Está en la página 1de 4

Frenando Corral García Turno de Mañana

3º Comunicación Audiovisual 16 de Diciembre de 2009

“Bartleby” y “Caché”. El personaje fantástico


En este trabajo se analizarán dos textos que a pesar de contar con
dos lenguajes diferentes, el cine por un lado (“Caché”) y la literatura
por otro (“Bartleby”), en ambos se cuenta una historia, se narran una
serie de hechos que comparten una base argumental común y se les
introduce dentro de un mismo paquete: el género fantástico. Pero
¿Qué es lo fantástico? ¿Por qué sabemos que ambos textos
pertenecen a este género? ¿Dónde podemos encontrar el personaje
fantástico?

Vivimos en una sociedad positivista en la que la ciencia debe dar


explicación a todo y todos buscamos explicaciones empíricas a
sucesos que no llegamos a entender. Un claro ejemplo son los
estigmas: muchos se ciernen en lo religioso, lo sobrenatural; y otros
muchos a deterioraciones fisiológicas, es decir, a explicaciones
científicas. Dentro del cine y de la literatura hablamos de ciencia
ficción cuando las explicaciones son racionalistas, científicas y
positivistas, pero debemos saber que no es sinónimo de fantástico
pues son dos géneros completamente diferentes.

Todorov investigó en la literatura fantástica y distinguió lo


maravilloso, lo insólito y lo insólito puro. En los textos maravillosos, el
fenómeno sobrenatural nunca se explica y en los textos insólitos hay
una explicación al final. Lo insólito puro es lo relacionado con los
textos e historias de Edgar Alan Poe.

Tanto “Bartleby” como “Caché” son ejemplos del género fantástico.


En “Bartleby” se da una explicación bastante extraña, insólita que
tampoco llega a desvelar realmente lo que sucede sino que se de una
de las muchas explicaciones posibles que se le puede dar. El
protagonista da explicación a los acontecimientos que se suceden en
su relato mediante un rumor, algo, que ni siquiera el protagonista de
la obra puede dar por verídico. El protagonista podía haber evitado
buscar una explicación a todo lo sucedido con Bartleby pero necesita
saberlo, necesita conocer por qué Bartleby es así, es decir, busca una
explicación racional a los acontecimientos aunque esta no sea cierta.

Lo mismo ocurre con “Caché”. Pierrot, el protagonista de la película.


Intenta buscar una explicación a los extraños fenómenos que acaecen
sobre él y sobre su familia. Busca, de la misma forma que Bartleby,
una explicación racional y recurre a su infancia: acusa a su hermano
adoptivo. No obstante, dicha declaración no es verídica
completamente es una solución que busca Pierrot para dar sentido a
lo sobrenatural y convertirlo en natural, racional.

Lo inexplicable, como su propia palabra indica, carece de explicación.


A los fenómenos sobrenaturales les sucede lo mismo pero al no tener
explicación tienen muchas explicaciones, como sucede con el ejemplo

Literatura y Medios Audiovisuales Página 1


Frenando Corral García Turno de Mañana
3º Comunicación Audiovisual 16 de Diciembre de 2009

de los estigmas: al no haber una explicación hay varias: la religiosa y


la científica.

Todo lo mencionado hasta ahora nos sirve de base para decir en lo


que se basa lo fantástico: el terror, la incredulidad y la explicación.
Según Maupassant “Sólo tenemos miedo de lo que no se entiende”.
Ese miedo o terror propio del género fantástico es la falta de
explicación ante lo inexplicable. Lo fantástico rompe con la realidad
cotidiana, aunque es una realidad paralela. En el momento en el que
lo fantástico rompe con la cotidianidad es cuando el espectador, o el
lector, recurre a una explicación científica y racional ante aquello que
rompe el orden.

En Bartleby, la realidad cotidiana y casi rutinaria del personaje


protagonista, que además es el narrador, se ve irrumpida por ese
personaje extraño, fantástico: Bartleby. Éste rompió con todos los
esquemas y tiene un comportamiento que ni el protagonista ni los
demás personajes comprenden. Les hace pensar, replantearse las
cosas. Se trata de un acontecimiento extraordinario que atrae la
atención del personaje principal hasta invadir y transformar su
mundo. Este acontecimiento supondrá una nueva forma de ver el
mundo para el protagonista. Sus intentos por explicar lo que le
sucede a Bartleby no cesarán y sumirán al protagonista en una
delicada situación que no sabe muy bien cómo resolver.

En “Caché” sucede algo parecido. Pierrot es un famoso presentador


de televisión casado y con un hijo a quien le sucede otro
acontecimiento extraordinario que le sume en una búsqueda de
explicaciones. Desde el principio de la película vemos como es
acosado, cómo se rompe con la cotidianidad. El espectador no sabe lo
que sucede antes sino que se sumerge en la historia desde un punto
determinado. El personaje fantástico dentro de este texto no está
muy claro quién puede ser porque no se sospecha de nadie. Estamos
entonces ante lo extraño puro, propio de relatos del escritor Edgar
Alan Poe.

Lo fantástico se caracteriza por no dar prioridad a una representación


realista de la realidad sino que viola las normas de la misma.
Identificamos la realidad que se nos muestra como nuestra y por eso
nos causa también terror, lo mismo que al protagonista. En “Caché”
no sabemos quién envía las cintas a Pierrot y no saberlo implica
terror. Este terror se consigue con descripciones muy detallistas de
las situaciones y los personajes. Según Freud, el horror aparece
cuando lo inanimado parece vivo. En el caso de “Caché” las cintas,
meros objetos inanimados, parecen tener vida propia, parece que son
las que acechan a Pierrot.

