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Carta del descubrimiento de Cristóbal Colón

Cristóbal Colón organizó cuatro viajes o expediciones al Nuevo Mundo. Tres de estos viajes fueron
de carácter exploratorio y uno colonizador, concretamente el segundo. Mucho se han glorificado
dichos viajes de Cristóbal Colón, cuyo objetivo era el de encontrar una ruta hacia Asia y comerciar
con sus productos. En cambio, en vez de encontrar dicha ruta, descubrió accidentalmente para la
civilización occidental unas tierras de las que no se tenía conocimiento y que proporcionaron al
reino de Castilla unos territorios de una extensión jamás soñada y muchas riquezas pero también
muchos quebraderos de cabeza. El 3 de agosto del año 1492 partía de Palos de la Frontera la
expedición de Cristóbal Colón. Estaba conformada por tres naves: la Santa María, la Pinta y la
Niña. Antes de comenzar su viaje transatlántico, se decidió hacer escala en las islas Canarias para
aprovisionarse y para obtener los vientos alisios, los cuales facilitarían mucho el viaje.
No fue hasta el 6 de septiembre en que levaron anclas. Tuvieron una travesía bastante tranquila,
sin grandes problemas ni noticias hasta que el 25 de septiembre a Martín Alonso Pinzón le pareció
ver tierra pero no fueron más que unas nubes bajas. El 7 de octubre abandonaron el paralelo 24 que
habían seguido y les habría llevado hasta la península de Florida y tomaron rumbo suroeste en
dirección a las islas Bahamas. Allí fue cuando el 11 de octubre Colón dijo ver una lucecita y cuando
amaneció fue Rodrigo de Triana el que dio el aviso de tierra. Era la primera vez documentada que
un europeo veía tierras americanas, se había producido el Descubrimiento de América.
Durante algo más de un mes navegaron por las islas Antillas que Colón creyó eran la islas que
existen poco antes de llegar a Asia. Cuando arribaron a Cuba, a la que Colón llamó Juana, el 28 de
octubre pensó que aquello ya era el continente asiático. Pero al ver que no existían grandes ciudades
ni civilizaciones importantes sino pequeñas aldeas de nativos primitivos se debió de sentir
desconcertado y decidieron seguir navegando en pos del continente dejando atrás la isla de Cuba y
llegando a la isla de Haití a la que Colón llamó isla la Española (actual Haití y República
Dominicana). Allí contactaron con los nativos que les contaron que en la región llamada Cibao
encontrarían oro y riquezas. Colón confundió ese nombre por su parecido con el de Cipango
(Japón).
Siguieron costeando el norte de la isla Española y el 25 de diciembre la nave Santa María
encalló en un banco de arena en donde quedó varada. Ahora se planteó un serio problema: los casi
100 tripulantes no cabían en las dos pequeñas carabelas para regresar a Castilla. Colón decidió dejar
a 40 hombres allí y construyeron una pequeña fortaleza a la que llamaron Fuerte Navidad. Su
misión era el de explorar la isla Española y entablar relaciones amistosas con los nativos preparando
el terreno para cuando volviesen en un segundo viaje y continuar con la colonización de la isla. El 6
de enero tomaron rumbo de regreso a casa llegando Colón a Lisboa tras sufrir varias peligrosas
tempestades el 15 de marzo de 1493. Y Martín Alonso Pinzón llegó unos días después a Bayona
(Galicia).
El presente trabajo tiene como centro la carta del descubrimiento, escrita en el año 1943 y
dirigida a Luis Santángel, financista y escribano de ración. En ella Colón se veía como instrumento
de la voluntad divina y se consideraba guiado y protegido por Dios en sus acciones más diversas
.En el comienzo de la carta se refiere al descubrimiento como “la gran victoria que Nuestro Señor
me ha dado en mi viaje”; y solo al final de la carta Colón decide incluir como miembros honorarios,
de esa especie de sociedad que ha formado con Dios, a los propios reyes cuando menciona que
“nuestro Señor dio esta victoria a nuestros ilustrísimos Rey y Reina. En su condición de hombre
