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MANEJO SEGURO DE CLORO.

1. Importancia del tema para los Cuerpos de Bomberos:

Hace más de 200 años, un joven investigador sueco, Karl Wilhelm Scheele,
descubrió el cloro. Debido a su reactividad y características de formar aleaciones,
el cloro se tornó una popular piedra fundamental en la química y es esencial en la
vida de todos.
Agua potable, abundancia agrícola con herbicidas e insecticidas, tratamiento de
aguas, productos químicos industriales esenciales, blanquedores, disolventes y
combustibles, todos dependen del cloro. Productos farmacéuticos, fluidos
refrigerantes, plásticos, pinturas, cosméticos, barnices, electrónicos, adhesivos y
repuestos automovilísticos son ejemplos de grupos de productos que dependen de
la química del cloro. Adicionalmente en la industria textil, de pulpa de papel y la
química en la síntesis de ácido clorhídrico, obtención de hipocloritos de sodio y
calcio.
En los despachos de materiales peligrosos, entre ellos el cloro, los productores y
transportadores nos hemos venido ejercitado en la preparación, manejo y
transporte de materiales peligrosos, de tal forma de asegurar el cumplimiento de
todas las regulaciones, trabajando en controlar los probables riesgos que se
pueden presentar con estas sustancias. Sin embargo, por mas que se tomen
diferentes precauciones y se adopten estrictas regulaciones, cuando se trata de
transportar materiales peligrosos siempre existe el riesgo inherente de que ocurra
un accidente, hecho ante el cual se necesita de una respuesta inmediata. Entre
estos riesgos se incluyen los daños a los contenedores que pueden ser causados
por incidentes en el manejo, en los procesos de carga y descarga, o debido a la
colisión o cualquier movimiento incontrolados del vehículo de transporte. Otro
punto son los materiales utilizados en los envases para estas sustancias
peligrosas, en la actualidad son diseñados, construidos y probados para minimizar
estos hechos y proteger la carga, sin embargo en ocasiones se de envasan en
recipientes que no tienen estas características o han sido utilizados con otro
producto (sin un proceso adecuado de limpieza) y pudiera generar alguna reacción.
El conductor es otro aliado en el proceso de manejo seguro, por lo cual es
necesario que tenga en cuenta una serie de recomendaciones que los productores
deben generar, definiendo parámetros específicos, rutas seguras, horarios
permitidos, tiempos de descanso, inclusive definir los sitios donde se le es
permitido parquear, el control de velocidad máxima y mantener un control en todo
su recorrido. Es necesario realizar controles a la salida de las fábricas para
garantizar el correcto funcionamiento de los tanques, la tubería, las válvulas y en
general el comportamiento de todo el sistema a transportar.
Sin embargo, si falla cualquier elemento del sistema, es posible que ocurra alguna
clase de daño en la carga transportada, dando como resultado derrames o fugas
de producto; Siendo el profesional del transporte la primera persona en la escena
del accidente y su actuación puede ser determinante en la protección de la vida
humana, la propiedad y el medio ambiente. Una instrucción adecuada con el
equipo apropiado puede ser la principal diferencia entre un incidente menor y una
catástrofe. Por ello es necesario la capacitación específica en el como actuar en
caso de cualquier incidente, en algunos casos, las características de la carga,
(cantidad y clase de material), requiere asistencia de todas las instituciones de
apoyo que estén a disposición, para lograr controlar adecuadamente un incidente.
Para evitar un daño en el medio ambiente, garantizar la seguridad y la salud de las
personas, en ciertas fugas de materiales peligrosos transportados se requiere el
diseño de “planes de emergencia externos” en las diferentes organizaciones.

Lo que siempre debe ser prioridad en un evento de éstos, es la protección de la


vida de las personas expuestas en la fuga, incluyendo el conductor, al cual se le
debe entregar o exigir – dependiendo el caso – los elementos mínimos de
protección personal, para el manejo del producto.

Los diferentes cuerpo de bomberos, son las instituciones que siempre recibirán el
primer llamado en caso de algún incidente; es por esto que es imprescindible la
adecuada capacitación en el manejo de un incidente con éste producto, el Cloro
es enviado y almacenado como gas licuado en envases a presión en diferentes
presentaciones: cilindros de 45, 60 y 68 kg, contenedores de 907 y 1000 kg y en
isotanques de diferentes capacidades entre las 18 y 30 toneladas.

