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524 0
HISTORIA
DE LA
LITERATURA INGLESA
POR
TOMO 1
LOS ORÍGENES
2.•EDXCXÓN
---- ---
MADRID
LA ESPAÑA MODERNA
Cuesta Sto. Domlogo, 16,
------
----4012.-AVR -----
IAL, -----
impreoor, -----
Sao Bernardo, -~---
92.-Teltr, 3.022----
LITERATURA INGLESA
E
1 historia dor de la Civilización de Europa y
de Prancia es hoy aún en nuestro país el jefe
de los estudios históricos, cuyo promovedor
fué en otros dlas. Yo, por mi parte, he recibido prue-
bas de su benevolencia; he aprendido en su conver -
sación, consultado sus libros, y gozado de esa ampli-
tud imparc ial de esplritu, de esa activa y genero sa
simpat ia con que acoge los tr abajos y las ideas aje-
nas, aunque esas ideas no sean las suyas. Es para mi
un deber y una honra dedicar esta obra á 1\I. Guizot.
H. TAINB •
D
esde hace cien aflos en Alemania, desde hace
sesenta en Francia, se ha transformado la.
historia á favor del estudio de las literaturas.
Se ha descubierto que una. obra. literaria no es un
simple juego de imaginación, capricho aislado de una
acalorada fantasla, sino una. copia do las costumbres
r einantes, y signo de un estado de esplritu. Se ha in·
ferido, por consecuencia, que, atendiendo:\ los monu·
meutos literarios, podria discernirse la manera de
pensar y sentir los hombres siglos hace. Se ha reali-
zado el ensayo, y se ha. obtenido un éxito satisfac-
torio.
Los documentos históricos no son más que indicios, pÓr medio de lot<
cuales hay que reconstruir el ind ividuo visible.
II
!:'] hombre corporal y visible no es más que un ind icio, por medio del
cual debe es tudiarse el hombre interior 6 Invis ible.
IIl
IV
VI
II
M. MAI NE DE BIRAN
II
III
CAPITULO IV
M. COUSIN, ESCRITOR
t
© Biblioteca Nacional de España
•
POR H. TAIN E 87
pro-
prue ba , esa necesidad etern a de nuev as com
ctos
baciones : he ah! las cualidades que seria n defe
razo na-
en un orador. Le impedirían enco ntra r los
El ne-
mientos populares; le aleja rlan del público.
grado
cesita. esta r por enci ma del público, pero un
nes se
tan sólo . Hay que pare cers e á aquellos á quie
tos
trata de pers uadi r; no se pene tra en sus sentimien
uis-
más que adquiriendo sus sentimientos; para conq
de su
tar su espl ritu, hay que pleg arse á los hábitos
stica
espiritu. Esa impotencia en filosofla es cara cterí
do el
del espi ritu oratorio. Es más visible aún cuan
riag a
orad or es capa z de entusiasmo, cuan do se emb
alad as,
con el sonido de sus pala bras , cuando sus ideas
se arrem olina n, se
acudiendo en tropel, se acum ulan ,
ra., al
leva ntan y le arra stran , en prec ipita da carre
todos los erro res.
trav és de todas las verd ades y de
pen-
Entonces es cuando excl ama , á rese rva de arre
ienci a no es un
tirse más tard e : • El Dios de la conc
allá de
Dios abst racto , un rey solit ario, colocado más
una etern idad
la crea ción sobr e el trono desierto de
eja
silenciosa y de una existencia absoluta. que se asem
Dios verd a-
á la nada mism a de la exis tenc ia ; es un
espacio
dero. y real, uno y vari os, etern idad y tiempo,
total ida.d,
y núm ero, esencia y vida , indivisibilidad y
ser des-
principio, fin y medio, que desde la cumbre del
y finito á
ciende hast a su más humilde grado, infinito
a y hu-
la vez, triple, en fin, es decir : Dios , natu ralez
ra á estas
man idad á un tiempo junto . ~ ¡Y cómo cuad
rac-
efusiones lirica.s el estilo vago y alem án! Las abst
turb ada pa-
cion es se ati'opellan; ante la imaginación
una.
