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FAKE NEWS

“Este hombre ha violado a varias niñas, compartamos su foto y hagamos pública la identidad de este
violador”. “El gobierno ordena usar los dineros de las Pensiones para financiar armamento”. “Facebook
usará tus fotos para fines oscuros a no ser que publiques esto en tu muro”. ¿Nos suenan familiares los
anteriores enunciados? ¿Hemos sentido furia en contra de estas personas de las cuales nos llega su foto
diciendo que han cometido un delito? ¿Hemos compartido tales fotos? Si la respuesta a alguna de las
preguntas anteriores ha sido un “sí”, es posible que hayamos sido victimas de las “fake news”.
“Pero, ¿qué es esto?” - tal vez piense usted. Fake News es una palabra en inglés que hace referencia a
las noticias que se difunden por ahí pero que su contenido es falso o manipulado para que parezca ser
una verdad. Por eso de ahora en adelante cuando hablemos de Fake news, piense en este termino como
noticias falsas.

Según el portal de internet “muyinteresante.es”; expertos del MIT analizaron 126.000 historias
difundidas por Twiter durante el intervalod de 2006 hasta el 2017, con el objetivo de definir cuántos de
ellos eran verdad y cuántos no; además de analizar su velocidad de difusión. ¿A qué conclusión
llegaron? Su conclusión se puede resumir en las palabras de los autores de la revista Sience que dijeron:
“La falsedad se difunde significativamente más lejos, más rápido, más profunda y más ampliamente
que la verdad en todas las categorías de información, y los efectos fueron más pronunciados para
noticias políticas falsas que para noticias falsas sobre terrorismo, desastres naturales, ciencia,
leyendas urbanas o información financiera”. Lo anterior es muy claro, “Una mentira puede haber
recorrido la mitad del mundo mientras la verdad está poniéndose los zapatos” (Curiosamente esta
frase ha sido atribuida de manera errónea a más de un autor, sin saber a ciencia cierta, quién la dijo).

Ahora bien, ya teniendo claro lo que es una fake New, hablemos un poco de las consecuencias de este
tipo de noticias. A simple vista se puede notar el efecto negativo en nuestra salud emocional, cuando
nos llenamos de odio al enterarnos por una noticia falsa, que alguien hizo algo que nos desagrada. Esto
sin duda revuelve nuestro interior; incluso genera cierto deseo de venganza y despierta sentimientos
negativos. Lugo pensemos en la reputación de aquel a quien se culpa falsamente, cuando compartimos
esta noticia que va acompañada de su foto. Imaginemos la decisión apresurada que alguien podría
tomar si se entera de que será victima de una decisión gubernamental y luego cae en cuenta de que todo
era falso. Realmente sobran argumentos para señalar como dañinas a estas fake news.
Tal vez esté pensado – “Pero, ¿por qué nadie hace nada para impedir la difusión de este tipo de
noticias?”- sin embargo, lo que aún no haya notado, es que usted forma parte de esa red que las
promueve. “Pero yo jamás comparto esas cosas en mis redes sociales”- tal vez refute. Pero pregúntese
lo siguiente: ¿Tiendo a creer lo que leo en las redes sociales o al navegar por internet? ¿Lo comento con
mis familiares o mis más allegados? ¿Le comparto el enlace a mis amigos a pesar de estar consiente de
que es una noticia falsa, solo por que me causa gracia? Nuevamente, si la respuesta es un sí en alguna
de las anteriores preguntas, por mucho que sienta indignación por este fenómeno, lamento decirlo, pero
usted es parte de él.

Considere lo siguiente: ¿Es posible controlar a cada persona en este plantea? Usted concordará
conmigo en que es imposible. Incluso a los gobiernos que restringen el acceso a internet y controlan la
información que ven sus ciudadanos, se les tilda de violar ese derecho a la libre expresión. Lo
lamentable es que, acobijados por este derecho, muchos se dediquen a engañar a la gente y a sembrar el
pánico o la desilusión, ya sea con motivaciones concretas o por simple diversión. El punto aquí es que
no podemos controlar lo que deambula en internet; de hecho, ni siquiera podemos controlar lo que
aparece en nuestros dispositivos mientras navegamos.

Lo anterior nos lleva a una conclusión, ¡la solución está en sus manos! Y esto podrá sonarle absurdo.
“Si nadie puede controlar a esta plaga de gente, ¿qué puedo hacer yo solo”- quizá piense. Le pongo un
ejemplo, imagine que necesita salir a hacer alguna diligencia, pero el sol está que arde. Es obvio que
usted no puede hacer nada para lograr que el sol queme menos, pero sí puede usar un bloqueador solar,
un suéter manga larga, una gorra o una sombrilla. ¿Nota el punto? En casos como estos, el problema no
se ataca en la raíz, en la fuente, sino en las ramas más altas. Usted no puede impedir que este sol de las
fake news llegue a usted, pero si puede blindarse para no creer todo lo que ve y mucho menos
compartirlo.

Por lo tanto, si ve una noticia, pregúntese: ¿Esta información es verdaderamente importante o es solo
interesante? Si solo es interesante pero aún así tiene la tentación de compartirla con todos sus
contactos, investigue un poco más. Tal vez ese remedio milagroso que se promueve en ese enlace que
usted está compartiendo, sea la causa de la muerte para alguien. Ahora bien, si la noticia es en realidad
importante, piense en que, de ser falsa, puede llegar a causar mucho daño en quien la lea, tal como
segura mente lo afectó a usted cuando la vio. Por lo tanto, tómese el tiempo para investigar varias
fuentes diferentes y de esta manera, asegurarse de que lo que está leyendo es completamente verídico.
En ultima medida, recuerde que así como esa noticia llegó a usted, seguramente llegará a todos los
contactos a quienes usted pensaba enviarla, así que no se apresure a caer en el error de, por ser el de la
primicia, reparta mentiras por todas partes.

En conclusión, recuerde que las falsas noticias son un mal real, incontrolable y repugnante. No se una a
esta red delincuencial, compartiendo todo lo que le llega a su dispositivo. El fin de las fake news,
comienza por usted.

Autor: José Alejandro Martínez Giral

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