El cloro es un producto que se transporta por toda Colombia, ya que llega a cada
ciudad donde existe un acueducto (recordemos que uno de los principales usos es
el tratamiento de aguas residuales, industriales, potables y de piscinas); Existen
dos grandes productoras ubicadas en el Valle del Cauca y Cundinamarca, siendo
un producto que se exporta por los principales puertos de Colombia, distribuido a
diferentes industrias.

2. Estrategias en el control y aplicación del tema específico sea antes, durante


y después de un incidente

Una respuesta oportuna ante una emergencia en el transporte de cloro, depende


antes del entrenamiento y de la inmediata disponibilidad de diferentes equipos. En
caso de no contar con lo anterior, es más adecuado mantenerse a la distancia
segura de las zonas de influencia, dando aviso a las autoridades y productores de
la carga.

El cloro es un producto químico peligroso que a temperatura ambiente existe como


gas. Su punto de ebullición a temperatura ambiente es de -34.5ºC, es 2.5 veces
más denso que el aire, por lo tanto en una fuga tiende a dispersarse a nivel del
suelo. Esta característica, adicionada a su toxicidad, lo convirtieron en una
munición química en anteriores épocas de guerra, pues ataca los pulmones, las
membranas mucosas y la piel disolviendo lo fluidos del cuerpo en una hidrólisis,
originando los ácidos clorhídrico e hipoclorhídrico.
En una fuga de cloro, es necesario tener en cuenta las características diferentes
que se produzca entre gas y líquido; los recipientes normalmente tienen un
contenido del 88% líquido y el restante es gaseoso, conociendo la expansión que
ocurre con el producto a temperatura ambiente, en el que un litro de cloro líquido
se convierte en 465,5 litros de cloro gaseoso. Bajo éste parámetro es más
peligroso una fuga de producto en el área de contenido líquido, siendo adecuado
girar el recipiente para que continúe en estado gaseoso.

Para las fugas en recipientes estándar, existen tres clases de kits de taponamiento
desarrollados por el Instituto del Cloro de los Estados Unidos, diseñados
exclusivamente para cualquier incidente con las presentaciones, anteriormente
mencionadas:
- El kit A para cilindros de 45, 60 ó 68 kilogramos:

- El kit B para contenedores de 907 ó 1000 kilogramos:


- El kit C para los isotanques:

Estos kits operan bajo el principio de contener fugas de producto por las válvulas y
la aplicación de cápsulas de cierre con su correspondiente empaquetadura. Para
fugas en las paredes laterales de los cilindros y contenedores de tonelada, se
suministran parches para sellar pequeños agujeros. Se suministran dispositivos de
encapsulado para tapones fusibles de los contenedores de una tonelada. Este
conjunto de herramientas contienen las instrucciones paso a paso para el uso de
cada uno de sus dispositivos. Las herramientas necesarias están incluidas, pero el
equipo de protección personal no. Para atender una emergencia de cloro es
necesario contar con un traje encapsulado nivel A y su respectivo equipo de aire
auto contenido – uno solo de los dos NO es suficiente.
Entre los diseños del Instituto del Cloro, existe otro dispositivo de contención para
los cilindros, denominado Recipientes de Recuperación de Cloro, éstos son
equipos que están disponibles comercialmente, y son proyectados para contener
un cilindro completo. Los cuales están diseñados exclusivamente para los
recipientes de 45, 60 ó 68 kilogramos.

El cilindro que presenta fugas se podrá colocar dentro de un recipiente de


recuperación que a continuación se cierra, conteniendo de ese modo la fuga. El
cloro se podrá recapturar, entonces, del recipiente de recuperación.

