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2" LACOCINAS af EN EL | ga \NTICUO ECIPTO = PIERRE TALLET fe) a ee Bae ‘em Introduccion L a civilizacién faradénica es conocida en el mundo entero por sus antigiiedades y por los restos de monumentos reales que, desde las piramides de Giza a los santuarios de la antigua Nubia, se erigen atin hoy en Egipto y en Sudan. En dos siglos de exploracién cientifica del pais, los arquedlogos han censado millares de tumbas privadas, la mayor parte de las veces decoradas, que han proporcio- nado informaciones muy valiosas sobre la religién y las costumbres funerarias del pafs a lo largo de una historia de mas de tres mil afios. El arte egipcio, asiduamente presente en las grandes exposiciones internacionales, resulta, en ocasiones, extra- flamente préximo a nosotros en sus conceptos. Todo el mundo ha visto, de alguna manera, los frescos de oft das de los grandes templos egipcios en los qu hasta la saciedad la misma escena estereotipada: e presentando toda clase de manjares a las principales divi- Restos arqueoldgicos de Saqqara INTRODUCCION La caza y la pesca no sélo fueron actividades recreativas entre la nnobleza con un importante valor simbdlico, las piezas cobradas sirvieron para completar la alimentacién nidades del pais, las cuales, a cambio, le garantizan la estabi- lidad césmica del universo. Otras representaciones que figu- ran con gran regularidad en las tumbas de los nobles son también muy conocidas. Asi, desde el inicio de la historia egipcia se pueden observar todo tipo de escenas de la vida cotidiana y se han representado la mayor parte de las activi- dades agricolas: cultivo y cosecha del trigo, horticultura y viticultura, ganaderfa, y también los principales oficios arte- sanales y comerciales: fabricacién de muebles, escultura, orfebreria, elaboracién de tejidos. Se han hallado también. representaciones de los pasatiempos del propietario de la tumba: el difunto cazando pajaros de las marismas con una especie de bumerang o traspasando un hipopétamo me- diante un arpén, escenas todas ellas que, evidentemente, pueden tener, mas all de su estricto valor representativo, significados més profundos de caracter religioso. Otras re- presentaciones hacen referencia de forma muy explicita a actos littirgicos: peregrinajes, bailes y juegos rituales, pre- sentaciones de ofrendas. ms, Este rico repertorio es el que permite hacernos una idea concreta de la civilizacién faraénica, una cultura original centrada en el valle del Nilo, y dependiente para su supervi- vencia del ritmo anual de un tnico rfo, cuyo régimen de cre- cidas permitia en verano una abundante irrigacién de las tierras. La descripcién que hace Herédoto de este fenémeno resulta chocante: «Cuando el Nilo inunda el pais, tinicamente las ciudades sobresalen del agua, muy semejantes a las islas en el mar Egeo, pues el resto de Egipto se convierte en un mar y s6lo las poblaciones sobresalen»!. 1, Herédoto, Los nueve libros de la historia I, 97 (traduccién de Marfa Rosa Lida de Malkiel), Barcelona, 1999, Sin lugar a dudas este fenémeno natural marcé profun- damente los fundamentos mismos de la antigua sociedad egipcia. El minucioso trabajo agricola que suponia el man- tenimiento anual de los diques y canales, asi como la delimi- tacién de las tierras, que se reemprend{a incesantemente, quiza fuera consustancial a una sociedad muy jerarquizada, en la cual, por un lado, se hallaba la fuerza de trabajo, el campesino, y por otra, un pequefio numero de escribas y agrimensores encargados de mantener al dia el catastro, fijar la base tributaria y asegurar la recaudacién de aquellas par- tes de las cosechas que revertian en el estado. Hay que tener INTRODUCGION Escenas de pesca, agricutura y-conduccién de ganado en la tumba de Ti en Saqgara. , opUCION rol de a produccién de cote Pinta de la tumba ide Menena, XVI dinastia, necropolis de Tebas. en cuenta que el principio mismo del poder del faraén dependfa de la agricultura y de su correcto funcionamiento. Al final del TV milenio a. C. los primeros documentos en los que aparece la figura del faraén son objetos de prestigio decorados, que a menudo incorporan un mensaje politico y, de hecho, reflejan el concepto del poder que tenfan los egip- cios. Preferentemente se dan dos temas: en primer lugar el de la guerra y de la victoria sobre el enemigo. La famosa paleta de tocador de Narmer que se conserva en el museo de El Cairo muestra al rey, victorioso, pisoteando a sus enemi- gos. Pero més alld de esta demostracién de fuerza, otros documentos describen con mayor sutileza la organizacién del pais: la maza del rey Escorpin, instrumento guerrero donde los haya, presenta al rey llevando un azad6n ante un paisaje de canales bien organizados. Desde los inicios de esta civilizacién tenemos a través de estos bajorrelieves una idea bastante completa de cual era, en opinién de los egipcios mismos, la funcién real. El soberano era, a un tiempo, el guerrero victorioso y el organizador de la prosperidad agri- cola del pais en tiempos de paz. A lo largo de toda la historia de Egipto, se repiten los mismos principios de organizacién social, mutatis mutandis. Es por esto que se ha considerado a la institucién mondrquica y su administracién como las pie- dras angulares del sistema econémico y social del antiguo Egipto, prueba a un tiempo de la buena organizacién del pais, de su defensa frente a todo tipo de disturbios y de la posibilidad de redistribuir las riquezas para evitar las ham- brunas. Al final del Imperio Antiguo, un periodo de disolucién del poder central, llamado por los egipt6logos Primer Perio- do Intermedio, acompafiado de disturbios sociales y de gue- rras civiles, dejé en la memoria colectiva un recuerdo tan negativo de la situacién, que varias obras literarias del Imperio Medio lo reflejaron. Asi, un largo texto, conocido como las Lamentaciones de Ipuwer, se recrea extensamente sobre el desastroso estado en que se hallaba el pais, la situa- cién de miseria en que vivia su poblacién y las invasiones extranjeras, El retrato que lleva a cabo de un «mundo al revés» es en parte imaginario, en oposicién a la visién idilica de un Egipto préspero y bien gobernado. Las condiciones de vida de los campesinos, es decir, la inmensa mayoria de la poblacion del pais, no parece que cambiara demasiado en el transcurso de los siglos. Su hori- zonte se limitaba la mayor parte de las veces al pueblo 0 a la region en la cual trabajaban, a veces expuestos a la prevari- cacién de ciertos funcionarios deshonestos. Un cuento del Imperio Medio narra cémo un habitante de los oasis, tras INTRODUCCION Oferente levando un cuarto trasero de carne, tumba de lymeri, Giza En acasiones las clases més desfavorecides podian comer came gracias alas redistrbutiones que el eto llevaba a cabo tras la consagraciin de las ofrendas, INTRODUCCION 16 irse con su asno a vender sus productos por el Valle del Nilo, fue injustamente despojado de sus bienes por un pequefio potentado local. El asunto Ilegé al magistrado de la provin- cia y éste, fascinado por la verborrea y la elocuencia de la victima, acabé por restituirle sus bienes tras nueve largos alegatos. Asi pues, todo se resuelve a mayor gloria de la administracién, que en este proceso emite un veredicto tan justo como esperado. Pero entre lineas se entrevé una reali- dad mucho mas ambigua. A la vista de los acontecimientos descritos, queda claro que los abusos de poder debian ser numerosos, y que pocas veces debfan reprimirse. Por otro lado las condiciones de vida no debian ser muy faciles; otro texto del Imperio Medio, conocido como Satira de los ofi- cios, constituye un largo alegato a favor de la funcién de escriba, mientras las dems profesiones se describen bajo los mis oscuros tintes, especialmente la de campesino y la de jardinero, descritos como verdaderas bestias de carga. La franqueza involuntaria de este texto se halla ampliamente corroborado por los descubrimientos arqueol6gicos. El estudio de grupos de poblacién, hallados momificados en ciertas necr6polis del Alto Egipto, demuestra que la espe- ranza de vida era muy reducida entre la gente del pueblo, con importantes picos de mortalidad en la primera infancia y en la adolescencia. A los treinta afios, un individuo ya podia ser considerado viejo. La preservacin de los cuerpos también permite constatar que ademas de numerosas enfer- medades infecciosas, a menudo mortales, la mayoria de la poblacién compartia todo tipo de carencias alimentarias. De todo lo cual se deduce, sin lugar a dudas, la importancia de todo lo que hace referencia a la alimentaci6n y a la cocina en el universo egipcio. Paradéjicamente, quizd sea en econo- mias afectadas por una relativa penuria en las que se evoca con mayor ansia los placeres de la mesa. ‘Aunque las fuentes de las que disponemos no nos ofre- cen recetas complejas y refinadas, insisten mucho sobre el goce estético que supone la acumulacién de alimentos. Qui- zA sea por ello que el estudio de la cocina egipcia sea una de las mejores guias para estudiar la mentalidad profunda de este pueblo. INTRODUCCION Los esarbas toman nota de la ‘cosecha mientras los campesinos ‘cuya produccién no ha sido suficiente reciben bastonazos. Bajorrelieve de la tumba Mereruka fen Sagara, 7 cAPiTULO 1 Fuentes para una Investigacion ; L 0s monumentos antiguos que hoy se pueden admirar en Egipto son, principalmente, los que cumplian una funci perduraran. Sélo han resistido al paso del tiempo las construcciones de piedra, las mastabas y las tumbas ex 6n funeraria y se erigieron con la intencién de que cavadas en la roca, mientras que las casas de ladrillo cocido de aquella misma época han sido fuertemente erosionadas y sus vestigios son hoy menos evocadores. Sin embargo, seria un error imaginarse a los egipcios de dad como una civilizacién tinicamente intere- la anti sada por el més alld. Las tumbas de la necropolis tebana, decoradas con colores vivos y cubiertas de representacio- nes de la vida cotidiana, muestran, paradéjicamente, la alegria de vivir de este pueblo. Las pinturas y los bajorre- lieves funerarios, rebosantes de vida, muestran la diversi- dad de actividades de los obreros y los campesinos del pais, que se interpelan, rifien durante su trabajo, a veces Las excavaciones arqueolgicas han proporcionado a los egiptblogos informacién suficiente para conocer la aimentacién de los egipcios en la antigledad. Fragmento cerémico hallado en Deir Er-Medina FUENTES PARA UNA INVESTIGACION, FUENTES PARA UNA INVESTIGACION, incluso con humor. Por encima de todo se esperaba que, tras los funerales, se podria volver a gozar de los mas senci- llos placeres de esta vida: contemplar la luz del sol, asistir a banquetes, emborracharse. En este sentido, una de las tilti- mas ceremonias que celebraba el sacerdote sobre la momia del difunto consistia en devolverle simbolicamente el uso de sus sentidos, tocdndole el rostro con una azuela. Este rito llamado «dla apertura de la boca» debia permitir al muerto False puerta de Khenu de la necrépalis de Saqaara. recuperar el uso de la palabra, comer y beber, lo cual indica __Rito-de la epertura dela boca a : 3 - Pe aa eth través del cual el difunto podria s Ja importancia que la alimentacién tenia en la civilizacion volver @ hablar, comer y beber fe cen el mas all egipcia. La aficién que sentia el egipcio por la cocina y los placeres de la mesa se desprende de multiples documentos. Aunque por desgracia hasta el presente no se han encontra- do recetas de cocina propiamente dichas, las fuentes que nos informan sobre la alimentacién de los egipcios en la anti- giiedad son, sin embargo, muy abundantes. En primer lugar tenemos las representaciones figurativas, esculpidas © pintadas, que se han hallado en las capillas funerarias de los grandes personajes del pais. Disponemos de centenares de ellas, pertenecientes a todas las épocas de la civilizacién faraénica y desde las primeras dinastias egip- cias. Asi, por ejemplo, en las tumbas de los notables de las a FUENTES PARA UNA INVESTIGACION, El difunto sentado ante un velador 29 tiene a su alcance una serie de panes. Tumba de Irukaptah, necrépolis de Saqqara epresentacion que al difunto se le sirva una comida diaria que permita su alimentaci6n en el mas all. Los viveres que estan destinados se sitian frente a él sobre o bajo una sspecie de