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El Perú en el año 1917, la economía estaba controlada por la oligarquía quien manejaba

el destino del país, estaba orientada hacia la exportación de materias primas hacia
Europa y estados unidos beneficiarios del desarrollo económico es decir las
exportaciones. Era la oligarquía vinculada a la exportación de minerales, artículos
agrícolas los beneficiados en cambio los sectores populares no necesariamente porque
por ejemplo existen testimonios porque justamente favorecer la economía de
exportación en la costa muchos terrenos de cultivo que servían para la canasta familiar
fueron empleados para azúcar y algodón productos exportados. Existía también
exclusión social.

Aumentaron las exportaciones de azúcar, algodón, petróleo y cobre se vieron


beneficiados de esta fugaz bonanza económica los empresario agroexportadores y
mineros, los hacendados concentraron su producción para el mercado externo
disminuyendo así su producción de alimentos para el mercado interno con la
consecuencias de la subida de los precios y la escasez de ciertos productos afectando
como siempre a las clases populares.

La oligarquía era la principal favorecida de la política agroexportadora del estado como


es lógico esto desencadeno un fuerte descontento popular. Las mayorías campesinas y
urbanas no se beneficiaron de las supuestas ventajas del comercio con las potencias en
guerra (primera guerra mundial) inclusive se crearon nuevos impuesto que encarecieron
el nivel de vida de lo que más necesitaban.

Este panorama obligo a los obreros y comunidades campesinas a organizar huelgas y


marchas exigiendo mejores condiciones laborales, también reclamaban ante el alza de
los alimentos de primera necesidad. El movimiento obrero se va a incrementar debido a
que la oligarquía gobernante va a orientar las tierra que estaba dedicadas a la producción
de pana la producción de productos de exportación con el fin de sostener la guerra con
Europa (primera guerra mundial), esto llevo al ala de los precios de primera necesidad y
que llevaría a la creciente protesta de los obreros quienes pedían el congelamiento de los
precios de esos productos ,la consecuencias de todo esto finalmente seria las grandes
huelgas del año 19 que llevarían al logro de las 8 horas de trabajo y abaratamiento de la
subsistencia. El Perú necesitaba crecer económicamente y su crecimiento económico se
basaba en el comercio de exportación por lo tanto el interés es la vía marítima hacia las
potencias.

Estados unidos ingresa como una potencia, como una nación que será el eje como país
de influencia en el Perú. Económicamente, el inicio de la guerra genera un primer golpe
a la economía peruana, la cual venía creciendo antes del conflicto. Hay un frenazo en
cuanto al crecimiento de nuestra economía porque la Gran Guerra generó un gran
desconcierto en Europa. No había compras, no se sabía lo que se iba a producir. Los
agentes económicos estaban bastante alterados por la situación. Luego, como
consecuencia lógica de la guerra, las materias primas dispararon su precio.  Esto le
convino al Perú. Por eso es que nuestra economía creció, entre los años 1913 y 1919,
4,3%. Sin embargo, el problema fue que posteriormente a la guerra, los precios de
nuestras exportaciones disminuyen de forma notable y, por ende, nuestros ingresos
también. Luego el Perú entra a un proceso de problemas financieros muy grande que se
va a juntar con una serie de cambios sociales y que van a determinar el fin de la
república aristocrática en nuestro país. Aspecto económico es que la guerra cambia el
patrón de comercio desde Perú hacia el extranjero, pasamos de comerciar más con
Europa a hacerlo fundamentalmente con Estados Unidos. Lo que pasa es que la guerra
tiene varias consecuencias y una de ellas fue el declive de Inglaterra. Esto generó que
esto se manifieste también en un declinamiento de esta potencia en cuanto a su
presencia fuera del país. La presencia británica disminuyó notablemente y más bien
ingresa Estados Unidos ya no solo como una potencia mundial sino también como una
nación.

