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Exeter ne Pavoloyin 2001, 5: 58 - 62 HABLO, LUEGO EXISTO: UNA APROXIMACION CONDUCTUAL PARA HEMEROTECA 58 ENTENDER LOS PROBLEMAS DEL YO! Robert J. Kohlenberg Universidad de Washington Mavis Tsai Prdetiea Clinica, Seattle, Washington Enel trabajo clinico no hay concepto mis percurbador que cl del yo! . Como ejemplo, consideremos los siguientes co- mentarios ealizados por una cliente llamada Beattie — Beans: Bs tan jodido ser real, ser yo misma — Tavnpeuta: Si usted no es usted, quién es usted? — Beairin: Soy cualquiera que oro quiera que sea. No se ain esindo soy yo misma, EL yo del que Beatz esté hablando posee aributos in- congruentes que parecen rechazar cualquier intento de def nirlo 0 especificatlo, Se refiere asf misma como algo dif fente de su eustpo; esto es, se describe a si cambiante segiin los deseos de los dems, aunque obvia- mente su cuerpo continte siendo el mismo. Su yo, enton- es, no es fisico, no es su cuerpo. En segundo lugar, ella suponta que la experiencia de uno mismo, una experiencia interior est controlada por los demas. De cualquier modo, ‘este yo que lla experimentaba no era realmente tal puesto ‘que estabs controlado por otros. En rercer hagas, Beatriz suponia que existe un yo inmutable, que no cambia ni es controlade por otros, que ella desearia tener pero que no sstaba segura de cudndo lo tenia Hemos desarrollado una teoria conductual del yo que da sentido a lo que decfa Beatie, De manera més general, en ‘este aticaio explicamos cbmo la experiencia del yo se dese rrolla en efrminos del aprendizaje temprano de un idioma. 2 Nota del waductor:Se ha milzado la pale ‘También exploramos cémo exe proceso puede ir mal, dan- do lugara una vaiedad de problemas del yo, incluyendo la sensibilidad a la crtiea, no saber lo que uno quiere, © per- derse en telaciones intimas, y la experiencia cadtica de un trastorno limite de la personalidad. EL DESARROLLO DEL YO: UNA TEORIA DE LA EXPERIENCIA, uesto que los puntos de vista normal y patolégicos de! yo se basan en la experiencia de I persona, nuestto foco se ccentra en esa experiencia del yo. Nuestea aproximacién se ‘basa en una elaboracién de Skinner (1953, 1974) sobre el andlisis del yo y en nuestta experiencia clinica. Explicare- ‘mos la expetiencta del yo al identificar y describir algo (el cestimalo) que se experiments. Por ejemplo, explicat la ex- periencia de calor de wna persona implica identifiear y des- cribir los estimulos relevances (Cemperatura, humedad, etc) que dan como resultada que la persona dig “eso esti calience”. Una explicacidn completa deberta incluir tam- bin la historia de la persona (p.e., crecié en Alaska 0 Hawai) que explicarfa las diferencias individuales al afit- mar “eso estd caliente.” [En el caso de la experiencia del yo, sin embargo, obvia- mente la persona no dice “éste es mi yo" para que podamos identificar y descrbic os estimulosrelevances. De cualquier jcilo sc basa, on patte en el atticulo del primer autor y Marsha Linchan en The Rebevior Therapist, 18, 113-116, sobre une in condi alc le yssonia mite, Trades Las Valero Agosyo. como susantiv equivslente “elf del arcu original, para una mejor comprensién de las Fass. Los auroresuslizan "" ("yo") como pronombre sempre seguido de un verbo, ‘modo, la gente se refiere a s{ misma come “yo.” "mi", “Jax mie,” “mamé", dentro de frases més largas tales como “yo estoy aqui” Segin la teorfa conductual del lenguaje, estas ‘uro-referencias esin bajo control de estimulos velevantes de la misma manera que la palabra “calor” en el ejemplo anterior. La clave para entender el yo es, pues, a identfica-

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