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UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA

FACULTAD DE EDUCACION, CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN Y


HUMANIDADES

ESCUELA PROFESIONAL DE HUMANIDADES

TRABAJO DE EXPOSICIÓN

“Crisis de la Escolastica, Guillermo de Ockham, Filosofia del


renacimiento: Nicolas Maquiavelo”

PRESENTADO POR:

Luz Marina Ticona

Anais Velasquez Muñoz

Leslie Valdez

Dabor Villavicencio

Jazmin Zuñiga

Juan Andre Walker

CARRERA:

Carrera profesional de Psicologia

TACNA- PERÚ

2018
La Crisis De La Escolástica, Guillermo De
Ockham, Filosofía Del Renacimiento: Nicolás
Maquiavelo

¿Qué es la escolástica?

La escolástica es el movimiento teológico y filosófico que intentó utilizar la


filosofía grecolatina clásica para comprender la revelación religiosa del
cristianismo.
La escolástica fue la corriente teológico-filosófica dominante del pensamiento
medieval, tras la patrística de la Antigüedad tardía, y se basó en la
coordinación entre fe y razón, que en cualquier caso siempre suponía la clara
sumisión de la razón a la fe Pero también es un método de trabajo intelectual:
todo pensamiento debía someterse al principio de autoridad y la enseñanza se
podía limitar en principio a la repetición o glosa de los textos antiguos, y sobre
todo de la Biblia, la principal fuente de conocimiento, pues representa la
Revelación divina; a pesar de todo ello, la escolástica incentivó la especulación
y el razonamiento, pues suponía someterse a un rígido armazón lógico y una
estructura esquemática del discurso que debía exponerse a refutaciones y
preparar defensas.

 La relación entre razón y fe, que para ellos debe de ser de


Colaboración, aunque siempre desde la supremacía de la revelación. La
Razón completa la revelación y es una facultad natural, existente en todo
Hombre. Si la fe fuese irracional para un escolástico sería falsa, de ahí
Su empeño en ‘demostrar’ racionalmente la fe.

 La creación ‘ex-nihilo’, es decir, ‘desde la nada’. Para los


Escolásticos Dios es ‘Causa incausada’ y, por ello, había que justificar la
Idea misma de creación y el proceso de independencia de las criaturas
Respecto del plan divino.

Crisis de la escolástica:

Había sido conciliado en el período de apogeo de la escolástica gracias al


desarrollo especulativo de Tomás de Aquino comienza a perder solvencia.
Nadie afirma que razón y fe se contradigan explícitamente de acuerdo a una
"doble verdad", se sostiene sí que la razón posee límites y que son más
estrechos de lo que se había pensado hasta entonces.

 PROBLEMAS DE LA FE Y LA RAZÓN:

 Con occam se produce la ruptura que logro establecer Tomas de Aquino


entre la fe y la razón. Elimina la zona de intercepción entre ellas, los
llama preámbulos de la fe.
 Tiene contenidos distintos, Dios solo es cognoscible por la fe.
 La teología pierde su carácter científico y queda relegada al ámbito de lo
irracional. Por lo tanto la existencia de Dios, al igual que sus atributos,
son indemostrables a través de la razón.
 Llegar a establecer por la razón que tiene que existir una causa primera
del universo no nos autoriza a pensar de que se trata de Dios creador, al
que solo llegamos por vía irracional.

 CAUSAS DE LA CRISIS:

Escoto observará que la demostración tomista "a posteriori" del efecto a la


causa, no es verdaderamente demostrativa y que muchas verdades de fe
quedan fuera de su alcance.
El número de proposiciones teológicas indemostrables se multiplica
considerablemente, desde la existencia misma de Dios hasta los
mandamientos de la ley de Dios. 
La teología deja de ser considerada una verdadera ciencia ya que es incapaz
de demostrar sus afirmaciones fundamentales, convirtiéndose en un saber
"práctico" que conduce al hombre hacia la salvación eterna.
Los campos teológicos y filosóficos se dividen, aunque no implica
necesariamente una desvaloración del mundo y la teología sino, por el
contrario, se inspira más bien en un profundo respecto por lo religioso que
aspira a rescatar lo específico de la fe frente a la contaminación de la filosofía
de origen pagano.
La teología se alejará del racionalismo y comenzará a buscar su apoyo en la
revelación. Los filósofos, por el contrario, se aproximan a nuevos problemas: el
estudio de la naturaleza y la ciencia. Comienza a trazarse la revolución
intelectual que caracterizará la atmósfera del Renacimiento y la Reforma.