Con el fin de prevenir ésta clase de accidentes, corresponde a los productores,


transportadores, distribuidores y usuarios finales tener en cuenta medidas de
prevención como, el almacenamiento en áreas limpias y aseadas, zonas
ventiladas, de fácil acceso - evitar zonas subterráneas, lejos de fuentes de calor y
de los rayos solares, tener tomas de agua y duchas lavaojos, alejada de otros
productos incompatibles y diferentes gases comprimidos, sobre plataformas
adecuadas, con buen drenaje de agua, evitando así acumulación de agua o
formación de barro. Los cilindros deben estar protegidos de caídas o de sufrir
golpes. Los contenedores deben descansar sobre cunas apropiadas para evitar
que rueden. Todos los recipientes deben contar con los capuchones y protectores
instalados, aun vacíos. Se deben separar los llenos de los vacíos (señalizando) y
las áreas deben estar demarcadas para este fin.

En el manejo o la movilización, es necesario extremarse en las precauciones, el


manejo debe ser realizado por personas capacitadas con equipo apropiado, evitar
golpes y caídas, usando SIEMPRE el capuchón protector de la válvula, estén
vacíos o llenos, la movilización partícula de cilindros, debe realizarse en carretillas
con soporte o canastillas, nunca se debe enganchar del capuchón y su posición
debe ser siempre vertical. Los contenedores se deben manipular con grúa o
montacargas y en posición horizontal. Uno de los puntos más críticos son las
malas prácticas de manipulación en los usuarios finales, entre las que se conocen,
la de “latonear” cilindros, permitir entrada de agua al cilindro, almacenar cilindros
sobre pisos húmedos, utilizar palancas, alicates o llaves de tubos para abrir y
cerrar las válvulas.
Se deberán evitar exposiciones de los envases a la llama, calor intenso irradiado o
líneas de vapor ya que los recipientes tienen fusibles de seguridad de material de
plomo. Si el metal en las proximidades de los “fusibles” alcanza aproximadamente
158° F (70°C), el tapón de metal se derretirá y el cloro será liberado. NUNCA se
debe calentar uno de éstos recipiente o aplicarse directamente calor.

Al momento de presentarse una fuga de producto, se debe tener en cuenta todas


las recomendaciones existentes para la atención de incidentes con mercancías
peligrosas. En caso que se desconozca que producto es, el cloro es identificado
con el número UN 1017, está clasificado como clase 2, división 2.3, “Gas Tóxico”.
Los escapes pequeños deben ser atendidos con toda la precaución necesaria, ya
que por las características específicas del producto, fácilmente se puede aumentar
el escape.

Cuando no se tiene la ubicación exacta de la fuga, es posible detectarla utilizando


el vapor o gas del agua amoniacal al 20 – 30%, con una botella del tipo pomo,
conteniendo hidróxido de amonio a 26 grados Baumé, podrá ser usada para
detectar una pérdida o fuga menor. Si el vapor de amoniaco se dirige hacia la fuga,
se formará una nube blanca indicando la fuente de la pérdida. Si se utiliza una
botella con tubo hasta el fondo, el tubo deberá ser cortado, para que al apretar la
botella, salga solamente el vapor, sin arrojar líquido por el pico. Evitar el contacto
del hidróxido de amonio con latón o cobre, en lo posible nunca se debe aplicar la
solución directamente. También se podrán usar monitores electrónicos portátiles
de cloro para detectar escapes. Si un escape ocurre en un equipo o tubería, se
deberá cortar el suministro de cloro, aliviar la presión y realizar las reparaciones
necesarias.

Para atender estas emergencias, siempre tenga en cuenta las recomendaciones


de los productores que van con los documentos de despachos, placas, etiquetas
de envases, guías de despacho o fichas técnicas, en caso de no contar con
alguna de éstas, tenga en cuenta la GUIA 124 del DOT, o CANUTEC. En el sitio,
valore o tenga en cuenta los comentarios de las personas que pudieron ver el
incidente o que se encuentren en el lugar, ya que son fuentes valiosas de
información. Algunos de los parámetros a seguir son los siguientes:
1. La atención debe ser realizada por personal capacitado.
2. Se debe restringir los accesos al área hasta que se termine la atención de
la emergencia.
3. Utilice los equipo de protección personal adecuado, incluyendo protección
respiratoria y traje encapsulado si es necesario.
4. El cloro no es un material inflamable o explosivo, pero en caso de un
incendio es necesario retirar todos los materiales combustibles e
inflamables.
5. Ventile el área.
6. Tapone la fuga con el kit apropiado sin exponer al personal. Evite que sea
en fase líquida.
7. Nunca aplique agua directamente a los contenedores. Es posible aplicar en
forma de rocío, realizando una barrera que contenga el movimiento de la
nube de cloro, se debe tener en cuenta que el agua utilizada es corrosiva,
por ello debe ser neutralizada antes de disponerla finalmente.
8. Nunca se debe sumergir un recipiente con fuga en una fosa o tanque de
agua.