Acuerdos Comerciales O Tratados De Libre Comercio


En los años noventa el Perú empezó a exportar muchos más productos a otros países y
abrió su mercado para poder importar a menor costo materias primas, equipos y
tecnología que sus empresas necesitaban para ser más competitivas. Así, Perú comenzó
a exportar usando algunos sistemas de preferencia comercial que países como Estados
Unidos y la Unión Europea ofrecían. Sin embargo, aunque estos sistemas eran buenos,
resultaron insuficientes. Las exportaciones peruanas seguían aumentando, pero sin la
seguridad de que esas preferencias continuarían. Eso impedía a los peruanos empezar
proyectos de exportación más grandes y al largo plazo.
Para consolidar el ingreso de sus productos a esos mercados, el Perú decidió negociar
acuerdos comerciales con los países a los que más vendía y vende hoy. Con tratados de
Libre Comercio  todos los beneficios que Perú tenía para exportar ya no serían
temporales ni limitados, sino que estarían consolidados en Acuerdos Comerciales
amplios y permanentes. Hoy, gracias a los TLC o Acuerdos Comerciales del Perú, los
principales mercados del mundo están abiertos, y millones de consumidores pueden
conocer y disfrutar los productos y servicios que Perú produce y exporta. Hoy, que el
Perú tiene todos estos acuerdos comerciales, el Estado trabaja para que cada vez más
peruanos puedan beneficiarse de ellos como consumidores, trabajadores o
emprendedores integrados a la cadena exportadora.
Los tratados de libre comercio traen consigo beneficios que están relacionados no sólo
con aspectos de tipo comercial, sino que son positivos para la economía en su conjunto:
permiten reducir y en muchos casos eliminar las barreras arancelarias y no arancelarias
al comercio; contribuyen a mejorar la competitividad de las empresas (dado que es
posible disponer de materia prima y maquinaria a menores costos); facilitan el
incremento del flujo de inversión extranjera, al otorgar certidumbre y estabilidad en el
tiempo a los inversionistas; ayudan a competir en igualdad de condiciones con otros
países que han logrado ventajas de acceso mediante acuerdos comerciales similares así
como a obtener ventajas por sobre los países que no han negociado acuerdos
comerciales preferenciales; y, finalmente, fomentan la creación de empleos derivados de
una mayor actividad exportadora. Asimismo, la apertura comercial genera una mayor
integración del país a la economía mundial, lo que hace posible reducir la volatilidad de
su crecimiento, el nivel de riesgo-país y el costo de financiamiento de la actividad
privada en general.
¿Qué Acuerdos Comerciales Mantiene Vigentes El Perú?
Acuerdos Regionales
- Comunidad Andina (CAN)
El Perú participa en la CAN en acuerdos relacionados con la desgravación arancelaria al
comercio de bienes, la liberalización subrregional de mercados de servicios, normas
comunitarias referidas a propiedad intelectual, transporte terrestre, aéreo y acuático,
telecomunicaciones y una gama amplia de otros temas de comercio.
- Mercosur-Perú
Con este acuerdo se busca formar un área de libre comercio entre el Perú y los cuatro
países integrantes del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay), mediante la
expansión y diversificación del intercambio comercial y la eliminación de restricciones
arancelarias y no arancelarias que afectan el intercambio recíproco de bienes y
servicios.

Acuerdos Multilaterales
- Organización Mundial de Comercio (OMC)
- Foro de Cooperación Económica del Asia-Pacífico (APEC)
El Perú es miembro del APEC desde 1998 y el ingreso a este foro responde al deseo de
afianzar los vínculos económicos existentes y generar mayores relaciones económicas
con la región que, en los últimos años, ha presentado el mayor dinamismo en términos
de crecimiento económico.

Acuerdos Bilaterales
- Facilitación del Comercio de la OMC
El 22 de febrero de 2017 entró en vigencia el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio
(AFC) de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Su importancia radica en que
establece medidas enfocadas en brindar transparencia a las normas vinculadas al
comercio exterior, agilizar y simplificar los trámites relacionados al despacho de las
mercancías, reducir las trabas al flujo de mercancías y a generar equidad en las
decisiones de las entidades de control.