iluminado y guiado por Dios cualquier interpretación personal es percibida como verdad objetiva y
esto explica la persistencia en la que Colón se mantuvo fiel, frente a las realidades más contrarias, a
su intuición de lo que serían las nuevas tierras. El primer gesto que hace Colón al entrar en contacto
con las tierras recién descubiertas, es una especie de ceremonia de nominación, en la cual hace
constar que estas son ahora territorio del reino de España. Baja de su barca acompañado de sus dos
capitanes y un notario real provisto de tintero y allí levanta su acta. La legalidad de los hallazgos y
de la toma de posesión, se afirma mediante el ritual del pregón o anuncio público, y el despliegue de
la Bandera Real.
Cada nombre debe ser una imagen del sujeto u objeto y deben estar motivados. Colón se apasiona
por la elección de los nombres del mundo virgen que tiene ante sus ojos. El bautismo tendrá un
orden cronológico que se corresponde a la importancia del objeto: Dios; la virgen María; el rey de
España; la reina; la heredera real. A la primera isla la nombra San Salvador; la segunda Santa María
de Concepción; a la tercera Fernandina; la cuarta Isabel y la quinta Juana. Sabe que esas islas ya
tienen nombres dadas por los indios, pero la palabra de los demás no le interesa y quiere volverlas a
nombrar en función del sitio que ocupan en su descubrimiento. Esto equivale a una toma de
posesión.
Es así como el cinco de diciembre Colón llega a la isla española y para describirla utiliza una figura
retórica, el polisíndeon, que consiste en la repetición innecesaria de conjunciones, en este caso la
“y” , para destacar lo hermoso del lugar , que es “una maravilla, las sierras y las montañas y las
vegas y las campiñas, y las tierras tan hermosas” ( Colón 2).
El territorio es admirable y sin igual. Su seguridad de que en la misma hay “especierías” y “oro”
tenía que resultar convincente para los Reyes Católicos pero su atención está centrada en los
fenómenos naturales. Peces, pájaros, plantas son los personajes principales de las aventuras que
relata. Es gran observador geográfico y esto le permite lograr verdaderas hazañas en materia de
navegación siguiendo a las estrellas y eligiendo los mejores vientos para navegar. Sabe interpretar
los signos de la naturaleza en función de sus intereses. En esta línea Beatriz Pastor sostiene que el
primer elemento con el que entra en contacto Colón es la naturaleza, a la que muchas veces hace
referencia mediante superlativos como “ Montañas altísimas”, “hermosísimas” , “campiñas
grandísimas”. Se enfatiza de esta manera la admiración que el conquistador siente por las tierras,
todo lo que se encuentra allí es frondoso y símbolo de vida: “todas andables, y llenas de árboles de
mil maneras y altas, y parece que llegan al cielo; y tengo por dicho que jamás pierden la hoja, según
lo puedo comprehender, que los vi tan verdes y tan hermosos como son por mayo en España, y de
ellos estaban floridos, de ellos con fruto” ( Cristóbal Colón 2) . Se interesa también por aquello que
refleja su libertad ,habla de las aves y también de los puertos pero nunca perdiendo uno de los
motivos de su viaje: la búsqueda de riquezas. Después de destacar la posibilidad de que en esta Isla
haya “oro” se centra en caracterizar a las personas que allí vio, bajo el signo de sorpresa :“andan
todos desnudos, hombres y mujeres, así como sus madres los paren”. ( Colón 2). Es el signo de un
orden natural, edénico, paradisíaco que recuerda el mito de la Edad de Oro de la Antigüedad griega
o del Paraíso Terrenal judío. La inocencia del Indio se afirma con sugerencias que enfatizan su
infantilidad e incluso su subhumanidad. Como bestias, al acercarse los Españoles “huían, a no
aguardar padre a hijo”. Esta característica se refleja también en su desconocimiento del valor de las
mercancías y de la propiedad, situación que Colón aprovechó para convertirse en el protector de los
