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1. SUBDIVICIONES
1.1. LA DIMENSIÓN HUMANA
1.2. PRIMERO MOLDEAMOS A LAS CIUDADES Y LUEGO ELLAS NOS
MOLDEAN A NOSOTROS
1.3. LA CIUDAD COMO LUGAR DE ENCUENTRO
2. CONCLUSIONES
3. BIBLIOGRAFÍA
1.1. LA DIMENSIÓN HUMANA
La dimensión humana – descuidada eliminada, ignorada
La concepción de la planificación urbana de los países no atiende a la necesidad de
contar con espacios adecuados para el humano, sin embargo, se prioriza al parque
automotor que día a día fue creciendo y alcanzando topes de tráfico vehicular en
distintos puntos. La no planificación de espacios públicos para el peatón, ha conllevado
a que éstos estén en un riesgo constante. ¡Necesitamos lugares que permitan la libre
circulación de una persona, además que existan y se amplíen lugares de encuentro social
y cultural, y que no se vayan eliminando!
Una cuestión de vida o muerte
La influencia de ideologías en el crecimiento urbano tuvo gran responsabilidad en que se
prioricen elementos exentos a la concepción de lugares humanizados. El movimiento
moderno, principal responsable de que se enfatice el vehículo antes que, al humano, y
también a la construcción de edificios habitables que no tienen relación con su contexto
e interacción con ello. Lo que provoca ciudades sin gente ni actividades.
Progreso a pesar de los pronósticos funestos
En casi cinco décadas sean hecho estudios que actualmente ayudan en el progreso de
las ciudades, haciéndolas más habitables mediante revitalizar la vida urbana y mejorar
las condiciones de circulación para los peatones al no darle prioridad en su gestión al
transporte automotor.
Se necesita un esfuerzo mucho mayor
Las diferencias notables de un buen progreso de un país han sido en zonas económicas
más ricas del mundo, más en países en vías de desarrollo aún no se ha implementado los
lugares con dimensiones humanas adecuadas y lamentablemente con el correr del
tiempo, las posibilidades de lograr una buena calidad de vida urbana para los peatones,
disminuyen.
LA DIMENSIÓN HUMANA LA NECESIDAD DE UNA NUEVA DIMENSIÓN DEL PLANEAMIENTO
Poco después del cambio de siglo la mayor parte de la población residía en la ciudad;
esto conlleva a que las urbes crezcan velozmente y la expansión urbana, de ahora en
adelante, solo se acelerará. Tanto las ciudades nuevas como las existentes deberán
realizar cambios cruciales en las variables y prioridades que colocan en la balanza a la
hora de trazar un plan urbano. Se debe de poner las necesidades de la población que
usa y vive en las ciudades por delante de todo, es una tarea primordial de cara al futuro.
Los gobiernos deben urgir a sus arquitectos y urbanistas para que incorporen la caminata
en sus propuestas y así convertirlo en una política pública, capaz de contribuir en el
desarrollo de ciudades vitales, sostenibles, sanas y seguras.
También es necesario reforzar la función social del espacio público como un lugar de
encuentro, una herramienta vital para lograr una sociedad sostenible y una comunidad
abierta y democrática.
SE BUSCAN CIUDADES VITALES, SOSTENIBLES, SEGURAS Y SANAS
En el comienzo del siglo XXI es posible observar ya los primeros desafíos globales que
subrayan la importancia de colocar un mayor énfasis en la implementación de una
dimensión humana. Lograr un proyecto que contemple desarrollar una ciudad vital,
sostenible, sana y segura se ha convertido en un deseo urgente y casi unánime.
En este sentido, incrementar el bienestar de los peatones y de los ciclistas es un paso
fundamental para lograr estos cuatro objetivos principales: vitalidad, seguridad,
sostenibilidad y salubridad. Una decidida iniciativa política que aliente a los ciudadanos
caminar y a usar la bicicleta lo máximo posible para realizar sus actividades diarias, por
ejemplo, es una forma de encarar la búsqueda de estas metas.
UNA CIUDAD VITAL
Las posibilidades de lograr una ciudad vital aumentan cuando se logra convencer a una
mayor cantidad de gente de que camine, use una bicicleta y resida dentro de la porción
urbana de una ciudad. Es importante tener espacios públicos ricos y variados en
cantidad, como así también poder generar oportunidades para encuentros sociales y
ofrecer propuestas culturales.
UNA CIUDAD SEGURA
Una ciudad segura se obtiene al aumentar la cantidad de población que resida y circule
dentro del espacio urbano. Si una ciudad desea alentar a sus habitantes a que caminen,
debe tener atractivos para ofrecer, tales como la posibilidad de hacer trayectos cortos,
tener espacios públicos atractivos y una variedad de servicios disponibles. Estos elementos
incrementan la actividad y la sensación de seguridad dentro de los límites de una ciudad.
dos caras de una misma moneda. El hecho de construir más vías no solucionara el tráfico
un ejemplo es China, Tras 100 años de existencia del tráfico automotor, la idea de que
hacer más caminos solo lleva a más automóviles es aceptada como un hecho. En
Shanghái, China, y en otras grandes ciudades, puede verse cómo la realización de más
vías de circulación ha llevado inexorablemente a un aumento del tráfico y de la
congestión.
