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Marfa Dolores Béjar P Historia del siglo XX Historia del siglo XX Europa, América, Asia, Affiea y Oceania. Esta Historia dal sgt Xx ofraco un panovarna razonado do los roceso8 que condicen al presenta y ayusdan a entender, Maa Dolores Béloe se propene vaplta loa Wis entrecazavios eet nd env os piss cera 6 can con un pe, : fo muitos singulardades. m 5u punto do parti 08 “fa ora del imperiismo", a thes dl siglo Xb ' expansion de las matrépolis, el reparto colonial do Asia, Arica 1 Ocdania y el impacto del captaiomo, dastuctvo y creative a la ‘22. L090, 1 tlato racore ol siglo XX y las primeras décadas dol 2etual,regstrando sabre todo los cambios y las continuidados en la ‘concen y la poltca. En los sucesivos peviodos se desciben, desta 8a perepectva, las cllerentos formaciones sociales: en ta paca dot nperiaism, las metidpots, junto con los antiguos impos y las ‘elenias; en la primera tad det silo XX, las potenciasindusttizacias Aberdies unas, fascistas otras y comunista la URSS- ye vasto mr ‘otorial; dosde madacos dl siglo XX, o! logue cepitalite contra, 'icomunistay o det heterogdneo Tercer Mundo; a finas do siglo, 'n mundo glebalizado, cada vez més dosigu, bajo la égita ie ¥n capitatema postindustialy neakberl ibfoteca sia da hstvia 3ojar se ocupa en detale ds cada una da las regionos y estados del ‘empiejo y cada ver mas eticulads mundo del siglo XX. Sin porder do ista la trama global, analiza con precsién los carnbios en As twirica Latina y Oceana, usualmento manos conscorados, Ellato combina los panoramas gonorales con estucos da casos, 6 inc 2a1o9 broves que so detionen on personajes y aspectos especiticas clima social y cura, Historia del siglo XX Maria Dolores Béjar kates een =A He «ae ds {66 Historia dl siglo arse de las en el Caribe y en el Pacifico, Ademas de adu ‘ocuparon Puerto Rico y establecieron un protectorado en Ci donde los empresarios norteamericanos tomaron el control de la pro- duecién azucarera. ‘Las intervenciones militares estadounidenses se correspondieron con su objetivos de gran potencia: el control del canal de Panama y del Caribe y la custodia de sus inversiones en la regin, Contaron con la co- Iaboracién de sectores de la clase politica local, que asf lograron man- tenerse en el gobierno. Los Estados Unidos arrendaron a perpetuidad ‘a Cuba Ia base naval de Guanténame y alentaron Ia independencia de Panamé, que era una provincia de Colombia, para luego hacerse cargo y apropiarse del canal de Panam, Los marines ocuparon la Repitblica Dominicana entre 1904y 1924, intervinieron repetidamente en Nicara- guay ocuparon Haitf entre 1915 y 1934, En el resto de Centroameérica, la presencia norteamericana fue mas velada y consistié en el apoyo alos regimenes autoritarios. 2. La Primera Guerra Mundial y la Revolucién rusa EI 28 do junio do 1914, en ol “volefin do los Balcanes", 60 produjo ol atentado que desencadonerla la Primera Guerra Muncial. Un joven eatudiante serbio vinculado a una organi zaclén naclonalista clandestina asesind al horedero del trono austro-hingaro. Un mos después, ol impetio de los Habsbur- G0 presenté un durisimo ultimatum a Serbia y, al recibir una respuosta quo considers “insuficionto", lo doclaré Ia guorra. Inmediatamerite se puso en marcha el sistema de alianzas, y {1 feroz enfrentamiento europeo devino una guorra total, En buena medida, esta se precipité por gravisimos errores de cAleiio cometidos por los responsables de tomar decisiones, en los dlstintos palses. Pero, sin duda, hubo causas y fuerzas, hist6rieas profundas que posibiltaron que un grave Incidents local derivase en ta mayor conflagracién bélica conocida hasta entonces. En of marco de esta camicera, of régimon zarista cays y alo paso ala gran revolucién del siglo XX. En un principio so orey6 {que seria una revolucién burguesa, equivalonte a la francesa da fines dol siglo XVII, Pooos moses después, sin ombargo, Jos boleheviques tomaron ol poder anuinclando quo pretendian avanzar hacia el comunismo. Las esperanzas y los mlodos que la rovoluoién de Octubre suscité marceron en gran medida ol ‘curso dol siglo. Hoy, ala luz dol derrumbo del blaque sovistico,, Ia experiencia revolicionaria rusa pede leerse como o| enorme: y trégico estuerzo de una sociedad atrasada y largamento ox pollade qu, poco ¥ en condiciones advorsas, pasé dol arado co madora a ser In segunda potencia mundial 158 Hitoxa del siglo XX Del concierto ouropeo al sistoma de alianzas Alo largo de un proceso que arranca en el siglo XVIT y se afianza con Ia derrota de Napoleén, cada uno de Jos principales estaclos europeos reconocié 1a autonomia juridica y la integridad territorial de los otros. Las potencias centrales apostaron a la constitucién de wn orden interna- ional basado en e] yeconocimiento de la soberanfa estatal yen Ia preser- vacion del equilibrio de poder entre ellas. Mediante el sistema de congre sos, Gran Bretaiia, Francia, Prusia, Austria y Rusia busearon mantener el, mapa curopeo diseiiado en el Congreso de Viena en 1815, Este mecanis- mo -conocido como “el concierto europeo"- se basaba en el respeto del statu quo y el reconocimiento de que el poder de cada estado no debia avasallar el de las otras potencias. La idea te aplicé tinicamente a Euro: a, que se convirti6 en zona de “amistad” y comportamiento “civilizado” incluso en épocas de guerra, Si bien el concierto europeo coincidié con un largo perfodo de paz en el continente, no supuso el fin de las guerras destinadas a imponer la dominacién europea sobre “los atros, los no eivi- lizados", a través de la expansi6n imperialista En el Giltimo cuarto del siglo XIX, junto con la extensién y profuns zacién de esa expansién en el mundo de ultramar, el concierto euro- peo se resqucbraj6, cn parte porque cambié la relacién de fuerza entre los estados debido al ascenso politico y econémico de Alemania y el declive industrial de Gran Bretafia, yen parte porque, en el marco del iperialismo, Europa pas6 a ser una pieza mas de un sistema mundial que se habia complejizado desde Ia entrada en escena de-Japon y los Es- tados Unidos como grandes potencias. Pero también porque entraron ton crisis el régimen zarista y dos de los imperios més antiguos, el chino yel otomano. En dos guerras con profundas repereusiones internas, los manchties y los Romanov fueron derrotados por Japén, que logré asi incorporar huevos territorios, entre ellos Corea, anexada en 1910. En cl tltimo cuarto del siglo XIX el imperio otomano retracedié en el norte de Africa y en los Balcanes, exacerbando las rivalidades entre el im- perio zarista y el de los Habsburgo, mientrasse intensifieaban los choques entre los proyectos nacionalistas de los distintos pueblos balednicos. Al calor de estos cambios, las principales potencias construyeron dos grandes alianzas: Gran Bretaia, Francia y Rusia, por un lado, y Alema- nia y Austria-Hungrfa, por el otro. La repGblica francesa y el imperio zarista comparti imperios centrales, En el caso. de Paris, esta actitud obedecia al espiritu de revancha por la derrota La Primera Gua Munday ls Rovoic sa 69 de 1870 frente a Alemania, que habia logeado apropiarse de Alsacia y Lorena, Para San Petersburgo, el encono surgia del afin expansionista de Jos Habsburg sobre tor Balcanes. Gran Bretaia fue la dltima en sumarse. En un principio, sa expansién colonial ta habia conducido a chocar con Francia en Africa y con Rusia en el norte de la India. Pero cuando el acelerado desarrollo de Alemania convirti6 a ese pais en un ppotencial rival, Londres se wni6 a Pavis yambas mete6polisdelimitaron sus areas dle influencia en el norte de Aftica. Después de la derrota suftida a manos de Tokio, el imperio de los Romanov perdié entidad ante los ojos ce Londres como potencia antagonica en Asia. En 1007, la ‘Triple Entente ya estaba en pie. Antes del atentado de Sarajevo, las sucesivas crisis en el norte de Afii- «a y los Balcanes alentaron la carrera armamentista y confirmaron el nuevo sistema de alianzas. En dos ocasiones, 1906 y 1911, Alemania cnestions el avance de Francia sobre Marruecos; sin embargo, la solidez de los lazosforjados entre Paris y Londres frené la revisiGn del statu quo imputsada por Berlin El escenario balcénico era extremadamente complejo. Bl debilita- miento de Estambul, si bien alimentaba la creciente rivalidad entre los Habsburgo y los Romanow, también daba paso a los objetivos en- contrados de las diferentes comunidades y los nuevos paises eme srentes en la regién. La gran mayorfa de los grupos que habitaban los Balcanes eran eslavos instalados alli desde el siglo VI, pero los albanos reivindicaban, asimismo, su condicién de pueblo originavio. Las dis- as ayeet@hias histricas de los pueblosite esta zona dejaron mar- «as propias que contribuyeron a ka configuracién de espacios sociales y culloarales contrastantes. Los eslavos del norte croatas, eslovenos y eslovacos- quedaron ineluidos en el imperio de los Habsburgo, tras que los del sur -serbios, macedonios y montenegrinos~ fueron sometidos por los otomanos. Bl eatolicismo romano se consolids en el noroeste dle Ia regién bajo el control de Viena y la religidn griega cortodoxa prevaleci6 en el sudeste, Gabe sefialar que muchos se con virtieron a la rel dado que les permitta aspirar a Ijores condiciones politicas y sociales en el seno del imperio. Este )- Si bien la religién fe una de las grancles lineas divisorias, no basta para explicar por sf sola los contlictos entre los nacionalistas que aspiraban a Ia independencia en esta regién. La explosiva fragilidad de a sitoacién balcanica.pasé a ocupar, el centro de Ia escena a prineipios del siglo XX. Viena, que ejereia un 60 Historla dol siglo % protéctorado sobre BosniaHerzegovina, decidi6 anexar estos tervito- ios en 1908 para consolidar su posicién en los Balcanes. Esta accién exacerbé el malestar en Serbia, donde ganaban terreno los sectores na: cionalistas més duros y partidarios de un acercamiento a Rusia, ya qui sus pobladores no tenfan dudas de que Bosnia era parte de su territorio hist6rico. En 1912 estallé Ja primers guerra balednica, que expulsd por comple- toa los otomanos de la regién, y Macedonia fue repartida entre Serbia, Bulgaria y Grecia. A partir del retiro de Estambul, la crisis en los Balea~ nes se concentr6 en la persistencia de la dominacién de los Habsburgo yen la delimitacién de Jas fronteras entre los estados emergentes en la regién. Los paises europeos intervinieron activamente en este filtimo aspecto. Ni Italia ni Austria aceptaban una Serbia con salida al mar, y en consectiencia, después de Ia primera guerra baleénica, apoyaron Ia crea- Gién de Albania, EI nuevo pais reclamé la anexién de Kosovo, poblada mayoritariamente por albaneses, pero los serbios ~que acababan de ex- pulsar a los otomanos~ se negaron rotundamente, Los albaneses y los serbios de Kasovo formaron guerrillas para expulsarse mutuamente, ‘Al aio siguiente de la derrota de los turcos estallé otra guerra, esta ‘vex por diferencias entre los paises balcinicos sobre el reparto de Ma- recientemente recuperada. Bulgaria fue la gran derrotada, ya {que perdié casi todas lus Gerras ganadas en la primera guerra. Serbia y Grecia, en cambio, salieron beneficiadas. ‘Los resultados de las guerras balcdnicas (1912 y 1913) endurecieron la posicién de Viena frente a los serbios. El creciente poder de estos ponia en peligro el control de los Habsburgo sobre los territorios y las poblaciones eslavas del norte de los Baleanes. Cuando un nactonalista serbio asesind en Sarajevo a Francisco Fernando, futuro emperador de “Anstria, ya su esposa, que estaban de visita en Bosnia, la corona austria- ‘ca asumid una postura intransigente. Respondiendo al ultimatum de Austria a Serbia, Rusia moviliz6 sus ejércitos y Alemania le declaré la guerra al imperio zarista. Entre el 8 y ~ eld de agosto de 1914, Francia y Gran Bretaa le declararon Ia guerra a Alemania, El ciclo se cerré entre el 6 y el 12 de agosto, cuando Austria- rungifale dlectaré ta guerra a Rus ron el enfrentamiento con el imperio Habsburgo. La acelerada generalizacion del conflicto fue el corolario del sistema de alianzas creado por las potencias en el marco de la competencia por Jasupremacia mundial, En el tanseurso de la guerra, Japon, Halia, Por tugal, Rnmania, los Estados Unidos y Grecia ingresaron como aliados y Gran Drotaiia y Francia aproba- {La Pinera Guerra Muncy la Revolucion usa Ot de la Triple Entente, mientsas que Bulgatia y Estambul se unieron a las potencias centrales. Espaia, Suiza, Holanda, la peninsula escandinava y ‘Mbania fueron los Gnicos pafses neutrales en Europa. La Primera Guerra Mundial Mientras los gobiernos Ilamaban a las armas, las multitudes patridticas se reunfan en Berlin, Viena, Paris y San Petersburgo para manifestar su vyoluntad de defender a la nacién. LT LI LT LT AT AT AT AS LY LT BY LT El fervor patristic En aquallas primeras semanas de 1914 80 hacia cada vez més cific mantener una conversacién sonsata con alguien. Los més pacificos, tos més benévolos, estaban como ebrios por los vapores de la sanare. ‘Amigas que habla conocido clasde slempre como incividualistas empo- domidos, @ incluso como anarquistas intelectuales, se habian conver tido de la noche a la mariana en paliioias fandticos y, ce patriotas, en ‘anexionistas insaciables. Todas las conversaciones acababan en frases pstiipidas como “Quien no es capaz de odiar, tampoco lo os de amar de veras”, o en rudas sospechas. Camaradas con fos que no habia ciscutido en afios me acusaban groseramente dicléndome que yo ya no ‘era austriaco, que me fuera a Francia 0 a Bélgica. Mas atin: Insinuaban ‘con cautela que s¢ debia informar a las autoridades do opiniones como fa de que aquella guerra era un crimen, porque los défaltistes (esta bella palabra acababa de ser Inventada en Francia) eran los peores oriminales contra la patria. Sélo habia una salida: recogerse en st mismo y callar mientras tos demés daliasen y vociferasen. No era fil, porque ni siquiera vivir en cl exilo ~y yo lo he conocido hasta la saciedad- es tan malo como vivir solo en la patria. Steian Zweig, ET unui de ayer irisinbies Ga ui Su Acanilado, 2001. £7” La nacionalizacién de Jas masas, asociada a fines del siglo XIX con el avance de la democracia, favorecié un exaltado patriotismo, que al esti- ar la guerra contribuyé aso prolongacién, y dio lugar a hondos resen- (62 Heston cot sig 2% timientos cuando se acordé la paz, Sin embargo, estas concentraciones belicistas no expresaban al conjunto de las sociedades; también hubo pronunciamientos y marchas contra Ia gherra, Pera cahe sefialar que entre los intelectuales Ja exaltacién patviética encontré una amplia aco- la y los casos cle abierto rechazo a las armas, como el de Romain Ro land en Francia el de Bernard Shaw en Inglaterra, fueron aislados, En cada pats, las distintas fuerzas politicas proclamaron Ja “onién sagrada”, que postergaba los conflictos internos, En cada pats los diti- gentes justificaron su adhesi6n aludiendo a la defensa de altos valores los socialistas alemanes bregaban por Ia preservacién de Ia cultura eu- ropea y Ia liberacién de los pueblos oprimidos por Ia tiranfa zarista; los ingleses y franceses defendian a rajatabla Ia democracia contra el yugo prusiano, Entre los socialistas, a pesar de que en 1907 la Segunda Internacional habia votado el llamado a la huelga general en caso de que estallara Ja gucrTa, se impusieron la defensa de la nacién y el consenso patridtico, Las dinicas excepciones fueron los socialistas serbios, rusos, biilgaros italianos. La incorporacién a la union sagrada no signified una traicién de los dirigentes de ta Segunda Internacional. Entre los trabajadores, que conformaban la principal base social de los partidos socialistas, prev lecia el patriotismo sobre el internacionalismo. Pero, desde 1916, las uniones sagradas comenzaron a resquebrajarse. En el terreno politico se alzaron las voces de los dirigentes socialistas que, 0 bien dejaron de apoyar el esfuerzo bélico no votando los presupuestos de guerra en los parlamentos, 0 bien, como Lenin, propusieron la ruptura con ta Segunda Internacional, Pero la mayoria de los participantes evan, centristas que, incluso estando distanciados de las posiciones més pa- triotas, no estaban dispuestos -como el ala de izquierda- a romper con la Internacional En Alemania, la socialdemocracia se dividid, Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo fteron los primeros en alejarse det Partida Socialdemécrata aducienco que habia traicionado al internacionalismo proletario. La de- cidida prédica de ambos contra la guerra, a través del periédico Espartaco, creado en 1916, los Ilev6 a la citcel, de la que s6lo salieron al derrumba se la monarquia, En 1917, el grupo encabezado por Hugo Haase y Karl Kautsky fue expulsaco del Partido por haberse negado a votat los créditos de guerra, por lo que funds el Partido Socialdemécrata Independiente. Los espartaquistas se les unieron como fraccién, con su propio progra- mma y prensa, {La Pimera Guerca Munclaly la Rovolucion rusa 63 La uniGn sagrada también fue cuestionada por los wabajacores. BL abismo entre las invocaciones de los gobiernos al sacrificio comin y la designaldad vivida por la mayoria de la poblacién exacerbé el descon: tento, Hin 61 frente, muchos sélo deseahan regresar a sus hogares PM ATT TAF AE AT AL LT AB AL Garlas desde el frente de batalla 5 de febrero de 1918, Francia, por la noche. Carito mio, Quizais te gustaria saber cémo esta 6! énimo de los hombres aqui. Bien, la verdad es que (y como te die antes, me fusitarn s!algulen de Impor- {ancia ve esta misiva) todo ol mundo esté totalmente harto y a ninguno le ‘queda nada de lo que se conoce como paltiotismo, A nadie e importa un rabano si Alamania tlane Alsacia, Bélgica o Francia. Lo tinlco que quiere {odo el mundo es acabar con esto de una vez e irse a casa. Esta es ho- nestamente la verdad, cualquiora quo haya estado en fs titimos' meses te ded lo mismo. De hecho, y esto no es una exageracién, la mayor esperanza tela gran mayoria de los hombres os que los disturbios y las protestas en casa ‘obliguen al gobierno a acabar como sea. Ahora ya sabes al estado real de la situacion, ‘Yo también puedo anacir que he perdido précticamente todo el Ppalrlotismo quo me quedaba, edlo me queda penser en todos los que esis ali, todos a los que amo y que confian en mi para que contribu- ya al esfuerzo necesario para westra seguridad! y libertad. Esto s lo {inico que me mantiene y me da fuerzas para aguantarlo. En cuanto a la religion, quo Dios me pordone, no es algo que ocupe ni uno entre lun millon de todos los pensamientos que ocupen las mentes dle los hombres aqui ‘Tu querido, Lauria ‘Carta a su spose del soldado inglés Laurle Rowlands. Disponible en: |tlp:/7news. boc. c0.uk/2Mi/spectal report/1998/10/98/world_ \war_V194920 atm, Vénse también ol interesante archivo de la BBC, The ‘great war: 80 years on, cisponiblo on hitp://news.bbe.c0.uk/2fWspecial report/1998/10/98/world_war_V197437,stm, 7 Entre 191'7 y 1918, la ola de movilizaciones de obreros y soldados pro- vocé Ia cafcla de los tres inpetios Guropeos: los Romanov en Rusia, los (64 Historia del silo XX Hohenzollern en Alemania y los Habsburgo en AustiaHun donaron el trono sin haber alcanzado la paz. En la Primera Guerra Mundial murieron veinte millones de perso. nas. La prolongaeién del conflicto acentué los efectos mortiferos de Jos nuevos armamentos: las ametralladoras, con las que se enfrentaba la, tradicional carga de la infanterfa, los poderosos caiiones, las granadas, los torpedos, que echaron a pique los barcos mercantes en el Atlantico, ylos gases t6xicos, producidos por las grandes empresas farmacéuticas, que se usaron por primera vez en la contienda. En el frente occidental, los alesnanes invadieron