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Hoy en día, no hay empresa que no tenga entre sus planes una buena inversión. Desde que
se inicia un negocio es muy claro que no se está incurriendo en un gasto innecesario, sino
más bien se está haciendo una gran inversión, esto es porque todo lo que se gaste en iniciar
dicho negocio es para recuperarlo y en mayor magnitud, es allí donde aparece el
rendimiento, que es básicamente el objetivo de toda inversión, obtener un buen
rendimiento que permita satisfacer las expectativas del inversionista y tener la certeza de
que valen la pena los riesgos que una inversión conlleva.
Los factores esenciales en toda inversión son dos: el riesgo y el rendimiento, esto es lo que
toda persona que esté dispuesta a invertir debe conocer e identificar antes de hacerlo. Es
así como esto se aplica hasta en actividades sencillas de la vida cotidiana, como cuando
decidimos comprar una computadora, varios factores como la marca, el procesador y otras
características que tenga, nos pueden indicar qué rendimiento que nos va a dar, qué tan
útil va a ser; y, cuáles son los riesgos que se pueden correr al no escoger un buen producto.
En una empresa es exactamente igual, al tomar cualquier decisión que tenga que ver con
una inversión, lo más importante y primordial es conocer los riesgos de escoger una de las
posibles alternativas, así como, el rendimiento que se va a obtener una vez tomada la
decisión. Pero, ¿a qué se refiere el riesgo en una inversión?, ¿cómo saber cuál es el
rendimiento que se puede obtener? Podemos encontrar un sinnúmero de definiciones de
riesgo, pero en cuestión de negocios e inversiones requiere de un análisis más profundo,
según (Laurewrence & Chad, 2012) “el riesgo se puede considerar como una medida de
incertidumbre, en torno al rendimiento que se espera o se puede obtener de una inversión”
en cuyo caso, el mismo autor también afirma que “las inversiones más riesgosas, serían
aquellas con rendimientos más inciertos”, en otras palabras, lo que quieren decir estas
afirmaciones es que, el riesgo serían todas aquellas probabilidades de que se pueda o no
obtener rendimiento de una determinada inversión.
El rendimiento de una inversión también se puede definir como “el ingreso que se obtenga
en una inversión agregándole cualquier cambio en el precio de mercado, que generalmente
son porcentajes del precio inicial de mercado de la inversión” (Van Horne & Wachowicz,
2010), es así como según los mismos autores, el riesgo vendría a ser “la variabilidad de los
rendimientos con respecto a los esperados”
Según (Ross, Westerfield, & Jordan, 2010) cuando se realiza el estudio de los riesgos
vinculados con los activos particulares o a un activo específico, se encuentran dos tipos de
riesgos: el sistemático y el no sistemático, siendo el primero capaz de afectar a un gran
número de activos y el segundo a un pequeño grupo; este factor es importante ya que para
un inversionista que tiene un diversificación en sus inversiones, cuando tenga que realizar
una elección sobre la compra de un activo solo se fijará por el riesgo sistemático que posee
dicho activo.
Esto conlleva a relacionar al riesgo con las grandes posibilidades de que se produzcan
fluctuaciones en la valoración que se obtenga; por ello se hace necesario el uso de una
herramienta o medida que permita evaluar y cuantificar este tipo de situaciones;
recordemos que cuanto mayor sea la incertidumbre, la inversión se presentará más
riesgosa.
Entonces, se han mencionado los procedimientos para poder evaluar el riesgo de un activo,
el siguiente paso es medir ese riesgo. El valor o tasa de retorno, o también llamado valor
esperado de rentabilidad; permite discernir cuál será el rendimiento que se espera producir
en una inversión dentro de un periodo determinado; en base a los réditos dados por las
probabilidades existentes; si la probabilidad es igual para las alternativas entonces
hablaríamos de un rendimiento promedio.