san formas oscu ras; en el cerebro se agita y gira.
os, poe-
rond a de ente s metafisicos, grandiosos y vacl
cabezas
sia confusa y sublime que recla man todas las
bast a
juveniles de Alem ania , y que, con la cerv eza,
CAPITULO V
VIII
II
III
¿Qué es, pues, esa raza francesa que, con las armas
y las letras, hace tan brillante entrada en el mundo,
y va á dominar de un modo tan visible que, en Orien·
te, v. gr., se dará su nombre de francos á todos los
pueblos de Occidente? ¿En qué consiste ese nuevo es-
plritu, inventor precoz, obrero de toda la civilización
de 1a Edad 111edia? Hay en cada esplritu una acción
elemental qu<', inceRantemente repetida, compone su
trama y le da su sello: en la ciudad ó en los campos,
a más.
la serie de las razones consoladoras (1). Nad
misma, y
Esos hombres ven la cosa ó la acción en si
á esa visto. se atienen. La. ide~~ cons erva
su exactitud ,
imagen
precisión y sencillez sin desperto.r ninguna
rearse y
congénere para confundirse con ella, colo
á una
transform arse: permanece seca. Conciben una
IV
: i ((._
e #
,:(__ ;
1
© Biblioteca Nacional de España
l
POR :U. 1'AINE 129
dad supone una sustancia y otras vet·da1es parecidas.
Vuestra vida ha tenido un principio: por consiguiente,
no habéis notado más que un número limitado de ca·
sos; por consiguiente, el total de vuestra. sum~ no
comprenderá más que un número limitado de casos.
Pero el axioma.: toda cualidad supone una sustancia.,
se aplica á la. totalidad de los casos, no sólo á todos
los que habéis observado, sino á todos los que os han
precedido, á todos los que aparecer án después de vos-
otros, á todos los que no couocéis. Luego 110 le habéis
formado sumando vuestras apariencias, es decir, los
juicios formados por vuestra conciencia y vuestros
sentidos .-De igual maner..1, sumad tod<ts las exten-
siones finitas que habéis observado. Vuestra vida ha
tenido uu principiúj por consiguiente, no ha.bés podido
observar más que un número limitado; luego, juntán .
do las, 110 tenéis aún más que una ca.ntidt~d fiuita. Pero
el espacio es una cantidad infinita. No habéis forma -
do, pues, su idea sumandll tudas las ext,JDsiones que
han observado vneatros sentidos. Luego no habéis sa-
cado su noción de las nociones que ad.¡uirb por los
sentidos.
En resumen: no se saca lo universal de lo particu-
lar, lo infinito de lo finito, lo necesario de lo contin-
gente, por la simplicl>~ima razón de que no se saca de
una cosa lo que no contiene.
Llamemos á esos axiomas verdades absolutas; al
instante se completa la teorla. «Como todo fenómeno
tiene su sujeto de inherenli a; como nuestras faculta·
des, nuestros peotlamiento~ , nuestrM vo.ic10oes y nues-
tras sensaciones no existen más que en un ser, que so-
mos nosotros, de igual manera la vordad supooe un
ser en quien resida, y las verdades nb~olutas suponen
un ser absoluto, como ellas, donde tengan su último
~
II
10 3
....,....,::-=-o--,----
10 0,3333, etc.