Ese terror debe ser subsanado y la incredulidad que produce conlleva


a una explicación racional, aunque no exista. En “Caché” lo podemos
ver: Pierrot recurre a su infancia, a su pasado, para buscar presuntos
Literatura y Medios Audiovisuales Página 2
Frenando Corral García Turno de Mañana
3º Comunicación Audiovisual 16 de Diciembre de 2009

culpables. Casualmente tuvo un trauma infantil con su hermano


adoptivo. Al parecer le amenazaba de muerte constantemente.
Pierrot niño decidió contárselo a sus padres y sus padres se deshacen
de su hermano: por decirlo de alguna manera lo abandonan, le quitan
el amor, el cariño… Como cualquier persona, Pierrot ve aquí una
razón más que evidente para explicar lo que sucede: acusa a su
hermano adoptivo de ser el causante de su acoso por venganza.
Como la venganza siempre ha sido una razón más que evidente en la
raza humana para explicar cualquier atentado contra la persona,
Pierrot lo ve muy acertado.

Esta es una explicación racional que cualquier ser humano podría


pensar pero sigamos remitiéndonos al ejemplo de los “estigmas”.
Desde mi punto de vista, el personaje fantástico de “Caché” podría no
ser uno solo, sino muchos: todo aquél que ve la película. El
espectador se mete en una historia que no conoce pero que comienza
a interesarse y de alguna manera, puede que Pierrot se sienta
incómodo pensando que alguien le observa y ese alguien podemos
ser nosotros. Cuando comenzamos a visionar la película, empieza con

un plano secuencia fijo bastante largo de una


casa que posteriormente sabremos que es la casa de Pierrot. Después
vemos que Pierrot visiona la cinta que le ha llegado y que hemos
visto anteriormente nosotros. El espectador podría convertirse en
cómplice del acoso en caso que se considere a dicho espectador
como personaje fantástico. A continuación se muestran algunos
planos de la película que justifican dicha acción (las imágenes
pertenecen a planos secuencias diferentes).

Otra posibilidad es que sea la cinta de video la que acongoje a Pierrot.


Se trata de un objeto inanimado que causa terror en él. No se sabe su
autor, quién lo envía y lo más importante: por qué. Como no conoce
la persona que graba las cintas, son estas mismas la que le
aterrorizan. Tanto el espectador como Pierrot buscan explicación a los
hechos con la única diferencia de que es Pierrot quien propone
soluciones al espectador. El espectador ve la película y busca en la
película dicha explicación o, más exactamente, busca que se la den

Literatura y Medios Audiovisuales Página 3


Frenando Corral García Turno de Mañana
3º Comunicación Audiovisual 16 de Diciembre de 2009

pero no se pone a pensar por sí solo pues no hay variables que


induzcan a hacerlo: no hay sospechosos ni razones por las cuales
Pierrot es acosado. En el momento que éste encuentra una posible
solución, automáticamente, el espectador le da la razón.

Es increíble ver cómo cuando el posible acosador se suicida delante


de Pierrot después de haber justificado que él no tenía nada que ver
con las cintas, Pierrot acusa posteriormente al hijo del “acosador”.
Esto es debido a que necesita una explicación inminente porque lo
que le sucede es muy extraño. Alguien dijo alguna vez que tenemos
miedo de lo que desconocemos. A Pierrot le sucede lo mismo y busca
esa explicación racional que toda persona de esta sociedad positivista
busca.

En “Barleby” se provocaba al espectador cierta violencia hacia dicho


personaje. En “Caché” lo que se provoca es desesperación causada
no por ese personaje fantástico que desconocemos sino por el propio
film y de la manera en la que está filmado. André Bazin decía que el
cine era una ventana abierta a un mundo. Este mundo es parecido,
paralelo al nuestro. La sensación que le da al espectador es ser
cómplice del acoso a Pierrot. Parece que obligan a meternos en su
vida curiosamente es lo que hacemos, irrumpimos en la cotidianidad
de su vida normal y le provoca cierto terror, porque no sabe quién le
está observando y nosotros, inconscientemente sí. Si en “Bartleby”
queríamos dar dos “hostias” a Bartleby, en “Caché” se las queremos
dar a Haneke.

Dado que la película “Caché” comienza, como citábamos


anteriormente, con un gran plano secuencia voyeur y después ese
video lo ve Pierrot (planificación magníficamente realizada) y se
asusta. Pierrot está viendo lo que nosotros hemos visto antes y
“alguien” se lo ha mandado. Haneke juega continuamente con
nosotros intentando que nos sintamos culpables y cuestionando la
representación cinematográfica. Es como si nos preguntara:
¿Disfrutáis viendo sin ser vistos?

Para ir concluyendo, creo que al personaje fantástico en “Bartleby”


está muy claro. No obstante, “Caché” nos deja cierta duda. Como he
comentado, por un lado tendríamos la cinta de video como personaje
fantástico porque no sabemos quién hace las grabaciones. La cinta es
un objeto y en la película parece tener vida propia. Por otro lado,
Haneke intenta hacer reflexionar al espectador, con planos secuencia
largos y casi estáticos y con imágenes impactantes. La cinta de video
puede ser el efecto que produce la cinta de video que aterroriza a
Pierrot.

Literatura y Medios Audiovisuales Página 4

También podría gustarte