Estos tipos de evaluaciones aportan en buena medida a que las personas o inversionistas
tengan una idea más concreta sobre la situación que encierra este tipo de inversión; sin
embargo la estadística nos permite emplear otras medidas para el cálculo del riesgo. De
este modo, (Fernández, s.f.) menciona que: “la varianza es el estadígrafo comúnmente
utilizado para medir la dispersión de una distribución de probabilidades alrededor de su
media”; esta medida muestra la variabilidad de los datos examinados, por medio de un
número concreto.
La varianza se obtiene de la sumatoria (Ʃ) de los rendimientos (𝑟𝑗 ) o variables que se desea
analizar menos el rendimiento esperado o promedio (ṙ), valor medio o media aritmética,
elevados al cuadrado, multiplicada por la probabilidad (𝑃𝑗 ) , todo esto dividido para el
número de variables examinadas, en el caso de ser muestral se dividiría para “n-1”,
entendiéndose que “n” es la cantidad de la muestra; se eleva al cuadro para poder obtener
resultados positivos.
Sin embargo, diversos autores coinciden en que la medida de dispersión más favorable es
la “desviación estándar”, ya que al ser la raíz cuadra de la varianza, nos manifiesta un
resultado más comprensible y aceptable. En tal razón, como lo señalan (Laurewrence &
Chad, 2012) “la desviación estándar k, mide la dispersión del rendimiento de una inversión
alrededor del rendimiento esperado”; así si el valor de respuesta es alto, la distribución o
fluctuación de los rendimientos es mayor.
Esta medida se convertiría en un factor clave para determinar la comparación de los riesgos
de los activos con los rendimientos esperados, ya que sirve de base para el cálculo del
coeficiente de variación; (Ávila, 2011) lo define como “un concepto relativo de la
variabilidad, que mide el riesgo por unidad de rendimiento esperado CV=DE/Rendimiento
esperado. El rendimiento esperado o valor esperado es una medición estadística del valor
medio, o promedio, de los posibles resultados, en el que los ponderadores son las
probabilidades de ocurrencia”.
Donde:
𝑊𝑗 = Proporción del valor total en dólares del portafolio representada por el activo j
La covarianza es una medida estadística en que dos variables se mueven juntas. Una
covarianza positiva indica que dos variables se mueven juntas, una covarianza negativa dice
que las dos variables se mueven en direcciones opuestas, una covarianza de cero significa
que las dos variables no muestran una tendencia a variar juntas de manera lineal ni positiva
ni negativa.
Aquí tenemos un lado ventajoso, la covarianza entre los valores ofrece la posibilidad de
eliminar parte del riesgo sin reducir el rendimiento.
Es así que, los riesgos de un portafolio dependen más de la covarianza de pares de valores,
que de valores separados, podemos decir que una covarianza baja conlleva a un portafolio
de bajo riesgo. En la diversificación la idea es dispersar los valores, y es importante tener en
cuenta que, invertir en los mercados del mundo puede lograr mayor diversificación que
invertir valores en un solo país.
Cuando las empresas especialmente las multinacionales desean abrir mercado fuera de su
país para aprovechar las oportunidades de inversión que se les ofrece y obtener un mayor
rendimiento debido a la facilidad que brindan para expandirse como por ejemplo el pago
de aranceles, la mano de obra, la materia prima, hace atractiva a nuevos inversionistas, los
mismos que tienen que asegurar su inversión ya que la incertidumbre en obtener
rendimiento está latente, por este motivo se aplica el Modelo de Fijación de precios de
activos de capital con el fin de asegurar que la tasa de retorno sea beneficioso para los
inversionistas.
Los inversionistas que apuestan al riesgo esperan obtener una mayor utilidad, los mismos
que necesitan cuantificar los valores que estarán en riesgo a través del Modelo de fijación
de precios de activos de capital MACP
El riesgo total que vayan a sufrir las inversiones es igual al riesgo no diversificable que es un
acontecimiento de riesgo que afecta a la empresa como por ejemplo una huelga,
demandas, la tecnología, etc. hechos que tienen relación directa con la empresa, más el
riesgo diversificable o no sistemático, es el riesgo más importante que se tiene que valorar,
es aquel que tiene que ver con el mercado donde desarrolla las actividades, como las
recesiones, guerras, desastres naturales, etc.