velador hacia el cual tiende la mano (sefal del onsumo de las ofrendas). El nombre de los alimentos, rito en jeroglificos con indicaci6n de la cantidad disponi- ble diariamente, permite que nos hagamos una idea del menti destinado al difunto. Asi se nombran y a veces se representan diferentes trozos de carne, numerosas clases de es, aceites y bebidas. Ms tarde, desde la Dinastia IV, unos paneles de ofrendas sistematizaran las listas de alimen- tos. En el caso de que el aprovisionamiento no se hubiera ado en el momento del culto funerario, esta especie de primeras dinastias, que todavia no se pintaban ni decora- ban, se han hallado un gran ntimero de estelas rudimenta- rias que muestran al difunto, debidamente nombrado e identificado por todos sus titulos oficiales, frente a una mesa de ofrendas, En el marco de enterramientos aun relativa- mente sucintos, esta mesa de ofrendas tiene evidentemente una funcién esencial. Se trata de asegurar mediante esta a, podia sustituirlo. Estos documentos que, regularmente con pequenas variaciones en el transcurso del tiempo, se allan en las tumbas hasta el final de la época faradnica, lle- a cabo un inventario completo del menti que se ofrecta ibdlicamente al difunto. Las Ilamadas mesas de ofrendas En las tumbas mas decoradas se representa todo el proce- So de produccién de los alimentos. Gracias a ellas tenemos ‘peraciones, insistiendo especialmente en las escenas de FUENTES PARA UNA INVESTIGACION ‘Mesa de ofrendas de Inpu, Imperio Nuevo. La mesa de ofrendas se colocaba ante la falsa puerta a fin cde que el difunto puciera encontrar all los alimentos neceserios para subsistr en el més ald FUENTES PARA UNA INVESTIGACION Pieza cerémica de la Epoca Predinastica. Las tumbas de esta época han proporcionado grandes cantidades de material cerémico. sacrificio y descuartizamiento de las reses, de preparacién de la cerveza y del pan. El arte egipcio pocas veces busca la originalidad a la hora de inspirarse y es muy probable que los artistas en busca de modelos se copiaran los unos a los otros sin proceder, en cada ocasién, a una observacién directa de la realidad. Sin embargo, como veremos mas ade- lante, a veces algunos monumentos nos facilitan una idea mis precisa de la elaboracién de ciertos alimentos ya se trate de pastelerta, de vinificacién, carniceria 0 escamado del pes- cado. Siguiendo las mismas fuentes de inspiracién que los bajorrelieves y las pinturas de las capillas funerarias, desde el Imperio Antiguo, pero sobre todo desde el Imperio Medio, un numero importante de modelos reducidos en cerimica 0 madera representan en tres dimensiones las actividades cotidianas de la economia del pais. Estas maquetas, destina- das a ser colocadas en la tumba cerca del difunto, desempe- aban el mismo papel que las representaciones pintadas 0 en bajorrelieve, especialmente cuando la tumba habia de permanecer sin inscripcién. Muestran la navegacién por el Nilo, cémo se guia el ganado, el trabajo artesanal y la elabo- racién de tejidos, asi como otros temas frecuentes en las capillas decoradas. Pero la mayor parte de ellas se dedican, evidentemente, a mostrar, con todo lujo de detalles, la pre- paraci6n de las principales ofrendas destinadas al muerto y a describir de nuevo las diferentes fases de las operaciones de carniceria, de la fabricacion de la cerveza y de panifi- cacion. Otras fuentes de informacion permiten igualmente estu- diar la alimentacion de los antiguos egipcios. Unas condi- ciones climaticas excepcionalmente dridas han permitido con cierta frecuencia analizar los restos de ofrendas alimen- ticias depositas en las tumbas. Asi se hizo en una tumba de la época predinastica descubierta en Saqqara que encerraba numerosos viveres entre los cuales se hallaban cerveza, vino, FUENTES PARA UNA INVESTIGACION granos, carne? Semejantes descubrimientos no son raros y__‘Megueta ena que un conjunto 4 . é de figurillas muestran las diferentes orresponden a todos los periodos dela historia de Egipto: tapes de a eaboracion del pan en el Imperio Nuevo la tumba de Tutankhamon, bien cono- cida por todos por los tesoros de orfebreria que en ella se han descubierto, estaba también copiosamente surtida de grandes jarras que contenian vino y aceite asi como platos de carne, frutas y panes de todo tipo. Otra tumba no viola- da, fechada de finales de la Dinastia XVIII (reino de Ameno- fis III), es la del arquitecto Ka, que fue abierta a principios del siglo XX por el arquedlogo italiano E. Schiapparelli. Esta tumba contenfa numerosos alimentos, dispuestos en los mismos platos que sirvieron para presentarlos, situados cer- ca de los despojos del difunto. Vemos diferentes tipos de pan, algunos todavia con una redecilla de palma, pasteles moldeados seguin la representacién iconografica de la flor del papiro, con forma de diferentes animales 0 de aguama- 2, Emery, WB, A Funerary Repast in an Egyptian Tomb of the Archaic Period, Leyde, 1962. vest oi sriGAciON ada en una ecavanien, niles, recipientes de alabastro conteniendo aceite, pescados secos, harinas y legumbres, cabezas de ajo, datiles y uvas secas todavia elegantemente dispuestas en los amplios platos y las cestas que sirvieron para presentarlas al celebrarse la ultima ceremonia. Tales descubrimientos son frecuentes, sin embargo pocos son tan espectaculares. Hay que afiadir que, silos tesoros ocultos en las tumbas con frecuencia suscitaban Ja codicia de los saqueadores de tumbas, los alimentos depo- . aM iaa EN sty PY ak fiat ; WAAL ye Stay, sitados en los panteones funerarios también eran consumi- dos por los ladrones, aunque, evidentemente, esto sdlo se producia cuando se profanaba el panteén poco después de Jos funerales. En este sentido los arquedlogos han constata- do,en una tumba de la necrépolis de Menfis, que el conteni- do de las jarras de aceite habia sido extraido por aficionados y que las jarras de vino sustraidas de la sepultura habian sido consumidas en la superficie antes de ser destrozadas.> Estos restos alimenticios, si no han desaparecido, aportan informaciones muy utiles. Su anélisis permite establecer con en los asentamientos urbanos exploran sistemitica- los basureros de la antigiiedad sacan a la luz restos de itos, elementos de origen vegetal o restos 6seos de ani- que habian sido consumidos. Es asi como se ha sabido mayor precision los métodos de preparacién de los alimen- tos. Asi, sabemos que los higos podian utilizarse en la pre- paracién de ciertos panes,‘ o, al principio de la historia egipcia, para endulzar el arrope antes de que fermentara®. Cuando no se dispone de las ofrendas alimentarias, otros cans, en el Imperio Nuevo. En ultima instancia, el isis de restos humanos momificados ha permitido en gunas ocasiones saber en qué habia consistido la ultima mida del difunto, Huesecillos de ratén, descubiertos en el elementos permiten a su vez analizar las costumbres alimen- tarias de los antiguos egipcios. Numerosos textos (escritos religiosos, relatos, contabilidades, albaranes de entrega sobre papiro u ostraca) nos proporcionan, al menos, la lista de los 1 de restos humanos momificados, son pues la tinica ingredientes utilizados. Las misiones arqueolégicas que al 8 1 tueba de que estos pequefios roedores también se podian . : , msumir.® Evidentemente este alimento poco prestigioso 3. Van Dijk, J, «Hieratic Inscriptions from the ‘Tomb of Maya: a preliminary reports, GM 127, 1992 )se Menciona ni en las listas contables ni en los bajorrelie- 4, Samuel, Delween, «A New Look at Bread and Beer», Eeyptian Archaeology 4, s funerarios. 1997. 5, Hartung, U., Mac Govern, P, «The Beginning of Winemaking and Viticulture in Ancient Near East and Egypt», Expedition 39/1, 1997. ny Salima, Estos mismos cereales eran los que se utilizaban en el proceso de fabricacién de la cerveza, que sempeiié, como ya se ha dicho, un papel primordial en la entacién de aquella época. ‘Tras la recaudacién, la cosecha se almacenaba en unos depdsitos para su panificacién a lo largo del afio. Cada gran remplo disponia de numerosos almacenes, a su vez divididos Las tareas agricolas implicaban mucha meno de obra; en esta : i i pintura de la tumba de Menena se lo debido. Un documento del Imperio Nuevo describe la procede a la criba del gran. bastones, estan listos para castigar a aquél que no entregue situacién en esta forma: «Entonces el escriba desembarca en la ribera. Lleva a cabo el inventario. Tras él tiene a sus ayudantes armados con bas- tones, nubios con porras. Se le dice: «entrega el grano»... «no hay». Se le apalea salvajemente. Se le ata, se le tira al pozo sumergiéndolo cabeza abajo. Se ata a su mujer ante él. Sus hijos son encadenados. Sus vecinos los abandonan y huyen..» En cuanto a la Sdtira de los oficios que hemos nombrado ya en diferentes ocasiones, sencillamente dice lo siguiente: 25. Wild, Henri, «Brasserie et panification au tombeau de Ti», BIFAO 64, pigs. «no se considera a un campesino como un hombre...» 118-120, 1966. PANES Y DULCES Figurila de madera pintada de principios del Imperio Medio, en la ue un campesino ara con la ayuda de un par de bueyes uncidos por un yugo. PANES ¥ DULCES Fgutlla de madera pinteda de una Sitvienta transportando panes en departamentos dedicados a los principales alimentos, Entre todos ellos el reservado al pan era el mas importante y estaba constituido por diferentes talleres dedicados a la ela~ boracién de distintas variedades de pan. Las casas de los par- ticulares también podfan disponer de silos, la mayor parte de las veces levantados en las proximidades de las viviendas. Estos edificios, que por lo general eran circulares, se cons- truian de adobe. En la ciudad de Tell-El-Amarna (Imperio Nuevo) se han hallado restos de muchos de ellos, asi como en Balat, en el oasis de Dakhla (Segundo Periodo Interme- dio). Para acceder al interior del silo, ya fuera para guardar o retirar grano, existia una abertura en la cima. Muy cerca de la zona de almacenaje se hallaba el sitio en que se prepara- ba el pan: alli se trituraba el grano mediante muelas de pie- dra y la harina obtenida se amasaba en recipientes para ser finalmente llevada al fuego en los moldes de pan. Como ya dijimos, los moldes de barro para pan fueron muy abun- dantes y variados a lo largo de todas las épocas de la civili- zacion faraénica. Los habia de todas las formas imaginables: cénicos, alargados, circulares. Esta diversidad se halla en correspondencia con la gran variedad de panes que las dife- rentes listas de ofrendas nos sefalan; existian decenas y de- cenas de variedades tanto por su preparacién como por su forma. El andlisis reciente de algunos panes conservados en las tumbas asi lo confirma: algunos, por ejemplo, podian contener higos, otros haberlos aromatizado espolvoreando granos de cizafa por encima.?