Panorama Del Comercio Exterior En Los Últimos Años


En los últimos 12 años, desde el  2000, las exportaciones del Perú se multiplicaron por
siete, de US$ 6,955 a US$ 46,268 millones. Las importaciones en solo cinco veces,
llevándonos de un déficit comercial de US$ -403 millones en el 2000 a un superávit de
US$ 9,301 el año 2011. La balanza comercial es un importante componente del
Producto Bruto Interno (PBI) y de desarrollo nacional.

Las exportaciones dinamizan la economía, generan empleo y permiten que los


productores nacionales aprovechen los precios del exterior que suelen ser más elevados
que los locales.

Las exportaciones nacionales vienen mostrando un decrecimiento constante que ya no


responde solo a la caída de los precios internacionales, sino también a la caída de la
demanda internacional, la pérdida de competitividad de importantes sectores
productivos de nuestra economía y los sobrecostos de toda índole a los que se enfrentan
las operaciones de comercio de las empresas peruanas.

Los principales productos que lograron obtener un crecimiento significativo comparado


con otros productos son: azúcares de caña, tractores orugas, frijoles, aceite de pescado y
whisky. En el caso de importaciones de azúcar, Brasil se posicionó como principal
exportador dejando de lado a Guatemala y Colombia. Otro producto que logró el
aumento en ventas fue el frijol púrpura jaspeado, originario de China.

El volumen de las importaciones de alimentos creció 17% en los últimos cuatro años
(2012-2016). El crecimiento económico ha generado una nueva demanda por productos
que antes estaban fuera del alcance del consumidor promedio, pero hoy en día han
ingresado con éxito a más segmentos del mercado nacional. Este es uno de los efectos
de la política de apertura comercial llevada a cabo en los últimos años, la cual ha
permitido no solo el incremento de nuestras exportaciones sino también el de las
importaciones, trayendo al consumidor peruano los más diversos productos del mundo.

ENTORNO SOCIAL: COMERCIO EXTERIOR


Social: Para los fabricantes de los países en desarrollo, añadir valor promedio a la
comercialización lleva unas estimaciones de mercado, información sobre el mercado,
canales de distribución, publicidad, propaganda o establecimiento de una marca. Otro
obstáculo, se encuentra en las transacciones entre empresas, es el propio cliente, ya que
se encuentra cerca de los mercados de usuarios finales o de los consumidores y no
quiere que su proveedor, el fabricante, compita con él en ese mismo mercado. Desde
estos planteamientos, parece que ambas partes, la industria con tecnología y los
fabricantes, deberían optar por el camino de la tecnología. Para los contratistas, es la
forma más segura de aumentar su valor añadido y mantenerse alejados de la espiral
descendente que afecta a todas las actividades de producción.

Para las industrias tecnológicamente ricas, podría ser una solución para los siempre
crecientes problemas que surgen en torno a la contratación externa y transnacional. La
ventaja en los costes ha sido y es el principal estímulo para la contratación externa, pero
ambas partes tienen dudas sobre los beneficios de ésta, especialmente en lo que se
refiere a fabricación. La falta de entendimiento de la necesidad de la tecnología para la
fabricación correcta y rentable de un producto es la principal culpable.

PRODUCCCION Y CONSUMO.

Producción es el proceso mediante el cual crece la utilidad, consumo es la acción de


satisfacer directamente una necesidad humana.

La producción y el consumo son dos conductas que constituyen el eje de la moderna


sociedad industrial desarrollada, sin que ello obste al reconocimiento del papel que
juega la sociedad humana.

● TEORIA DEL CICLO DEL PRODUCTO APLICADO AL COMERCIO


INTERNACIONAL.

Cada mercancía pasa por varias fases desde el momento en que surge el fruto de la
innovación técnica hasta que su consumo se expande, cuanto más nuevo es un producto
tanto más exige refinamiento tecnológico la mano de obra calificada y consumidores de
un elevado poder adquisitivo. Cuando el producto envejece los requisitos se vuelven
negativamente importantes y las ventajas comparativas de quienes lo producen pasan a
depender del bajo costo de los niveles de producción.
La demanda es limitada en otros países desarrollados y hace que las exportaciones sean
más atractivas que la producción.

Cuando en otros países la demanda incrementa, la producción se vuelve enriquecida.

La producción se desplaza a los lugares que tienen menos costos.