El riesgo va hacer medido mediante el coeficiente beta, b, “es una medida relativa del riesgo
no diversificable. Es un índice del grado de movimiento del rendimiento de un activo en
respuesta a un cambio en el rendimiento del mercado.” (Laurewrence & Chad, 2012) El
rendimiento de mercado es el rendimiento sobre el portafolio de todos los valores que se
cotizan en bolsa, que no es más que las diversas inversiones que tenga la empresa.
Finalmente, se puede decir que una inversión no es algo que se puede hacer sin tomar en
cuenta ningún factor y sin tener ninguna referencia de los efectos, ya sean positivos o
negativos que nos pueda ofrecer dicha inversión. Por más sencillo que parezca, no es
cuestión únicamente de poner dinero y esperar recibir más; tanto las personas como las
empresas, al momento de tomar la decisión de invertir, ya sea en bienes, acciones, bonos,
obras o cualquier otro mecanismo, deben tener la seguridad de que su dinero estará a salvo,
así como también, la certeza de que los riesgos que conlleve la o las inversiones que se
hagan sean mínimos y no impidan la obtención un rendimiento satisfactorio y favorable.
Referencias
Anónimo. (s.f.). El riesgo en activos de inversión. Obtenido de Welzia:
http://www.welziaformacion.com/welziaFiles/multimedia_104_1138366418.pdf
Markowitz, H. (1952). Portafolio Selection. The Journal of Finance / La revista de las finanzas, 77-
91.
Ross, S. A., Westerfield, R. W., & Jordan, B. D. (2010). Fundamentos de Finanzas corporativas
(Novena ed.). (J. Marcés Chacón, Ed.) México: McGaw-Hill.
Van Horne, J. C., & Wachowicz, J. M. (2010). Fundamentos de Adminitración Financiera. Décimo
Tercera Edición. México: Pearson.
APLICACIÓN PRÁCTICA
Además, como se observa en la parte B de la tabla 8.6, el valor esperado de los rendimientos
del portafolio durante un periodo de 5 años también es del 12% (calculado usando la
ecuación 8.2a, en la nota 3 al pie de página). En la parte C de la tabla 8.6, el cálculo de la
desviación estándar del portafolio XY es igual al 0% (usando la ecuación 8.3a, nota 4 al pie
de página). Este valor no debería sorprendernos, porque el rendimiento anual del portafolio
es el mismo, esto es, el 12%. Los rendimientos del portafolio no varían con el tiempo.
RENDIMIENTO PRONOSTICADO
Año activo x activo y calculo del rendimiento
esperado del
rendimiento de portafolio portafolio
1 2 3 4
2013 8% 16% (0.50 * 8%) + (0.50 * 16%) = 12%
2014 10 14 (0.50 * 10%) + (0.50 * 14%) = 12
2015 12 12 0.50 * 12%) + (0.50 * 12%) = 12
2016 14 10 0.50 * 14%) + (0.50 * 10%) = 12
2017 16 8 0.50 * 16%) + (0.50 * 8%) = 12
B. Valor esperado de los rendimientos del portafolio, de 2013 a 2017b
kp =12%+12%+12%+12%+12%/5=60%/5=12%
C. Desviación estándar de los rendimientos esperados del portafolio
skp =(12%-12%)+(12%-12%)+(12%-12%)+(12%-12%)+(12%-12%)+
0%+0%+0%+0%+0%/4
0%/4=0%
CALCULOS
El rendimiento anual es del 16%, con una desviación estándar del 15 por ciento. Suponga
también que otra acción tiene un valor esperado de rendimiento anual del 14% y desviación
estándar del 12%, y que el coeficiente de correlación esperado entre las dos acciones es
0.40. Al invertir cantidades iguales de dinero en las dos acciones, el rendimiento esperado
del portafolio sería:
Acción 1 Acción 2
Por lo tanto,
σp = [0.012825]0.5 = 11.3%