® La elaboracién del pan es, en consecuencia, una de las actividades que con més frecuencia se ha representado en las tumbas egipcias al menos en lo que a las épocas mas antiguas se refiere (Imperio Antiguo e Imperio Medio). La 26, Samuel, Delween, «Ancient Egyptian Baking and Brewing», Sesto Congresso Internazionale di Egiptologia 1, pags. 129-134, Turin, 1992. PANES ¥ DULCES e& SS oe ae ¢ TS Ow Le se vet B orig if ML Vy f co ‘iqueza del legado pict6rico permite detallar con gran pre- cisién el conjunto de etapas para la elaboracién del pan y Proporciona una muestra de la variedad de productos que se podian obtener. La preparacién del pan empezaba por la transformacién del trigo en harina (antes del almacenamiento las espigas de cereales habian sido trilladas y limpiadas, ambas escenas aparecen en las tumbas egipcias tras la siega). La tumba de Tien Saqqara (Dinastia V) presenta, sin lugar a dudas, una de las escenas mas completas y explicativas de panaderia Proceso de panificacion en la mastabe de Ti, necrépolis de Sagara, segin Epron y Daumas, Le Tombeau de Ti El Cairo 1959. PANES ¥ DULCES Detalle de la tumba de Tien la necrépalis de Saqqara en el que se obsenaa a dos obreros triturando trigo. gracias a los textos jeroglificos que acompaiian los gestos — de los personajes de principio a fin. En primer lugar se ve triturar el trigo en un mortero; debajo aparece escrita la leyenda sehem (machacar): dos obreros se dedican a esta _ tarea triturando el grano mediante mazas de madera. Es evidente que coordinan sus movimientos. Los jeroglificos. ponen en sus bocas las siguientes exclamaciones: «jsubel», «qbaja!». A continuacién se desarrollan un conjunto de ope- raciones para separar el grano de la cAscara del grano: criba do, tamizado, molienda, Una vez preparada la harina, se amasa con agua para obtener una pasta que se deja reposar — adura»2* La fase més original de todo el proceso es la fa en que se nos muestra la coccién del pan. La mayor {e de las veces se lleva a cabo indirectamente sobre mol- ‘bedjas. El método ¢s el siguiente: los moldes vactos, por general apilados en grupos de diez, se colocan sobre las umas, En la escena de la tumba de Ti, una mujer se prote- el rostro al tiempo que atiza el brasero mientras un hom- « dispone los bedjas. A continuacién se retiran estos mol- es del fuego, se vierte seguidamente la masa en su interior y ubre con una tapadera para que cueza. Segtin recientes conclusiones, se cree que el recipiente debfa permanecer en- ‘ze las brasas unos 40 minutos para que asi el pan pudiera _ cocerse, tras lo cual se retiraba del fuego. Cuando el molde se ‘a enfriado, se saca el pan del molde: «Dejar caer el pan», licen los jeroglificos.” Detalle de la tumba de Tien la necrépolis de Saqarra en el que se procede al crbado y tamizado del igo. \\ be ie Wy { QA Proceso de amasar a pasta para el pan en la tumba de Antefoxer, segon IN. De G, Davies, we durante cierto tiempo. Esta escena no figura en la tumba de ~ Ti, pero se halla en otros monumentos como la capilla de Antefoger (Imperio Medio) en Tebas en la que un hombre inclinado procede a esta operacién sobre una losa ligera- — mente en pendiente, para lograr evacuar el exceso de agua. — Una escena muestra en esta fase la adicién de sal ala prepa- raci6n.7 Una vez lista la masa se coloca en un recipiente amplio, donde se trabaja nuevamente. Entonces se incorpo- raba la levadura, tal como parece indicar la leyenda que acompafia la escena en la mastaba de Ti: «Verter sobre la 3 27. Blackman, A.M, Meir IV, pl. XU, Momento en que muy posiblemente se incorpora la levadura 4 le masa segin un detalle de la tumba de Ti en Saqgara _ 28. Con relacién al tema de la levadura ver Montet, P, Scdnes de la vie privée dans _ les tombeaux égyptiens de Ancien Empire, Estrasburgo, 1925, pig. 23% Vanier, Ja Manuel d'archéologie égyptienne LV, pigs. 286-288, Paris, 1964. 29, Hace unos afios un equipo de arquedlogos llevé a cabo con éxito este proce- 0 para elaborar pan en el emplazamiento mismo de una panaderia destinada a _abastecer Jos obreros de la cantera de las pitimides de Giza, Lehner, M., The Complete Pyramids, Londres, 1997, pays. 236-237; Roberts, D., «Rediscovering Egypt's Bread Making», National Geographic 187/1, 1995, pags. 32-35 PANES ¥ DU Los moldes de pan se tellenan y cierran; detalle de fg tumba de Ti en Saqqara Los moldes bedjos se colocan sobre el fuego; detalle de la tumba de Ti en Saqqara 6s Elaboracién de pasteles en {a tumba de Rejmire en Tebas segin N. De G. Davies. El panadero, personaje muy familiar en el mundo egipcio, también es objeto de atencién en la Stira de los ofici a «El panadero esta integramente dedicado a su labor: cuando _ pone sus panes al fuego, su cabeza penetra por entero en el interior del horno, y su hijo lo aguanta vigorosamente po los pies, si escapase de sus manos se precipitaria hasta el. fondo del horno.» Los dulces La amplia variedad de panes que hemos comentado slo es igualada por la de los diferentes dulces que debieron de producir los antiguos egipcios. Se trataba de preparaciones muy dulces en las que se utilizaban en abundancia la miel, los datiles, las algarrobas y otros agentes edulcorantes dispo nibles en aquella época, como por ejemplo las uvas pasas 0 el arrope.*” Por desgracia, las escenas de reposteria son esca- sas en la iconografia egipcia. Sélo tres tumbas del Imperio Nuevo muestran la elaboracién de dulces. Sin embargo, son _ suficientes para hacernos una idea acerca de las técnicas ylos ingredientes empleados aunque no proporcionen recetas — exactas. 2 La representacién que mejor puede informarnos al res- pecto se halla, sin duda, en la tumba del visir Rejmire que se emonta al reinado de Amenofis II. En ella se ven el conjun- de etapas para preparar galletas-shayt, de forma cénica. josamente no se utiliza un cereal como base de la prepa- acién sino rizomas de una especie de cana, la chufa (Cyperus esculentus), llamada ouah en egipcio. Esta raiz atin hoy es muy apreciada en Egipto, Los drabes la introdujeron ‘en Espafia en la Edad Media y con ella se prepara la muy popular horchata de chufa de la regién valenciana. En la _tumba de Rejmire, se ve cémo se elaboran galletas-shayt en "grandes cantidades para el culto de Amén.2! En la parte alta -de la capilla funeraria una escena muestra en primer lugar a unos obreros que preparan mediante unas medidas de madera la cantidad necesaria de chufas. Tras ellos, unos escribas toman nota de lo que se llevan de la reserva, para evitar cualquier malversacién de Jas existencias. El resto de la escena se desarrolla en un lugar claramente previsto para 30, Para la preparacion del arrope, ver pags. 159-160. la elaboracién de las galletas. Una leyenda jeroglifica indica efectivamente que los obreros son los asirvientes del depar- — tamento de dulces», Con las chufas se procede de igual modo que con los cereales. Se trituran en morteros con mazas, luego en una fase ulterior se eliminan las impurezas trillando el polvo obtenido, Por fin da comienzo la escena de 31, Davies, N. De G., The Tomth of Rekluniré, Nueva York, 1943, pl. 49-51. PANES ¥ DULCES Las chufas se tituran y erban; deialle de la tumba de Rejmire en Tebas. 6s PANES ¥ DULCES Mezcla de los ingredientes para la elaboracién de galletas-shayt chufas, datiles y miel. Detales de la tumba de Rejmire en Tebas. Preparacién de la pasta de chufas, reposteria propiamente dicha. Mientras una persona afade agua a la harina de chufas, otra amasa la mezcla mediante una espdtula de madera para obtener una pasta. A conti nuaci6n resulta algo mas dificil separar una etapa de otra. El orden mis légico quiza sea el siguiente: 4 1- Dos personajes se afanan alrededor de una placa meta- lica en cuyos extremos se hallan unas anillas que debjan ser- vir para manipularla mediante pértigas. Esta placa se coloca sobre un hogar de ladrillos encendido. Dos cocineros estén trabajando: uno remueve la preparacién mediante una esp-_ tula, otro parece coger algo del fondo de una gran jarra de almacenamiento; podria tratarse, aunque no quede espe- cificado, de pasta de chufas que servirfa como base para este _ dulce, En cambio las inscripciones permiten obtener in- formacién sobre otros ingredientes. Inmediatamente a la derecha del cocinero que manipula el instrumento de made- ra se halla una gran jarra de cuatro asas, cerca de la cual esta escrito: «Miel», por lo que no deja lugar a dudas sobre su contenido. Por encima del hornillo se ha representado un montoncito de datiles colocado sobre una bandeja. Aquila inscripcién beneret permite identificar nuevamente el produc- to. Los cuatro panes ovalados que aparecen inmediatamente debajo de los datiles a su vez podrian xeferirse alo que se halla quel momento cociéndose en la sartén. Los artistas egip- ran muy aficionados en sus representaciones a ensefiar , que no se vefa aun a costa del realismo de la escena, 2 Por debajo y hacia la derecha de esta primera escena vemos @ encontrarnos muy probablemente con los perso- najes ya mencionados afanandose alrededor de la misma laca metilica. El de la derecha engrasa la placa, mientras que izquierda su colega se ocupa de la coccién de las galletas diante una cuchara de madera. La leyenda jeroglifica que compatia la escena describe sobriamente el cardcter de la peracion: «aftadir grasa, ftefr la galleta-shayts.>® - Por fin, alrededor de estas dos escenas, quien decoré la imba representa en tres ocasiones el proceso de dar forma ‘angular a las galletas-shayt, Una vez més una inscripcién “nos deja bien claro lo que sucede en la escena: «dar forma de galleta-shayi. Al parecer esta operacién se llevaria a cabo tras la coccién. ~ De hecho el problema que se plantea es saber si lo que se representa en esta escena de reposteria es la elaboracion de dos galletas distintas, una tnicamente constituida de pasta de chufas frita, otra a base de una mezcla de datiles y miel*, _ si, por el contrario, se trata de una tinica secuencia que -detalla la preparacién del mismo dulce. La recurrencia de la _escena en que se da la forma final a las galletas y en la que iempre aparece el mismo producto, lleva a pensar que toda _ la representacién estd consagrada a la produccién de las mis- as galletas-shayt que al final un criado se lleva en cestos hacia su lugar de consumo, Las dos escenas de coccién que se tepresentan harfan en este caso referencia a la misma opera- cién que se ha descompuesto para una mejor comprension - del espectador. Esta serfa la receta que podriamos deducir: 32, Verhoeven, Ursula, Grillen, Kochen, Backen, Bruselas, 1984, pig, 123, doc, 20. 33. La escena corresponderia entonces a la preparacién de las galletas de datiles con miel cuya receta facilitamos al final de este capitulo, PANES ¥ DULGES Se frie las galletas en una serté; detalle de la tuba de Rejmire en Tebes, Se da forma triangular a las galletas detalle de la tumba de Rejmire cen Tebas, ‘Acabado el proceso se llevan las galletas; detale de la tuba de Rejmire en Tebas. Paictas shyt 0 galletas de chufas @jalletas-shayt o galletas de chufas Segiin las pinturas de la tumba tebana del visir Rejmire Gn el papiro médico Ebers (Dinastia Xvi : Ingrediente: Ingredientes: 5 medidas-ro (0'30 I) de vino ~ 150 g de chufas ~ 1 vaso grande de agua 1/32 (0'60 |) de miel - 50 g de datiles deshuesados = 50 g de miel, aceite de oliva 1/8 (2'40 |) de fruta cheny-ta (chufas) 1/4 (4'80 |) de jugo de la planta-djaret (elgarroba) Prepeanaciéa: /4,(4'80 I) de mucilago (épasta?) para galleta-shayt Moler las chufas hasta dejarlas reducidas a un polvo fino. Afadir el 1/4 (480 |) de grasa de oca vaso de agua y amasar hasta conseguir una pasta. Titurar los datiles con un molinillo hasta obtener una pasta fina y mezclarla bien con la par: miel hasta obtener una textura parecida a la de confitura. Incorporar a be cocerse todo y prepararse con forma de galleta-shayt y comer- la pasta de chufas. A partir de la masa resultante, modelar formas Be cada dia..2° triangulares de unos 50 g cuidando de que cada galleta no exceda 1 cm de altura. Seguidamente freirlas en una sartén con aceite de oliva cuidando de ir dandoles la vuelta hasta que alcancen un tono ; ‘ tostado y servirlas frias 4 De hecho, se trata de una preparacién parecida a la ante- rior ya que en ella se hallan la mayor parte de los ingredien- Los rizomas dé chufa, una variedad de papiro cuyo nombre cientfico es Cyperus tes conocidos a través de la escena de la tumba de Rejmire: Esculentus, pueden encontrarse fécilmente hoy en Egipto, donde se consumen tal cual, También pueden obtenerse con facidad en Espana, donde se utlizan principal ‘mente para la preparacién de la horchata de chufa y en muchas tiendas que venden los frutos secos. En lo que a los dates triturados se refete, lo mas préctico es procur rarselo en forma de pan de datiles. chufas, miel y grasa. Pero estos ingredientes en esta tiltima receta desempefian un papel infinitamente mas modesto que en la precedente y es posible que la pasta, en este tiltimo aso, se haya hecho simplemente con harina de trigo. Por lo tanto, se puede pensar que lo que caracterizaba una galleta- Otra fuente nos proporciona una receta para elaborar la shayt a los ojos de los egipcios de la antigitedad era mas su forma cénica que la receta, que al parecer podia variar. El hecho de que para el tinico dulce egipcio del cual se poseen informaciones concretas se disponga de dos recetas concu- Trentes, pone el acento sobre la riqueza de la cocina farabni- a ¢ indica lo mucho que nos falta por saber. misma galleta de forma un poco mas complicada; se trata del papiro médico Ebers que, entre el conjunto de prepara- dos destinados a curar diversas afecciones del sistema diges- tivo, en dos ocasiones proporciona lo que no deja de ser en definitiva una receta de cocina: 34, Para otras posibles recetas ver Manniche, Lise, An Ancient Egyptian Herbal, Londres, 1989, pag. 43 y Bresciani, Edda, Food and Drink. Life Resources in Ancient Egypt, Lucca, 1997, pags. 39-40. 