10
10
etc.
con·
cosa hay que estu diar lo que la contiene. Si se es
sis de
secuente, se toma al punto por método el éxta
Cou-
los alejandrinos. Falto de arrojo y de lógica, 1!1.
do
sin no se lanz a á esas aven turas. Privado del méto
Por
que pide su teorla, se ve priv ado de todo método.
aná·
no anal izar las cosas, no ve en las cosas lo que el
ione s nece ·
lisis descubre en ellas -es decir, las relac
deci r,
sari as-, ni lo que el análisis saca de ellas- es
anal izar las
las ideas de los objetos infin itos. -Por no
re-
ideas, no ve que una proposición necesaria es una
nece saria es una
lació n necesaria; que una relación
in-
relacióu de identidad; que hay en todo objeto, cont
por tanto , se
gent e ó no, términos idénticos; y que,
s.
puede sacar de todo objeto proposiciones nece saria
prop osici ón
Por no anal izar las ideas, no ve que una
rae·
univ ersa l es una relación entr e dos términos abst
cosa par ti·
tos; que hay términos abst racto s en toda
en
cula r¡ y que, asl, de toda cosa part icula r se pued
izar las
saca r proposiciones universales. P or no anal
es más
ideas, no ve que la idea de un objeto infinito no
cimi ento
que la idea de un objeto finito, unida al cono
todo
de la ley ó caus a inter ior que, excluyendo de él
que per-
limite, le pr olonga más allá de los términos
ral ó
cibimos; y no advierte que, siendo esa ley gene
la meno r
abst racta , puede sa<:arse por abstracción de
im-
part e do eso objeto finito. Por no anal izar, decl ara
nién dole
pote nte el análisis¡ el análisis se veng a impo
con·
la obligación de fundar su teorla. capi tal, y, por
de prin·
siguiente, toda su filosofía, en dos peticiones
cipio y en dos equivocos de lenguaje.
ha tenido nece-
que puede ocu rrir á todo el mundo: se
r los mat eria les
sida d de dinero, ó convenfa pub lica
er cinco edicio·
de una hist oria que se pre par aba . Hac
hac erla s. :Mon-
nes es dem ostr ar que se tiene gusto en
o (utilizado en
sieu r Cousin, como Rafael, ha utilizad
discfpulos; per o
demasla) la ayu da volu ntar ia de sus
dar cima á tales
no por eso es menos cierto que , par a
corazón. Todo
trabajos, se necesitaba ser filólogo de
ogla, sab e que
el que ha tocado, aun de lejos, la filol
bibliotecas, des-
pide una vocación especial. Rev olve r
los textos mu·
cifr ar horribles manuscritos, rest aur ar
la autentici-
tilados, elegir entr e las lect ura s, discutir
d, vac ilar con -
dad del documento, con jetu rar su edt~o
las pro bab ilid a-
tinu ame nte por el suelo movedizo de
a de los com en·
des, meterse entr e la turb a penden cier
s estolideces y
tari stas , emp apa rse en las innumerable
el populacho
en las vulg arid ade s incr elbles con que
de los gra nde s
lite rari o y filosófico obs truy e las obras
tan estéril en
hombres, es un estudio tan minucioso,
cier tas, que se
conclusiones generales y en verd ade s
intos y los há·
necesitaban, par a emprenderle, los inst
can tero ; un filó-
bitos de un erudito. Un erudito es un
itecto, sin ne-
sofo es un arqu itec to; y cuando el arqu
odos de cons-
cesidad absoluta, en vez dé inv enta r mét
pied1·a, sioo
trucción, se entr etie ne en lab rar, no una
un arqu itec to,
cioc uen ta, es que , bajo el háb ito de
ve aqu l una de
tiene las aficiones de un can tero . Se
la hist oria de la.
las causas y uno do los cara cter es de
sin. Pro bó un
filosoffa, tal y como la ha hecho M. Cou
o enc ontr ar las
inst ante á escribirla como filósofo; quis
sión; impro-
leyes de los hechos y el orden de su suce
emas, Jos úni-
visó la famosa. teor la de los cua tro sist
se enc uen tran
cos, decfa, que pueden exis tir, y que
esa con stru c-
en todas las épocas de la filosofía. Hoy
kine. He was able, and did tlnd lhe king a harne ss, with
him-
solf and bis horsc, while he ca me to lhe place that he
shoul d
receive lhokin g's wages. lean romem ber thol I buckled bis
ha.r ·
nesa when he "ent to Blackbealh fiold. He kept me lo
acbool,
or else I had not been able to ha ve preached before tho
king's
majes ty now. He marri ed my sistor s witb p. s. 5 or 20
nobles
a-piece, so that h e broug ht tbem up in godliness and
fear of
God. He kept hospit nlity for his poor neigbbours. And
sorne
alms be gave to the poor, and all tbis did he or the said
farm.
