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Hace más de 200 años, un joven investigador sueco, Karl Wilhelm Scheele,
descubrió el cloro. Debido a su reactividad y características de formar aleaciones,
el cloro se tornó una popular piedra fundamental en la química y es esencial en la
vida de todos.
Agua potable, abundancia agrícola con herbicidas e insecticidas, tratamiento de
aguas, productos químicos industriales esenciales, blanquedores, disolventes y
combustibles, todos dependen del cloro. Productos farmacéuticos, fluidos
refrigerantes, plásticos, pinturas, cosméticos, barnices, electrónicos, adhesivos y
repuestos automovilísticos son ejemplos de grupos de productos que dependen de
la química del cloro. Adicionalmente en la industria textil, de pulpa de papel y la
química en la síntesis de ácido clorhídrico, obtención de hipocloritos de sodio y
calcio.
En los despachos de materiales peligrosos, entre ellos el cloro, los productores y
transportadores nos hemos venido ejercitado en la preparación, manejo y
transporte de materiales peligrosos, de tal forma de asegurar el cumplimiento de
todas las regulaciones, trabajando en controlar los probables riesgos que se
pueden presentar con estas sustancias. Sin embargo, por mas que se tomen
diferentes precauciones y se adopten estrictas regulaciones, cuando se trata de
transportar materiales peligrosos siempre existe el riesgo inherente de que ocurra
un accidente, hecho ante el cual se necesita de una respuesta inmediata. Entre
estos riesgos se incluyen los daños a los contenedores que pueden ser causados
por incidentes en el manejo, en los procesos de carga y descarga, o debido a la
colisión o cualquier movimiento incontrolados del vehículo de transporte. Otro
punto son los materiales utilizados en los envases para estas sustancias
peligrosas, en la actualidad son diseñados, construidos y probados para minimizar
estos hechos y proteger la carga, sin embargo en ocasiones se de envasan en
recipientes que no tienen estas características o han sido utilizados con otro
producto (sin un proceso adecuado de limpieza) y pudiera generar alguna reacción.
El conductor es otro aliado en el proceso de manejo seguro, por lo cual es
necesario que tenga en cuenta una serie de recomendaciones que los productores
deben generar, definiendo parámetros específicos, rutas seguras, horarios
permitidos, tiempos de descanso, inclusive definir los sitios donde se le es
permitido parquear, el control de velocidad máxima y mantener un control en todo
su recorrido. Es necesario realizar controles a la salida de las fábricas para
garantizar el correcto funcionamiento de los tanques, la tubería, las válvulas y en
general el comportamiento de todo el sistema a transportar.
Sin embargo, si falla cualquier elemento del sistema, es posible que ocurra alguna
clase de daño en la carga transportada, dando como resultado derrames o fugas
de producto; Siendo el profesional del transporte la primera persona en la escena
del accidente y su actuación puede ser determinante en la protección de la vida
humana, la propiedad y el medio ambiente. Una instrucción adecuada con el
equipo apropiado puede ser la principal diferencia entre un incidente menor y una
catástrofe. Por ello es necesario la capacitación específica en el como actuar en
caso de cualquier incidente, en algunos casos, las características de la carga,
(cantidad y clase de material), requiere asistencia de todas las instituciones de
apoyo que estén a disposición, para lograr controlar adecuadamente un incidente.
Para evitar un daño en el medio ambiente, garantizar la seguridad y la salud de las
personas, en ciertas fugas de materiales peligrosos transportados se requiere el
diseño de “planes de emergencia externos” en las diferentes organizaciones.
Los diferentes cuerpo de bomberos, son las instituciones que siempre recibirán el
primer llamado en caso de algún incidente; es por esto que es imprescindible la
adecuada capacitación en el manejo de un incidente con éste producto, el Cloro
es enviado y almacenado como gas licuado en envases a presión en diferentes
presentaciones: cilindros de 45, 60 y 68 kg, contenedores de 907 y 1000 kg y en
isotanques de diferentes capacidades entre las 18 y 30 toneladas.