En la evacuación: Si no está capacitado evacue el área, en dirección contraria al


viento y evitando las zonas bajas. Utilice los elementos de protección personal. No
use nada húmedo sobre la boca o nariz, e informe inmediatamente.
En caso de no tener los kits disponibles evalúe la posibilidad de absorber el cloro a
una velocidad moderada en hidróxido de sodio acuoso al 15% u otro álcali o
solución reductora en un recipiente adecuado. Cuando haya descargado todo el
gas, cierre la válvula del cilindro y etiquete o marque el cilindro como defectuoso y
envíelo inmediatamente al suplidor de cloro.

El cloro no es combustible. Sin embargo es un FUERTE AGENTE OXIDANTE y


presenta un serio riesgo de incendio y explosión debido a que promueve la
combustión al igual que el oxígeno. La mayoría de los materiales combustibles se
incendian en atmósferas con cloro, formando gases corrosivos y tóxicos. Los
cilindros o contenedores pueden explotar violentamente debido al exceso de
presión generado por la exposición al calor durante un periodo de tiempo; por lo
que cuentan con válvulas o tapones fusibles de seguridad que dejaran escapar el
gas en caso de aumento de temperatura por encima de 71°C (160°F). Un Calor
intenso y localizado (por encima de 200°C) en las paredes de acero de los
cilindros puede causar un incendio de hierro y cloro que dé como resultado la
ruptura del recipiente.

Es necesario tener muy claro las incompatibilidades de éste producto, el cloro


reacciona en condiciones específicas con la gran mayoría de los elementos,
siendo estas reacciones en ocasiones muy rápidas, violentas, explosivas o resultar
en una combustión.

El cloro gaseoso puede reaccionar en forma explosiva con los alcoholes, el


amoniaco y sus derivados o compuestos, gases de hidrocarburos (es decir
Acetileno, Etileno, etc ), hidrógeno, tricloruro de antimonio y tetrametilsilano,
etilennimina, pentafluoruro de bromo, bifluoruro de bioxígeno o de oxígeno, flúor,
diborano, dicloro(metil)arsino, óxido de disilano, etilfosfina, cualquier agente
reductor fuerte, Acido sulfámico acuoso, estibina, hule sintético, tetranitruro de
traselenio y fósforo blanco.

La obtención de Hipoclorito de Sodio o Calcio es el ejemplo del resultado de la


reacción del cloro con los hidróxidos de metales alcalinos y alcalinoterreos, y el
resultado es un fuerte oxidante. Esto es consecuencia de la gran afinidad del cloro
por el hidrógeno, que lo hace reaccionar para retirar el hidrógeno de algunos
compuestos, como la reacción con el sulfuro de hidrógeno para formar ácido
clorhídrico y Azufre. También se debe tener en cuenta que tanto el cloro, como el
ión hipocloroso, reaccionan con el ión de amonio (compuestos amoniacales o
derivados del nitrógeno) para formar diferentes formas de cloraminas. A valores de
pH bajos se forma predominantemente tricloruro de nitrógeno (NCl3) altamente
explosivo.

El cloro reacciona con gran parte de los compuestos orgánicos, para formar
derivados clorados, y en algunos casos cloruro de hidrógeno como subproducto.
El cloro gaseoso hace combustión espontánea en contacto con Acetiluro de metal
mono y di-álcali, Acetiluro de cobre, halocarburos (como el diclorometano),
metales (como polvo fino de aluminio, lamina de latón, cobre, hierro, potasio, sodio,
estaño y titanio), no-metálicos (como boro, carbón activado, fósforo y silicio, hierro,
carburos de uranio y zirconio, eter dietílico, hídridos metálicos y no metálicos,
compuestos de fósforo, sulfuros, telurio, boranos trialquílicos y bióxido de
tungsteno).