● EL PROCESO DE CONSUMO DESDE LA PERSPECTIVA DEL CLIENTE.

El proceso incluye una gama de actividades, dado que el cliente los percibe el consumo
del servicio también se convierte en un proceso. Algunos procesos de producción, como
las actividades administrativas, no los percibe el cliente directamente, si no da como
resultado y lo transforma en su producto, sin embargo una parte muy importante del
proceso de producción tiene sin lugar a duda, y como parte esencial no podría subsistir
la producción si no hay consumo. Sin embargo la producción y el consumo son
procesos simultáneos y es de vital importancia, de esta forma percibe la calidad
funcional del servicio, la excelencia en la calidad del servicio es una obligación en la
competencia.

Una economía que no comercializa con otras tiene posibilidades de producción y


consumo, sin comercio, la economía puede consumir solo lo que produce. Pero en
comercio internacional, una economía puede consumir cantidades de bienes diferentes a
los que produce. La frontera de posibilidades de producción describe el límite de lo que
un país puede producir, pero no describe los límites de lo que puede consumir.

● POSIBILIDAD DE PRODUCCION Y POSIBILIDADES DE CONSUMO


CUANDO UN PAIS COMERCIALIZA CON OTRO

El conjunto de los recursos y factores productivos de los que dispone un país puede
dedicarse a la producción, de bienes de capital o bienes de consumo. La capacidad
productiva es siempre limitada, para aumentar la producción de bienes de capital será
necesario disminuir la cantidad producida de bienes de consumo, cuando la producción
es diversa, es decir, cuando se están produciendo simultáneamente bienes de consumo y
de capital los recursos pueden ser destinados a su uso más eficaz.

Competitividad

La competitividad en términos comerciales significa la posibilidad de triunfar sobre


otros oferentes cuando, al confrontarse con los productos sustitutos, se tiene la alta
probabilidad de salir victoriosos favorecidos por la compra del consumidor.
Competencia, es una lucha, una pugna, una disputa, una contienda, entre dos o más
personas, grupo de personas o empresas que aspiran a tener la misma cosa, es posible
regular la competencia mediante acciones gubernamentales específicas y conseguir un
funcionamiento adecuado y la asignación de recursos.

Ventaja Absoluta

Una persona tiene ventaja absoluta cuando puede producir más bienes a partir de una
cantidad específica de recursos que cualquier otro individuo. Es resultado de
diferencias en la productividad, una persona que cuenta con mejor tecnología, más
capital o mejores habilidades que otras. La ventaja absoluta también se aplica al caso
de los países y permite obtener ganancias de la especialización y el intercambio.

Adam Smith desarrollo una teoría de comercio entre dos países basada en lo que
denomino ventaja absoluta.

Se sustentaba de, que si dos países comercian entre sí de forma voluntaria, ambos deben
obtener beneficios. Si uno de los dos países no lograra una ganancia, o se encontrara
ante una situación de perdida, se negaría a comerciar. Cuando un país es más eficiente o
tiene desventaja absoluta, sobre otro país en la producción de un bien, entonces ambos
países están en capacidad de obtener una ganancia, si cada uno se especializa en la
manufactura del bien en el cual tiene eficiencia o ventaja absoluta.

Ventaja Comparativa

La ventaja comparativa o eficiencia comparativa en la producción de un determinado


cultivo o crianzas entre países o entre regiones de un país se mide comparando el precio
de la frontera con los costos de oportunidad económica social de producir, procesar,
transportar, manipular y comercializar una unidad adicional de dicho producto. Si el
costo de oportunidad es menor que el precio de frontera, entonces el país tiene ventajas
comparativas en la producción de dicho bien.

David Ricardo dio a conocer la ley de la ventaja comparativa. Aun si un país es menos
eficiente que otro, es decir, tiene desventaja absoluta en la producción de ambos bienes,
todavía existe una base para desarrollar las actividades de intercambio comercial de
beneficio mutuo, a menos que la desventaja absoluta que tiene el país respecto a otro,
tenga la misma proporción con respecto a los dos bienes. Ambos países pueden
obtener ganancias mediante la especialización de cada uno, en la producción y
exportación del bien de su ventaja comparativa.

