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POSTMODERNIDAD SEGÚN ARTURO ESCOBAR

PROBLEMAS LATINOAMERICANOS: MODELOS DE DESARROLLO


DOCENTE: Victor Ávila
por:Jorge Alberto Jurado Rodriguez
2015 2 155 044

CONTEXTO CONCEPTUAL
Si bien es cierto que muchos autores sitúan la concepción del desarrollo se consolida después
de la 2da guerra mundial, como Wolfgang Sachs, James Ferguson, Majid Rahnema, Serge
Latouche, Gilbert Rist o Gustavo Esteva, logrando darle una problematización en relación al
colonialismo, y todos los términos de poder foucaultianos que le caben para identificar toda la
relación de poder que se ejerce en todos los aspectos sociales, uno de sus más evidentes, el
económico.

Es preciso definir que el desarrollo tiene raíces más profundas, se alimenta y consolida de
premisas ontológicas de la modernidad, la idea de progreso, la racionalidad, el orden, y que la
burbuja de la economía debe redefinir la realidad, que supuestamente no es tocada por lo
social, lo político y lo cultural, y ciertas directrices europeas que se creen es la forma de hacer
economía (como la Economía Ricardiana de la ventaja comparativa) son las que se emplazan
en la idea de progreso y desarrollo, y ciertamente lo es ¿pero para el beneficio de quienes?

Por extraño que parezca se desde occidente se empezó a hablar del fin de la modernidad en
1985. (​El fin de la modernidad. Nihilismo y hermenéutica en la cultura posmoderna / ​La fine della
modernità​; Milán, Garzanti) Gianni ​Vattimo conceptualiza ya la “lógica del novum”, que
caracteriza él dentro de la modernidad, como estar renovando, superando la novedad como
eje central a lo moderno, dentro de la linealidad de occidente. También Enrique Dussel, quien
en paralelismo con Vattimo, desde Marx y la Teología de la liberación, describe lo que llama la
“falacia desarrollista” en 1992, lo que desarrolla esta falacia es que todo país pasará por las
mismas etapas de Occidente hasta llegar a ser Occidente, y que será por la fuerza si es
necesario. Es desde ellos dos donde se enuncia ya dentro de la locomotora de la modernidad
la idea de progreso, de desarrollo, la renovación constante y lineal como valores centrales de la
modernidad.

LA POSICIÓN DEL POSTDESARROLLO


Es necesario realizar esta contextualización porque hablar de postmodernidad es situarse en
“Los últimos cuarenta años pueden denominarse la era del desarrollo. Esta época se acerca a
su fin. Es el momento indicado de redactar su esquela de defunción” (Sachs, 1992: 1) Del
volumen de Wolfgang Sachs, The development Dictionary (Diccionario del Desarrollo).

Pero si el desarrollo está muriendo ¿qué se supone viene ahora? Es entonces cuando entra
Arturo Escobar en 1991 a la par de otros trabajos como el de Majid Rahnema y Victoria
Bawtree en The Post-Development Reader, para dar contenido a la propuesta del post
desarrollo. Éste concepto se usó por primera vez en 1991 en un coloquio internacional
realizado en ginebra.

“La pregunta que se hicieron los postestructuralistas no fue “¿cómo


podemos mejorar el proceso de desarrollo?”, sino “¿por qué, por medio de
qué procesos históricos y con qué consecuencias Asia, África y
Latinoamérica fueron ‘ideadas’ como el ‘Tercer Mundo’ a través de los
discursos y las prácticas del desarrollo?”(Escobar, 2005)

1 Los acercamientos para responder ésta pregunta que plantea la base del postdesarrollo
empiezan con entender entre 1945 y 1960 cuales fueron los lineamientos y “expertos” que
llegaron masivamente a Ásia, África y Latinoamérica dando realidad a la consolidación del
tercer mundo.