Bélgica y penetra ron en Francia, pero fireron detenidos en la sangrienta batalla de Ypres, entre octubre de 1914y mayo de 1915, Desde entonces, el frente se esta- bilizé y Ia guerra de movimiento se convirtié en guerra de desgaste. Los oféritos dle ambos bandos cofstruyeron una red de trincheras defen: das por alambradas; all, mitonos do hombros-quxdaron atrapados sn et barre e inmersos en una horrenda camiceria. La ofensiva alemana, detenida en Verdin en 1916, cost un tercio de millén de hombres, y la contraofensiva britinica en el Somme se Hev6 tun millén de soldados, sin que en definitiva las posiciones se modifi- LaPhimora Guerra Muresoly la Rovolucta rusa 65 caran, Ba el este, en cambio, las potencias centrales obtuvieron reso- nantes triunfos. La vietoria germana en Tannenberg (1914) mareé la tonica general de la guerra en el frente oriental, caracterizada por el ayance alemnan y la desorganizacion russ, Eu 1917 se produjeron dos hechos claves: la Revolucién rusa y el ingreso de los Estados Unidos al campo de batalla. La cafela’de la auto: cracia arista desembocd en la toma del poder por los bolcheviques ex octubre de ese aio, Lenin pidié la paz inmediata para salvar la integri- dad de Rusia ante el avance alemén. El gobierno soviético abandoné la lucha y finalmente, en marzo de 1918, firmé la paz de BrestLitovek con Alemania. LF AT LT AS LT LT LS LY LS LF LF LF LT kT ‘Tratado de Brost-Litovsk ‘Con la ansiada paz, Rusia perdié el 84% de la poblacién, el 92% de la tiara do cultivo, 1 4% de las empresas industialos y ol 8994 do las sminas de carhén. Cedié a Alemania su parte de Polonia, ol sector locciclental de Blelorusiay Lituarva, $0 ret da Ucrania y dejd en manos de Turquia dos provincias georgianas y un distito arrneni La cerrota ale- iméina en noviombre anuié ost tratado, que no fue reconocide por kaa alaclos, y se cred una situscion do vacio en toda la antigua franja occl- dntal del imperio zerista, Ucrenia fue nuavamenta anexada por los bolcheviques cuando terminé la guerra ei. Apenas estalld el conflicto, el presidente estadounidense, el demécra- f4 Woodrow Wilson, proclamé la neutralidad de su pats. Pero, dado el peso internacional de los Estados Unidos, esa postura se volvié insos- tenible. La economia norteamericana estaba fuertemente vineulada a de los aliaclos occidentales y el conflicto reforz6 esos vineulos: se multiplicaron los intercambios comerciales, y los empréstitos dle los bancos americanos a los gobiernos de Europa Occidental Hegaron en 1917 a varios billones de délares. Ademas, la guerra submarina puesta en marcha por los alemanes provocé el hundimiento de barcos es- mmerasos clndadanos, Zatos alaques spusieron al pais contra conmocionaron a la opinién piiblica y pre Alemania, Si bien después de BrestLitovsk Berlin concentré todas sus fuerzas cn el frente occidental, el agotamiento de soldados y recursos y la He- gada de las tropas norteamericanas resolvieron Ia guerra a favor cle Ia {66 Fstaria del siglo Entente. ‘tras el desmoronamiento de Jos imperios centales, los go biernos provisonales pidieron el armistcio en 1918. Al aio siguiente, Jos vencedores a reunteron en Versalles para imponer sus tratadon de paza los pace derrotadon, La Primera Guerra Mundial fae un acontecimicnto de earécterglo- bal que afect al conjunto socal ce los paises involucrados. La pobla 86s fle migeiakda pla economia pu wiclo de In guerra. 1 organizacin de Ia empresa bélica confirié un papel protagénico al estado, Los goblernos no dudaron en abandonar los prinelpios bi sicos de la ortodoxia econ6miea liberal, limitando Ia hasta entonces amplia libertad de los empresarios, En Gran Bretaia, el primer mi, nistro Lloyd George cre6 un gabinete de guerra, nacionalizé tempo- ralmente los ferrocarsiles, las minas de carbén y la marina mereante, € impuso el racionamiento del consumo de carne, azticar, manteca y huevos. En Alemania, Ia economia de guerra planifcada fue aan mas dati. En 1914 se cre6 el Departamento de Materia Primas, que inteyes todas las minas y fibrica, y se deeret6 el ricionamiento de Joe alimentos Ta dura experiencia en el cainpo de batalla ainienté dos aces contapucsiat la de aquellos que ansiaban fervocosmente la paz y In de quienes no ertcontraban centido en volver a ona vida normal, Lar tormentas el acerosiguieron ejerciendo una araceign especial par estos times, quienes optarian por “ivr peligrosamente”, como propondfa el farcinmo en la inmediata posguerra als 4D LD &Y FF LF LI LY LF LE LF LF LY BF A Tormentas de acero Eljoven alemén -y luego reconocido escritor~ Einst Jinger sa presents como voluntario para acudir al frente el mismo dla en que estallé la guerra. |Uev6 consigo al campo de batalla una tbrota de apuntes, en la que reco. {916 los acontecimientos y sus vivencias personales. En 1920, este registro {ue publicado bajo el ttulo Tormentas de acero: “instantas como estos on una patrulla nactuma son inolvidables. Ojos y oidos se tensan al méxtmo; ot cada vez méo carcano erujido do unoe bios extrafios que caminan sobre la alla hierba adquiera una Intensidadt ‘amenazadora y faticica; la respiractén se hace entrecortada y uno ha {de esforzarsa en reprimir las dolorosas contracciones del jadeo; el se- ‘guro dela pistola sala hacia atréis con un leve chesquido y eso sonicko atraviesa los nervios como un cuchilo: los dientes rechinan al morcier la r La Primora Guera Muncy la Revoluclon usa 67 mecha deta granada de mano. Brave y moxtifaro gerd el choque. Uno tiombla ontre dos sonsaciones doloroses: la acrecentada excitackin del cazador y la angustia dela pieza co caza. Uno 98 un mundo para si empapado de fa almdsfera oscuray tere cue sobre ol yormno terreno sgravita (03. Aquellaslguras dioron todavia unos pasos més hacia nosotros, pore luego 60 pusieron a trabajar en ta alambrada; no habian notado ‘nuestra presencia. Muy lontamente comenzamos a arrastrarnos hacia atrés, sin perdertas do vista un oolo momento. La Mueite, que se habla alzado, expectante al maximo, entre los dos bandos, 20 aejé de al tmalhumorada’ La cita esté tomada dela edicién elactrénica, disponible en: http://www. ledtoriaWvitual.com ar/Pages/Junger_Emet/TormentasDeAcero_01 him, Buenos Ares 2007. a7” Las paces El Comité de los Cuatro, que decidié la suerte del mundo de posguerra, se reunié en el imponente palacio de Versalles, en Francia. Los esta- distas que habrian de redisefiar el orden europeo tenfan significativas diferencias en cuanto a la apreciacién de la situacién y los fines pro- puestos. Il presidente estaclounidense Wilson ya habia presentado ante el Congreso de su pafs una serie de puntos para alcanzar la paz a través de la restauracién de un orden econémico liberal y Ja reformulacin, del mapa europeo teniendo en cuenta la autodeterminacién de los Dneblos. HI jefe de gobierno francés, Georges Clemenceau, ansiaba, en ‘cambio, que la economia alemana contribuyera a la recuperacién de su pais, desangrado por el conflicto, y que se le impusiera a Alemania un sélido control militar para impedir nuevas invasiones. El primer minis tro briténico, Frank Lloyd George, tenia una posicién més conciliadora con los vencidos, pues no crefa que la ruina de Alemania fuera conve- niente para la recuperaci6n de Europa. El jefe de la delegacion italiana, anexiOa por parte de Roma de territorios que hasta el momento habjan pertene- cido al imperio austrfaco. El gobierno revolucionario de Rusia quedé exchtido, y aunque los vencedores anularon el tratado de Brest-Litovsk, Jos territorios que los botcheviques habian perdido frente a Alemania no les fureron restituidos. Vitturiy Oriandy, estaba bisivamente prevcupade por (68 Hitec sto Luis XIV. En 1871, después dle la victoria alamana sobre los franceses, se _——..proclamné el nuevo imperio aleinn en el Salén ce Jos Espejo3, uno da los recintos del palacio. A terminar Ia Gran Guerra, la monarqufa alorana so ‘dartumb6,.pero on Francia prevalcia e! alén de revancha Ttalia no vio satisfechos todos sus reclamos en la mesa de negociaciones. En cuanto a la suerte cle Alemania, acabé imponiéndose la linea dura de Clemenceau, Frente a este resultado, el economista Keynes, miem- bro de la delegacién britdnica, abandon “esa escena de pesadilla”, de~ silusionado porque Lloyd George ne haba encontrado una “forma de hacer del Tratado un documento justo y prudente". No hubo paces negociadas. Los vencidlos, declarados culpables del conflicto bélico, debieron someterse @ las condiciones impuestas por los vencedores: pérdida de territorios, restricciones a las fuerzas arma- das y page de indemnizaciones de guerra. ‘Las vesoluciones aprobadas en Versalles aféetaron a Kuropa y a vastas zonas de In periferia colonial. El wazado de las fronteras de Europa Oriental conjugé distintos objetivos. En primer lugar, asegurar el debi- litamiento de Alemania, Para esto, se proltibi6 que et estado nacional austriaco, mayoritari ado por alemanes, fuese parte de Alemania; Berlin fue despojada de sus colonias; se re dujo su texritorio y los aliados asumieron el control de algunas zonas, como el Sarre y Renania, Bn segundo higar, crear un cordén sanitario en torno a Rusia, integrado por los pafses que habfan sido sojuzgados wo y perpietiu snente Wal La Primera Guerra Munclaly fa Rovolsetn rusa 69 por el imperio zarista, Hin relacién con estos fines y en virtud de la de- sintegraci6n del imperio austro-hiingaro y del vacfo dejado por la crisis del imperio zarista, en Paris se dibujé un nuevo mapa europeo. Del Baltico a los Baleanes fueron reconocides como nttevos estados: Finlandia, Littania, Letonia y Estonia ~antes parte del imperio zarista~; Ansitia, Checoslovaquia y Hungria ~habian integrado el imperio de los ‘Habsburyo=; Polonia “hasta entonces dividida ene Prusta, Austvia y Ri sia-recuperé su unicad, y ademas se fundé el Reino de los Serbios, Croa- tas y Eslovenos (Yugoslavia a partir de 1929) con zonas y poblaciones que habfan estado