Evolución del comercio regional en América Latina y el Caribe:

Durante el período 1975/1980, el comercio exterior de los países de América Latina y


el Caribe tuvo un extraordinario dinamismo, con exportaciones creciendo en términos
de valor a los ritmos más rápidos de la posguerra. Las importaciones crecieron también
y, en muchos países, a ritmos superiores al de las exportaciones, registrándose así, el
mantenimiento de un déficit en el saldo comercial, que se arrastraba desde principios de
la década de los 70. El rápido crecimiento del valor de las exportaciones tuvo múltiples
orígenes. En los países exportadores netos de petróleo se originó en el incremento de los
precios. Entre ellos cabe destacar desviaciones de producción previamente destinadas al
mercado interno, diversificación de la producción de productos básicos, mejor
transformación industrial de las materias primas exportadas y ampliación de las
exportaciones de manufacturas.

Pensar en las agrupaciones de pequeños comerciantes.

Navegar por el mercado internacional mundial no tiene por qué implicar ataviarse como
si su empresa fuera el Robison Crusoe de la internacionalización. Como en otras
muchas circunstancias de la vida, hacer la travesía acompañada puede ser mucho más
interesante y eso es cada vez más fácil gracias a las asociaciones digitales de pequeños
comerciantes. Desde Forrester apuntan que el 2014 será el año en que despunte la
tendencia de que los pequeños comerciantes exportadores se alíen entre sí para generar
sinergias y poder hacer frente a esos booms consumistas de las fechas clave antes
mencionadas.

Comercio, crecimiento y pobreza

En coincidencia con un notable aumento del comercio, en la última década se ha


reducido a la mitad el porcentaje de personas que viven en situación de pobreza extrema
en el mundo en desarrollo. En América Latina y el Caribe, la pobreza disminuyó del
44% en 2002 a 30% en 2011. La concentración del ingreso también mostró un leve
descenso en la región. La mejora de los indicadores sociales se dio junto con
importantes reformas económicas, comerciales y sociales. Si bien el aumento de la
participación en el comercio y la reducción de la pobreza acontecieron de manera casi
simultánea, su eventual interrelación es objeto de debate. Lo que aumentó es el
consenso de que el comercio cumple un papel importante en las políticas de crecimiento
como mecanismo para elevar la competitividad y productividad, así como para mejorar
el acceso a productos y servicios de mejor calidad y de más bajo precio para los
consumidores.

De hecho, la mayoría de los gobiernos de América Latina y el Caribe aspiran a elevar


los niveles de comercio como parte integral de las agendas de desarrollo y han seguido
negociando activamente acuerdos comerciales con socios extrarregionales, sobre todo
con la Unión Europea, los Estados Unidos y varios países asiáticos (desde 2010, más de
la mitad del comercio de la región fue con países con los que se han armado acuerdos
comerciales). No obstante, el aprovechamiento de estas oportunidades no es automático
y depende de una serie de factores que son relevantes para la generación de crecimiento
y la reducción de la pobreza y la desigualdad. La reducción de la pobreza es un proceso
dinámico y multifacético donde el desarrollo del comercio es tan solo uno de los
factores que se vincula de manera muy indirecta. El resultado del aumento del comercio
puede ser beneficioso para la población más vulnerable, siempre que se desarrollen
políticas sociales y productivas que sirvan para reforzar y multiplicar estos beneficios y
que cuenten con el respaldo de inversiones y políticas nacionales que brinden apoyo a
los grupos más vulnerables.

El análisis del posible impacto del comercio en la pobreza requiere una imagen lo más
precisa posible de la realidad de cada país, específicamente en términos de políticas y
prácticas locales actuales, sistema de mercadeo y ventas al por menor, conectividad de
los productores nacionales con los consumidores del mercado mundial, estado de la
infraestructura, clima de negocios, regulaciones existentes en el mercado laboral y
factores que afectan la movilidad laboral y las condiciones sociales, entre otros. Es
posible identificar al menos cuatro canales a través de los cuales la evolución del
comercio puede repercutir en la evolución de la pobreza.

