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Universidad Artes y Ciencias Sociales

Escuela de Historia y Ciencias Sociales


Archivística y Documentación
Profesor: Jorge Rivas

NUEVAS FORMAS DE HACER HISTORIA

Fecha: 06 de octubre de 2009


Formas de Hacer Historia
Capítulo primero: ‘’Obertura: La Nueva Historia, su pasado y su futuro’’
Subtemas elegidos: I. ‘’ ¿Qué es la Nueva Historia?’’
II. ‘’Problemas de fuentes’’

Breve reseña:
La historia, como disciplina avocada a la indagación de los aspectos humanos que afectan y definen un
tiempo y unas circunstancias vitales, en constante transformación, cuyos formas y métodos, así como los
objetos de su estudio, sus intereses y amplitud de los mismos han sufrido cambios a lo largo del tiempo,
evidencia, en el contexto presente, una de sus mayores renovaciones que, sin embargo, se ha asentado de
forma gradual, imponiendo un conjunto de nuevas visiones y sus correspondientes énfasis historiográficos.
Este cambio paulatino, ha delineado una tendencia caracterizada por la diversidad y apertura en el análisis de
los procesos y asuntos de interés [muchos de los cuales hubiera resultado impensado considerar como objetos
susceptibles de historicidad, según los cánones tradicionales que reducían ampliamente el universo de
fenómenos, formas y personalidades aceptadas como elementos únicos o de superior importancia para el
estudio histórico, lo que se reflejaba también en un tipo particular de historiografía] pero, sobre todo, esta
nueva forma de concebir la historia, denominada genéricamente como la ‘’Historia Nueva’’se constituye
como un nuevo paradigma, desmarcándose de la anterior tendencia dominante, el llamado Paradigma
Tradicional, diferencia que nace del cuestionamiento y transformación de los límites convencionales
impuestas por esta, que marginaban o excluían una vasto y múltiple acervo de visiones y formas de hacer y
comprender la historia.

I. ¿Qué es la Nueva Historia?


La Nueva Historia, como concepto, no posee una definición positiva en un sentido exacto que pudiera perfilar
con claridad cuáles son sus propuestas, perspectivas, etc. puesto que, además, incluye diversas tendencias no
originadas en una matriz única, aunque seguramente orientadas bajo un espíritu similar, dentro de su mismo
ámbito y que están en expansión o formación, o han complejizado campos de estudio histórico más
específicos, fusionando algunos debido a la profundización de aspectos estrechamente ligados entre sí y
fragmentando otros, lo que ha dado origen a nuevos espacios de análisis con identidades propias; sin embargo
sí se puede establecer una idea más precisa del cambio que representa y, por lo tanto, de sus características, al
contrastar todos aquellos elementos que la hacen diferenciarse del paradigma tradicional. Ciertamente, resulta
necesario constatar que su origen como tendencia posee un sustrato ideológico proveniente de la llamada
Escuela francesa de los Annales y su enfoque estructural de una Historia Total que aspira a envolver de
historicidad la universalidad de aspectos relacionados con la existencia humana, sin excluir virtualmente nada.
Habiendo hecho el alcance respecto al marco de referencia que puede dar más luces en relación a la idea
conceptual de una Nueva Historia, resulta necesario entonces establecer aquellas particularidades que la
distinguen significativamente del modelo tradicional anterior.