El cloro licuado puede presentar reacciones violentas o explosivas, o hacer


combustión espontánea con el bisulfuro de carbono, hierro, bismuto, dibutilftalato,
cera para moldes, gasolina, glicerol, aceite de lisino, fósforo blanco,
polidimetilsiloxano, siliconas, hidróxido de sodio, estaño, titanio y polvo de vanadio.
Muy importante es el conocimiento que se debe tener, sobre la corrosividad para
los metales: En temperaturas normales, el cloro seco (en ausencia de humedad)
no es corrosivo para la mayoría de los metales comunes, incluyendo al acero,
acero inoxidable, hierro fundido, níquel y sus aleaciones, cobre , latón, bronce,
plomo, platino y tantalio. El cloro seco ataca el aluminio, arsénico, oro, mercurio,
estaño y titanio a temperaturas normales, y es corrosivo para la mayoría de los
metales a altas temperaturas (más de 121°C). El cloro húmedo (por la hidrólisis
formando Acido Clorhídrico y Hipocloroso) es fuertemente corrosivo para la
mayoría de los metales comunes. El platino, tantalio y titanio son resistentes. El
tantalio es metal más estable (cloro seco y húmedo). El cloro reacciona con el
Acero al carbón a temperaturas cercanas a 251°C.

En una emergencia es necesario conocer las medidas de primeros auxilios, entre


ellas se debe tener en cuenta:

Inhalación: Retire a la víctima del área contaminada. Tan pronto como el gas entra
en la garganta la víctima sentirá una repentina contracción (forma natural de evitar
la entrada a los pulmones). Si se le dificulta la respiración, puede ser beneficioso
el suministro de oxígeno si es administrado por personal capacitado y bajo la
supervisión de personal médico. No permita que la víctima se mueva si no es
necesario. Los síntomas de edema pulmonar pueden aparecer hasta 48 horas
después de la exposición. En caso de que la víctima no esté respirando suministre
respiración artificial, preferiblemente con ayuda de equipos de primeros auxilios.
Proporcione resucitación cardiopulmonar si no hay pulso ni respiración. BUSQUE
ATENCIÓN MEDICA INMEDIATAMENTE. La gravedad depende del tiempo y la
concentración de la exposición. La rapidez es esencial.

Contacto con la piel: Retire rápidamente a la víctima del lugar contaminado y lave
el área afectada con una corriente de agua , en lo posible tibia, durante min. 20
min. Gas licuado: NO TRATE de elevar de nuevo la temperatura del área afectada
en el sitio del accidente. NO FROTE el área ni le aplique calor. Retire
cuidadosamente la ropa o joyas que puedan restringir la circulación. Recorte
cuidadosamente la ropa alrededor de la que este pegada a la piel y retire el resto
de la prenda. Cubra sin apretar el área afectada con una gasa estéril. NO
PERMITA que la víctima beba alcohol o fume, BUSQUE ATENCIÓN MEDICA
INMEDIATAMENTE.

Contacto con los ojos: Enjuague inmediatamente los ojos con agua
preferiblemente tibia, durante 20 minutos mínimo. En caso de presentarse
quemaduras en los ojos, cúbralos con gasa estéril. BUSQUE ATENCIÓN MEDICA
INMEDIATAMENTE.
Ingestión: Si llegara a ocurrir y la persona esta conciente dé abundante agua. No
induzca al vómito, pero si éste ocurre lave, de a beber más agua. Mantenga a la
victima en reposo y caliente. BUSQUE ATENCIÓN MEDICA INMEDIATAMENTE.

En Brinsa S.A., se ha diseñado un plan de emergencia para los incidentes o


accidentes que puedan suceder en el transporte de nuestros productos químicos,
ácido clorhídrico, hipoclorito de sodio, soda cáustica, cloruro de calcio y cloro.
Hemos conformado una brigada con un número de personas que rotan
mensualmente para estar disponibles en caso de una emergencia, han sido
capacitadas en las características del producto, de los recipientes y los
procedimientos de mitigación en caso de un incidente. Se cuenta con un remolque
diseñado para transportar los elementos requeridos en escena, kits de
taponamiento, trajes encapsulados, equipos de aire, mascaras media cara, y
demás herramientas requeridas, sin desproteger nuestra compañía. Se tienen
disponibles dos líneas telefónicas para el reporte de esta clase de eventos y
participamos en el Plan Nacional de Respuesta a Emergencias de
Responsabilidad Integral, que busca cubrir los principales corredores viales de
Colombia ante el evento de un accidente en el transporte de productos químicos.