El primer canal es el aporte de las exportaciones al crecimiento económico, que, a su


vez, contribuye a reducir la pobreza. En la última década, las exportaciones de América
Latina y el Caribe crecieron a una tasa media anual del 5,4%, mientras que la tasa media
anual de crecimiento del PIB fue del 3,6%, de modo que el crecimiento del volumen de
las exportaciones del 1% presentó un aumento del PIB del 0,67% en la región. Una
relación similar, pero a niveles mucho más elevados, se registró en China y a niveles
muy inferiores en la Unión Europea y los Estados Unidos. A su vez, la contribución del
crecimiento (que se traduce, en parte, en un aumento del empleo y los ingresos
laborales) ha sido más importante que las políticas distributivas (transferencias) en la
disminución de la pobreza en la mayoría de los países de la región en la última década.
No obstante, en el Brasil y la República Bolivariana de Venezuela, el aporte distributivo
ha sido ligeramente superior y en los períodos de crisis las políticas distributivas han
tenido un mayor efecto (CEPAL, 2012). Colabora con este resultado el hecho de que el
mayor ingreso generado por el comercio aumentó el espacio para intensificar las
políticas sociales orientadas a los pobres. Una externalidad de la mayor intensidad del
comercio en las economías es la mayor vulnerabilidad frente a las perturbaciones
internacionales, como se evidenció en la crisis mundial de 2008 y 2009. La marcada
reducción de las exportaciones y del empleo asociado a ellas contribuyó a un leve
aumento de los niveles de pobreza en la región (del 33,0% en 2008 al 33,1% en 2009, lo
que representa tres millones más de pobres). El impacto de la perturbación externa se
logró contener gracias a una activa política social mediante transferencias y otras formas
de asistencia. A su vez, el rebote de las exportaciones y la aplicación de importantes
medidas contracíclicas permitieron una recuperación más rápida después de la crisis en
varios países.

Algunas dimensiones del comercio mundial que afectan la equidad

Para reducir las inequidades a nivel mundial y asegurar un mayor desarrollo humano se
requieren cambios en las modalidades de interrelación entre los países. Si se desea
impulsar el potencial de productores y consumidores para favorecer un desarrollo más
inclusivo, es necesario modificar las formas de comercio internacional desfavorables
para los países en desarrollo, ya que no permiten controlar el proteccionismo de los
países industrializados y las asimetrías existentes. También se debe facilitar el acceso de
las grandes mayorías al conocimiento y las nuevas tecnologías, promover la
capacitación y el acceso a estándares internacionales de calidad en las pymes, e invertir
en las áreas de infraestructura, transporte y logística con el propósito de reducir la
heterogeneidad estructural. En las últimas décadas, el mundo ha vivido un proceso de
globalización sin precedentes del cual el comercio internacional es parte esencial. Cada
día aumentan las relaciones y los lujos de bienes, servicios, capital e información entre
países, a partir de los cuales surgen nuevos procesos productivos, distributivos y de
consumo deslocalizados geográficamente. En parte, esto se ha visto favorecido por el
acelerado descenso de los costos de comunicación, información y transporte, provocado
por las revoluciones tecnológicas y por la interconexión entre estos ámbitos. Este
proceso también se vio favorecido por la aplicación de políticas económicas que han
propiciado la desregulación y la rebaja o eliminación de las restricciones al comercio
internacional, la inversión extranjera y las transacciones financieras. En este tiempo se
ha constatado una impresionante deslocalización de la producción manufacturera y del
proceso de investigación y desarrollo hacia el mundo en desarrollo, vinculada al
surgimiento de las cadenas globales de valor, sobre todo hacia China y otros países de
Asia. Los cambios también son evidentes en la distribución de la investigación
tecnológica, que es atraída por los mercados de rápida expansión y por la disponibilidad
de instalaciones para realizar investigaciones a menor costo. Así, las principales
multinacionales han aumentado sus actividades de investigación y desarrollo —
tradicionalmente concentradas en los Estados Unidos, el Japón y Europa— en países de
medianos y bajos ingresos. El comercio internacional ayuda a disponer de bienes y
servicios de mejor calidad a menor precio. La baja en los precios de los bienes y
servicios es uno de los vínculos más directos entre el mercado internacional y la
población más pobre, al posibilitar un mayor acceso al consumo. El bienestar aumenta
en la medida en que los sectores populares pueden acceder a bienes que antes resultaban
inaccesibles. El proceso de aumento del intercambio comercial en curso ofrece nuevas
oportunidades. La alternativa de cerrar mercados y proteger a trabajadores y sectores
nacionales, aunque en el corto plazo puede implicar algún alivio, a largo plazo
aumentará los costos, contribuirá a reducir la demanda y reprimirá la creación de
empleos y un crecimiento económico viable. La mayoría de los gobiernos está abriendo
cada vez más su economía al comercio internacional, ya sea a través del sistema
multilateral de comercio, de la intensificación de las negociaciones de acuerdos
comerciales preferenciales o en el marco de programas internos de reforma. El comercio
ha permitido a muchos países obtener beneficios de la especialización, aprovechar la
difusión del conocimiento y de las nuevas tecnologías, y alcanzar escalas de producción
más eficientes. No obstante, es necesario estar alerta a las consecuencias
concentradoras, excluyentes e inequitativas de la globalización económica. Esto se
genera porque el comercio está concentrado y sus beneficios no han llegado a todos los
segmentos de la sociedad, lo que provoca que el escepticismo sobre el carácter positivo
del comercio se acreciente en muchos ámbitos. En las encuestas internacionales sobre la
actitud ciudadana hacia el libre comercio se constata que la mayoría de la población le
reconoce beneficios, pero que hay muchas inquietudes sobre los retos que lo
acompañan. Aunque una gran mayoría de los ciudadanos considera que el comercio
internacional beneficia a su país, también temen a las perturbaciones y desventajas de la
participación en la economía mundial. Al parecer, el comercio encuentra mayor
respaldo en las economías emergentes que en los países industrializados, donde la
globalización pierde apoyo, ya que se la ve como una amenaza