bajo Ia dominacién de los turcos (Serbia, Bosnia, Herzegovina, Montenegro y Macedonia) y los Habsburgo (Croacia, Es lovenia, Eslavonia, parte de Dalmacia y Voivodina). S6lo Turqufa, después del triunfo de Mustafa Kemal en la guerra contra los griegos que ocupaban Anatolia, logré que el duro tratado de Sévres firmado por el sultén fuera reemplazado por el de Lausa- na en 1928, De acuerdo con este Giltimo, Turquia no debié pagar in- demnizaciones de guerra y 1a soberania del nuevo estado nacional se extendid sobre Anatolia, Armenia, Kurdistan y Tracia Oriental. Mien- tras el tratado de Séyres contemplaba la posibilidad de reconocer un estado nacional para el pueblo kurdo, el de Lausana dispuso que cl territorio de Kurdistin fuese dividido entre Turquia, Irak, Irén y Siria, Los kurdos, al igual que los palestinos, atravesaron el siglo XX sin que la comunidad internacional atendiera sus reelamos de un estado nacional propio. LI MILI LT AY LI LT LY SF BY LI BY A LY La El genoclailo armenio ‘Alo largo del siglo XD, Armenia qued6 dividida entra los otomanos ye! lmpero zerista. Ante la aplastante derrota que en 1915 infil Moscti al fércto otomano, el gobierno culp6 a los armenios de haber colaborado. con los rusos. La tepresion so extendié sobre vastos eactoras de la socle- dad: ejecuciones, arrestos, y el desplazamianto obligadio hacia los dasier- tos de Siia en condiciones que condujeron a la muerte de la mayor, ‘genocito la viotencia ejercida sobre los armenios. Turquila no acepta que ‘hubiera un plan organizado por el estado para eiminar a la poblacion ‘armenia; las muertes habrian resultado de la dlecisién del gobleio ‘olomano do reprimir una gublovacién, Este es uno de los debates que alecta el ingreso de Turqula a la Unién Europea, 70 Vistar de siglo 1% Durante la Gran Guerra, ninguno de los pueblos sometidos creé difi- cultacles serias a su metr6poli: la dominaciéni de setecientos millones de personas por doscientos millones de curopeos parecfa indiscutible. En Versalles, las metropolis europeas siguieron decidiendo el destino de os pueblos colonizados. Cuando estallé el conflicto, Gran Bretaiia promovi6 la liquid del imperio otomano. En el caso de Exipto, se igneraran sus vinculos con Estambul y se lo convittié en protectorado inglés. Respecto de Oriente Medio, Londres aprobé tres iniciativas que tendrfan conse- cuencias de largo alcance. En primer lugar, alenté a los érabes de la peninsula arabiga a combatir contra los turcos; prometié al jefe de Ja dinastia hachemita que custodiaba Ia ciudad santa de La Meca la octane "Auntie ey | | | Océano Autéoticn Europa antes de la Primera Guerra Mundial (p. 70) y después de fa guerra ereacion de un reino arabe independiente, y ademas envi6 al oficial ‘Thouas Edward Lawrence para que organizara la Revuelta del Desier- (, Simultineamente, firmé el tratado Sykes-Picot con Francia, por el cual, al concluir el conflicto, ese pats ocuparia Siria y el Libano y Gran Bretaia se harfa cargo de la Mesopotamia y Palestina (que en ese ‘momento inclufa los actuales territorios de Israel, Jordania y los asig- nados a la Autoridad Palestina). Por tiltimo, en noviembre de 1917, el ministro britdnico de Asuntos Exteriores Arthur Balfour, en una carta la al banquero judfo Lord Rotschild, declar6 que su pais vefa con buenos ojos él establecimiento en Palestina de un Hogar Nacio- 172 Hestola dl sito ‘én, Londres reconocta I sal para el pueblo joo, Con esta deca inaalnign tel judon en el terstoro palestino que el movimiento nln ymestitn pongucra, vos estos terstoios de Oriente Medio sueron repartidos bola figara de nando seq To exipalado en e pcte SykerPiot 81 bien los drabes no puiditon extablecer el reino nese es haba prometido, Gran retin tes concedia lo jfes hache- tht el gobierno, bajo su superision, de reino de ak (en Mesopo- thmin)y el emirao de Trangjovdana (pare det tesitoro palestine). Tones ge reser el contra directo sobre el mandato de Palestina Ta peninsula aabige feel inio territori Srabe al margen de la dominacién europea; tampoco la dominacién trea habia logrado ia Donec del todo. Mientras To lngaves santos extveron bajo a autridad Ae tor hacer, el centro de a pening qued set als guerrs Chere bus beduinas por el control de los esator recursos. Tn esta zona fané terreno el vahabismo, una version ortodons del ero musulnén ee Lies dt mper lemaro en 1900 Freres iinainaos en 914 Oriente Préximo en 1914 La Priera Guera Munesaly fa Revolucion musa 7 so la aplicaci6n estricta de Ia Sharla Ley islémnlca~y ta yihad ~guerra santa- purgatian los elementos datiinos que socavaban Ia pureza y la fortaleza del islam, Desde principios del siglo XX hasta los alos treinta, Abd alAria Tbn Saud, fundador de Ia actual dinastia gobernante en Arabia Saudita, encabex6 con el apoyo del clero wahabita la yihad que culminaxia con la creaéion del reino sud, 13s colonias aleinanas también. facron distribuidas en mandatos zn Africa, Gran Bretaia se qued6 con Tanganica, parte de Camertin y “Togo; Francia obnivo parte de Togo y de Camertin; Belgica, tos sulia natos de Ruanda y Burundi, yla Unisn Sudatticana gand Attica Sudoe. cidenta, la actual Namibia. En el Pacifico, los archipiélagos situados Sl norte det Eeuador pasaron a manos de Japon; una parte de Nueva Guinea y algunas istas del sur fueron entregadas « Australia, y Nueva Zelanda recibié Samoa Occidental En el caso de In Repablica China, se resolvié que las posesiones ale rmanas pasaran a Japén, desconociendo la integridad territorial de 1a repsblica, Aunque sin presionar a fondo sobre japén, los Estados Uni- dos fueron el pals ms interesado en preservar la integridad territorial de China, La Revolucién rua La Revoluci6n rusa fue la gran revolucién del siglo XX, mientras perdu- 16 el régimen soviético, alent6 en gran parte de aquellos que rechazaban elorden burgués la convicciu de que era factible oponer wma alternativa alas crisis y la explotacién del capitalismo, Simulténeamente, cuando los bolcheviques tomaron el Palacio de Inviemo, el campo socialista se tracturé entre quienes disciplinadamente asumieron esta accién como el cjemplo a seguir y quienes la consideraron un nefasto salto al vacio, Las esperanzas alentadas y los temores suscitados por Ia Revolucién ‘usa titeron las explicaciones sobre sus causas y su rambo. Las pasiones ideoldgicas dejaron sus huellas, quizés inevitablemente, en todas las lec- tras, En el presente, el fin de ta Guerra Gria y la apertura de nuevas «chivos itan aligerado fas eargas emocionaiesy enriquecido la produc: cién historiogeafica. No obstante, tanto en el pasado -en su condicion de revoluci6n anticapitalista exitosa— como en el presente ~a través de la crisis del socialismo real-, la consideracién de esta experiencia hist6- rica se entrelaza con Ia toma de posiciones sobre los posibles disefios de ‘muestro tiempo y del que vend, “74 Historia de silo La Rusia de los zares {A mediados del siglo XVIII, la economia de la Rusia zarista no presenta- ba diferencias notables con In de los principales centros europeos. Un. siglo después, los contrastes eran cvidentes, En el mundo rural prevale cian las téenicas de explotacién rudimentarias y las condiciones de vida de las familias campesinas eran muy precarias. El feudalismo seguta vi ‘gente: en Ta cima, una nobleza terrateniente parasitavia que sostenta 90 alto nivel de consumo a través de la explotacion del eampesinado, y en Ia base, los siervos sin libertad de movimiento y sujetos a prestaciones en dinero, especies o servicios laborales a sus sciiores, que gozaban de poderes de vida o muerte sobre ellos. Los campesinos, agrupados por familia aldeana que controlaba la distribucién y utilizacion de las tierras. La tierra pertenecta de jure a la comunidad y las familias reeibian las par~ celas —asignadas por el mir © consejo de Ia aldea para usarlas durante perfodos determinados, al cabo de los cxales yolvian a ser redistribui- das. El mir regulaba la explotacion comén de la tierra y controlaba que cada integrante cumpliese-con sus obligaciones, lo que dejaba escaso margen al individualisino, pero al mismo tempo era una especie de escudo frente a las exacciones del seiior 0 del estado. Periédicamente, el campesinado emprendia acciones violentas €o1 ta los terratenientes y los agentes estatales. Para resguardar el orden social se dispuso en 1861 la liberacién de los siervos: “Es mejor destruir la servidumbre-desde arriba ~manifest6 el zar Alejandro IL en un en- euentro con nobles~ que esperar que empiece a destruirse a sf misma desde abajo”. El edicto de emancipaeién liber6 a los campesinos de su. subordinacién a la autoridad directa de la nobleza latifundista, pero los mantuvo sujetos a Ia derra restindoles toda posibilidad de salir del atraso y la misetia, Los campesinos recibicron para su uso, pero no en propiedad privada, las mismas tierras que labraban antes de la reforma, ‘Ademas, dado que los antiguos siervos estaban obligados a pagar su libertad, el mirtomé a su cargo los ast llamados “pagos de redencion”. Ningéin campesine podia abandonar Ia aldea sin haber saldado su dew day el mirse aseguraba de que asi fuera para que el resto de los pobla dores no viera acrecentado el monto de sus obligaciones. £1 nuevo sistema ofrecia escasas posibilidades de concentrar las par- celas en manos de propietarios dispuestos a introducir mejoras para ob- tener ganancias, La liberacion de los siervos no dio lugar al surgimiento de propietarios rarales interesados en el aumento y Ia com’ de los productos agratios, La nobleza terrateniente decayd econ6 integraban la comunidad alinzacién ——4 La Primera Guero Mundt y la lvolucion rsa 75 ie con la ahaliciGn de la secvidwmbre, ys6le una minoria de nobles encaré una transicién exitosa hacia la agricultura capitalista y orientada ‘al mercado. Los limites impuestos por Francia e Inglaterra al avance det iniperio raso en los Baleanes en fa década de 1870 