Guillermo de Ockham:
Nació en Surrey, Inglaterra. Entró en la orden de los franciscanos y estudió y
enseñó en la Universidad de Oxford desde 1309 hasta 1319. Conocido como
Doctor Invincibilis, en latín, 'Doctor invencible', y Venerabilis Inceptor, en latín,
'Venerable iniciador'. Acusado por el papa Juan XXII de impartir enseñanzas
peligrosas, permaneció en arresto domiciliario desde 1324 hasta 1328 en el
palacio papal de Aviñón (Francia) mientras se sometía a examen la ortodoxia
de sus escritos. Se alió con los franciscanos contra el papa en una disputa
sobre la pobreza de la orden y huyó a Munich en 1328 para acogerse a la
protección de Luis IV, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, que
había rechazado la autoridad pontificia en asuntos políticos. Excomulgado por
el Papa, Ockham escribió contra el papado y defendió al emperador hasta que
este murió en 1347. El filósofo murió en Munich, mientras intentaba lograr una
reconciliación con el papa Clemente VI. Ockham alcanzó la fama como alguien
que aplicó la lógica de forma rigurosa para mostrar que muchas creencias de
los filósofos cristianos (por ejemplo que Dios es uno, omnipotente, creador de
todas las cosas, y que el alma humana es inmortal) no se podían probar
mediante la razón filosófica o natural, sino tan sólo a través de la revelación
divina. Su nombre se atribuye al principio de economía en lógica formal,
conocido como 'la navaja de Ockham', según la cual las entidades no tienen
que ser multiplicadas sin necesidad.
 EL NOMINALISMO DE GUILLERMO DE OCKHAM:
El nombre de Guillermo de Ockham es asociado normalmente con dos
posiciones filosóficas distintivas: el nominalismo, la doctrina según la cual no
existen cosas universales, ni nada universal en la realidad extramental, y el
voluntarismo teológico, la doctrina según la cual el fundamento de validez y el
contenido de la ley moral dependen totalmente de un acto de la voluntad divina.
Es sabido que Ockham niega que la realidad extramental sea, de cualquier
modo, universal. Universalidad sólo hay en los conceptos y en los nombres, en
cuanto significan una universalidad de cosas. Si bien Ockham no es un
nominalista extremo –como lo será Hobbes–, en cuanto acepta la existencia de
universalidad no sólo en los nombres, sino también en los conceptos, lo que lo
diferencia de la posición realista distintiva de santo Tomás y Aristóteles, es que
éstos últimos, aceptando asimismo que universalidad en sentido estricto sólo
hay en el entendimiento, sostienen, asimismo, que los conceptos son la misma
esencia de las cosas externas universalizada, esto es, hecha abstracción de
las condiciones materiales de individuación.
Por ende, las cosas externas, siendo todas ellas particulares, son universales
en potencia. El entendimiento, que es de lo universal, universaliza lo que de
potencialmente hay de universal en tales cosas, y produce el concepto, el cual
es la misma esencia de la cosa exterior, poseída intencionalmente. De ahí que
la ciencia, que opera con conceptos, versa directamente sobre las cosas
exteriores.
Ockham niega esto último. Para él, la realidad extramental no es universal ni
siquiera en potencia. De ahí que los conceptos, que son universales, no
puedan ser la misma esencia de las cosas conocidas, sino que la reemplacen
en el entendimiento. Por ende, la ciencia no trata sobre cosas, sino sobre
nombres o conceptos. ¿Implica esto un idealismo? Entre los estudiosos,
algunos piensan que sí, y otros que no. Lo concreto es que Ockham piensa que
no: piensa que aunque la ciencia trata sobre conceptos, a los cuales están
subordinados los nombres, los conceptos suponen por las cosas en el lenguaje
mental, toman su lugar, y que los conceptos son signos naturales de las cosas,
de modo que tal cosa naturalmente ha de producir tal concepto. La
universalidad de los conceptos es así una universalidad causada por la
naturaleza, y la de los nombres es convencional, pero dependiente de la de los
conceptos.