El cloro es un producto que se transporta por toda Colombia, ya que llega a cada
ciudad donde existe un acueducto (recordemos que uno de los principales usos es
el tratamiento de aguas residuales, industriales, potables y de piscinas); Existen
dos grandes productoras ubicadas en el Valle del Cauca y Cundinamarca, siendo
un producto que se exporta por los principales puertos de Colombia, distribuido a
diferentes industrias.
Para las fugas en recipientes estándar, existen tres clases de kits de taponamiento
desarrollados por el Instituto del Cloro de los Estados Unidos, diseñados
exclusivamente para cualquier incidente con las presentaciones, anteriormente
mencionadas:
- El kit A para cilindros de 45, 60 ó 68 kilogramos:
Estos kits operan bajo el principio de contener fugas de producto por las válvulas y
la aplicación de cápsulas de cierre con su correspondiente empaquetadura. Para
fugas en las paredes laterales de los cilindros y contenedores de tonelada, se
suministran parches para sellar pequeños agujeros. Se suministran dispositivos de
encapsulado para tapones fusibles de los contenedores de una tonelada. Este
conjunto de herramientas contienen las instrucciones paso a paso para el uso de
cada uno de sus dispositivos. Las herramientas necesarias están incluidas, pero el
equipo de protección personal no. Para atender una emergencia de cloro es
necesario contar con un traje encapsulado nivel A y su respectivo equipo de aire
auto contenido – uno solo de los dos NO es suficiente.
Entre los diseños del Instituto del Cloro, existe otro dispositivo de contención para
los cilindros, denominado Recipientes de Recuperación de Cloro, éstos son
equipos que están disponibles comercialmente, y son proyectados para contener
un cilindro completo. Los cuales están diseñados exclusivamente para los
recipientes de 45, 60 ó 68 kilogramos.
El cloro reacciona con gran parte de los compuestos orgánicos, para formar
derivados clorados, y en algunos casos cloruro de hidrógeno como subproducto.
El cloro gaseoso hace combustión espontánea en contacto con Acetiluro de metal
mono y di-álcali, Acetiluro de cobre, halocarburos (como el diclorometano),
metales (como polvo fino de aluminio, lamina de latón, cobre, hierro, potasio, sodio,
estaño y titanio), no-metálicos (como boro, carbón activado, fósforo y silicio, hierro,
carburos de uranio y zirconio, eter dietílico, hídridos metálicos y no metálicos,
compuestos de fósforo, sulfuros, telurio, boranos trialquílicos y bióxido de
tungsteno).
Inhalación: Retire a la víctima del área contaminada. Tan pronto como el gas entra
en la garganta la víctima sentirá una repentina contracción (forma natural de evitar
la entrada a los pulmones). Si se le dificulta la respiración, puede ser beneficioso
el suministro de oxígeno si es administrado por personal capacitado y bajo la
supervisión de personal médico. No permita que la víctima se mueva si no es
necesario. Los síntomas de edema pulmonar pueden aparecer hasta 48 horas
después de la exposición. En caso de que la víctima no esté respirando suministre
respiración artificial, preferiblemente con ayuda de equipos de primeros auxilios.
Proporcione resucitación cardiopulmonar si no hay pulso ni respiración. BUSQUE
ATENCIÓN MEDICA INMEDIATAMENTE. La gravedad depende del tiempo y la
concentración de la exposición. La rapidez es esencial.
Contacto con la piel: Retire rápidamente a la víctima del lugar contaminado y lave
el área afectada con una corriente de agua , en lo posible tibia, durante min. 20
min. Gas licuado: NO TRATE de elevar de nuevo la temperatura del área afectada
en el sitio del accidente. NO FROTE el área ni le aplique calor. Retire
cuidadosamente la ropa o joyas que puedan restringir la circulación. Recorte
cuidadosamente la ropa alrededor de la que este pegada a la piel y retire el resto
de la prenda. Cubra sin apretar el área afectada con una gasa estéril. NO
PERMITA que la víctima beba alcohol o fume, BUSQUE ATENCIÓN MEDICA
INMEDIATAMENTE.