Indios, al prohibir que se les engañe en aquellos intercambios elementales. Además confirma que no
se encuentra ante infieles convencionales cuando establece que “no conocían ninguna seta ni
idolatría salvo que todos creen que las fuerzas y el bien es en el cielo” ( Colón 3) . Ven a los
españoles como seres divinos. Son fáciles de someter y de convertirlos por su predisposición. No se
dan cuenta, según Enrique Dussel que no se trata de un vínculo simétrico, “ era de dominación, de
explotación, de aniquilamiento” ( 7) . En este punto, es importante reflexionar sobre la idea de que
en los escritos sobre la conquista, se nos brinda siempre la visión del dominante, opresor y no del
oprimido, que va a ser presentado como bárbaro, poco civilizado si no conocemos su punto de vista.
Hugo Achugar comienza su artículo con una cita de Eduardo Galeano que tiene gran relevancia en
este tema : “ Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán
glorificando al cazador” ( 1) , es decir hay dos lugares de acción ya mencionados , pero ambos
construyen su identidad a partir de la memoria. Cada una de estas personas decide que guardar en
ella y que borrar, dando una versión de los sucesos . Esto, expresa Achugar “ Supone el debate
tanto de la memoria oficial como la memoria colectiva, desde la memoria del poder como de la
memoria de los oprimidos”.Es relevante pensar entonces sobre el poder, como se ejerce, como saber
cuando una persona realmente es representativa de ese conjunto de individuos dominantes. Esto
varía según el lugar, el idioma desde donde se formule la idea. Se genera , entonces, otra pregunta,
si se cambia la perspectiva hacia los oprimidos, si se habla de posicionalidad , ¿ Cómo leer un texto
como las cartas de Colón que principalmente plantea la perspectiva del colonizador quedando a
segundo plano los sentimientos de los que son colonizados?. Ser colonizados implica aceptar las
costumbres, creencias del dominante, es decir el cristianismo que es uno de los móviles del viaje de
Colón. Este afán y gusto por el viaje lo asemeja al hombre moderno, según Beatriz Sarlo quien es
aventurero, curioso y está impulsado “Por la ansiedad de lo nuevo: es científico, Romántico o
vanguardista. Su mirada tuvo la óptica del descubrimiento” .
Colón visualiza y observa a las personas que viven en la isla la española, sus costumbres y
lenguas , necesario para poder comprenderlos. .No vio una gran diversidad en estos dos aspectos,
se comprenden y pueden comunicar. Por lo tanto también pueden establecer vínculos amorosos:
“En todas estas islas me parece que todos los hombres sean contentos con una mujer, y a su mayoral
o rey dan hasta veinte. Las mujeres me parece que trabajan más que los hombres” ( Colón 4) . Estos
eran amables y acataban lo que se les decía, no eran salvajes. La idea de “acatar” muestra que existe
alguien que impone y cree civilizado, capaz de ejercer la autoridad. Esta se legitima en este texto
mediante la religión y el poder de convicción de la palabra. Estas personas consideradas inferiores
según el conquistador no tuvieron mecanismos de defensa.

Trabajo Realizado por Estéfani Fernández


Literatura Iberoamericana I
Instituto de Profesores Artigas (IPA) - 2020

Bibliografía:

* Achugar, Hugo. “ Leones Cazadores e historiadores a propósito de la memoria y del conocimiento. 1997.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=4283.

* Colón. Cristóbal . “Primera carta de Colón” . 1943. http://aix1.uottawa.ca/~jmruano/colon.pdf

* Dussel, Enrique. “Transmodernidad e interculturalidad”.México 2005. https://red.pucp.edu.pe/wp-


content/uploads/biblioteca/090514.pdf

* Pastor, Beatriz . Discurso narrativo de la conquista de América. La habana: Casa de las américas, 1983.

* Sarlo, Beatriz. Un debate sobre la cultura. Nueva sociedad N.º 116.( 1991).
https://www.nuso.org/media/articles/downloads/2054_1.pdf

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