35. P. Ebers, 136, 151; traduccién de Bardinet, Thierry, Les papyrus médicaucx de PEeypte pharaonique, Paris, 1995, pags. 269, 271 PANES Y DULCES Elaboracién dle pasteles en la tumba de Ramses ill segin Wilkinson, Manners and Customs. ’ ¥e yey) y ci NS Se da fora alos pasteles antes de cocerlas; detalle de la tumba de Rams I Se sabe que a los egipcios les gustaba dar a ciertos ali- mentos formas figurativas. Como ya dijimos, en la tumba del arquitecto Ka en Tebas, por ejemplo, se encontré todo. tipo de formas de pan. La ingestién de alimentos «figura- dos» podfa tener un significado religioso: en ocasién de algunas ceremonias vinculadas a la coronaci6n, el faraén debfa ingerir galletas a las que-se les habia dado la forma de los emblemas reales, acto que le permitia asimilar de forma. simbolica la funcién real.26 < Otra escena de reposteria que ha llegado hasta nosotros _ fue copiada en la tumba de Ramsés III en el siglo XIX” Aunque no ofrece ninguna receta, resulta instructiva sobre las diferentes clases de dulces que se podian elaborar. A la” izquierda se puede observar como unos obreros traen, segu- ramente, los ingredientes necesarios a la preparacién de unos dulces, quiz la gran jarra que transporta el personaje_ 36, Bonhéme, Marie-Ange, «Appétit de roi», en Homnages Leclant Il, BdE 106/2, pigs, 45-53, EI Cairo, 1993, - 37. Otta escena de pasteleria en que se ensena la misma placa metalica utilizada como instrumento de coccién se halla en Ja tumba de Kenamon (TT 93) en ‘Teas (Imperio Nuevo). : iquierda contenga miel y quizé el de la derecha Ileve la a en las manos. Ningtin jeroglifico nos permite en este 1 precisar los ingredientes, Un repostero dispone los dul- bre una mesita, uno de ellos parece tener la forma de tuey tumbado. A continuacién llega el momento de la yn, Vemos dos personajes alrededor de una placa meta- emejante a la ya citada anteriormente, colocada al go sobre un trébedes. La existencia de una anilla central i¢ permita desplazarla, incluso caliente si es necesario, irfa suponer la existencia de una tapadera, con lo cual, “hecho, la coccién se levaria a cabo en una especie de sar- in.8 Los dos hombres encargados de la cocci6n de las ga- as tienen gestos parecidos a los que realizan los cocineros la tumba de Rejmire. Uno de ellos, con ayuda de algo recido a una espatula de madera, vigila la coccién, Su mpafiero, armado de dos varillas, retira del fuego una jeta ya cocida con forma de serpiente enroscada. Otros s dulces del mismo tipo, ya acabados, se muestran por cima de los dos obreros, quiza se trate de una especie de snrollados de miel. Ningtin dato permite precisarlo. A pro- imidad se puede ver también dulces ya cocidos, parecidos a los realizados con anterioridad pero aqui con forma de iriangulo, circulo y buey tumbado, Mas a la derecha, otras s pequefias escenas superpuestas hacen referencia a Ja ela~ boracion de los dulces: abajo, un hombre coge un in; diente de una especie de cesto; arriba, un personaje da vuel- -tas al contenido de una olla mientras que un obrero Je trae madera para atizar el fuego? Podria tratarse de los ingre- _dientes necesarios para decorar 0 aromatizar los pasteles, una vez més la escena permanece muda al respecto. _ 38. Segin Vandier, Jacques, Manuel darchéologic égypticnne IV, pag. 318, Paris, “1968, _ 39. Segiin Wreszinski, Walter, wiikerei», ZAS 61, pag, 10, 1926, podria tratarse de hecho de hierbas a aftadir a la preparaci PANES YD Se cuecen sobre una placa metalica; dtale de la tumba de Ramsés Il EE HV 222 Preparacién de los ingredientes; detalle de la tumba de Ramses I, Antes de abandonar definitivamente la seccién de repos teria quiz4 sea interesante mencionar ahora algunas recetas que nos Ilegan a través del papiro Ebers. ‘Todas ellas tienen como fin curar la tos y utilizan ingredientes dulces. Se trata in papiros médicos pura y simplemente de recetas de pastelerfa, utilizadas en contexto particular... os de datiles con miel turer la espelta, mezclala con cerveza y calentar una cantidad Seguin papiros médicos Ingredientes: - Pasta de ditiles: 5 ro (0'30 |) - miel = gtasa de toro Preparacion: Mezclar la pasta de datiles con agua y batirla bien hasta obtener una 05 | de miel masa liquida. 0'5 | de grasa de toro Colocar una sartén al fuego para qie se caliente y verter esta pasta 1 | de agua con levadura liquida habiéndole dado forma de torta. 0'5 | de espelta triturada ‘Cuando esta torta esté cocida en su punto, prepararla con miel y gra! goma de acacia sa de toro como pasta sdlida. Tomarla a lo largo del dia.4° Preparacin: Titurar y mezclar hasta obtener una masa homogénea, cocer y omer a una temperatura conveniente al dedo...“2 Al. Bardinet, Th,, op. cit., pag. 300. 40. Bardinet, Th., op. cit., pags. 298-299. 42. Bardinet, Th., ibid. CcAPiTULO 5 La carne L 08 egipcios de la antigiiedad tuvieron a su disposicién una gran variedad de carnes que se procuraron a través de la caza 0 domesticando y criando algunas especies. Entre los animales domésticos estaban los cerdos y las cabras de los cuales se han encontrado muchos huesos en numerosas excavaciones arqueolégicas como, por ejem- plo, en Tell-El-Amarna, en el Medio Egipto. Sin embargo, muy raramente fueron representados en las escenas figu- rativas de las tumbas. Hay que decir que, entre las dife- rentes clases de ganado, el bovino ocupaba un lugar privilegiado. | La carne de los bévidos era manifiestamente la mas apreciada. El faraon, la familia real y las grandes institu- ciones religiosas del pais mantenian rebaiios de miles de cabezas a lo largo y ancho del pais, especialmente en las zonas semidridas en las que el cultivo de cereales era difi- cil. Por lo tanto, no es raro hallar un buey entero entre las Detalle de una pintura de la tumba de lrukaptah, necropolis de Saqgara, en la que se procede al despiece de un buey. Escena de caza procedente de la tumba de Antefoger, Dinastia Xl, en la necrépolis de Tebas, Conduccién de ganado. Pintura procedente de la tumba de Nebaman en Tebas. al detalle practicada por los comerciantes. Se han trado en las tumbas ofrendas de cuarto de buey mificado junto a los difuntos. En Balat, en el oasis de chla, las tumbas de los gobernadores de la regién bajo la nastia VI contenian restos de centenares de piezas de No es de extrafiar que las escenas de carniceria, nume- sas en las tumbas de todas las épocas, representen, sobre do, a este animal. Bl sacrificio tenfa lugar segiin normas fijas: se trababa al simal para hacerle caer, luego se le cortaba el cuello, se le angraba ejerciendo un movimiento de bombeo con el ofrendas diarias destinadas a los diferentes cultos que se celebraban en el pais. No todo el mundo podfa consumir diariamente esta carne. Pero una parte importante de poblacién la obtenfa ocasionalmente gracias a las redis- tribuciones efectuadas por el clero tras la consagracin de la ofrenda, a las donaciones Ilevadas a cabo con ocasién de las grandes ceremonias religiosas y también a través de la re- embro anterior y la sangre se recogia en un recipiente. LACARNE Sactfcio de un buey; al animal dertbado y se le han tebado las potas traseras. Tias degollarlo, se procede a sangraro. LA CARNE Mesa de ofrendas en la que se nombren diferentes alimentos entre los cuales varias piezas de carne, segin S. Ikram, Choice Cuts LAGARNE Luego se procedia a despellejar al animal y retirar las entra fias que sin duda se consumfan, aunque no se haya conse vado ninguna receta que especifique su preparacién. Bf trabajo del carnicero conclufa al descuartizar por complet al animal: costillas, cuartos traseros y delanteros, etc. La len: gua egipcia pose un rico vocabulario para referirse a I Igual suerte corrian otros animales salvajes que manifies- __Necrdpalis de Saqgar,en la que a» unos jévenes conducen unas mente se criaban y cebaban para ser consumidos; entre _gacoas bs que mantenen sujet, los se cuentan diferentes clases de antilopes (oryx, addax, ices, gacelas) que hallamos representados en bajorrelieves funerarios. Pero en la dieta egipcia también figuran otras Presas salvajes inesperadas, la mas sorprendente es sin duda la presencia frecuente en el repertorio egipcio de hienas. Nunca se ven escenas de sacrificio y descuartizamiento de “estos animales. Sin embargo, el hecho de que se mantenfan en cautividad y se las cebaba, pues asi aparece claramente diferentes partes del buey aunque no todas ellas se han iden- tificado con total seguridad. Las mesas de ofrendas propor- cionan gran informacién al respecto cuando acompaiian la representacion de las diferentes partes con un texto. Fepresentado en la tumba de Mereruka en la que se ve a un Etizo capturado al que se tansporta individuo obligando a uno de estos animales a tragar aves, en una jaula; relieve de la tumba de Mereruka en Seqgera Qo ofrece lugar a dudas acerca del fin que se les reserva- ba. Los egipcios de la antigtiedad, sin duda eclécticos en LA CARNE eee cas enjauladas; relieve de la tuba de Mereruka en Saqqara sus habitos culinarios, consumieron también erizos, liebres e incluso presas atin menores como los ratones. Se hat encontrado huesos de estos pequefios roedores en los esté: magos de algunas momias." Con frecuencia se preparaban diferentes clases de aves La mayoria de las veces se representan dos clases de aves: la de especies en el Egipto faraénico, las criaban en manadas personal especializado y fueron muy populares tanto por su arne, como por su capacidad para almacenar grasas. Estas ¢ utilizaban, habitualmente, tanto en la cocina como para la preparacién de pociones médicas. Quiza sea ésta la razén Por la que existen tantas escenas en que las que se ve como gelieve dele mba de Merenka -0CS y Los patos. Los pollos no se conocieron en Egipto hasta de la necrépolis de Sagara een el que unos sivientes ceban i una hiena. desde Europa. Las ocas, de las que se conocian una decena la época grecorromana en que, posiblemente, se trajeron e ceban estas aves. De todas formas no se puede afirmar que fueran los egipcios los inventores del foie gras. En la tumba de Kagemni, de la Dinastia V, se puede ver a dos hombres afandndose alrededor de una de estas aves. Uno de ellos da forma a unas albondiguillas de pasta, sin duda se trata de pan, quizé mezclado con algiin tipo de grasa o fru- tos secos, que deposita sobre una especie de pequefio vela- dor, Su compafero agarra al ave por el cuello y le obliga a 43. Ikram, Salima, «Food for Eternity», KMT'5/1, pég, 33, 1993. 80 Detalle de un relieve de la necropolis de Saqgara, en que se ceban unas gralles. Liebres que han sido capturedas, segii J. Vandier, Moai; tumba de Ankh, aI LA CARNE Unos sinvientes ceban unas ocas; tumba de Kagemni. Pintura de la tumba de Nebamon, en Tebas, en la que un noble disfruta de un dia de caza en las marismas del tio Nilo, 8 ingerir estas albondiguillas. Las siguientes victimas de esto: ue atin hoy en Egipto se considera un bocado exquisito, dos personajes estan representadas libres por encima de esta nto si se sirve asado como relleno de trigo, y también gar- escena. También consumfan otras muchas aves: el palomo s, codornices, perdices y toda clase de aves acuticas. Una fe las escenas preferidas del repertorio iconografico egipcio sla caza de aves mediante redes hexagonales. Se trataba de ina trampa formada por dos batientes y accionada median- una cuerda; el conjunto del dispositivo se hallaba fijado a ina estaca clavada en el suelo. Cuando los aves, atraidas por in cebo, se hallaban en el centro de la red, un equipo de azadores accionaba la trampa que se cerraba sobre los ani- males. El consumo de carne por parte de los egipcios era iado, lo que resulta mas dificil es saber cémo se prepara- ban todos estos ingredientes. Las distintas formas de tratar la carne no son fundamen- talmente diferentes, tanto si se trata de aves como de mami- feros, y la forma de prepararla que se representa con mas frecuencia es el asado a la parrilla en diferentes formas. La Preferencia por este tipo de coccién se debe sin duda a moti- Vos religiosos. La carne hecha a la parrilla es més olorosa, Por lo tanto, mas «presentable» a la hora de las ofrendas que LAGARNE Caza de aves con redes hhexagonales y preparacion de las aves capturadas; pintura de la tumba de Nakht, en Tebas. 