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“ANALISIS DE SENTENCIA ”
PRESENTADO POR
• Derecho al honor
• Derecho al trabajo
Al debido proceso: Porque siendo magistrado del Consejo Nacional de la Magistratura, este
ente debía ser el único que lo sancione por su calidad de magistrado al emplazado, sin
embargo fue sancionado por el Tribunal de Honor, y el Consejo de Ética profesional del
Abogado, por tanto se estaría violando también el principio non bis in idem.
Como sabemos este es un principio que no permite que se imponga simultáneamente una
pena o sanción administrativa por el mismo hecho y fundamento a una persona, en este
caso el recurrente ya había sido sancionado por el Consejo Nacional de la Magistratura por
los mismos hechos.
De modo accesorio el emplazado José Antonio Nicanor Silva Vallejo alega que la sanción
impuesta por el demandado vulnera el principio non bis in ídem, debido a que ya había sido
sancionado por el Consejo Nacional de la Magistratura por los mismos hechos.
Por otra parte, la medida disciplinaria impuesta por el Tribunal de Honor, sustentada en los
artículos 50º y 77º de sus Estatutos, y en los artículos 1º, 2º, 3º, 5º y 48º del Código de Ética
de los Colegios de Abogados del Perú, se dirige a sancionar al actor en su calidad de
profesional de derecho integrante del Colegio de Abogados de Lima, institución que en su
calidad de ente fiscalizador del ejercicio de la profesión de abogado, ha considerado que su
actuación –por la que ha sido destituido por el Consejo Nacional de la Magistratura–
también ha afectado los fines que promueve como institución con personalidad de derecho
público, esto es, los parámetros deontológicos y éticos exigidos por la sociedad a la que
sirve, y a los principios y valores contenidos en sus estatutos.
Por último, Código de Ética de los Colegios de Abogados del Perú dispone en el
fundamento 23c), supra, el artículo 50º de dicho cuerpo normativo º que es de aplicación
para todos los abogados sin distinción alguna, si violan las normas éticas en el ejercicio de
la profesión, en la actividad pública o privada o cual fuere el cargo que desempeñen, así
éste provenga de elección popular o por designación, además en consecuencia, y conforme
a las disposiciones que con detalle, se ha reseñado, para el Tribunal Constitucional queda
claro que la conducta atribuida al actor constituía una prohibición regulada desde el
Estatuto del Colegio de Abogados de Lima y el Código de Ética de los Colegios de
Abogados del Perú a los que se encontraba –y se encuentra– sometido el recurrente,
declarando así infundada la demanda.
Desde que nuestra Constitución otorga una cobertura constitucional a estas entidades, su
naturaleza jurídica adquiere una peculiaridad que la diferencia de otras instituciones que
pueden tener cierta afinidad, tales como las asociaciones y fundaciones, por ejemplo. En
efecto, a partir de la definición establecida en el artículo 20º, su creación está sujeta a la
decisión del legislador a través de una ley. Así lo ha establecido también este Colegiado al
señalar que «las personas de derecho público nacen por mandato expreso de la ley y no por
voluntad de las partes (...) mediante ley formal, crea personas jurídicas de derecho interno».
«Así, en su rol de ente fiscalizador, tiene la función de establecer, desde un punto de vista
deontológico o ético, los parámetros del ejercicio profesional de sus agremiados (…). En
buena cuenta, la existencia de los colegios profesionales facilita al Estado la supervisión de
la práctica profesional como consecuencia de la culminación de la educación universitaria,
constituyéndose en entes autónomos y vigilantes del desarrollo de la profesión»
PRINCIPIO DE LEGALIDAD
Const. Art. 2º.24.d): “Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo
de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca,
como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”.
Se exige:
Se prohíbe:
JURISPRUDENCIA TC
LA INFRACCIÓN.-
Es, por admitir o formular recomendaciones en procesos judiciales, en razón de los hechos
suscitados a raíz de una entrevista personal efectuada en el domicilio del entonces Sr.
Presidente de la República por un proceso judicial de filiación seguido en su contra por
doña Lucrecia Orozco, cuando era parte integrante del colegiado que tenía bajo su
competencia el trámite de dicha causa y que constituye infracción del inciso 4) del artículo
196º de la Ley Orgánica del Poder Judicial y que Consejo Nacional de la Magistratura
realiza en aplicación del inciso 2) del artículo 31º de su Ley Orgánica.
