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DON DE PIEDAD (GRUPO GRANDES Y MEDIANOS)

El don de Piedad es el regalo del Espíritu Santo por medio del cual llegamos a creer y experimentar que Dios es un Padre
amoroso y que los demás son nuestros hermanos. Al ser sellados por el Espíritu Santo, en el bautismo, hemos sido
adoptados por Dios como sus hijos. Pertenecemos a su familia, somos coherederos de Jesús.

Jesús, es el gran revelador del padre por medio de su espíritu Santo, nos va llevando a encontrar a Dios como un Padre
amoroso con un bello proyecto para cada uno de nosotros.

Cuando el Espíritu Santo nos regala el don de Piedad nos conduce al encuentro en la oración con un Dios papá. No en
teoría, sino en la experiencia de la oración diaria.

Por medio del don de Piedad, el Espíritu Santo nos lleva a demostrarle al Padre con hechos concretos que nuestro amor
no se queda en sentimientos, sino se demuestra haciendo su voluntad. La virgen María es el modelo del don de Piedad,
Ella no comprende del todo lo que el ángel le dice con respecto a la concepción virginal del Mesías: pero expone que con
ella no hay ningún problema, pues se considera “esclava” del Señor, y esta para hacer en todo su Palabra.

Propósito

Pedir en oración al Espíritu Santo que por medio del don de Piedad, seamos llevados por el Espíritu Santo a experimentar
a Dios como un Padre bondadoso, nos conduce también a ver en los demás auténticos hijos de Dios, y por eso mismo, nos
impulsa a amarlos como hermanos, como hijos de Dios.

Busca en tu biblia, Isaías 11,2-3

DON DE PIEDAD (GRUPO PEQUEÑO)

El don de Piedad es el regalo del Espiritu Santo por medio del cual llegamos a creer y experimentar que Dios es un Padre
amoroso y que los demás son nuestros hermanos. Al ser sellados por el Espiritu Santo, en el bautismo, hemos sido
adoptados por Dios como sus hijos. Pertenecemos a su familia, somos coherederos de Jesús.

Jesús, es el gran revelador del padre por medio de su espíritu Santo, nos va llevando a encontrar a Dios como un Padre
amoroso con un bello proyecto para cada uno de nosotros.

Cuando el Espiritu Santo nos regala el don de Piedad nos conduce al encuentro en la oración con un Dios papá. No en
teoría, sino en la experiencia de la oración diaria.

Por medio del don de Piedad, el Espiritu Santo nos lleva a demostrarle al Padre con hechos concretos que nuestro amor
no se queda en sentimientos, sino se demuestra haciendo su voluntad. La virgen María es el modelo del don de Piedad,
Ella no comprende del todo lo que el ángel le dice con respecto a la concepción virginal del Mesías: pero expone que con
ella no hay ningún problema, pues se considera “esclava” del Señor, y esta para hacer en todo su Palabra.

Propósito

Rogar al Espiritu Santo que con el don de Piedad, ame a Dios como Padre, le sirva con fervorosa devoción y sea
misericordioso con el prójimo.

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