turno.

Un ser con todas sus necesidades básicas satisfechas, salud, trabajo y educación, no
representa un peligro para nadie en una sociedad justa, donde haya un relativo
equilibrio entre el capital y la gran brecha que produce pobreza e indigencia en vez de
justicia y bienestar social; en un país donde no se ha podido superar la indiferencia, el
egoísmo y una pandemia más fatal que el coronavirus covid 19 la endemoniada
corrupción.

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