83 LACARNE ‘Asado de un buey en un espetén, segin Blackman, The Rock Tombs ‘of Meir; tumba de Ukhotep en Meir. atravesado por un espet6n que descansa sobre dos jortes de madera que permiten que los dos cocineros dandole vueltas sobre el fuego, en este caso se trata de jogar lleno de brasas. Sin embargo, en el repertorio ico- co egipcio lo que se sucle mostrar asandose en espe- son aves. Inmediatamente a la izquierda de la escena acabamos de describir figura un hombre sentado ante 0 de calor que despide el brasero, con la otra acerca al una oca empalada. La leyenda jeroglifica, no exenta de humor, hace hincapié la extrafieza del personaje que, fascinado por el tamafio ave, exclama: «; Llevo asando desde la noche de los tiem- ies 30s pero jamés vi oca semejante!». Muchas otras representa ones muestran, con pequefias variantes, la coccién de aves. se dedican a una divinidad 0 a un particular. Es légico que or ejemplo: sobre un bloque de piedra del Museo de El Cairo sean escenas de parrilladas 0 de asados las que se represen- representan dos hombres sentados, manteniendo cada ten con més frecuencia en las tumbas privadas pues su prin- 10 de ellos un espetén sobre un pequefio hogar lleno de cipal funcién era asegurar la alimentacién del difunto. No brasas. El personaje de la derecha atiza el fuego con un por ello hemos de subestimar la importancia que podian_ tener otros métodos de coccién en la vida cotidiana. Parece ser que la carne se cocia fuera de los edificios, a veces bajo estructuras ligeras que en los dibujos egipcios aparecen extremadamente estilizadas. Los cocineros se afa- nan alrededor de un hogar muy sencillo cubierto por una especie de pértico de madera. Sin duda to que se ha querido sefialar es la existencia de una especie de cobertizo destina- do a descuartizar la carne y a cocerla. Bajo esta instalacion pueden verse cocineros colocando la carne en un espeton. Excepcionalmente el buey podia asarse entero, como se pue- de ver en la tumba de Ukhotep en Meir donde aparecen dos hombres de pie alrededor de un verdadero asador. El buey 44, Verhoeven, Ursula, Grillen, Kochen, Backen, pg, 101, Bruselas, 1984. LA CARNE ‘Asado de una oca en un espet6n} el cocinero se maravila ante el tamafio del ave. Segin Blackman, The Rock Tombs of Meir; tumba de Uthotep en Meir Coccién de un ave; tumba de Iymeri en Giza. LA CARNE Coccién de un cuarto de came; cibyjo segin una pintura procedente de la tumba de Qar e duit segin W:S. Sipmson, ar and id Coceién de came en un asador y en una ola, segtn J. Vandier, Moalo; tumba de Ait. 86 pequefio abanico de papiro, Encima de los dos hombre figura una palabra escueta: «asar (asher)». L Sin embargo ambas representaciones resultan incomple tas y puede que la aves se asaran también de diferente for- ma. En efecto, en Deir el Medina se han hallado restos d palomos tal y como se cocinaron alrededor de 1400 a. abiertos por la mitad y luego, para asarlos mejor, habiar sido aplastados. Este método es el que, con més frecuencia, se utiliza todavia en Egipto para cocinar estas aves qu siguen siendo un plato muy apreciado en todo el pais. Aune que con menos frecuencia, se asan de forma semejante cuar- tos de carne, por ejemplo en la tumba de Qar e Idut en Giza, En esta ocasién, un hombre sentado manipula con uni mano un abanico y con la otra mantiene el espetén sobre el hogar. El texto una vez mas es claro: «Asar las costillas (asher djerou)». Con toda seguridad la carne debia preparase de formas algo mas complejas. Asi, en algunas escenas vemos amplios surtidos de ollas y cacerolas. A veces, las escenas de coccién en olla acompafan aquellas otras en que se asa, como si se hubiese querido indicar en la misma representacion cudles. eran las dos posibilidades de coccién. En otros casos, la esce- na en que se cuece sigue inmediatamente a aquélla en la que se procede a descuartizar y preparar la carne y, por lo tanto, como veremos mis adelante, también podria hacer referen: cia a un método de conservacién de los alimentos. El text que acompaiia estas escenas por desgracia es muy escueto y- por lo general se limita a la palabra «cocer (pesi)». Por lo. tanto nos vemos obligados a intentar imaginar aquéllo qu acompaiiaria a la carne en la olla. En cambio, los gestos de los cocineros son a veces muy precisos en Io que a etapas di la preparacién se refiere, En la tumba de Anjtifi en Moalla, de la Dinastfa XI, se han representado sucesivamente dos escenas de coccién de la carne. En el registro superior se ve na pieza de un cuarto de carne, sin duda costillas, que dos bres asan con un espetén sobre un infiernillo, Por bajo, otros dos personajes, de pie, se afanan alrededor de olla de la que asoman trozos de carne y huesos. El de la srecha remueve Ja preparacién con una espatula, para ograr que el calor llegue por todo, también sostiene un aba- rico que debe utilizar de vez en cuando para atizar el fuego ue se halla bajo la marmita. A la izquierda, su compafiero st4 probando la preparaci6n, probablemente para cercio- rarse de su grado de coccién. Las aves podian cocerse de for- {a semejante, Una escena de la tumba de Pepiankh en Meir nuestra dos marmitas Ienas de patos; al Jado figura una cena mis clasica de asado con espetén. Nuestro conoci- Miento de platos asi preparados sec limita a lo dicho ya que, dejando de lado la carne, desconocemos los ingredientes que se aftadian en la olla. ~ Conocemos la lista de condimentos que utilizaban y ello permite que tengamos una idea de lo que podian pre- “Parar. Sabemos que tenfan a su alcance ajo, cebollas, pere- jil, apio, menta, cominos, cilantro y alholva. Era posible “cualquier combinacidn de especias y plantas aromiticas y Ls CARN Coccion de aves en un asador y en tuna olla, segin Blackman The Rock Tombs of Meir; tumba de Pepiankh en Meic Xe LA CARNE se Praceso para a obtencidn de tocino, segin Naville, Details relevés dans les ruines de quelques temples égyptiens; tumba de Seti | en Abydos. también podemos afiadir agentes edulcorantes, sal y dife- rentes grasas para aderezar la carne en la olla. A la hora de cocinar, las grasas son indispensables. Los. egipcios disponfan en este aspecto de un amplio surtido, Al parecer, las grasas de origen animal eran las mas utilizadas La grasa de buey era también uno de los componentes mas frecuente de las preparaciones médicas. Segtin parece, utilizaba grasa de oca y grasa de cabra, como demuestran las etiquetas de las jarras de almacenamiento del Imperio Nue- vo. Estos productos podian evidentemente estar presentes en todo tipo de preparacién culinaria. En la tumba de Re) mire los dulces se cuecen con grasa animal (adj). El método para obtener estas grasas se conoce poco. Una tinica repre. sentaci6n, en el templo de Seti I, de la Dinastia XIX, en Aby- dos, nos describe las diferentes etapas. Se pueden ver dos hombres que, a un lado y otro de una mesa, cortan tocino ¢ cuchillos en forma lanceolada, A la izquierda, un encargadc les da 6rdenes. En otro apartado, mas enigmético, parece que lleven la grasa al fuego en una especie de caldero. Cua tro personajes sostienen el recipiente mediante una pértig: pasada por las asas. El rectangulo que se halla en el suelo entre los porteadores lleva el signo jeroglifico de la llama; LAGARNE in una ultima fase, la grasa se extrae mediante una prensa montada sobre un marco de madera; se trata de un saco de fino en el cual se coloca lo que se desea estrujar y sabre el “cual se ejerce a continuacién una fuerte torsién. Este mismo instrumento con algunas pequefias variantes es el que se itiizaba en la elaboracién del vino, del aceite o de los ingiientos. El producto del prensado, lgicamente, se reco- ia en un barrefo situado debajo de este dispositivo. ~ La carne también podia prepararse en funcién de otro imperativo: la necesidad de conservar alimentos durante _ cierto tiempo para poder, por ejemplo, alimentar una expe- icién o aprovisionar una institucién en particular. Las excavaciones arqueolégicas demuestran claramente la exis- neia de tales practicas. Se han encontrado numerosas -Anforas de almacenamiento en varios lugares que estuvieron habitados durante el Imperio Nuevo. Estas anforas conte- nian diferentes productos de carniceria que se han podido identificar gracias a una inscripcién en hierética situada sobre el recipiente: p4jaros, grasa animal, carne en conserva. _La presencia de una fecha, que por lo general llega a precisar - incluso el mes, al lado de la referencia al contenido demues- _ tra que esta carne estaba destinada a mantenerse en conser- Proceso de obtencidn de grasa por coccion seguido de prensado, segiin Navile, Détails relevés dans les tuines de quelques temples égypiions; tumba de Seti en Abydos, taShsh Eliqueta de jara de carne procedente de Deir ehMedina so BB EEE Eee DESEO SEE EEE EEE EeE Et LA GARNE Proceso de secado de la came al sol tas cortara en tas, segin, N. De G. Davies, the tomb of Antefoker; tumba de Antefoger, va varias semanas, incluso meses, y que pensando en ello, habfa sido tratada con antelacién. No eran métodos par conservar la carne lo que faltaba en Egipto. Todas las civil zaciones del mundo han realizado sus intentos en este senti- do: se puede secar, salar, prensar, ahumar la carnes, siendo el objetivo de todos estos métodos, que pueden combinarse entre si, expulsar el agua de los tejidos y matar los microor- ganismos susceptibles de corromperla. Otra solucién es conservar la carne en un medio anaerobio: salmuera, grasa, miel. Las representaciones egipcias también en este caso dan_ algunos indicios sobre el método al que se debia recurrir. con mayor frecuencia. En el contexto de las operaciones de_ descuartizamiento del ganado a veces se muestran tiras de — carne, bastante delgadas, expuestas al sol. Uno de los mejo- -obertizo bajo el cual estan trabajando. La mayor parte de 9s trozos son de forma triangular y han sido cortados muy inos para que se sequen mejor. Un estudio reciente ha suge- res ejemplos lo tenemos sin duda en la tumba de Antefoger, ‘ido, con mucho tino, relacionar estas escenas con la prepa- acion de una variedad de carne seca elaborada por los dios de América del Norte y que se conoce con el nombre le biltong, o también en Nigeria con el nombre de kilishi.® de la Dinastia XII, en Tebas, En ella se ve carniceros atarea: dos en torno a un buey abierto en canal, cortando con cuchillos diferentes trozos de carne. Al mismo tiempo dos colegas suyos, situados inmediatamente a la derecha, sus- penden la carne de un cordel que corre por encima de sus. cabezas, atado a las columnas de madera de una especie de uu preparacién es sencilla: se cortan tiras de carne poco gruesas que se cubren con una mezcla de especias, incluidos sal, apio, ajo, cominos, cilantro y canela, y a continuacién se dejan secar suspendidas de un cordel. El biltong que asi “se obtiene tiene la consistencia de una galleta y puede con servarse al menos un afio en un lugar seco. Esta forma de proceder, si se tiene en cuenta los conacimientos de los anti- _guos egipcios, sin duda podia estar a su alcance ya que dis- Pponian del conjunto de ingredientes requeridos para esta preparacién, y, ademas, maestros en el arte de la momifica- -cién, sin duda habian observado las virtudes antisépticas de _ algunas especias. Para carnes con tendencia a corromperse més rapida- “mente y dificiles de secar, por ejemplo las aves, se recurria a ‘Otras soluciones. En primer lugar se podia proceder a la con- ‘servacién en salmuera, es decir, en una solucién que com- 45. tkram, Salima, Choice Cuts: Meat Production in Ancient Egypt, pigs. 149-150, ~ Lovaina, 1995, LA CARNE Despiece del animal y secado ot CARNE Preparacion de consenas de patos, segin Tylor, Grfi,The Tomb of Paher ot EF:Kab; tumba de Paheri en E-Kab, portara al menos el 20% de sal. Esta practica fue descrita p Herédoto en el siglo V a.C. cuando visité Egipto. Dice e autor: «De las aves también comen crudas las codornices, anades y_ las aves pequefias, prepardndolas antes en salmuera. Todo « resto de aves y peces que se encuentre entre ellos excepto los seftalados como divinos, todos los demas los comen cocid oasados»*, La costumbre de conservar en salmuera se confirma a. luz de ciertas representaciones antiguas. En la tumba de Paheri en El-Kab, de la Dinastia XVIII, una escena muestra obreros desplumando y vaciando patos. Inmediatamente artiba se colocan estos pajaros en grandes jarras sin otro tipo de preparaci6n. Se puede suponer, por lo tanto, que el recipiente contiene salmuera que permitiria la conservaci6n LA CARNE in duda lo que se puede observar en la tumba tebana de Kkht, de la Dinastfa XVIII, en la que se ve aves, despluma- s y vaciadas, suspendidas de una pértiga al lado de los cipientes en los que se almacenardn.” de estas aves. Una variante de este método, eficaz para elimi-_ nar las bacterias, consiste en exponer el ave al sol durante unas horas y luego colocarla en un baiio de salmuera. Esto. 46, Herddoto, Los nueve libros de Ia historia (traduccién de Matia Rosa Lida de Malkiel), Barcelona, 1999. 