3. Contenido de un plan de trabajo propuesto para entrenamiento de las


Instituciones.

La seguridad en el manejo del cloro depende, en gran medida, de la eficacia del


entrenamiento de los involucrados en las diferentes escenas, de las adecuadas
instrucciones de seguridad y del empleo del equipo apropiado. El empleador es
responsable por el entrenamiento de sus empleados y por la documentación de
ese entrenamiento como corresponda, según lo exigido por la reglamentación. Las
entidades oficiales pueden establecer nexos con las empresas productoras y
establecer planes específicos de capacitación.
El empleado es responsable por la ejecución de los procedimientos operativos
correctos con seguridad y la utilización correcta del equipo de seguridad
suministrado por parte de sus brigadas, pero en determinados casos los cuerpos
de bomberos, pueden llegar a utilizar éstos mismos equipos.

Un adecuado entrenamiento deberá incluir:

Instrucción y cursos periódicos de actualización en las operaciones del equipo


para el cloro y manipulación de envases de cloro.
Instrucciones sobre las propiedades y efectos fisiológicos del cloro. Una Hoja de
Datos de Seguridad de Materiales (MSDS).
Instrucciones sobre cómo intercambiar información con los involucrados en un
escenario de fuga de cloro, reportar correcta y eficazmente todas las posibles
fallas de los equipos y sus correspondientes escapes de cloro.
Instrucciones y entrenamientos periódicos referentes a:
Localización, propósito y empleo del equipo de emergencia para el cloro, alarmas
específicas y equipos de desconexión general de fábricas cercana a determinados
cuerpos de bombero, así como las válvulas e interruptores.
La utilización de los kits de emergencia, A, B o C del Instituto del Cloro, y del
recipiente de recuperación. El entrenamiento deberá incluir la instalación efectiva
de los kits en los envases.
Localización, propósito y empleo del equipo de protección personal.
Localización, propósito y utilización del equipo especializado de primeros auxilios.

4. Recomendaciones especificas que deben tener en cuenta los Cuerpos de


Bomberos respecto al tema
El agua es el agente de extinción más abundante y frecuentemente empleado. Sin
embargo, se debe ser muy cauto en la selección del método de extinción, o
variables de cada incidente ya que hay muchos factores que considerar en cada
caso individual. En un incendio que involucre recipientes con cloro, que NO estén
fugando, es posible refrigerar a éstos cilindros para evitar que el cloro contenido
aumente su presión. Por otro lado si los cilindros presentan fuga de producto NO
se debe aplicar agua directamente.

El agua es usada también frecuentemente para lavar derrames y controlar


escapes de vapores y gases. Sin embargo, se debe tener en cuenta la disposición
final de la misma, ya que lleva característica de corrosiva.
5. Lecciones aprendidas- ilustración de casos

Durante toda la existencia del cloro, se han presentando una serie de incidentes
con diferentes características, que han llegado a ocasionar diferentes daños al
ambiente y a la vida humana. Recientemente (últimos dos años) se han
presentado fugas de cloro por diferentes causas, entre las que podemos resaltar:

• ARIZONA 2003.
• CHINA 2004
• EL SALVADOR 2004
• CHINA 2005
• COLOMBIA

6. Otras que ustedes estimen conveniente.

PRODUCCIÓN DEL CLORO

La mayor parte del cloro se fabrica electrolíticamente por el proceso de celdas de


diafragma, de mercurio o membrana. En cada proceso, una solución salina se
electroliza por la acción de corriente eléctrica continua, la cual convierte a los
iones del cloruro en cloro elemental.
En el proceso de la celda de diafragma, la salmuera de cloruro de sodio se
electroliza para producir cloro en el electrodo positivo (ánodo), mientras que el
hidróxido de sodio (soda cáustica) e hidrógeno son producidos en el electrodo
negativo (cátodo). Para evitar la reacción del hidróxido de sodio e hidrógeno con el
cloro, las cámaras del ánodo y del cátodo son separadas por un diafragma poroso.

