Los trabajos más modernos de esta disciplina cuestionan presupuestos de la medicina
occidental, explican el rechazo de las poblaciones no-occidentales a ciertas intervenciones
médicas sin usar el argumento de la ignorancia o desarrollan los temores y prejuicios que suelen aparecer al momento de buscar culpables de las enfermedades. En los últimos años, se están explorando nuevos temas. Se pone énfasis en entender la visión de los pacientes, cómo explican las causas de las enfermedades y los cambios que estas pueden generar en sus cuerpos (muchas veces, con un discurso paralelo al científico). En el tema de género, al replantearse los conceptos de género, feminismos e identidades múltiples y cambiantes, se hacen necesarios nuevos estudios sobre el rol de la ciencia y de la salud pública en el proceso actual de reconceptualización de identidades de género. Las tecnologías genéticas y la biomedicina requieren que repensemos temas como el racismo y la discriminación justificada en términos de políticas poblacionales o planificación familiar. Asimismo, se entiende que procesos como la medicalización no necesariamente tienen que verse desde un enfoque negativo. El choque entre la ciencia occidental y los saberes locales, o la medicalización (patologización) de distintas condiciones humanas son asuntos que ameritan más estudios. En el caso peruano, por ejemplo, se debe estudiar con más profundidad el desplazamiento cada vez mayor de las parteras (casi desaparecidas en los últimos años por las obstetrices) o la medicalización del parto. Así, discriminación, género, políticas públicas y planificación familiar aparecen como renovados espacios de discusión y problematización. El presente libro reúne cuatro investigaciones que comparten el afán de entender la sociedad peruana contemporánea a partir de la historia de la salud. Buscan entender las carencias, los prejuicios sociales y las políticas que han guiado a la salud pública peruana en el siglo XX y sus efectos en la vida de las personas.