2 Es muy posible también que los egipcios elaborasen una specie de confite; desgraciadamente las fuentes arqueolégi- is y las escenas que figuran en las tumbas no son excesiva- nente explicitas al respecto, aunque una serie de indicios jugieren que pudo hacerse. En primer lugar hay que recor- lar que los egipcios recogian con sumo cuidado la grasa nimal. Se han encontrado numerosos recipientes que ha- fan contenido esta sustancia y que llevaban una indicacién sobre su contenido, anotada con tinta. Por otro lado, las lumerosas recetas de medicamentos, pociones 0 ungiientos ‘gue nos han Ilegado incluyen con mucha frecuencia grasa de buey o de oca entre sus ingredientes. Todo ello viene a _demostrar que las materias grasas eran uno de los elementos de base de la cocina egipcia. Ademés, hay que sefalar que una carne confitada mantiene un alto valor nutritive no endo asf en el caso de una carne secada o salada, que, obli- _ 47. Para mis detalles acerca de los diferentes métodos para salary secar came que - pueden considerar, consultar concretamente Ikram, S., op. cit, pags. 156-167. Limpieze de aves, exposicion al sol ‘y puesta en salmuera, segin Wikinson, Manners and Customs. s LAGARNE LA CARNE Coccién de aves en una olla segin wilkinson, Manners and Customs. gatoriamente, pierde una parte de su valor energético. Por tanto podemos preguntarnos si cierto tipo de escenas d coccién en olla que ofrecen los bajorrelieves y las pintura egipcias no aludirfa, de hecho, a una coccién de carne, 0 aves con grasas, antes de ponerlas en conserva en recipiente herméticamente cerrados durante meses. Este podria ser caso, por ejemplo, de algunas jarras que contuvieron ave Algunas escenas muestran la coccién de patos enteros, in mediatamente después de haber sido vaciados, como pot ejemplo en la tumba de Beni Hasan, de la Dinastfa XI Ba PY isis Gusta Sor bat AB di seee'de"produd-. ~ abel d sar on estas condiciones resulta dificil decir con toda seguridad si , 2 cf la nectdpolis de Saqarra en la que 7 ‘ ;. os derivados: la leche, el queso y la mantequilla. Parece ser se procede a ordefier una vaca a la coccién en olla esta directamente relacionada con el con- i : . ; e la leche siempre fue muy importante en la civilizacién Tague sale hex) webedo les pate sumo de la carne o si constituye una operacién previa a su a: gipcia, y numerosos textos insisten sobre ello. Sobre las redes de las tumbas, se representan regularmente escenas en que se ordefian vacas y a menudo este producto se halla Presente en las escenas de ofrendas que adornan las paredes de los templos. Pero, como ya dijimos, en Egipto no era cosa conservacién. Las aves, y en particular las que se engord: ban cebandolas, facilmente podian estar destinadas a la ela~ boracién de una especie de confite? Esto no excluye que cierta variedad de carne de buey, sefialada como «carne pre servada» (iouf der) sobre las anforas en las que se hallaba en conserva, también se sometiera a idéntico tratamiento. Qui frecuente el cocinar con leche. De igual forma, aunque cier- tamente hacfan quesos, no existe apenas informacién al res- Pecto, En una representacién, fuente de controversias, Puede que se aluda a ello. Se trata de la tumba de Ipuy en Tebas, de la Dinastia XIX, en la que se ve pastores transpor- tando sacos triangulares que podrian contener algtin tipo de z4 tengamos la solucién el dia en que se haya analizado el contenido de una jarra hallada intacta en la tumba tebana de Ka, de la Dinastia XVIII, y que, actualmente, se halla en el museo de Turin, Contiene una gran cantidad de aves que debieron conservarse en salmuera o en grasa. queso 0 cuajada. A la derecha, una mujer negocia estos pro el Egipto faradnico, semi. Se trata de un producto liquido ductos en el mercado. Las diferentes interpretaciones deriva que se obtiene calentando la mantequilla para eliminar las del contexto de la escena que describe extensamente un impurezas, agua y caseina. Las fuentes egipcias demuestran rebaiio de cabras... Evidentemente los egipcios consumieron huevos, pero tenemos poca informacién al respecto. En todo caso serian huevos de pata y oca pero no de gallina, S ‘ a enviarse muy lejos para su consumo. Como ya hemos visto, los egipcios de la antigiiedad con- jieron una gran variedad de carnes. Podian hacerlo inme- iatamente después del sacrificio y descuartizamiento de los animales, asndola 0 cociéndola en una olla, o transcurrido argo tiempo desde el sacrificio. El estado faradnico, que fun- jonaba gracias a una administracién rigurosa y puntillosa, a partidario de almacenar los trozos de carne en las mejores condiciones posibles para poder racionar su distribucién y consumo. Por ello se recurrié a diferentes métodos para con- que este animal fue introducido muy tardiamente en Egipto En cambio, seguro que desde las fechas mas remotas de la historia faraénica se consum{fan huevos de avestruz. Se ha encontrado trozos de cascaras de estos huevos en varios ver- tederos de alimentos. Por otro lado, dada la resistencia de I cdscara de estos huevos, si se vaciaban con cuidado, se po: Hombres transportando sacos que contienen quesos; pintura de la tumba de Ipuy, en Tebas. servar la carne. En todo caso podemos pensar que existia car- e seca muy especiada (tipo biltong o kilishi), salazones y confites. Parece ser que también se tuvo a bien consumir la totalidad del animal sacrificado, aunque las representaciones que encontramos sobre las paredes de las tumbas y de los templos sélo muestran las partes nobles de los animales (miembros anteriores y posteriores, costillas, lomos y solo- millos). Los textos contables también indican que se consu- mian los intestinos, el estémago, los sesos y la lengua de diferentes mamiferos. La sangre de los animales sacrificados evidentemente se recogia en recipientes en el momento de degollarlos y se utilizaba en formas que continuamos sin conocer. Nuevamente nuestras fuentes de informacion nos hacen presentir la riqueza y variedad de la cocina egipcia aunque no nos permitan conocer en su totalidad este arte culinario, LA CARNE Pintura de la tumba de Horemheb, Dinastia Xl, necc6polis de Tebas, Valle de los Reyes, en la que se representa al guardian de los pelicanos y canasios llenos de huevos Un sirviente asiste al patto de una vaca; necrépolis de Saqqara. 7 Pie coriites asadas panadillas de carne Ingredientes: - Codomices 0 palamos ~ cebollas -Levadura de ceveza —-- 1 kg de harina -limén -sal ~ mantequilla pimienta cet faelrelleno: — - cebolla - mantequilla ~ came de cordero picada - sal Preparacion: - pimienta Abrir las aves en canal por la espalda y ponerlas a macerar con el zumo de les ceballas, el imén, sal, pimienta y aceite, A continuacién asar en fuego de lefia. El limén se desconocfa en la época faradnica pero conviene al plato... F reposar una hora. Entre tanto poner a dorar la cebolla picada in poco de mantequilla, afiadir la carne de cordero, poner sal y alomos al ferik Ingredientes: ~ Trigo verde - palomos - cebolla _~ pasas sal = pimienta y cominos - mantequilla ~ agua mpanadillas de queso Preparai Para preparar el ferik hay que empezar por tostar el trigo verde, a Ingrediente: continuacién se restriegan los granos uno contra otro para separarlos Pora la pasta: Levadura de cerveza de su céscara y luego se trituran. Con este ferilse prepara un relleno = libra de mantequilla mezclindolo a los higados y mollejas troceados, una cebolla picada y vas pasas, Se condimenta con sal, pimienta y cominos. Tras rellenar las aves, se cosen y se doran al fuego con mantequilla, se afiade agua poco a poco y se deja cocer a fuego lento.4® ~ 1 kg de harina Para el elleno: — - Queso fresco - dos huevos - perejil picado paracion: Proceder al igual que en la receta anterior para preparar la pasta. Para él telleno, chafar el queso con un tenedor e incorporar los huevos batidos y el perejil. Rellenar la pasta tras extenderla y homear. 48, Seguin Wissa-Wassef, Certs, Pratiques rituelles et alimentaires des coptes, pags. 340, 1 y 381, El Cairo, 1971. 5c cCAPiTULO 6 El pescado 1 pescado era un complemento natural de la carne, ¢ intervenia frecuentemente en la alimentacién de los egipcios. Numerosas representaciones que aparecen en las mastabas y en las tumbas privadas hacen referencia a la pesca. Se presenta como una actividad relajante para las personalidades del pais. Es en este sentido que un tex- to del Imperio Medio, desgraciadamente muy fragmen- tado, realiza una larga apologia de la pesca y la caza, facilitando entre otras cosas indicaciones sobre los méto- dos empleados para capturar animales.” Aunque todo el mundo podia pescar, el campesino lo hacia para obtener un complemento a su alimentacién, mientras que otros pescaban por placer. La pesca tam- bién podia ser una actividad llevada a cabo a gran escala, en provecho del faradn. Desde este punto de vista, una de 49, Caminos, R., Literary Fragments in the Hieratic Script, Oxford, 1956. Pesca con red de arrastre en la que se pueden ver gran variedad de especies ‘plantas acudticas; tumba de Ipuy en Tebas. ELPESCADO Reparacién de una red; tumba de Ipuy en Tebas. Escena de pesce en la tuba de Idut, segin R. Macramallah, Le mastaba de Idout. Diferentes técnicas de pesca representades en una pintura de la tumba de Mereruka en Saqgare 02 las representaciones més sugerentes se halla en la tumba dé Mereruka, en la que se muestran la mayor parte de las técni- cas de pesca practicadas por un amplio grupo de obreros, En el registro superior, las operaciones se desarrollan bajo la vigilancia tedrica de un contramaestre. En realidad éste, sentado en la barca de la izquierda, parece mas ocupado en comer y beber que en supervisar el trabajo. Se atrapa a los ‘peces mediante trampas y se recogen con manguillas. En el Tegistro inferior, se muestra la pesca con redes, sin duda mas rentable por lo que puede verse: los pescadores estan a pun- to de sacar del agua los peces que han cercado. A veces se Tepresenta una ultima técnica de pesca que nos resulta igualmente familiar: se trata de la utilizacién de un anzuelo que puede simplemente atarse a un hilo, como es el caso de una escena de la mastaba de la princesa Idut en Saqqara (Dinastia V), 0 fijado a un palo, especie de predecesor de la caita de pescar, como se ve en la tumba Djanefer, Imperio Nuevo. En el primer caso, se observa que el pescador est armado de un garrotin para dar un porrazo a su presa cuan- do la saque del agua. Todos los peces que se representan en los monuments egipcios son peces del Nilo. Gracias a la EL PESCADO Detalle de un bajortelieve policromado de la tuba de ‘Mereruka en Saqgara en la que se recoge una abundante pesca, Uslizacion de una cafta de pesca, segin N.de G Devies, Seven Private Tombs; tumba de Djanefer. 