indujcron a la monarquia a promover el desarrollo industria En cierto sentido, la industria rasa era una de las mis modernas; estaba muy concentrada y mas de Ja mitad del proletariado trabajaba en emprendimientos que empleaban a més de quinientas personas. Las huelgas a gran escala eran habituales e incluian demandas politi- cas aclemas de econdmicas. Pero las grandes fabricas y el movimiento obrero asociado a su existencia se concentraban en islotes aislados—San. Petersburgo, Mosca, Kiey, farkov y los centros mincros de la cuenca del Don en Ucrania; Rostov y la ciudad petrolera de Baktt en el Céucaso~, rodeados por un mar de campesinos. Si bien el estado desempeiié un papel central en el giro hacia la mo- dernizacién, los zaves y la mayor parte de la nobleza rusa se empeiiaron en resguardar el orden social y politico del antiguo régimen, orden sobre el que reposaba su inmenso poder. En relaci6n con esta contra: diccin, las actitudes de los tres tiltimos Romanov fueron diferentes. ‘Izav Alejandro I (1855-1881) acompaii el edicto de emancipacion de los siervos con una serie de medidas destinadas a organizar el siste- ra judicial, mejorar las condiciones de vida de la poblacién mediante la creacidn de gobiernos locales ~los zemstyos- y posibilitar el ingreso, ‘ata universicad de nuevos estratos sociales, El “zar liberador” murié en 1881, victima de un atentado terrorista. La represiOn fue brutal y sus su= cesores, Alejandro HII (1881-1894) y Nicolas If (1894-1917), se atrinchit- rraron para preservar sus extendidos y arbitrarios poderes. El principal 1 le fa monarqifa en los aitos previos ala guerra fue resguardar, € incluso restaurar, las tradiciones de la antigua Rusia. La tenacidad y lia ceguera con que el thio Romanov se comprometié a cumplir este objetivo clausuraron toda posibilidad de reforma y contribuyeron deci- risiunente al derrumbe del régimen a través de Ja revolucién. Los intoleciuales y Ja tradieién rovotucionaria A mediindos dle Ia déeada de 1870, miles de estudiantes decidieron ir al pueblo, EI movimiento no tenia una conduccién ni un programa defini ‘os: se tratabva de enmmplir un deber con Jos oprimidos. La “ida al pueblo’ five tx materializacion de ideas y sentimientos que habfan fermentaco entre los popolistas (naredaiki)=Uste sector de Ta elite educada rusa re- 76 Mita cl sgt ®X chazaba In sutocracia zarstay reconocia en las bondacles del pueblo ex: plotado la clave para salir del atraso y regenerar las condiciones de vida Los miembros de la infeligentiase consideraban unidos por algo més que su interés en las ideas: compartian el fan por difwncdir una neva actitud ante la vida, Este grapo no tenfa equivalente exacto en las sociedades occidentales, aunque era una conseciencia del impacto de Occidente e Rosin. La inflligntsa era producto del contacto cultural entre dos civil saciones dispares. La conciencia de la distancia con Kuropa Occidental alimenté la decisin de parte de Ia minoria educada de levar a cabouna misign que regeneratfa la vida rusa, por entonces atrapada entre el des- potismo de! gobierno y Ia jgnorancia y Ia miseria de las masas. Los populistas no formaron wn partido politico ni elaboraron tn con Junto coherente de doctrina, masbien dieron vidaa un movimiento ra cal euyos planteos iniciales se formularon en los circilos eunidos en tor- noa Alejandro Herzen y Visarién Belinsky en las décadas de 1880 1840, EI movimiento adquiti6 consistencia al ealor de los disturbios socia- les ylos debates intelectuales que siguieran a la muerte del zar 11825-1856) y ala derrota en la guerra de Crimea, Se expandié y gad influencia durante Ins décads de 1860 y 1870 y alcanz6 su culminacién— con el atesinato del zat Alejanclro II, para declinar después: Su compro- miso con el pueblo se nurta en gran medida del sentimiento de culpa: “Pero qué derecho tenfa yo -se preguntaba el anarquista ruso Pedro Kropotkin~a estos altos goces cuando a mi alrededor s6lo habia y lucha por un rancio trozo de pan, cuando todo lo que gastase para poder viviren ese munclo de elevadlas emociones necesariamente debia duitarlo dela misma boca de quienes cultivaron el trigo y no tienen pan suficiente para sus hijos?" ieolés LT LI MT LY LTT LT LT LY LT LTS LAL a La aldea rural segtin Herzen La comnuna rural rusa subsiste desde tlempo inmemorlal y hay formas. bastante parecidas en todas las tibus eslavas. Doncle no existe reaimen- te, sucumbe bajo la infuencia germénica. Entre los serbios, bilgaros y ‘montenearinos se conserva todavia més nura que en Puusla. La comuna, tural representa, por asi dacio, fa uniclad social; es una instancia moral El estado no tencdfa que haber ido nunca més alla, porque la comuna rurale la propietara, la instancia que impone. Es responsable por todos, yy cada uno y, por consiguionte, es auténoma en todo fo que conciemne ‘sus asuntos internos. | 1 La Pisnora Guerra Mundial yl Rvolucén rusa'77 Su principio econdiico 6 la anthesis pertecta dl la célebre maxima clo ‘Melthus: deja @ cada uno, sin excepcién, ocupar un lugar en su masa. Eleampesino rus0 ha soporiado muchas cosas, ha sudo en demasia y ue ain en este memento, pero se hei mantenil fla s mismo. ‘Asado on su paquetia comuna, desvinctlado de los suyos y alspersos todos onl inmensa extension del pals, enconté en fa resistencia pasiva ¥ on la forza do su carter les modios para conservarse. Ha agachado profuncamente su cabeza, ce tal modo que la desgracia le ha pasado por encima sin tocar. He aqul por qué, a peser desu situacién, el campe- sino ru20 posee tanta agiidad, tanta iniefgencia y tanta beleze, que han provocado la acimiracion de Custine y de Hexthausen. Alejandro Herzen (1850-1851), "Sobre la comuna rural en Rusia", en 1 dsarrollo de las ideas revolucionarias on Rusia, Apéndice primero. Disponiblo en: http://www-antorcha.net/biolioteca_virtuaV/politica/ideas_ fusia/® html. 27° Elafin de los populistas por superar el atraso ruso no los condujo a pro- joner el camino de la industrializact6n; por el contratio, el alto grado de opresion que reconocfan en Occidente los'llev6 a rechazar la via del capitalismo como antesala del socialismo: para ellos, el progreso social © econémico no estaba inexorablemente ligado a la revolucién indus. trial. La clave estaba en Ia liberacion del mirde la opresi6n ejercicla por los terratenientes y Ia monarquia. El populismo también descarté las metas del liberalismo occidental. Para los radicales rusos, el gobierno constitucional y las libertades po- liticas eran promesas vanas destinadas a ocultar Ja supremacia politi- ca de los explotadores del pueblo, La desconfianza hacia los partidos politicos alimenté la atracci6n del anarquismo, ya fuera en su version ‘espontaneista ~el levantamiento de los oprimidos~ 0 vanguardista —la insurrecci6n coneretada por Ia elite revolucionaria-. Cuando los jévenes se trasladaron a Ins aldeas, los campesinos escu- charon “con sorpresa, estupor y a veces con desconfianza a aquellos ex- trafios peregrinos”, y el zarismo Jos reprimié duramente. En el congre- 80 de 1879, los populistas se dividieron: un grupo abandoné la idea de la revoluci6n campesina para asumir el terrorismo, y el otro rechaz6 el uso de la violencia, Los primeros asesinaron al zar Alejandro Il en 1881 € intentaron sin éxito terminar con la vida de Alejandro III en 1887. Entre los condenados a muerte por esta tiltima acciGn estuvo Alexander Ulidnoy, hermano mayor de Lenin, "78 Historia dl sia % Las principales figuras del mindsculo grupo que habia impugnado el asesinato politico ~Georgi Plejanov, Vera Zasilich y Piotr Axelrod revi- saron en el exilio sus ideas sobre el rol revolucionario del campesinado ¥. prineipios de la década de 1880 adhirieron al marxismo, fandando el grupo Emancipacién del Trabajo con el fin de organizar a la clase obrera, Los revolucionatios 1usos habfan seguido con atencién Ja obra de Karl Marx, En 1881, Zastilich le pregunté si existia una necesidad his- ‘rica que obligara a todos los paises del mundo a attavesar todas las fases de la producci6n capitalista antes de llegar al socialismo. Marx respondié que el surgimicnto del capitalismo no era inevitable fuera de Europa Occicental, pero la cuesti6n sobre el advenitniento del socialis- mo qued6 flotando, Siete altos después, Engels fue mas contundente: Ja estructura social modela la historia al margen de las intenciones de Jos hombres; si las estructuras son precarias, “la gente que encienda la mecha sera barrida por la explosion”. La formacién de grupos marxistas en Rusia en Ia década de 1890 fue Producto del rechazo de un sector de los intelectuales radicales a la via terrorista y de la crecierite gravitaci6n de la clase obréra al calor de la rapida industrializacién de esos anos: Los matxistas, a diferencia de Jos populistas, no reprobaron la modernizacién asociada al crecimiento de la industria. En 1898, un congreso clandestino aprob6 en Minsk la creacion del Partido Socialdemécrata Ruso de los Trabajadores para organizar la lucha sindical y politica de la clase obrera, En el Congreso de 1903 los socialdlemécratas se dividieron: por un lado quedaron los mencheviques (minoria), encabezados por Julij Mar tov, ypor el otro los bolcheviques (mayorfa), liderados por Lenin. Martov Proponia un partido de masas, abierto a la inchusién de los simpatizan tes; Lenin abogaba por un pequcio partido de disciplinados revolucio- narios profesionales. in este caso, Leén Trotsky se pronuncié a favor de los mencheviques. Este primer choque fue sélo Ia punta del témpa- no, Cada una de las tendencias sostenta ideas y sensibilicacles signaclas, Por contrastes que se profundizaron a partir de la ctisis revolucionay de 1905. Los mencheviques adherian a los postulados mas ortoloxos del marxismo y eran més pesimistas: el socialismo no tendria cabida hasta que la revoluci6n democratica burguesa concretara los cambios econdmicos, sociales y politicos necesarios pata su atraigo. A partir de este diagnéstico, se mostraban dispuestos a colaborar con la burguesia liberal cn la lucha contra el antiguo régimen. Entre los bolcheviques prevalecieron el voluntarismo politico, la disciplina férrea y Ia escasa {LaPiimora Guorra Mundial y la Rovolucién wsa 79 disposici6n a la concertacién con otras fuerzas, En (altima instancia, los mencheviques coincidian mas acabadamente con el ideatio de Marx, mientras que los bolcheviques repro wes semejantes a las de Jos populistas. 