-La visión tradicional, también llamada ‘’rankeana’’, en honor a Leopold von Ranke, historiador alemán cuya
perspectiva respecto al quehacer historiográfico, en cuanto a su metodología y énfasis analítico, de fuertes
rasgos positivistas, ejerció gran influencia a mediados del siglo xix y posterior, se centraba casi
exclusivamente en la historia política orientada a las actividades y hechos emanados desde el Estado como
encarnación del poder y la administración del mismo y, por lo tanto, valorado como fuente suprema de
historicidad en sus diversos aspectos.. tanto desde las políticas que se definían por medio de enfrentamientos
bélicos como de la privilegiada posición que, mediante aquel enfoque tradicional, adquirían los personajes
que se desenvolvían en esa órbita, sin importar las diversas miradas ni los hechos de la gran masa de
individuos que, aparentemente, eran de importancia menor y prescindible.
Ciertamente, este tipo de historia se concentraba en los acontecimientos concernientes a reducidos grupos
sociales aventajados, relacionados también con las altas esferas políticas y de poder, por lo que se la puede
calificar de elitista.
La visión tradicional no excluía del todo otros aspectos de análisis histórico, como pudieran ser el arte o las
ciencias… pero siempre desde una contemplación menor, como aspectos ‘’periféricos’’ de segundo orden.
Este concepción histórica se construye en la ‘’narración de acontecimientos’’, considerados los mismos como
el motor que impulsa el movimiento histórico. Por otro lado, las fuentes aceptadas rigurosamente como
válidas para satisfacer los requerimientos de pretendida ‘’objetividad’’ que persigue esta estilo historiográfico
son, preferentemente, documentos oficiales, conservados cuidadosamente en archivos [descartándose otro tipo
de fuentes y recelando de aquellas propias del ámbito narrativo que no estuvieran fuertemente respaldadas]
representantes textuales , por lo general, de las versiones más conservadoras y oficialistas que, en ciertas
situaciones de mayor controversia, debido al enfrentamiento de posturas o realidades delatoras de visiones
muy opuestas, sólo pueden poseer un valor relativo ante la ausencia de otros medios que provean un
panorama más acabado.
Respecto del punto relacionado con la objetividad, el paradigma tradicional pretendía ofrecer un cuadro
histórico que satisficiera las expectativas generales, creyendo posible superar la subjetividad implícita en las
impresiones particulares, al esbozar una suerte de magna relación idealmente desligada de cualquier enfoque
personal que, el historiador, concebido como un profesional… instituido como el verdadero hacedor oficial
de la historia, tenía el deber de evitar en su construcción historiográfica.
El modelo de explicación histórica que caracteriza a este paradigma y en consonancia con los demás aspectos,
también tiende a cerrarse en la reducida esfera de los acontecimientos, sin considerar otros orígenes o
influencias, decantándose por la razón de los hechos en sí, como si no pudieran tomarse en cuenta otras
posibilidades de interpretación, ya sea a nivel colectivo o más particular.