103 EL PESCADO gran precision de los dibujos, hace tiempo que han pod ser identificados. Asi entre ellos se hallan siluros, carp percas, tilapias, Una de las capturas que més se apreci diato 0 secarse para conservarse largo tiempo. El segui método debia emplearse con frecuencia; se sabe que los tumbas reales en Tebas. En las contabilidades que se ha Dele oe Ur ferevste Ieuan hallado en el pueblo, este alimento se nombra inmediat de Mereruka en el que se observa e diferentes cases de peces. mente después del pan y los cereales. Sin lugar a dudas co Bicblo. Las etapas de la preparacién del pescado se mues- tran de forma bastante precisa en las tumbas privadas. Pri- mero se escama y vacia, operacién que se desarrolla la mayor parte de las veces en la proximidad del lugar de cap- tura, en la ribera del estanque o del rio, o en la misma barca en la que se acaba de pescar. En la tumba tebana de Ipuy, un obrero sentado sobre un taburete escama mediante un uchillo un pescado colocado sobre un velador. Es evidente que no se halla demasiado alejado del lugar de pesca, ya que a su izquierda un personaje parece remendar su red. De igual forma, un relieve de la tumba de Raemka, conservado en el Museo Metropolitano de Nueva York, muestra un per- ‘Sonaje que, sentado sobre una estera a la sombra de un bos- quecillo de papiros, procede a la limpieza de los pescados. Los pescados atin por vaciar se hallan en la cesta frente a él; los que han sido abiertos se representan de forma gréfica arriba y a la derecha de la representaci6n. En la tumba teba- na de Amenhotep (Dinastia XVIII), los pescados abiertos €n dos, suspendidos de una pértiga, estén puestos a secar antes de ser apilados. Nos podemos preguntar si no existia alguna técnica mas complicada como variante a este sencillo EL PESCADO. Pescados puestos a secar, segiin N. De G. Davies The Tomb of Amenemhet; tumba de Amenemhet. Limpieza del pescado, segin S.tkrar, Choice Cuts; tumba de Raemka, 105 EL PESCADO =: aM Coccién de pescado en una alla, segiin U. Verhoven, Gril, Kochen, Backen; tumba de Niankhnurn y khnumhotep. 108 HL PECADO método de secado. En efecto, varias anforas del Imp. “prasas al tiempo que con la otra mano atiza las lamas Nuevo llevaban un sellado que demuestra que habian ¢ rediante un abanico. El pescado también podia colocarse tenido pescado, y en varias escenas del Imperio Nuevo una olla como nos muestra una escena menos frecuente je Ja tumba de Niankhnum y Khnumhotep en Saqgara " Ja preparacion de la poutargue. Este producto se elabora a eee 4 partir de las huevas del mujol (Mugil cephalus), pez de mar tinaja, que se va rellenando, Entre cada capa de pescado s ee pete ‘ : que también se puede encontrar en el curso inferior de algu- intercala una capa de sal y, una vez Ieno el recipiente, ene : ; oe 0s rios. La receta para preparar la poutargue no ha variado coloca encima un peso. Debido a la presién que éste ejerc pos no : a demasiado a lo largo de los siglos: atin se prepara en la Extraccidn de las huevas de mejol, segin H. Wild, Le tombeau de Ti regién de Marsella en Francia y en Espafia siguiendo proce- {Sn Jet en Saseoa sin duda testigo de esta preparacién de pescado en salmuer y nos dice: a «De los pescados, comen crudos algunos después de secarle al sol, y otros adobados ent Salmucray®, Nesim, en la que se retinen musulmanes y cristianos. Quizé de forma menos original el pescado puede recibi coccién répida poco tiempo después de su captura. tratarse nuevamente de una cocci6n a la parrilla. En Ja tum: ba de Urniri (Dinastia V) en Sheikh Said, se le reserva la misma suerte que a las ocasy a los patos de los que ya habla~ mos. Un hombre, tras ensartarlo en un espetén, lo asa sobre 30, Herédoto, Los nueve libros de la historia Il, 77, (traduccién de Marta Rost Lida de Malkiel), Barcelona, 1999. wor | | I | | EL PESCADO. Es muy posible que las huevas de 108 los pescados se pusieran en salmuera para su conservacién, sos parecidos. Se extraen las bolsas de huevas anaranjada que se hallan en los mijoles hembras, se limpian de hilillo de sangre y se ponen en sal durante media hora. A conti nuacién se prensan entre dos tablones y seguidamente g¢ dejan secar sobre un encafizado. En los comercios tanto et Espaita, como en Francia en Egipto, los clientes pueder EL PESCADO comprarla en forma de vesiculas de huevas de pescado ence. radas. Ahora bien, sobre los muros de las tumbas egipcia encontramos todas las etapas de su preparacién. En la tum- ber colocado las huevas de mijol en salazén durante cier- ba de Ti se ve en primer plano dos hombres destripando, impo, un hombre en cuclillas las extrae del recipiente con cuchillos, mujoles que cogen de unas cestas proximas a ra aplastarlas seguidamente entre dos tablones. ellos. Por encima de la cabeza de los obreros se ha represe el Antiguo Egipto el pescado era objeto de miltiples tado la tarea concluida. Se pueden ver los pescados abiertos cetas y procesos de conservacién. Podia asarse 0 cocerse por la mitad y las huevas de los pescados dibujados como. Ila, secarse al sol o conservarse en salmuera segiin una una especie de salchicha alargada. En la tumba de Giza se snica proxima a la del fesikh actual. Las huevas de mijol, muestra sin duda otra etapa de esta preparacién: ante un lugar a dudas uno de los pescados mas apreciados, podi- hombre sentado sobre un escabel abriendo un mijol se n ademas convertirse en poutargue. Algunas recetas més yncretas para preparar pescado en Egipto nos han sido smitidas por el autor latino Apicius cuya obra De re puede observar una vasija de la que rebosan las huevas de pescado; se trata sin duda de la etapa de puesta en salaz6n, e recipiente debe contener sal o una-solucién de salmuera. EL oquinaria constituye, hoy por hoy, el conjunto mas impor- inte de preparaciones antiguas que haya llegado hasta nos- tros. En este libro de cocina que se remonta al siglo I spués de Cristo, de las cinco recetas que pueden ser consi- leradas «egipcias», tres estén dedicadas a la elaboracién de escado asado. Evidentemente podemos preguntarnos si estas recetas son verdaderamente conformes al arte culina- final de la escena figura en la tumba de Urniri en Sheikh Said; en ella aparece la coccién del mijol sobre una parrilla y quizd muestra también la ultima etapa del proceso: tras. rio de los egipcios de la época faraénica. Pongamos que sean bastante aproximadas. Desde luego lo que si nos aportan es una idea mas completa de la preparacién a seguir, mucho més explicita que lo que vemos en los bajorrelieves. En le titima etapa de la preparacién de la poutargve, las huevas del pescado se prensan entre dos tablilas, 109 ra fezclar todos los ingredientes y dejarlos cocer. Las proporciones van y E alsa alejandrina sto del cocinero y el pescado, asado a ser posible en fuego de para pescado asado a, podria ser una carpa 0 una perca + | garum es un tipo de salsa de pescado marinada, que se parece mucho al zn que se utiiza hoy en la cocina china Defrutum: es un tipo de arrope que se obtiene calentando mosto de uva. Se 5 fe susttur simplemente por miel. Ingredientes: Possum: vino muy dulce que puede susttuitse por un Porto. ~ Pimienta - cebolla seca Las ciruelas evidentemente son un anacronismo en la cocina faraénica Segin Api - aligustre = cominos ~ orégano - semillas de apio = vino mielado (mulsum) = garum* - defrutum* - aceite y vinagre = ciruelas de Damasco ostadas con poutargue deshuesadas sceta segtin las representaciones que se hallan sobre los muros de las tumbas especialmente del Imperio Antiguo y segun las recetas uales egipcias y en todo el area de! Mediterraneo. Prepare Mezclar todos los ingredientes y cocerlos. Ingredientes: = 200 gr de poutargue* -100 gr de aceite de oliva ~Tostadas de pan - Aceitunas negras tras salsas alejandrinas para pescado asado Pelar las vesiculas de poutargue para eliminar la cera que las recu- bre. Cortarla a trocitos con un cuchillo, a continuacién chafarla en aceite de oliva con un tenedor. Pasar por un molinillo para obtener na pasta suave. Senvir sobre tostadas doradas al horno y adomar También segin Apicius. Ingredientes: F con una aceituna negra antes de servirlas. a) ae de ad fc de las de hi de \do. Si : eee * La poutargue puede adquirirse en forma de vesiculas de huevas de pescado. Si Glantro verde lavas pasas sin semnilesy se desea seguir al pie de la letra los habitos alimentarios de los antiguos egipcios hay yng: - vino de pasas (passum*) ue asegurarse de que la poutargue sea de huevas de mijol y no de bacalao que es - garum* - aceite fo que suele venderse en los comercios. La poutargue originaria de la region de Marti ues, en la Costa azul francesa, es hoy en dia la mas reputada en Francia, En Egipto se CConoce con e! nombre de battareh, Ingredientes: El aceite puede susttuise por mantequla 0 afer un poco de crema de leche @ - Pimienta Soliguaie le mezela pare dare una textura mas untuosa ~ cilantro verde - cebolla - ciruelas de Damasco - vino de pasas deshuesadas - garum* aceite ~ vinagre CcAPiTULO 7 Huertas y jardines L as verduras, legumbres y frutas representaban con toda seguridad la mayor parte de la alimentacién de los egip- cios en la antigitedad pues, en su mayorfa, no debfan tener acceso a la carne todos los dias. Debian consumir las verduras y legumbres como complemento nada des- preciable a una dieta basada en cereales (pan y cerveza) que seria propia de las clases més pobres de la sociedad. Las frutas, en cambio, debian ser productos de lujo culti- vados a un elevado coste en vergeles cuidadosamente mantenidos. Los Arboles frutales al parecer eran privati- vos de los templos, de los grandes personajes del pafs y de Ja familia real. Las representaciones de jardines que nos han llegado muestran claramente el lujo que implicaba la posesién de semejante espacio. Por lo general se hallaban organizados alrededor de pequefios estanques de riego, que aunaban lo util de la produccién agricola al placer de un lugar Genio portador de ofrendas; necropolis de Mussawaka, oasis de Dakhla, HUERTAS V JARDINES Reptesentacién de un jardin de esparcimiento, segin N. De G. Davies, The Tomb of Kenamun at Thebes; tumba de Kenamon, necrépols de Tebas. fresco y umbrio. En la tumba de Kenamon en ‘Tebas, se pue- de ver la organizaci6n interna de uno de estos jardines fru- tales: alrededor de un estanque central leno de peces, corre una vifia en pérgola cargada de negros racimos. En el exte- rior de este perimetro se sittia toda clase de vegetacin, Arboles y arbustos; ademds de los bosquecillos de papiros se ven sicomoros, palmeras-dum y palmeras datileras. Nume- rosas escenas representadas en las capillas funerarias ilus- tran el trabajo minucioso de los jardineros que sea cual sea Ia estaci6n del afto deben regar unos cultivos especialmente delicados. Se les ve cargando sobre sus hombros una pértiga con un recipiente de agua colgando a cada extremo que van ster en un pequefio estanque al pie de los arboles fruta- y de las vinas. Cuando los frutos maduran, hay que antar a los pajaros que intentan robar parte de la cose- ; aparecen entonces unos personajes que agitan trozos de para apartar a los depredadores de los arboles. La Sdtira Jos oficios se hace eco de esta situacién subrayando el tra- jo siempre duro del hortelano: «El hortelano lleva el yugo. Sus dos hombros se doblan bajo el yugo. En el cuello tiene un callo purulento. Por la mafiana riega legumbres. Por la tarde riega pepinos. ‘Al mediodia hace lo mismo con las palmeras. A veces se desploma y muere por la carga, mayor que en cualquier otra ocupacién.» Desde un punto de vista mds concreto, disponemos de guna informacién sobre la utilizacién de frutas, verduras y legumbres en la cocina a través de los restos de alimentos que se han encontrado depositados en las tumbas asi como de las representaciones de las ofrendas hechas a los difuntos 0a las divinidades en los monumentos religiosos. Salvo raras excepciones no se puede por lo tanto obtener informa- ciones més concretas sobre los métodos de coccién y la pre- sencia de diferentes ingredientes en las recetas para elaborar pasteles u otros platos cocinados. En algunos casos una comparacién con la cocina actual puede darnos una idea de las posibilidades, pero lo mas importante es saber cuales eran exactamente los alimentos disponibles en la antigiie- dad. En cinco mil afios de historia, algunas verduras practi- camente han desaparecido de Egipto. Otras, la mayor parte de las que hoy conocemos, fueron aclimatadas en siglos pos- teriores por los sucesivos ocupantes del pais y nunca fueron consumidas en época faradnica. HUERTAS Y JARDINES Figurila de un agicultor en madera pintada cargando una hoz us HUERTAS ¥ JARDINES Frutas y frutos De las frutas que hoy consumimos, pocas se conocian en el antiguo Egipto, limitandose a tres en las primeras dinasti. as: la uva, los datiles y los higos. La palmera datilera (Phoenix dactylifera) al parecer es autéctona en Egipto y es uno de los primeros arboles rep sentados y con mayor frecuencia en el repertorio iconogré co egipcio. Se han recogido pruebas de su consumo en este pats desde la prehistoria y el nombre de su fruto bener signi. ficd en el antiguo Egipto «dulce y azucarado». Este arbol debja cultivarse un poco por todo y se halla ampliamente presente en la toponimia del pais; se conocia en Nubia, don de una pintura funeraria muestra