Contacto con los ojos: Enjuague inmediatamente los ojos con agua
preferiblemente tibia, durante 20 minutos mínimo. En caso de presentarse
quemaduras en los ojos, cúbralos con gasa estéril. BUSQUE ATENCIÓN MEDICA
INMEDIATAMENTE.
Ingestión: Si llegara a ocurrir y la persona esta conciente dé abundante agua. No
induzca al vómito, pero si éste ocurre lave, de a beber más agua. Mantenga a la
victima en reposo y caliente. BUSQUE ATENCIÓN MEDICA INMEDIATAMENTE.
Durante toda la existencia del cloro, se han presentando una serie de incidentes
con diferentes características, que han llegado a ocasionar diferentes daños al
ambiente y a la vida humana. Recientemente (últimos dos años) se han
presentado fugas de cloro por diferentes causas, entre las que podemos resaltar:
• ARIZONA 2003.
• CHINA 2004
• EL SALVADOR 2004
• CHINA 2005
• COLOMBIA
0.2 – 0.4 ppm: Umbral de olor ( con considerable variación entre una y otra
persona) (la percepción de olor se reduce con el tiempo).
1.0 – 3.0 ppm: Irritación ligera de la membrana mucosa, la cual se tolera hasta por
una hora.
5.0 – 15.0 ppm: Irritación moderada del tracto respiratorio.
30 ppm: Dolor pectoral, vómito y tos inmediatos.
40 – 60 ppm: Neumonitis tóxica y edema pulmonar.
430 ppm: Letal en 30 min o más.
1000 ppm: Mortal en unos pocos minutos.
Contacto con la piel: El gas en el aire puede irritar y quemar la piel, por la
concentración de humedad presenta en ella. El contacto directo con el gas licuado
puede causar congelación o “quemadura química”. Los síntomas de la
congelación ligera incluyen adormecimiento, picazón y comezón en el área
afectada. Los síntomas de un congelamiento más severo incluyen una sensación
de quemadura y endurecimiento del área afectada, puede tomar una tonalidad
blanca o amarillenta.
Contacto con los ojos: El gas cloro es un severo irritante de los ojos. Se puede
observar irritación, sensación de quemadura, parpadeo rápido, enrojecimiento y
lagrimeo de los ojos, en concentraciones de 1 o más ppm. El contacto directo con
el cloro puede causar congelación, quemaduras y daño permanente, incluyendo
ceguera.
Ingestión: Aunque no es una ruta probable de exposición para gases, si llegara a
ocurrir puede causar quemaduras severas, en boca, esófago y estomago,
acompañado de nauseas, dolor, vómito, pudiendo ser fatal.
Vegetación: El cloro causa manchas desteñidas en las hojas de las plantas debido
al ataque a la clorofila de las mismas. Las hojas maduras son más susceptibles de
sufrir lesiones causadas por el cloro. Generalmente, la planta en sí no se destruye,
aunque su crecimiento o fructificación sufren un atraso.
Vida Acuática: El cloro es sólo ligeramente soluble en el agua y habría poca
absorción de una nube de cloro gaseoso. Muchas formas de vida acuática son
afectadas adversamente por concentraciones de cloro muy inferiores a 0,1ppm. El
cloro es clasificado por el DOT como un contaminante marino.
El Instituto del Cloro existe hoy, para dar soporte a la industria de cloro-soda y
sirve al publico promoviendo la evaluación y mejoramiento continuo de la
seguridad y la protección de la salud humana y del ambiente, con relación a la
producción, distribución y uso del cloro, hidróxido de sodio y potasio e hipoclorito
de sodio; y a la distribución y uso del cloruro de hidrógeno. El Instituto del Cloro se
desempeña en esta tarea manteniendo una organización científica y técnica que
se hace cargo de las necesidades y expectativas de sus miembros y de su público.