En América Latina y el Caribe, la percepción de las personas sobre la integración a la


economía mundial ha mejorado. En las encuestas de opinión se percibe un mayor interés
por los asuntos internacionales, del 44% en 2004 al 53% en 2008, y una visión más
favorable del mundo y de la globalización, de un 27% en 2003 a un 41% en 2009,
aunque esta percepción positiva todavía se mantiene bastante baja. Mucho más
favorable es la visión de la integración en América Latina, con un apoyo del 71% para
la integración económica en 2009 y del 59% para la integración política (véase Latino
barómetro 2009 y 2010). Gran preocupación despierta la creciente división tecnológica
entre los países en desarrollo que son capaces de innovar y los que tienen dificultades
para hacerlo. Cabe destacar que la innovación no es automática y que los países que han
sido proactivos en cuanto a la implementación de una estrategia nacional de innovación
en general han tenido más éxito. Así lo evidencian las exitosas experiencias de
desarrollo exportador de diversas economías de Asia Oriental y Sudoriental, que
comenzaron en los años cincuenta con el Japón, continuaron con las cuatro economías
de reciente industrialización (Hong Kong (Región Administrativa Especial de China), la
provincia china de Taiwán, la República de Corea y Singapur) y llegan a nuestros días
con los casos de China, la India y varias de las economías de la Asociación de Naciones
del Asia Sudoriental (ASEAN). Un crecimiento “inteligente” del sector exportador de
América Latina y el Caribe permitiría generar mejores condiciones de exclusividad, en
la medida en que el aumento del valor de las exportaciones genere mayor estabilidad,
externalidades y aportes tributarios. Y, sobre todo, que se logre una mayor
diversificación, tanto en número como en tipo de empresas, productos y destinos,
aumentos de productividad y mayores encadenamientos con empleos de calidad. La
composición o estructura del comercio exterior es muy importante para la composición
y estructura del empleo. La composición de la fuerza de trabajo ligada al comercio
exterior depende de la ventaja comparativa de cada economía en cadenas globales de
valor, pero también de las políticas de desarrollo productivo y del fomento de los
encadenamientos internos.

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