Ockham cree, en consecuencia, que aunque la ciencia trate sobre nombres o


conceptos, la ciencia sí permite conocer lo real. Cree que puede salvar el
clásico problema del “puente”, común a todo representacionismo, sosteniendo
que, aunque la ciencia verse sólo sobre conceptos, éstos toman naturalmente
el lugar de las cosas externas.
 LA CONTINGENCIA DE LA LEY:
Según Ockham, uno de los fundamentos de la ley es el mandato divino –
además de los preceptos formales evidentes de suyo–, el cual viene a proveer
el contenido que la ley moral requiere de modo definitivo y absoluto.
La ley moral puede, en consecuencia, tener un carácter absoluto sólo si hay un
Dios legislador. Ockham cree en ello. Literalmente, cree en ello, no lo sabe,
porque también cree que no es posible demostrar la existencia de un tal Dios
legislador. Sostiene que es posible demostrar la existencia de una primera
causa eficiente –o, mejor, piensa él, conservante– del mundo, incausada, pero
no que ésta causa primera sea Dios como tradicionalmente se lo entiende. Los
atributos divinos no pueden ser demostrados, ni siquiera
la unicidad, omnipotencia y carácter providente de Dios. Pero tales atributos
son requeridos para que una causa eficiente primera sea, además, legisladora
de la moral. Y, piensa Ockham, si no podemos saber que Dios, en el sentido
moralmente relevante del término, existe, tenemos que creerlo. Hay que creer
que existe el legislador último de la ley moral, lo cual viene, en la práctica, a
añadir un nuevo grado de contingencia a la ley moral: no sabemos a ciencia
cierta su contenido en ausencia de un posible mandato divino, pero tampoco
sabemos a ciencia cierta si hay tal Dios legislador. Hay que, simplemente,
creerlo.

Nicolás Maquiavelo

 BIOGRAFIA:
Maquiavelo es un pensador, pero sin un sistema filosófico concreto, un
humanista con nostalgia de la grandeza de la antigua Roma; patriota, sin
principios éticos y oportunista. Si Tomás Moro es un idealista, Maquiavelo está
en el extremo opuesto. No se distinguió ni por su amor ni por su respeto a sus
semejantes. Procurar el bien moral o material del pueblo quedaba relegado
frente al objetivo de afianzar el poder del déspota. Los dos valores centrales del
Renacimiento: racionalidad y libertad se aplican también a la visión
renacentista de la sociedad y del pensamiento. El progreso en la historia
depende de la acción del hombre y no de la intervención divina. Para
pensadores como Pico y Campanela el hombre es capaz de construir
racionalmente una sociedad de seres libres e iguales: el orden político ha de
ser el reflejo de estos valores. Maquiavelo rechazó cuanto fuera idealismo y
teoría y aplicó el sentido práctico. La política nada tenía que ver con la moral, la
ética o la religión.

 PENSAMIENTO POLÍTICO:
Se le atribuye la frase EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS, ya que resume
muchas de sus ideas. Se considera a Maquiavelo como uno de los teóricos
políticos más notables del Renacimiento, pues con su aporte se abre camino a
la modernidad en su concepción política y a la reestructuración social.
Tradicionalmente, se ha encontrado una aporía en el pensamiento
maquiaveliano como consecuencia de la difícil conciliación de sus dos obras
principales, los Discursos sobre la primera década de Tito Livio y El príncipe.
 EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS:
Durante siglos y aun hoy se atribuye esta frase a Maquiavelo, cuando en
realidad no figura en ninguna de sus obras. Lo que se hizo fue, mediante los
conceptos de Maquiavelo, crear esa frase careciente de contexto para sumar
mala fama hacía el. La frase que realmente dijo fue:
“Haga, pues, el príncipe lo necesario para vencer y mantener el estado, y los
medios que utilice siempre serán considerados honrados y serán alabados por
todos”...

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