1 ecto revolucionario 1905-1917 La primera conmocién revolucionaria’estallé en 1905, en el marco de Ja crisis provocada por la derrota en Ia guerra contra Japén. El 9 de ene- 0 de ese aiio (el “domingo sangriento”), una manifestacién que pedia pan fue violentamente reprimida. A mediados de octubre, la huelga general en San Petersburgo condujo a la creacién del primer s6viet 0 consejo integrado por delegados de los tabajadores elegidos en las fabrieas. Se sumaron representantes de los partidos revolucionarios y ‘Trotsky, que aiin adheria a la tendencia menchevique, fue uno de sus lideres.A la movilizacion de los obreros te sumaron, desde mediados de 1905, los levantamientos cle los campesinos que atacaban las propieda- des de los grandes sefiores. En el marco de la agudizacién del conflicto social, los liberales presionaron a Ia autocracia zarista para que prop ciara un régimen constitucional. La monarquia logeé salvarse porque firmé la pazy conté con el ejército para reprimin,y porque ademas tavo laastucia de conceder reformas. En octubre, Nicolfs I anuneié la ereacién de un Paslamento elective nacional: fa Duma. Pero el zar se reeuperé pronto del panico de 1905 y pretendié reafirmarse como autécrata de todas las Rusias. La historia politica de la docena de afios que separan a 1905 de 1917 se caracteriza por un proceso dle progresiva decadencia del cuerpo legislative. Las st- cesivas Dumas fueron simples oxganismos consultivos sujetos a la voltin- tad del monarea, quien ripidamente redujo los alcances del derecho a votar. La revolucién liberal se agoté antes de ponerse en marcha. Frente a la extendida insurreccién campesina, se dio curso a un pro- yeeto que alentaba la expansién de los kulaks y la liquidacién del nin La estabilidad social, segiin este disefio, requerfa una base social in- teresada en promoverla, de modo que el estado debia conteibuir a la formacién de una clase media rnral propietaria capaz de prosperar. Fueron abolidas las cargas asociadas a la supresién de la servidumbre y se concedieron eréditos destinados a la compra de tictras, Los campesi- nos mas exitosos, los kulaks, abandonaron la comunidad para compor- tarse como propietarias interesados en incrementar el rendimiento de sus tiesras y compraron nuevas paicelas a los terratenientes deseosos ~bolcheviques en octubre clausuré esta vi 10 Historia dl sito %& de vender después de la insurreceién eampesina, La reforma acentud y aceleré el proceso de diferenciacién social en el medio agrar ‘Sin embargo, los acontecimientos de 1905 no modificaron la con- ducta de Nicolas Il, Bl gobiemo continué envuelto en una atmésfera de creciente corrupcién y decadencia, que hizo posible que una oscura figura como Rasputin fuera favorito de Ia zarina. Después de st asesi- ato en diciembre de 1916, el 7 muerte de su sagrade amigo, se afeiraron ain con mayor obstinacién a sus métodos tradicionales, La Primera Guerra Mundial potencié las debilidades del imperio ruso. Como en 1905, ante la ineficiencia del gobierno y os sacrificios impuestos por la contienda, las manifestaciones populares y el distan: ciamiento de los liberales colocaron al zarismo ante una crisis que, en esta ocasién, desembocd en su caida. En 1917 hubo dos revoluciones, Ja primera en febrero y la segunda en octubre. La de febrero hizo supo her que Rusia, con retraso, seguirfa el camino ya wansitado en Europa Occidental: la elimifiacién del absolutismo para instramentar un cam bio social y politico conducide por Ia burguesfa. Pero Ia accién de los ‘cuyas bases por otra parte eran muy frégiles debido a las condiciones sociales y econémicas y a los rasgos distintivos de la cultura politica rus: Cuando las masas ocuparon las calles a fines dle febrero de 1917, casi nadie visualizé un movimiento revolucionario. La crisis social fie con- sideraca una protesta popular no s6lo por el zar, la corte y la oposicién, liberal, sino por los propios particlos revolucionatios. Pero, a diferen- cia de 1905, In guerra siguié, Ia disciplina del ejéreito se quebré y el ‘Zar ya no tuvo nada que ofrecer. Los diputados de ka Duma pidieron ‘su remuncia para poder formar un gobierno provisional que habria de convocar a una Asamblea Constituyente. Pero las masas movilizadas, especialmente los obreros, retuvieron el poder ganado en las calles con In creacién, nuevamente, de los s6viets: el organismo mas préximo y fiel asus intereses y necesidades. Mientras los socialistas quedaban cacla vez mas escindidos entre su participacién en estas asimbleas y su creciente compromiso con el gobierno provisional, los boleheviques apostaron a Ia caida del gobierno central con la consigna inypaleada par Tenn en abril: “Todo el poder a los s6viets La dualidad de poderes y la persistencia del agotador esfuerzo bélico desembocaron en un vaeio de poder, y Lenin decidié tomar el gobier- no. El asalto al Palacio de Tnvierno five piiblicamente rechazado por algunos dirigentes de la ctipula bolchevique y dividié al socialismo. A. y ln zarina, resentidos por la violenta La Primera Guerra Munclaly ta Revolucion rasa pesar de ser una acci6n anunciada, €l equipo gobernante fue ineapaz de organizar su defensa. Asi fue como, en el mismo momento en que los delegaclos de toda Rusia legaban a Ia sede del Congreso soviético, los bolcheviques ingresaron en el Palacio de Invierno y detuvieron a los ministros con el apoyo de los obreros armados, No hubo wna jornada revolucionaria: entre el 25 y el 26 de octubre de 1917 los bolcheviques tomaron tn poder que nadie detentaba, El glorioso Octubre Rojo fue tuna construcci6n posterior, destinada a exaltar Ia accién mancomuna- da de los bolcheviques y la clase obrera. arlene John Silas Reed, periodista y miltante socialista estadounidense. Cuando stall la ravolucién en México, 90 trasladé a las zonas de combate, tomo ‘contacto con las tropas de Pancho Vila y dojé un retrato de asta lucha en €l libro México en armas. En 1917 vlalé a Rusla, donde tomné nota de los ‘vento9 revolucionarios, entrevisté a los protagonistas y reunlé todo este ‘material en el texto Diaz dias que conmovieron al mundo, su obra més cifundida. Enfermo de tus, fallecis en Rus, y all fue anterraclo como Después de un tenso debate en el que los mencheviques y parte de los sociabrevolucionatios reprobaron la conducta holchevique, el Congreso de s6viets aprobé Ia destitucién de los ministros socialistas y el gobierno quedé en manos del Consejo de Comisarios del Pucblo (Sovnarkom), 22 Hatori da igh 20 exclusivamente integrado por bolcheviques a pesar de Las objeciones de sectores del movimiento obrero y de algunos miembros del Gomi- té Central bolchevique. Las posiciones en el campo revolucionario se hicieron cada vex mis inconciliables. Los socialistas revolucionatios de derecha y los mencheviques proponfan un orden democratico burgués porque pensaban que Rusia estaba lejos de reunir las condiciones para cousteuir el socialismo, Los bolcheviques y los socialistas revaluciona- rios de izquierda se suponian embarcados en una oleada revolucionaria impulsada por los horrores de la Gran Guerra, oleada que se extende- Hfa a Europa Occidental, en especial a Alemania, y posibilitarfa ast el avance del comunismo en Rusia, En lo inmediato, la promulgacién de los decretos de paz y el repar- to de tierras aseguraron un significative grado de adhesién al nuevo gobierno. Su apoyo principal proventa de la clase obrera, como qued6 reflejado en las clecciones constituyentes de noviembre, Pero el partido fgobernante estuvo lejos de ser el mas votado, ya que el grueso del cam- pesinado apoy6 a los social revolucionarios. La Asamblea Constitayente reunida en enero de 1918 sesioné unas horas, Lenin la descalifics y reconocié @ los s6viels como una, “forma de demoeracia superior”. La ‘manifestacién en apoyo a la Asamblea fue disuelta a balazos La explicacién del Octubre Rojo dividlié el campo historiografico. Para unos, no fue sino un golpe de un partido dictatorial que result6 viable debido al profundo quebrantamiento de la ley y el orden. Desde esta perspectiva, sus dirigentes earyarfan con la responsabilidad de ha- ber generado un régimen totalitatio con rasgos similares al nazifascis ‘mo. Para otros, Ia accién de los bolcheviques cont6 con el apoyo de los tvabajadares y los soldados de los centros urbanos, que, hastiados de la guerra, la falta de abajo y el hambre, intentiron promever un cambio radical hacia la igualdad social. Los primeros afirman la continuidad entre Lenin y Stalin, y los segundos atribuyen a los desafios del contex- to, en especial a la guerra civil, a wansformacién de un partido flexible y revolucionario en una organizacién capax de crear el Gulag. En contraste cou Ins dilaciones del gobierno provisional, los bolchevi- ques encararon inmediatamente las demandas de pazy tierra. El decre- to sobre la tierra, aprobado en noviembre de 1917, abolié la propiedad privada de Jas grandes unidades y entregé su control a los comités agra ios locales y a los séviets de dlistvito, La confiscacién fue seguida por {La Primera Guerra Mundialy la Rovoliciin usa 83 Ja acupacion desordenada de los grandes haifandios por las familias campesinas. EI decreto tenfa un propésito politico: ganar apoyo en el medio rural, donde los bolcheviques no contaban con fierzas propias, La medida fue bien recibida por el ala izquierda de los social-sevolucio: narios, que se incorporaron al Consejo de