Lograr una vida urbana diversa — una vieja tradición y una política urbana
Contemporánea
Las ciudades y las áreas urbanas pueden proveer el escenario para ciertas actividades
específicas. En las calles de Tokio, Londres, Sídney y Nueva York, la gente solo camina: no
hay más lugar que para eso. En sitios turísticos, donde las prioridades son el consumo y el
disfrute del tiempo libre, los usuarios son alentados a pasear y a permanecer. En ciudades
tradicionales como Venecia, las personas entran en contacto con una vida urbana
compleja y versátil, donde las condiciones son óptimas tanto para caminar como para
detenerse y quedarse en ciertos lugares.
El tráfico peatonal ha crecido, y el número de actividades recreativas y opcionales
también se ha incrementado.
La interconexión entre la vida urbana y la calidad del espacio urbano: el ejemplo de
Nueva York
Si bien el tránsito peatonal ha sido siempre un factor preponderante de las calles de
Manhattan, Nueva York, en 2007 se lanzó un ambicioso plan para alentar una mayor
versatilidad de la vida urbana. La idea era ofrecer mejores opciones para el ocio y la
recreación, una forma de complementar la gran vida peatonal que ya existía. Las
veredas ensanchadas sobre la calle Broadway, por ejemplo, fueron aprovechadas para
colocar sillas de café y bancos para los transeúntes, mientras que, en Madison Square,
Herald Square y Times Square se establecieron zonas libres de automóviles con numerosos
espacios para peatones. En todos estos casos, estas nuevas oportunidades fueron
aprovechadas de inmediato y han enriquecido la vida urbana, volviéndola más
multifacética. Hasta en Nueva York se ve que hay una necesidad de más espacio urbano
y un gran interés en participar más en la vida urbana ahora que hay más oportunidades
y posibilidades de hacerlo
El gráfico representa la
conexión entre la actividad al
aire libre y el estado de las
condiciones para realizar
dichas actividades. A mayor
calidad exterior, se observa un
incremento particularmente
alto de las actividades
opcionales. Este aumento en el
nivel de actividad a su vez lleva
Las tareas opcionales y obligatorias son un prerrequisito para las llamadas actividades
sociales
Que tanto el carácter como el nivel de magnitud que alcanzará la vida urbana están
influidos por la calidad del espacio público es una conexión importante en sí misma. Pero
este hallazgo se hace más interesante si observamos la relación que se establece entre
las actividades obligatorias y las opcionales y las denominadas actividades sociales. Si se
alienta y se refuerza la vida urbana, se crean las condiciones necesarias para fortalecer
las distintas actividades sociales que se dan dentro del entorno urbano.
Las actividades sociales — la ciudad como lugar de encuentro
Las actividades sociales incluyen todas las formas de comunicación que se dan entre las
personas, y que requieren la presencia de otra persona, que ocurren dentro del espacio
urbano. Si hay vida y actividad dentro de la ciudad, hay numerosos intercambios sociales,
mientras que, si las calles están vacías y desoladas, no ocurre nada.
Este tipo de actividades comprenden un espectro amplio de posibilidades.
Existen las de carácter pasivo, como puede ser mirar y escuchar lo que ocurre alrededor
de uno. Esta forma modesta de contacto es la actividad social más extendida en
cualquier ciudad del mundo.
También hay contactos más activos. La gente se encuentra, saluda y charla con sus
conocidos y amigos, tanto en la calle como en una esquina o en un café. Hay gente que
pide indicaciones e intercambia comentarios sobre el clima o sobre la frecuencia de una
línea de transporte. El contacto más intenso a veces puede nacer a partir de estos
pequeños encuentros.
(Fuente: Citiscope)
2. CONCLUSIONES
Se debe de considerar el interés por una dimensión humana dentro del planeamiento ya
que este importante, el cual debe ser el reflejo de que existe una demanda por mejor
calidad urbana, lo cual establece conexiones directas entre las mejoras espaciales y su
papel en lograr ciudades vitales, sanas, seguras y sostenibles. El hecho de invertir en estos
4 aspectos, disminuyen costos sociales principalmente en la salud pública e
infraestructura automotora, los cuales se ven compensados.
El planeamiento y la estructura de las ciudades influye en el comportamiento de los
habitantes, esto se puede ir transformando de acuerdo a la cultura de los propios
habitantes.
El caminar es muy importante para la vida urbana, tan solo realizar esta actividad nos
relación más con la ciudad, creando espacios públicos para reunirnos, de esta manera
se crean actividades que se dividen en actividades obligatorias y actividades opcionales.
La ciudad es para la gente, concepto que se ha deteriorado por dar prioridad a la
máquina de 4 ruedas, y por el bombardeo masivo de los medios de comunicación de
crear una visión equivoca de la ciudad, como lugar de inseguridad, robo; la ciudad es
un lugar de relación publica, de intercambio cultural, estos se dan en los espacios
públicos que son muy importantes, puesto que diseñándolos para la gente, haciéndolos
atractivos para su circulación y uso, traerían de por si una solución a la inseguridad
pública, puesto que las calles no estarían vacías, estaría la gente hablando, dialogando
, dando un paseo en bicicleta o simplemente sentándose a observar cómo se da la vida
urbana.
3. BIBLIOGRAFÍA
• Jan Ghel. (2014). CIUDADES PARA GENTE. Ciudad Autónoma de Buenos
Aires: Ediciones Infinito, Buenos Aires, Argentina .