SANCIONES IMPUESTAS.-
La medida disciplinaria impuesta por el Tribunal de Honor, sustentada en los artículos 50º
y 77º de sus Estatutos, y en la SECCIÓN PRIMERA DISPOSICIONES GENERALES los
artículos 1º, 2º, 3º, 5º y 48º del Código de Ética de los Colegios de Abogados del Perú, se
dirige a sancionar al actor en su calidad de profesional de derecho integrante del Colegio de
Abogados de Lima, institución que en su calidad de ente fiscalizador del ejercicio de la
profesión de abogado y se dirige a sancionar al actor en su calidad de profesional de
derecho integrante del Colegio de Abogados de Lima, institución que en su calidad de ente
fiscalizador del ejercicio de la profesión de abogado, ha considerado que su actuación por
la que ha sido destituido por el Consejo Nacional de la Magistratura también ha afectado
los fines que promueve como institución con personalidad de derecho público, esto es, los
parámetros deontológicos y éticos exigidos por la sociedad a la que sirve, y a los principios
y valores contenidos en sus estatutos
5. ANALISIS DE SENTENCIA
Jose Antonio Silva Vallejo interpone demanda de amparo contra el Tribunal de Honor del
Colegio de Abogados de Lima (CAL) a fin de que se deje sin efectos las resoluciones
emitidas por el CAL, mediante las cuales se le sanciona disciplinariamente y se le suspende
temporalmente del ejercicio profesional. El recurrente considera que se ha vulnerado el
principio del ne bis in idem, así como sus derechos constitucionales al debido proceso, al
honor y al trabajo. El Tribunal Constitucional falla declarando infundada la demanda, tras
establecer que las medidas adoptadas por el CAL se encuentran plenamente dentro de sus
competencias.
Jose Antonio Silva Vallejo interpone demanda de amparo contra el Tribunal de Honor del
Colegio de Abogados de Lima (CAL) a fin de que se deje sin efectos las resoluciones
emitidas por el CAL, mediante las cuales se le sanciona disciplinariamente y se le suspende
temporalmente del ejercicio profesional. El recurrente considera que se ha vulnerado el
principio del ne bis in idem, así como sus derechos constitucionales al debido proceso, al
honor y al trabajo. El Tribunal Constitucional falla declarando infundada la demanda, tras
establecer que las medidas adoptadas por el CAL se encuentran plenamente dentro de sus
competencias.
En fecha 28 de octubre de 2004, José Antonio Nicanor Silva Vallejo interpone demanda de
amparo contra el Tribunal de Honor del Colegio de Abogados de Lima, a fin de que se deje
sin efecto la Resolución N.º 351-2003-DEP/CEP/CAL (emitida por el Consejo de Ética
Profesional del Colegio de Abogados de Lima) en la cual se impone sanción de expulsión;
y la Resolución de fecha, que modifica la sanción por la de suspensión por un año en el
ejercicio de la profesión. Solicitando así que se ordene su inmediata reincorporación como
miembro activo de la orden, se deje sin efecto gremial alguno la medida disciplinaria de
suspensión por un año en el ejercicio de la profesión, y se deje sin efecto gremial ni legal
alguno lo dispuesto por el Tribunal de Honor del Colegio de Abogados de Lima, en
relación con lo establecido por el artículo 57° del Estatuto de la Orden, que dispone que
todas las sanciones serán anotadas en el Registro Especial y en el legajo de la matrícula del
colegiado, y publicadas en el Boletín de la Orden, en el Diario Oficial El Peruano y además
se pondrá en conocimiento de los Colegios Profesionales y Cortes Superiores. Finalmente
solicita que el Tribunal de Honor publique el correspondiente desagravio en el Diario
Oficial El Peruano y en los diferentes medios de comunicación social. Acusa la vulneración
de sus derechos a la tutela jurisdiccional efectiva, al debido proceso, al honor y al trabajo.
El presente caso nos llevó a plantearnos si realmente obligatorio el Código de Ética del
Abogado en el Perú
El TC interpreta las sanciones impuestas por los colegios de abogados a sus agremiados
por el incumplimiento de las normas que regulan su conducta están sujetas al control de la
jurisdicción contencioso administrativa, así como al de la jurisdicción constitucional ante la
cual cabe recurrir ante la vulneración de derechos o principios constitucionales con motivo
de la actuación de los colegios de abogados (como, por ejemplo, la adecuada motivación de
las resoluciones) más no así para cuestionar el fondo de una controversia.
Llegamos al análisis que esta también podrían existir diversas interpretaciones, nos
inclinamos a pensar que es una especie de código disciplinario, entonces ¿el código de
ética y el reglamento tiene rango normativo?