La dilatación térmica es el aumento de longitud, volumen o alguna otra dimensión
métrica que sufre un cuerpo físico puede ser sólido, liquido o gaseoso principalmente debido al aumento de temperatura que se provoca en él por cualquier medio. La contracción térmica es la disminución de propiedades métricas por disminución de la misma aunque existen materiales los cuales al aplicarle calor se contraen y luego se vuelven a expandir en el caso más sencillo está el agua. “Las ecuaciones para el cálculo de dilataciones volumétricas que en este caso se pueden usar también para dilatación de líquidos” (Sears)
Δ𝑉=𝑉𝑜∗𝛾∗Δ𝑇
𝑉𝑓−𝑉𝑜=𝑉𝑜∗𝛾∗Δ𝑇
𝑉𝑓−𝑉𝑜=𝑉𝑜∗3∝∗Δ𝑇
𝐷𝑜𝑛𝑑𝑒:
Δ𝑉=𝐷𝑖𝑙𝑎𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛 𝑣𝑜𝑙𝑢𝑚𝑒𝑡𝑟𝑖𝑐𝑎 𝑜 𝑣𝑎𝑟𝑖𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛 𝑑𝑒𝑙 𝑣𝑜𝑙𝑢𝑚𝑒𝑛
𝑉𝑜=𝑉𝑜𝑙𝑢𝑚𝑒𝑛 𝐼𝑛𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙
𝛾= 𝐶𝑜𝑒𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝑑𝑖𝑙𝑎𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛 𝑉𝑜𝑙𝑢𝑚𝑒𝑡𝑟𝑖𝑐𝑎
∝= 𝐶𝑜𝑒𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝑑𝑖𝑙𝑎𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛 lineal
Δ𝑇=𝑉𝑎𝑟𝑖𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛 𝑑𝑒 𝑡𝑒𝑚𝑝𝑒𝑟𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎
𝑉𝑓=𝑉𝑜𝑙𝑢𝑚𝑒𝑛 𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙
Esto quiere decir que el coeficiente de dilatación volumétrica es proporcional a 3
veces el coeficiente de dilatación lineal
DILATACION DEL AGUA Los líquidos se caracterizan por dilatarse al aumentar la
temperatura (en su mayoría), siendo su dilatación volumétrica unas diez veces mayor que la de los sólidos. Sin embargo, el líquido más común, el agua, no se comporta como los otros. Se puede notar que, entre 0 y 4ºC el agua líquida se contrae al ser calentada, y se dilata por encima de los 4ºC, aunque no linealmente. Sin embargo, si la temperatura decrece de 4 a 0ºC, el agua se dilata en lugar de contraerse. Dicha dilatación al decrecer la temperatura no se observa en ningún otro líquido común; se ha observado en ciertos materiales como el plástico y la goma por ejemplo y en ciertos sólidos cristalinos en intervalos de temperatura muy limitados (pequeños), un fenómeno similar. La densidad del agua tiene un máximo a 4ºC, donde su valor* es de 1 000 kg/m3 aproximadamente. A cualquier otra temperatura su densidad es menor. Este comportamiento del agua es la razón por la que en los lagos se congela primero la superficie, y es en definitiva lo que hace posible la vida bajo el agua.