Comisarios del Pueblo. Los bolcheviques pretendieron (renar Ja subdivisin de las tiervas con la promocién de grandes granjas coleetivas (holjose) y la creacién de granjas estatales (soujoses). Hstas iniciativas tuvieron escasa acogida cen las aldeas y, a partir de mediacos de 1918, la politica agraria se su- bordiné a la necesidad de ganar la guerra civil, Lapaz con Alemania, defendida con ahinco por Lenin para proteger al nuevo régimen, generé resistencias entre los social-revolucionarios aliados y la izquicrda del partido, especialmente en Nicolés Bujarin; para estos, In continuacién de la guerra contribuitfa a expandir la re- volucién. Mas cerca de Bujarin que de Lenin, Trotsky, a cargo de las negociaciones, demoré al Ifmite la firma de la paz. El avance de los ale- manes lo llevé a acepiar, en marzo de 1918, el tratado de Brest-Litovsk. Los social-revolucionarios rompieron con los bolcheviques y asesinaron al enibajador aleran para impedir el cese de las hostilidades, ‘Apenas lograda la paz, se desencadlené la guerra civil, promovida por Ja resistencia militar de"los oficiales del antiguo ejército al gobierno dolchevique. Los contrarrevolucionarios © blancos contaron con el respaldo de fas principales potencias capitalistas, El conflicto devast6 {a economia y tuvo profundas secuclas sociales y politicas: debilit6 al proletariado industrial, militarizé la vida politica y extendié el control del estado a ta banca, Ia industria y el comexcio. Algunos bolcheviques tre ellos Bujarin y Alexander Preobrazhensky, autores del ABC det enmannismo (1919) peusaban que fa liquidlacion del mercado y la distei- bucién de los bienes seyiin las necesidades significaban el advenimien- © del comunismo, Sin embargo, la desigualdad social habfa quedado 0 aun segundo plano debido al avance de la miseri Uno de los mayores desalfos fue asezurar Ia provisi6n de alimentos. El yobierno reeurtié a la organizacién de comités de campesinos po bres, que debian ayudar a las organizaciones del estado en la requisa de granos los campesinos acomodados. A estos corn obveros industriales, y se tes permitié ir armados. Si bien estas inicia- tivas alentaban In lucha de los campesinos pobres contra los kulaks, la intromision de fas atttoridades no quebré Los vinculos que ligaban a {05 distintos grupos en cl seno de la aldea; en cambio, intensificaron el Techazo de toctos Jos campesinos hacia Jas cargas impuestas autorit 4 Hitoxin dl glo 26 mente por les bolcheviques. presién guber- namental aument6 el volumen de alimentos.destinados a la poblacién urbana, pero el campesinado que habfa suftido las exacciones vedujo su produccién. Las mauertes por falta de alirnentos 1921 y 1922, sobrepasaron las bajas producidas por Ia Primera Guerra Mundial, p ww primer momento, Petrogrado, 1817, Patruta de fa Guarda Roja Los dos instrumentos bisicos para enfrentar Ia resistencia e imponer Ia autoridad del nuevo gobierno fueron el Ejército Rojo y Ia Comisién Extraordinaria de todas las Rusias para la lucha contra la contrarrevolu- cién, ¢] sabotaje y la especulaci6n ~conocida como Cheka~, Trotsky for- ané el Bjéreito Rojo con los guardias rojos de las fabricas y las unidades probolcheviques del ejército y la armada, el reclutaniento voluntario y Ja conseripcion selectiva. Se descarté la creaci6n de milicias basadas en la movilizacion politica € ideolégica para dar paso a la construccién de un ejército organizado en (omno a estricis novmas disciplinarias y al respeto de las jerarquias, La mayor parte de ss offeiales proving de las Glas del ejército zarista. AL conclu a guerra, el Hjérito Rojo era unt enorme inseign que tena ude ka aclminsisceacion civil sego gran parte de ts tareas papi ‘La Cheka fue creada en diciembre de 1917 para controlar los de: jon a la toma del poder. Ante ipulacién s6rdenes y actos delictivos que sig lag protestas frente a la escasez de alimentos y contra la mi de los séviets, los bolcheviques no dudaron en reprimir duramente El descontento popular leg6 4 su climax en junio de 1918 con una eee La Primera Guerra Muntialy la Rovciuein usa 85 rebeli6n de los obreros de una importante planta de armamento: los reclamos por falta de alimentos se transformaron en wn llamami favor del sufragio universal y una nueva convocatoria a elecciones para la Asamblew Constituyente, Después del asesinato de su jefe y del atentado contra la vida de Lenin a fines de agosto de 1918, la Cheka de Petrogrado asesiné a ochocientos ® guerra civil la Cheka se transformé en una organizacién al servicio del terror cjecuciones sin juicio previo, arrestos en masa, secuestros. La policfa politica permaneceria vigente durante todo el régimen sovié- tuco bajo distintos nombres ~GPU, OGPU, NKDV, KGB- y sucesivas reorganizaciones, La historiografia del “terror rojo” se polarizé segiin los mismos térm nos del debate sobre el significado del Octubre Rojo. Por un lado, estén aquellos historiadores que enfatizan la autonomia de los bolcheviques yarguimentan que el terror fue una consecuencia logica de la naturale- za “totalitaria” de la ideologia bolchevique o bien de la determi de mantenerse en el poder a cualquier precio. Esta Iinea de amilisis es sostenida por historiadores afines a la corriente de la ciencia politica que engloba nazismo, fascismo y comuinismo bajo el concepio «le tot liaxismo, Por otro lado, estén los que consideran el (error como una respuesta a situaciones extremas, bésicamente la guerra civil, con su logica politica de potarizaci6n y su cultura emmbrutecedora. Segéin estos autores, I contrarrevolucién no fue an producto de la imaginacion bolchevique ni un mecanismo ideol6gico disefiado para reafirmar la unidad a través de la figura de un enemigo implacable. Esta version insiste en que el terror bolchevique fue ejercido sobre enemigos en su mayorfa completamente reales. Resulta insatisfactorio concebir el "terror rojo” como una deriva: cidn lineal de los obstaculos que enfrentaron los revolucionarios. Los bolcheviques nunca ocultaron que concebian Ia violencia como un arma legitima de la dictadura del proletariado. En enero de 1918 Lenin ya advertia que “hasta que no utilicemos el terror contra los especuladores (disparindoles en el acto), nada cambiaré”, El uso del terror estuvo ‘siempre justifieado en términos de principios y de con- Segrin Lenin, ae irataha dein instramenta paral 6n revolucionaria conducente a la eliminacién del enemigo de clase genérico, Esto ayuda a explicar por qué lus esfuerzos periddicos de los bolcheviques moderados para someter a la Cheka a una mayor regulaci6n eran rechazados de plana, Y aunque muchos socialistas advirtieron sobre el dafio que provocaba el terror en los ideales de (06 Hi fora da igo 0% ta revolucién socialist, sus eseripaos “pesenoburguess” fueron alimpicamente descartados Tero cl error tampoce puede entenderse como wna mera opin de lon boleherqes, yu que mu base principal eel tiniento de re Canc de tor agravinos dante cents de ats hacia Ia autoeraia Tavs, las elses propetariaa todos aquellos que no aan sutido Wajteiones. Cuando el atigue regimen 6 derrumbé, los explotadon Uueilicron vengere de us apresores anor ello poafan“saquen aloe SStpestore yor olchevquesslentaron este pul mest TN pavttde 1920, la elaclon de fuerza en In guetta cv coment a ser vorable al gobierno. En su triunfo jugaron un papel destacado te ecara cohesi ene os Jefes del carapo contrarevolucionario y, biscament, el recazo de os campesinos aa entauracin del antiguo tonden después que la revolucion les deva la oportunidad de tomar fs Gorman Novobwsamte ene nears de Ia guerra, larelacién de fs a demos cop los boleheviques ve emg de tensiones debido as requis practcsdas por fos comunisas pars ol aprovitonamiento dels tropas Los obreron también tnfan demands largamente contenidas yen sso de 1021, lot adicalizaos Uabyjadores de Kronstadt, uno de lor Thttonesholeheigues en octubre de 1917, maniestaron contra el go Dieu, La protean ta buse naval el norte fe ahogada en un bai de sangre. Lenin reconocto la necesiad de dar un giro yy sin tener ela fol caning a argu, anumncié que el camuniano de goeren dara paso sls Nocra Politica Beonmic, Del imperio zartste a la URS: ; i de la unificacién de diversos principados eslavos arientales que se convirtieron al eviatianismo eu el siglo X y con el tiempo cligic~ ron a Mosca como su capital. En el siglo XITT fae conquistada por los mongoles, que fueron paulisinamente desalojados, yen 1618, el primer Romanioy fue coraade en Mosci z Los Romanov liegaron a xeinar sobre una sexta patte del mundo, Se expandieron hacia el sur -sobre los mares Negro, Caucaso y Caspio- hacia el este -viberia, ei ote hacia el oeste ~Finlandia, la zona baltica y Ti ;os mipas anteriores 2 la Primera Guerra Mundial no precisaban Jas Frontera de Ria dentro del imperio. Una ver conguistados, tos aises eran borrados como identidagles independientes. Los otros 3 ws; el raso, en cambio, que- Le Primern Guerra Munday la Ravoluciin rasa 87 6 dividide diferentes unidades sin que se deslindaran las regiones conquistadas. En algunos casos, para marear la diferencia entre Rusia y climperio se recutrfa a términos como ducado el Gran Ducado de Po- Jonia, el Gran Ducado de Finlandia- 0 regién la Region Turquestana (hoy Tayikistin, Kirgnistin y Uzbekistan)-, Bajo el gobierno holchevique, en julio de 1918, el Congreso Par ruse de los Séviets sancioné la Constitucién que dispuso la ereacién de la Repablica Socialista Federativa Soviética de Rusia (RSFSR). Esta englobaba a la mayor parte de los rusos, pero también inclufa éreas ma- yoritariamente ocupadas por otras nacionalidades, entre ellas grandes extensiones de Siberia y Turquestin, La Repiblica Socialista Federativa Soviética de Rusia era, en cierto sentido, un estado multinacional. En relaci6n con sus fronteras, la revolucién y la guerra civil impidieron una definicién precisa y cl término “federativa" dej6 abierta Ia