la cosecha de los datiles, le numerosos pasteles (cf. supra capitulo 5) y también también en los oasis del desierto libico, donde se representa podia utilizarse en la preparacién de una cerveza de lujo (cf. ba asociado a las vifias. Su importancia en la dieta del pais fra, capitulo 10). En general, los datiles junto con la miel desprende de los textos religiosos en los que se insiste sobre constituian uno de los azticares de mas facil obtencién en el papel principal que desempefiaba en la alimentacién de na época en la que se desconocia la cafia de azticar y la difunto. Asi figura regularmente en el Libro de los muerto: remolacha azucarera. Afiadamos a ello que los datiles, una Faae = ns ee eet (capitulo 58-62). La utilizacién de datiles parece haber sido vez recolectados, eran un producto facil de conservar Arboles utes y palmeres, - abundante en la cocina egipcia: intervenfa en la preparacion durante un tiempo relativamente largo. Claro est4 que los gipcios sabian secar estos frutos y disponer de ellos a lo lar- {g0 de todo el afio. Sin embargo no habia que esperar dema- iado antes de conservarlos. En una escena de la tumba de itefoger del Imperio Medio se ve a un cocinero constatar in gran pesar por su parte que los datiles que ha sacado de su reserva estdn pasados. La higuera, aunque no sea autéctona, también es muy antigua sobre suelo egipcio. Puede que la aclimataran desde las primeras dinastfas, procedente de la regién sirio-palesti- na. Con frecuencia se representa higueras en las tumbas pri- vadas del Imperio Antiguo y la cosecha de higos dabou se muestra con frecuencia con ciertos detalles de humor. En la SS SSH Mp ys > tumba de Khnumhotep en Beni-Hasan se pueden ver dos 116 HUERTAS Y JARDINES Cosecha de higos; tuba de lyme, en Giza, HUERTAS Y JARDINES hombres recogiendo los frutos para colocarlos en una canas- ta de cesteria, Unos monos colgados de un arbol les hacen Ia competencia e intentan mordisquear el mayor numero posi ble de frutos ante las narices de los obreros. El higo era elemento esencial de la dieta egipcia, se consumia fresco 9 seco y algunas prescripciones médicas hablan incluso de chigos asados» para curar algunos problemas digestivos. Flemecio para disipar los dolores situados en el interior del cuerpo Seguin papiros médicos: Ingredientes: ~ higos tostados - aceite de moringa ~ uvas pasas - fruta peret-sheny Preparacién: Poner a remojar los higos, las pasas y la fruta peret-sheny en aceite e este alimento tenia para los egipcios. La forma del higo, sar del ving; tumba de lymeri ; a ‘ en Giza. de moringa. Mezclarlo todo en una masa homogénea y que lo coma Segtin algunos textos religiosos, era semejante al seno de la 51 el hombre que tenga dolores en el interior cuidando de que beba: Bake, anche Gok excolencta Desde’ cir punto de vista mas practico sin duda el higo intervenia en toda clase Consideremos que esta preparaci6n tiene tanto de postre como de medicamento. En todo caso, las virtudes de los higos parecen haber sido grandes. Un bajorrelieve conserva~ do en el Museo de Brooklyn muestra una escena sorpren- dente en que una mujer que da de mamar sostiene con una mano la cabeza de una criatura y con la otra toma unos higos de un cesto colocado ante ella sobre un velador. No sé puede indicar con mayor claridad el grado de importancia ibas panes fosilizados que los contenjan. Por otro lado, se e, gracias al anilisis de restos orgdnicos tomados del fondo de jarras de vino, que se podia incorporar al vino en proce- 80 de fermentacién un puré de higos para aumentar su con- tenido en azticares y en consecuencia su grado alcohélico. La uva iareret y los higos tienen muchos puntos de coin- Eidencia pues la vita debié introducirse en Egipto mas 0 51, Bardinet, Thierry, Les papyrus médicaux de Egypte pharaonique, pig. 256- 52. Baum, Nathalie, Arbves et arbustes de 'Egypte ancienne, pag. 128, Lovaina, 257. Ebers 41, Paris, 1995, 8. ng HUERTAS Y JARDINES. Cosecha de melones segin N. Beaux, Cultures et supports en Egypte ancienne; tumba de Meru ‘en Saqqara, menos en la misma época que la higuera. Segtin la descrip cién de la hacienda de Metjen, uno de los personajes estado mas importantes a finales de la Dinastia III, las plantas debieron cohabitar, pues, al parecer, las higueras plantaban en el perimetro de la propiedad y la vitia en centro. El racimo y en especial el vino que se obtiene, seguir algunos capitulos del Texto de las pirdmides (440, 548) se grabaron en las tumbas reales desde finales de la Dinas tia V, se convierten junto con los higos en la base de la ali mentaci6n del rey difunto. No hay duda de que la uva podf secarse para que asi se conservara mds tiempo y que interye nfa como los higos y los datiles en todo tipo de recetas en la que se necesitaba azticar. Mas adelante, los egipcios también conocieron dos frute que nos son familiares. En primer lugar la granada. Esta ta, quiza traida del Proximo Oriente al final del Impe Medio, se convirtié en habitual en las representaciones egi cias desde mediados de la Dinastia XVIII. Es posible que s granadas fosilizadas en tumbas en las que se habian deposi- lo como ofrendas funerarias. La manzana parece que también hizo su aparici6n en el cultivara en los vergeles en los que también se product valle del Nilo durante el Imperio Nuevo, época en la cual se menciona en algunos textos, pero parece que no dejé de ser ‘a curiosidad., Entre las frutas que hoy conocemos bien y que eran apreciadas por los egipcios pueden considerarse diferentes variedades de melones. En la tumba del visir leru en Saqqara (Dinastia V) se pueden apreciar obreros recogiendo frutas alargadas bajo una especie de pérgola. No Se trata de racimos de uva, como se podria pensar a primera vista, sino de melones (Cucumis melo) que se colocan en -cestas tras su cosecha. La sandia también se conocia, al ‘menos desde el Imperio Antiguo; se consumia su pulpa y 1uy posiblemente, tal como hoy atin en Egipto, las semillas. Podemos reconocer a primera vista una representacién de esta fruta en una tumba de Meir (Dinastia VI). Silos egipcios conocian pocas frutas que hoy nos resul- tan familiares en cambio consumian otros muchos produc- 20 HUERTAS Y JARDINES ‘Almacenamianto de chufas, segiin N.de G. Davies, Rekhmiré; tumba de Rejmire, Cosecha de granadas; tumba de Naki. HUERTAS Y JARDINES 1 tos vegetales que hoy nosotros apenas empleamos. Entry ellos estén las chufas (Cyperus esculentus), de las que y, hablamos (ver supra, capitulo 5). Los rizomas de esta plants que atin se cultiva en algunos paises érabes y en Espafia a podian intervenir en la preparacién de algtin pastel. : 78 (2'40 I) de higos ~ 1/8 (2°40 1) de anises importancia de este fruto en la dieta de los egipcios no debia - 1/8 (2'40 I) de miel ser nada despreciable y posiblemente fue una de las primes /32 (0'60 I) de agua 10 ro ras plantas cultivadas en el valle del Nilo. La algarroba también era muy apreciada en la antigtie Preparacié: dad, Se trata del fruto de un Arbol de hoja perenne (Cerato. cer y tomar durante cuatro dias seguidos. mplea/syliqua) «con forma, deryaines devunios10'3 20 cae Lo que aqut tenemos quizé sea efectivamente la recete de una refresco como largo, que contiene en su interior unas semillas muy resis indica su nombre, si se rebaja con agua antes de tomarlo, tentes. Una vez seco, este fruto tiene un gusto meloso que recuerda un poco el del cacao y se puede utilizar triturado en pasteleria. Los egipcios conocian bien sus propiedades y Otras frutas eran igualmente frecuentes, aunque hoy dia el jeroglifico que representa la vaina de la algarroba si practicamente no se consuman. En primer lugar estaria el para escribir la palabra nedjem, «azucarado». Nedjem tam- icémoro (Ficus sycomorus), arbol de gran talla muy exten- bién era el nombre que se daba al algarrobo mismo. Pued io en Egipto. Su fruto, el sicono, es una variedad de higo que sea este arbol el que se representa en la tumba de Mena que al madurar alcanza un color entre roséceo y rojo. La (Dinastia XVIII) en la que una mujer cria a su hijo bajo w costumbre de dar un corte a los higos para facilitar su Arbol de cuyas ramas penden vainas muy parecidas a las de aduracién era bien conocida por los egipcios que dispon{- algarrobo. Atin hoy en el valle del Nilo se prepara una espe an de un vocabulario especifico para distinguir los frutos cie de jarabe a partir de este fruto que posiblemente ya exis partidos nekaout y no partidos kaou. Los habitantes del valle tia en la época faraénica.™ El anis también debia utilizarse del Nilo eran muy aficionados a esta clase de higo. Poco a para preparar una bebida. La prescripcién, médica ntimero poco el sicémoro alcanzé el rango de arbol sagrado dentro 237 del papiro Ebers da una receta de‘una pocién que no del conjunto de creencias egipcias y fue especialmente rela- debia costar demasiado de tragar: cionado con la alimentacién del difunto en el mas alla. El hecho de que los frutos de este drbol alcancen su madura- cién a lo largo de un extenso periodo (entre abril y diciem- bre) contribuyé a hacer del sicémoro el rbol productivo Por excelencia. En el Imperio Nuevo, aparece con mucha 53, Renfrew, Jane M., «Vegetables in the Ancient Near Eastern Diet», en Civiliza: sion of the Near East I,J. Sasson (ed.), pag, 36, 1995. 55. Este elemento mineral probablemente se afadié a la receta para darle un 54, N.T, En la isla de Mallorca se labora y comercializa una bebida alcohélica, color rojo a la bebida; en un contexto médico, este color tiene un valor simboli- densa y fuertemente azucarada, llamada Palo, hecha con estas vainas. o importante. HUERTAS Y JARDINES HERTS Y JARDINES En cuanto al persea (Mimusops laurifolia) practicamente ha desaparecido de Egipto. Se trata de un Arbol de hoja perenne de una altura de 15 a 20 metros, que produce un to alargado, puntiagudo en su extremo, de color amarillo ‘cuando esta maduro. Se han encontrado frutos y semillas de persea en las excavaciones del Imperio Antiguo, especial- mente en el complejo funerario de la piramide de Zoser en Saqgara (Dinastfa IIl).°” En el Imperio Medio, una carta encontrada en Ilhaun menciona una clase de pasta, 0 de harina obtenida del fruto del persea sin que haya sido posi- le saber qué técnica culinaria se utilizé para obtener este preparado.°* En el Imperio Nuevo este fruto de evidentes onnotaciones erdticas aparece con frecuencia en el reperto- io funerario de las tumbas entre las ofrendas 0 consumido por los invitados a los banguetes. liatedoyes wtnds nee stoanene Otro fruto absolutamente exético para nosotros es el de relieve de la tumba de Nefer fen Saggara, Dinastia V. frecuencia entre el repertorio funerario. Sirve de habitat a una diosa nodriza que se identifica por lo general con Nut, diosa del cielo. En la tumba de Kenamon, se pone el siguien- te discurso en boca de esta divinidad quien con estas pala- bras reconfortantes se dirige al muérto: a palmera-dum (Hyphaene thebaica). Este arbol, que se parece mucho a la palmera datilera, esté muy bien implan- tado en el sur de Egipto. Produce un fruto alargado, marrén. ‘ojizo, rugoso cuya pulpa es esponjosa y azucarada y cuyo sabor recuerda un poco al del alajii, La semilla, muy resis- te refrescas bajo mis ramas, te sacias con mis ofrendas, tente, contiene un liquido lechoso que también se consu- vives de mi pan, bebes mi cerveza, hago que te cries cond mia. Los egipcios conocfan muy bien las diferentes virtudes _paimera dum tumba de mennakht ete eer aes de este arbol. Un texto religioso lo describe e indica que hay ss semillas en el interior de los frutos, y agua en el interior de Otras representaciones, como la de tumba de Pajedi en las semillas..° Se han hallado frutos de la palmera-dum en Deir El-Medina, muestran muy claramente al difunto frente los asentamientos de todas las épocas de la historia faraéni aun sicémoro, desde donde una diosa le vierte una libacién «a, y con frecuencia este érbol se representa entre los prin al tiempo que le ofrece pan. Hoy, aunque el sicémoro conti- Pales frutales del Imperio Nuevo. En la tumba de Pajedi en nita formando parte del paisaje egipcio, sus frutos se consu- men muy raramente. 57. Lauer, JP.y otros, «Les plantes découvertes dans les souterrains de 'enceinte Au roi Zoser & Saqqata», pig. 129, BIE 32, 1949. $8. Scharff, A.

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