Por contraparte:
-La Nueva Historia… o el nuevo paradigma que emerge en gran medida como reacción al estilo tradicional,
en su búsqueda por abrir espacios antes ignorados o vedados, ha radicalizado los métodos y enfoques acerca
de cómo concebir y construir la historia, diversificando las inquietudes o problemas a dilucidar e
incorporando a su estudio dimensiones que, a primera vista, resultan sorprendentes, sin duda, en consonancia
con uno de los postulados fundamentales que caracteriza a la llamada Historia Total de la Escuela de los
Annales, revelando y descubriendo historicidad en casi cualquier aspecto relacionado con la existencia
humana, inclusive en un plano abstracto. Algunos ejemplos como: historia de la locura, historia de la
suciedad, historia de la muerte, historia del silencio, etc… demuestran la enriquecedora expansión del
análisis que rebasa absolutamente los límites estrechos en que se desenvolvía el paradigma tradicional.
La historia, entonces, comprendida como una construcción que incluye todos los aspectos alternos, tanto
externos como internos e integrados entre sí de alguna forma, tiene un sustento filosófico en la idea de que
toda ‘’realidad está social o culturalmente constituida’’ [página 17, primer párrafo], lo que al mismo tiempo
derriba las pretensiones de objetividad que defendía el historicismo tradicional , al reconocer que toda historia
se estructura a través de las diversas visiones que la conforman desde una cultura o sociedad… De paso, y
como se puede deducir de lo antes dicho, la Nueva Historia se sumerge en las perspectivas de todo aquel
espectro social cuya historicidad, antes, había sido negada o parcialmente insinuada, por lo que enfatiza en las
visiones, testimonios, etc. de los nuevos actores antes no considerados en la trama histórica… lo mismo
ocurre en el plano de las ideas, avocándose a las creaciones colectivas más a que a las genialidades
individuales.
La historiografía de esta tendencia, por lo tanto, también pasa a ser una construcción, indisociable de las
perspectivas personales, ideológicas, etc. de quien crea nuevos enfoques… y las fuentes en las que se basan
estas investigaciones, como también se puede colegir, obedecen a variados orígenes, ya no sólo fiándose de
las fuentes narrativas, sino también recurriendo a los testimonios orales, a las representaciones artísticas de
todo tipo, etc.
Esta reconstrucción, ya no admite una visión sesgada y jerárquica desde las pretendidas alturas de la erudición
y al extenderse en cuanto diversidad de opiniones y ángulos contrastantes, produce una comprensión de más
largo alcance, puesto que posibilita distinguir el quehacer humano en sus diversas manifestaciones y en su
relación de conjunto, a la par que sus respectivas formas particulares, coexistiendo.
Esta misma característica que torna a la historia una disciplina con un cariz holístico [integrador], señala su
inevitable trasfondo interdisciplinar cada vez más interrelacionado con otros campos del conocimiento
humano en la búsqueda por una mayor comprensión de los diversos aspectos involucrados en los procesos
históricos… tanto ya sean de larga duración, como los constreñidos a una temporalidad más reducida y en un
ámbito más local.
Por último, el modelo de explicación histórica de la Nueva Historia, ya no se restringe a la narración de los
acontecimientos en tanto hechos cerrados dentro de cuyos límites y en su sucesión se debían descubrir las
razones finales de los procesos, como en gran medida sostenía el paradigma tradicional… muy lejos de esto,
los enfoques recientes profundizan en las estructuras sobre las que se sostienen o que posibilitan tales
procesos, disminuyendo la relevancia de los acontecimientos por sí solos y ampliando las perspectivas a
espacios de temporalidad que rebasan las concepciones cronológicas tradicionales.
2.- Problemas de fuentes:
Uno de los problemas trascendentales hoy en día para los nuevos historiadores es el tema de Fuentes y
métodos. Esto se origino al momento en que los historiadores debieron buscar cómo complementar lo que en
ese momento era la única fuente que era utilizada y validada, nos referimos a los documentos oficiales.
Dentro de las ramas utilizadas como fuentes podemos encontrar las pruebas orales así como también las
pruebas figurativas, mientras que otros tomaron el camino de la estadística. Otro ejemplo concreto que sirvió
como fuente fueron las que utilizaron los historiadores de la cultura popular, los cuales emplearon registros
judiciales, los que trajeron consigo la reconstrucción de ideas ordinarias que fueran extraídas de la vida de los
acusados con el fin de entender el estado y la realidad de dicha sociedad.

El trabajo del historiador se ha problematizado puesto que las nuevas formas de investigar implica un mayor
análisis de las fuentes, ya que la información que se maneja no es de carácter oficial, lo que trae consigo un
entendimiento mas subjetivo, ya que el objeto de estudio son las clases populares (estudio de los de abajo)
desplazando el estudio de grandes personajes o grandes acontecimientos, volviéndose la información
entregada de carácter netamente subjetiva por parte del historiador.
Lo mismo sucede al momento que se utiliza la cultura material como fuente informativa, por ejemplo tenemos
la cámara fotográfica, la cual es un instrumento que si transmite objetividad de la realidad, pero esta se
vuelve susceptible a ser interpretada, ya que va depender de los prejuicios y el interés que tengan los
historiadores al momento de utilizar la imagen como fuente de información.

Otra fuente utilizada por los historiadores, fue la idea de estudiar y analizar la vida cotidiana y normal de la
gente y a su vez ésta relacionarla con los grandes sucesos y acontecimientos de la historia. Este sin lugar a
duda es el gran reto planteado por los historiadores con el propósito de extraer de manera objetiva la
información que nos entrega la fuente.

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