Wber e ho that now hatb it, payeth p. s. 16 by tbe year, or
moro,
an is notab le todo any thing for his prince, for himse
lf, not
for his obildren, or give a cnp of drink to tbe poor.
tln my time my poor father was as di llgent to teach meto
shool, as lo learn me any otber tbing, and so 1 tbink otber
men
did their childr en: he tangh t me how to dra,v, how
to !ay
m y body in my bow, and not to drnw with streng th ot nrms
as
dlvers other nntion do, but with streng th of tbe body.
I had
my bows bougb t mo accordlng to my ago and streng th;
as I
increased in tbem, so my bows wore modo bigger and
bigge r,
for men shall never shoot wel, excopt tbey bo broug ht
up in
it: it is n worth y gamo, a wholesome kind of exorcise,
and
much commended in phyaic.»
(1) 1395.
(2) 1401. William Sawlre, primer lolardo quemado vivo.
LA NUEVA L E NG UA
II
I1I
IV
(1) The craft of love; the ten commantl ,1e11t• o{ love; balta
· des; tlte co,.rt o{ !ove, tlte assemble of lacZies. Estos poemas no
aon de Ohaucor.
(l) Lib. n.
(1) The boke of Cupid ... or the cuclcow and the night-ingale~
Anónimo.
VI
VII
é incomu-
manifies ta las particularidades personales
it:l comple.
nicnbles de su n:\turr.lezn. inti ma y la infio
aun hoy
jidt\d de su economla y de su movimiento;
o y un tipo:
después de cua tro siglos, es un individu
o las crea -
permanece vivo en la memoriu. humauu. com
~imos aqul al
ciones de Shakespeare y de Rubens. Asis
ucer, no sóio
nacimiento de este nuevo mundo. Cha
tejiendo una
enla za sus cuentos (1), como Boccacio,
Boccacio;
soh\ historia, sino que huce algo más que
res, el ca-
empieza por el retr ato de todos sus narr.\do
e, el baillo,
ballero, el pert igue ro, el alguacil, el frail
distintas de
el posadero y hast a unas trei nta figuras
nes, pint ada
ambos sexos y de todas edades y condicio
a, su tra-
cad a una con su temperame .•to, su fi;onomí
'isticos, sus
je, su man era de habla.r, sus acto!! ca.ractel
m\ su carAe·
hábitos y su p:lllado, y so~ teniendo cad a u
tal manera,
ter en sus pala bras y actos ulteriores, de
ningún otro
que se encontrarla aqul, ante s que en
res, según
pueblo, el germen de la novela de costumb
s dclf ran -
la componemos hoy. Recordt~d los re trato
klin , del molinero, del fraile mendica
nte y de la bur-
relieve las
guesa. Hay otros que act\ban do poner de
acer las y las
brutalidades licenciosas, las groseras trap
las franca-
candideces de la vida popula,r, as! como
brav uco ·
chelas y hart azg os de la vidt\ corporal; ora
os; ora pert i·
nes que se rem ang an y apre~;tan los puíi
do, no quie·
gueros satisfechos que, cuando han bebi
ame nte se
ren hab lar Yt\ más que en latln. Pero junt
o que ha ido
ven personajes selectos, como el caballi!r
cnte
a la cruzada, á Granada y Pru!.in, caballero va.li
y cortés, e tan delicado como una don
cella, y que ja·
re sabio de
más profirió una pala bra torp e•; el pob
vm
(1) Bajo Proclo y bajo Hegel. Duns Escoto muere á los treinta
y un anos, dejando además de sus sermones y de sus comen-
tarios, doce vol úmenes en folio de letra menuda, en estilo do
He,¡el sobre ol mismo asunto que Proclo. Véase también Santo
'Tomás y toda !:1 h ucste de Jos escolásticos Hasta des~ués de
haberlos manejado no !C ti~nc idea de aquella labor.