En el proceso de la celda de mercurio, el mercurio recirculante sirve como cátodo.


El cloro se retira del espacio gaseoso sobre los ánodos y el sodio elemental se
forma en el cátodo. El sodio se amalgama con el mercurio. Esa amalgama de
sodio y mercurio circula entonces por un descompositor donde reacciona con agua
purificada para producir hidróxido de sodio e hidrógeno con el mercurio que está
siendo recirculado.
El proceso de la celda de membrana electroliza salmuera de cloruro de sodio para
producir cloro en el electrodo positivo (ánodo) mientras que el hidróxido de sodio y
el hidrógeno son producidos en el electrodo negativo (cátodo). Una membrana
selectiva de iones evita la reacción del hidróxido de sodio e hidrógeno con el cloro.

El cloro también se produce de un sinfín de otras maneras, por ejemplo, por la


electrólisis de la salmuera del cloruro de potasio en celdas de membranas y
mercurio, con la coproducción de hidróxido de potasio, por electrólisis de cloruro
de sodio o de magnesio derretido para hacer sodio metálico o magnesio
elementales; por electrólisis del ácido clorhídrico; y por procesos no electrolíticos.

EFECTOS POTENCIALES SOBRE LA SALUD:

General: El cloro en condiciones normales se encuentra como gas a temperatura


ambiente y la ruta mas probable de exposición es la inhalación, seguida de la
exposición por los ojos o la piel. El cloro licuado puede congelar y quemar por baja
temperatura el tejido cutáneo.

Inhalación (Es la vía principal de exposición): El cloro es un irritante severo de la


nariz, garganta y tracto respiratorio. Las personas que se exponen al cloro,
aunque sea por cortos periodos de tiempo, pueden desarrollar tolerancia a su olor
y a sus propiedades irritantes. En exposiciones ligeras los síntomas incluyen rinitis,
tos, dolor de cabeza, garganta irritada, dolor pectoral, nauseas y déficit en la
función pulmonar. Después de exposiciones más severas los síntomas clínicos
incluyen traqueobronquitis ulcerativa, edema pulmonar, falla respiratoria y la
muerte.

A continuación se presenta una lista de umbrales de exposición y sus efectos


clínicos estimados:

0.2 – 0.4 ppm: Umbral de olor ( con considerable variación entre una y otra
persona) (la percepción de olor se reduce con el tiempo).
1.0 – 3.0 ppm: Irritación ligera de la membrana mucosa, la cual se tolera hasta por
una hora.
5.0 – 15.0 ppm: Irritación moderada del tracto respiratorio.
30 ppm: Dolor pectoral, vómito y tos inmediatos.
40 – 60 ppm: Neumonitis tóxica y edema pulmonar.
430 ppm: Letal en 30 min o más.
1000 ppm: Mortal en unos pocos minutos.
Contacto con la piel: El gas en el aire puede irritar y quemar la piel, por la
concentración de humedad presenta en ella. El contacto directo con el gas licuado
puede causar congelación o “quemadura química”. Los síntomas de la
congelación ligera incluyen adormecimiento, picazón y comezón en el área
afectada. Los síntomas de un congelamiento más severo incluyen una sensación
de quemadura y endurecimiento del área afectada, puede tomar una tonalidad
blanca o amarillenta.

Contacto con los ojos: El gas cloro es un severo irritante de los ojos. Se puede
observar irritación, sensación de quemadura, parpadeo rápido, enrojecimiento y
lagrimeo de los ojos, en concentraciones de 1 o más ppm. El contacto directo con
el cloro puede causar congelación, quemaduras y daño permanente, incluyendo
ceguera.
Ingestión: Aunque no es una ruta probable de exposición para gases, si llegara a
ocurrir puede causar quemaduras severas, en boca, esófago y estomago,
acompañado de nauseas, dolor, vómito, pudiendo ser fatal.

Condiciones médicas existentes que posiblemente se agraven por la exposición:


Asma, bronquitis, enfisema y otras enfermedades pulmonares, así como las
condiciones crónicas de la nariz, los senos nasales, la garganta y el corazón.