posibilidad de incorporar nueyos territories. La unidad del imperio fue cuestionada a partir de la Revolucién, es- peciilmente en la zona occidental. Las diferentes trayectorias seguidas por los paises de esta region —Finlandia, Polonia, Ucrania, Bielorrusia, Lituania, Estonia y Letonia-resultaron de la combinaci6n de tres facto- res: el principio de autodeterminacién propuesto por los bolcheviques tas la revoluciGn de febrero de 1917, las intervenciones de Alemania y las potencias aliadas, y el grado de consistencia de los movimientos hhacionalistas en cada uno de ellos. Al coneluir el ciclo revolucionario y con el aval de Versalles, todos esos paises surgieron como nuevos esta- dos soberanos, excepto Ucrania y Bielorrusia, Los movimientos.na¢io- nalistas ueraniano y especialmente el bieloruso fueron mas débiles, y lus lazos econémicos y cultarales con Mosc eran muy consisterttes. No obstante, hubo que esperar que concluyera la guerra civil pata con- eretar la creacién de la Repiblica Socialista Soviética de Ucrania y la Republica Socialista Soviética de Rusia Blanca en 1920, a las que no se intent6 incluir en la Federacién Rusa. La sujecion de la zona del Cineaso fue mas compleja. El territorio dle Transcaucasia era patria de unos ocho grupos nacionales. Los mas humerosos ~georgianos, armenios y azerbaiyanos- tenfan fuertes dife- ecoriGnnivus, suciales, culiutales y politicos. de Octubre se establecié el Comisariado Transcaucisico, apo- yado prineipalmente por Georgia. A partir de la disolucion de la Asam- bblea Constituyente en enero de 1918, este Comisariado no reconocié al gobierno bolchevique y pructumd la creacion de la Repablica Federal Transeaucasia, £6 Histoia cl sigio Las divergencias entre los pueblos que la integraban hizo posible, en el verano de 1918, que Armenia y Azerbiaiyén {ueran ocupadas por ‘Torquia mientras Georgia buscaba la proteccién de Alemania. Después de Ja caida de las potencias centrales, los tres gobiernos enviaron dele- gaciones a la conferencia de Versalles, Finalmente, los bolcheviques desalojaron a los tres gobiernos nacio- stas para crear en 1922 la Federacién de Repiblicas Socialistas So- vikticas del Transeéucaso. sta fue asociada a las repiiblicas socialistas, soviéticas existentes -Rusia, Ucrania, Bielorrusia— para crear la Unién de Repablicas Socialistas Soviéticas (URS). En 1924 la nueva Constitucién consagré la existencia de la URSS, in- eluyendo dos nuevas repablicas ~Turkmenistin y Uzbekistén— en zonas que hasta ese momento formaban parte de Ia Federacion Rusa. Doce aiios después, la Federacién Rusa volvié a perder territorios para crear ‘otras tres repablicas: Tayikistin, Kirguistin y Kazajistan. Al mismo tiem- po, en el Ciucaso se volvi6 a la antigua divisién con el reconocimiento de wes repiblicas: Armenia, Azerbalyan y Georgia. En virtd del pac to MolotoyRibbentrép, firmado entre los gobiernos de Stalin y Hitler poco antes deque estallara la Segunda Guerra Mundial, en 1940 fueron incorporadas a la URSS Estonia, Liuania y Letonia ~independientes desde 1918- y la zona de Besarabia, er manos de Rumania desde el fin Octane acter Anica La formacién de la URSS (1923-1940) La Primera Guora Mundial y la Revolueiin roa 89 de la Gian Guerra, sobre la que se establecié la Repriblica Socialist Soviética Moldavia. En Ceoria, la Unién Soviética se componia de repiblicas federadas que gozaban de una amplia autonomia para su administraci6n interna, Cada una de ellas poseia su propio Partido Comunista, con excepcién de Rusia. Bl poder politico residia formalmente en los s6viets: los orga- rnismos colegiados tle los distintos niveles administrativos conformaban tuna estructura piramidal que, partiendo de los s6viets locales, pasaba por las reptiblicas y Hegaba al Soviet Supremo de Diputados del Pueblo con sede en Moscit. En alguna medida, su posicién era equivalente ala de los cuerpos legislativos nacionales de las democracias europeas, pero carecia de poder efectivo, Lo mismo ocurrié con el poder ejecutivo a cargo del Consejo de Comisarios del Pueblo de Ia URSS. El poder real estaba en manos del Partido Comunista, que organiz6 una estructura paralela a la de la administracién estatal, Los organismos del estado re- cibjan 6rdenes directas del partido y la aprobacién de los funcionarios “de alto rango qied6 a cargo de la ciipula partidaria, con el consiguiente vaciamiento de Ios organismos de gobierno. El concepto “repiiblica soviética” no se correspondia con la realidad: los s6viets nunca intervenfan en Ja designacién de las autoridades por- qué los miembros de los gobiernos republicanos eran designados por el Comité Central del Partido Comunista, Si bien en los primeros tiempos tuvieron un papel destacado en la organizacién de la administracién local, Ia educacién, las finanzas y la agriculeura, los s6viets finalmente quedaron subordinados a los comités del partido, en los que prevalecia Ia vox det secretario general, sujeto a su vera la cipula bolchevique. Asi camo no era “soviética", la URSS tampoco era “federal”: la autonomia de las repiiblicas era nominal y sus autoridades dependéan de la diri- gencia comunista. Segin el reglamento del pirtido redactado en 1919, todas las organizaciones comunistas de las diferentes repiblicas eran consideradas simples unidades regionales del PCUS. Bajo este prinei- pio, los érganos centrales de los bolcheviques weranianos, por ejemplo, quedaban estrictamente subordinados al Comité Central de Moscé Tampoco se permitia que las reptiblicas tuvieran vinculos entre si: 610 podian rel ‘Todas las riendas del poder quedaron en manos de la etipula particla- ria, Los comités comunistas respondian disciplinadamente a las diree- tivas de los 6rganos superiores, y aunque formalmente los secretarios an elegicos por las bases, los nombramientos y las destituciones que- daban de hecho en manos de la Seeretaria del Comité Central. anarse crn ta RSESR, £0 Hitovia cet siglo xx BL PCUS era una oxganizacién piramidal que concentraba el poder fen un pequeio cfrculo: los hombres del Politburd y el jefe ps vaximo de este entramado, el secretario general. Este puesto fue oct ado por Stalin desde Ja guerra civil hasta su muerte, en 1955; pero fue Lenin, el lider del partido, quien control6 con dureza los vesortes del pode hasta que cayé enfermo en 1922. Destle la fractura de Jos socialdemécrata rusos en 1903, los bolchevi- ques se inclinaron a favor de una organizacion militant y disciplinada con Lenin a la cabeza, pero sus integrantes eran pares que podtan dis- crepar abicrtamente. Asi lo hicieron Lev Kaménev y Grigori Zinoviév antes de la toma del Palacio de Invierno, 0 Bujarin al rechazar la paz ‘con Alemania. Sin embargo, los margenes para el disenso fueron supri- midos poco después de la toma del poder. En el momento erucial de Ja guerra civil se aprob6 el centralismo mas estricto y a diseiplina mas severa, y en relacidn con este objetivo, en marzo de 1919 el Comité Central delegé y dividié sus auribuciones en tres organisinos mas redu- cidlos: et Politbur6, que, a cargo de la conduccién politica, tomaba las decisiones que el estado ejecutaria; el Orgburs, que ditigia el trabajo administrativo, y el Secretariado, que organizaba y controlaba la vida interna del partido via nombramientos, traslados y destituciones, Este partido monolitico era ademés el Gnico permitido, y sbi ta 1921 la decision estuvo justifieada como consecuencia de Ia guerra fratricida, a partir de su triunfo los bolcheviques no s6lo negaron Ta cexistencia.de otras fuerzas politicas sino que también prohibieron el disenso en el seno mismo del partido gobernante has. La oleada revolucionaria, Una ver en el poder, los holcheviques promovieron la unidad de to- das las fuerzas socialistas que reconocian el caracter revolucionario de su accionar, convocandolas a crear Ia Tercera Internacional. En marzo de 1919, Lenin inauguré en Mosct el congreso que aprobé su consti tucién invocando a Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo, lideres del Ccomuunismo alemnsin asesitrados ese nismio aie. La mayoria de los dirigentes socialistas tomaron distancia del Oc bre bolchevique y permanecieron en las filas de la Segunda Intern: nal. Né obstante, un sector de los militantes de casi todos los partidos socialistas ~casi siempre los més j6venes, los mas decididos a entregar sit vida a la eattsa de Ia revolucién— crearon nuevos partidos comunis- Ls Primera Guerra Munclaly la Revoluccn risa 91 fs. n Alem unia, Francia © lalia se constituyeron las organizaciones istas mas importantes, y en menor medida también prosperaron, en Bulgaria y Checoslovaquia. Kn el resto de Europa Jos partielos come nistas fueron marginales. Rosa Luxemburgo, a la derecha, acompaada por su amiga Clara Zetkin, ‘ambas integrantes da la secialdomocracia elemana. Flosa, la hija menor de una familia judia radicada en la zona polaca oriental entoncas sométida ‘sl imperio zarsta, inicié su mitancia socialsta en Polonia junto a quien ‘seria su pareja més importante, Loén Jogiches, laribién marxista y juco. n 1898 se radie6 en Borin y G9 unis al Partido SoolaldemScrata alomén itigicto por Karl Kautsky. con quien forf6 una estrecha relacién quo se. rompié por diferencias ideoligicas en 1910. Cuando estalé a Primora Guorra Mundial, Luxemburgo, junto con Liebk- echt y Jogiches, entre otros, convocaron a movilzarse contra la quorra ¥ fuoron encarcelados. Con la caida cel Imperio de los Hohenzollern y al calor de as insurrecciones de fines de 1918, salieron en libertad. La divisién del socialisino ty fi 4 jalismo tivo un profundo impacto sobre el rumbo Palco del perfodo de entreguerrasy produjo efectos permanentes en cl transcurso del siglo XX. La Tercera Internacional se prolongé hasta 1943, cuando fue disuelta por Stl anaes democracias occidentales para aflanzar su alianza con las 1 la guerra contra el Eje.

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