2 Acercarse al discurso que se desplegó desde las instituciones, en cabeza del Banco
Mundial y el Fondo Monetario Internacional, tanto e igualmente que Naciones Unidas,
terminando en las agencias nacionales de planificación y desarrollo, así como las formas en
que las instituciones ejecutaron los proyectos de desarrollo a escala local.

3 Dos mecanismos principales han operado para el discurso del desarrollo: a) la


profesionalización de problemas de desarrollo, haciendo campos especializados para tratar
los aspectos del “subdesarrollo” b) La aplicación de una “forma natural de hacer las cosas” en
tanto el conocimiento experto para las intervenciones de desarrollo, como “el desarrollo rural”
con la atención agrícola, el crédito, infraestructura etc, formas en que aún aplican lógicas
capitalistas al manejo de las tierras, sociedades campesinas, crianza de animales etc.

Lo anterior dejando por fuera de todas sus intervenciones y lógicas, las tradiciones, saberes y
preocupaciones de aquellos quienes deberían ser los beneficiados de estas líneas expertas
especializadas, las comunidades calificadas en sub desarrollo.

CRÍTICAS Y CONDICIONES
Para los postestructuralistas, llueven críticas frente al estado de analisis del discurso y
reflexión de las condiciones en la cual mayoritariamente se encuentran, y se argumenta aún
sobre ello que no constituye un argumento válido, ya que se basa en una lógica (marxista o
liberal) que el discurso no es material; dicha suposición no alcanza a ver que la modernidad y
el capitalismo son simultáneamente sistemas de discurso y de prácticas.

Las condiciones que produjeron la crisis de la modernidad aún no


se han convertido en las condiciones para sobreponernos a la crisis más
allá de la modernidad. De ahí la complejidad de nuestro período
transicional, perfilada por la teoría postmoderna oposicional: enfrentamos
problemas modernos para los cuales no existen soluciones modernas. La
búsqueda de una solución posmoderna es lo que denomino
postmodernismo oposicional […] Es necesario partir de la disyuntiva entre
la modernidad de los problemas y la postmodernidad de las posibles
soluciones, y convertir la disyuntiva en el impulso de configurar teorías y
prácticas capaces de reinventar la emancipación social a partir de los
escombros de las promesas de emancipación que supuestamente
constituían parte íntegra de la modernidad (Santos, 2002: 13).

CONCLUSIONES
Lo vital de este asunto es develar que la modernidad no es más el gran atractor hacia el cual
todas las tendencias caen inevitablemente, es obtener consciencia de que estabilidad y
modernidad son una falacia, y el postdesarrollo busca visibilizar esas exterioridades de la
modernidad. Los movimientos sociales de la última década son señales de esa lucha, de
evitar la idea de desarrollo como se presenta, y la promesa vacía de estabilidad y progreso
que vende.

El imaginarse el “después del desarrollo” superar un tercer mundo, tiene la potencialidad de


convertirse en una característica integral del imaginario de los movimientos sociales, no se
puede permitir como obsoleta la capacidad de imaginar algo más allá de la modernidad y los
órdenes legales de la economía, el conflicto, la colonialidad intelectual, la explotación de la
naturaleza y las personas, el arribismo social que la modernidad ha ocasionado en su
globalidad.

REFERENCIAS:

Escobar, Arturo (2005) El “postdesarrollo” como concepto y práctica social. En Daniel Mato (coord.), Políticas de
economía, ambiente y sociedad en tiempos de globalización. Caracas: Facultad de Ciencias Económicas y Sociales,
Universidad Central de Venezuela, pp. 17-31.

Santos, Boaventura de Sousa (2002) Towards a New Legal Common Sense. Londres: Butterworth.

Sachs, Wolfgang (ed.) (1992) El diccionario del desarrollo. Lima: Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas,
PRATEC.

Jiménez-Castillo, Manuel Antonio. (2016). Más allá del posdesarrollo: avances hacia un sistema de cooperación
sostenible. ​Sociedad y Economía​, (31), 175-191. Retrieved March 26, 2020, from
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-63572016000200008&lng=en&tlng=es.

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