Efectos crónicos: Algunos estudios reportados en la literatura no han mostrado


efectos importantes sobre el sistema respiratorio en personas con exposición al
cloro a largo plazo y con niveles bajos ( menos de 1 ppm). No se encuentra
relación alguna entre la exposición al cloro y la frecuencia de resfriados,
dificultades respiratorias y ritmo cardiaco anormal o dolores pectorales. No se
observaron efectos significativos en la función pulmonar. Por lo contrario personas
que han experimentado una o más exposiciones al cloro con concentraciones que
hayan producido efectos a corto plazo sobre su salud, tienden a mostrar disfunción
pulmonar a largo plazo.

Carcinogenicidad: El cloro no está clasificado como cancerígeno en la ACGIH


(Conferencia Americana de Higienistas Industriales Gubernamentales) y en la
IARC ( Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer), no esta regulado
como cancerígeno por OSHA (Administración de Seguridad y Salud Ocupacional)
y no esta en listado como cancerígeno por el NTP (Programa Nacional de
Toxicología Norteamericana).

Vegetación: El cloro causa manchas desteñidas en las hojas de las plantas debido
al ataque a la clorofila de las mismas. Las hojas maduras son más susceptibles de
sufrir lesiones causadas por el cloro. Generalmente, la planta en sí no se destruye,
aunque su crecimiento o fructificación sufren un atraso.
Vida Acuática: El cloro es sólo ligeramente soluble en el agua y habría poca
absorción de una nube de cloro gaseoso. Muchas formas de vida acuática son
afectadas adversamente por concentraciones de cloro muy inferiores a 0,1ppm. El
cloro es clasificado por el DOT como un contaminante marino.

El INSTITUTO DEL CLORO:

El Chlorine Institute, se creo en enero de 1924, cuando Eben C. Speiden entraba


en contacto con los productores de cloro en los ESTADOS UNIDOS y el Canadá
para discutir la formación de una asociación de los productores de cloro, siendo su
objetivo inicial el de fomentar los intereses industriales de los asociados a la
industria del cloro, y realizar un trabajo de investigación dirigido a desarrollar
nuevas aplicaciones y aumentar el consumo de cloro y sus productos.

El Instituto del Cloro existe hoy, para dar soporte a la industria de cloro-soda y
sirve al publico promoviendo la evaluación y mejoramiento continuo de la
seguridad y la protección de la salud humana y del ambiente, con relación a la
producción, distribución y uso del cloro, hidróxido de sodio y potasio e hipoclorito
de sodio; y a la distribución y uso del cloruro de hidrógeno. El Instituto del Cloro se
desempeña en esta tarea manteniendo una organización científica y técnica que
se hace cargo de las necesidades y expectativas de sus miembros y de su público.

El Instituto trabaja con agencias gubernamentales para impulsar el uso de la


ciencia y de la tecnología confiables, en el desarrollo de reglamentos que
gobiernen la industria.

El empleo universal del cloro y la correspondiente demanda por informaciones


confiables sobre procedimientos reconocidos para la manipulación segura del
cloro dieron como resultado la publicación del primer Manual del Cloro por el
Instituto del Cloro, en 1947. Las ediciones siguientes fueron publicadas en 1954,
1959, 1969, y 1986.
RESPONSABILIDAD INTEGRAL

Conocido mundialmente como Responsible Care ®, proceso creado en Canadá en


el año 1985, como respuesta voluntaria de la industria química a un proceso de
deterioro de su imagen pública por los incidentes ocurridos en diferentes
organizaciones a nivel mundial. Hoy se encuentra en más de 50 países estando
en Colombia desde 1994 y Brinsa vinculada a éste proceso desde 1997.
En la actualidad está migrando a convertirse en un sistema de gestión que puede
llegar a integrar la normativa mundial de las normas de protección ambiental, de
seguridad y salud de los trabajadores, incluyendo la comunidad.
Es importante aclarar que lo escrito en el presente informe está basado en la
recopilación de información técnica estipulado por el Instituto del Cloro de los
Estados Unidos y otros documentos bibliográficos, siendo parámetros
recomendables que en ningún momento comprometen a Brinsa S.A. o al autor,
por llevarse a cabo.

Documento elaborado por:


Ing. Ricardo Guerrero Castilla
Control de Productos Químicos
Brinsa S.A.

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