(2) Pedro Lombardo, .Mamtat áe ln.• sente..cias. Es el libro
clásico do la Edad Media,
(1 ) Warton, u, 225.
(2) Véase, por ejemplo, en el sé(ltimo libro, el pasaje más
poético, la descripción de la corona del sol.
15
- .,
© Biblioteca Nacional de España
POR H. TAINE 229
gastadas, hueras: es la. escolástica de la poesla. Si hay
-en alguna parte un acento un poco original, es en esa
N avis stttltife¡·a que traduce Barclay, en la Danza de
la muerte que traduce Lydgate, bufonadas amargas,
humoradas tristes que, por mano de los artistas y de
.!os poetas, circulo.n en ese momento por toda Europa.
Se burlan de si mismos grotesca y lúgubremente; po-
bres figurones chocarreros y vulgares, hacinados en
un navio ó que bailan sobre su tumba al son del vio-
Hu de un ridiculo esqueleto. En el fondo de toda
csn putreft\cción y en medio de ese tedio de si mismos,
apar ece el farsante, el Triboulet de taberna, el fabri-
cante de versucos chocarreros y macarróuicos, Skel-
ton (1), virulento libelista, que, mezclando las frases
francesas, inglesas y latinas, los términos de jerga, el
estilo al uso y las voces inventadas, en metros cortos,
amasa una especie de lodo literario con que salpica á
Wolsey y ti los obispos. Estilo, metro, rima, lengua,
todo arte ha concluido; bajo la vana ostentación de
rúbrica no hay ya más que un montón de ruinas. Sin
·embargo, esa poesla candrajosa, desharrapada, amor-
dazada, sucia y roida de gusanos, tiene su meollo (2)• .
Está llena de cólera política. de vehemencia sensual,
CAPITULO PRIMERO
§ 1.-LIU co&tumbru.
l. Idea que loa hombres so hab lan formado del mundo después
de la disolución de la sociedad antigna.-Có mo y por qué
vuelve A empezar la invención humana.- Forma de espirito
del Renacimlen to.-Cómo la representación de los objetos es
entonces imitativa, figurada y completa.
11. Por qnlí cambia el modelo ideal.- Mojora de la condición
humana en Enropa.-Me jora de la condición humana en In-
glaterra.-La paz -La iudustria.- EI comercio.-Los pas-
tos.- La agricultura.- Aumento de la r iqueza públlca.-
Los edificios y los muebles .-Los palacios, las comidas y el
vestido.- Las pompas do la corte.- Fiestas bajo Isabel.
-Masque~~ bajo Jacobo l.
111. Las costumbres populares.-Pagea11U .-Teatros.- Fiestas
de aldea.-Expansión pagana.
IV. Los modelos.-Los antiguos.- Traducción y lectura de loa
autores clásicos.- Simpatía por las costumbres y los dioaea
de la antigúedad.- Loa modernos.-A tloión á las ideas y ca ·
critos de los italianos.- Cómo la poes!a y la pintura de Italia
aon paganas.-E l tipo Ideal es el hombre !oliz, circunscrito á
la vida preaente.
§ 2.-La poe¡¡{a.
~ 3.-La prosa.
II
III
IV
(1} U11graciou1.
§ 2.-La poesta.
·n
III
IV
VI
VII
VIII
IX
(1) As you.like it .
(2! The Sacl Shephercl.
Véase también lt'lechter ancl Beat11110nt: the Faith(tll She-
pherdess.
XI
XII
XIII
XIV
XV
(l ) Lib. Iv, canto I, eatr. 13; lib . 111, canto IX, estr. 20.
XVI
§ 8.-La pro1a.
II
lii
IV
VI
(1) Véasc :'i esto propósito casi todos los escritos do Bacon y
especialmente s u historia natural.
,.
FIN
LI BRO PRIMERO
Et renacimiento.
'. ..
..
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"' .) ...... ;
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