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Premisa es un término con origen en el latín praemissus.

El concepto se utiliza
para nombrar al indicio, síntoma o conjetura que permite inferir algo y sacar
una conclusión.
Para la lógica y la filosofia, por lo tanto, las premisas son aquellas
proposiciones que anteceden a la conclusión. Esto quiere decir que dicha
conclusión deriva de las premisas, aunque éstas pueden ser falsas o verdaderas.
Por ejemplo:
– Premisa Nro. 1: “A los seres humanos les gusta el mar”
– Premisa Nro. 2: “Facundo es un ser humano”
– Conclusión: “A Facundo le gusta el mar”
Como puede apreciarse en el ejemplo, si los seres humanos disfrutan del mar
y Facundo es un ser humano, es posible concluir que a Facundo le tiene que
gustar. Por supuesto que la conclusión puede ser errónea ya que la primera
premisa no es exacta: hay personas a las que no les gusta el mar.

En otros casos, las premisas pueden ser verdaderas y, sin embargo, la


conclusión ser falsa:

– Premisa Nro. 1: “Todos los lunes, Ulises se despierta de malas”


– Premisa Nro. 2: “Hoy, Ulises se despertó de malas”
– Conclusión: “Hoy es lunes”
En este ejemplo, la conclusión puede ser falsa aun cuando las premisas sean
verdaderas ya que la primera premisa no es excluyente. Puede ser cierto, por lo
tanto, que Ulises se despierte todos los lunes de malas, pero también puede
despertarse de malas cualquier otro día de la semana.
En el lenguaje coloquial, por último, la idea de premisa suele emplearse como
sinónimo de principio (en el sentido moral), valor u objetivo: “El equipo de
tercero siempre busca la victoria partiendo de la premisa del control del
balón”, “Iniciamos el viaje al amanecer con la premisa de llegar a destino a la
hora del almuerzo”.
Silogismo
Se denomina silogismo a una forma de razonamiento deductivo, o sea, de un
argumento en el cual la conclusión se obtiene sin excepción a partir de las
premisas. En este caso, hay tres proposiciones: dos premisas y la conclusión. El
primero en formular un silogismo fue el filósofo y lógico griego Aristóteles en
su obra titulada «El Órganon«, que se puede traducir como «el instrumento».
Según Aristóteles, la lógica es una relación de términos, que se juntan o se
dividen en los juicios, y en su visión de estos últimos, también intervienen un
sujeto y un predicado. Si bien a veces se confunde el concepto de juicio con el
de proposición, existen claras diferencias: el primero atribuye a un sujeto
lógico un predicado y a los términos, una función semántica y una sintáctica; la
proposición, por otro lado, es una afirmación de un hecho como contenido
lógico, convirtiéndolo en un todo.
Los términos de un juicio se relacionan entre sí y su comparación con uno que
podría considerarse medio da la posibilidad de que aparezcan las conclusiones.
De esta manera, el silogismo se compone de dos juicios, la premisa mayor y la
menor, en los cuales tres términos son comparados entre sí y de allí nace uno
nuevo, que se denomina conclusión. Las leyes de la lógica intentan garantizar
que la verdad de los tres primeros se mantenga en el cuarto.
La estructura fundamental de un silogismo es la siguiente:
* Antecedente, constituido por la premisa mayor (con el predicado de la
conclusión, representado con la letra P) y la premisa menor (el sujeto de la
conclusión, representado con la letra S), que se comparan teniendo en cuenta
el término medio, representado con la M;
Un silogismo es una forma de argumentación deductiva que parte de un
planteamiento categórico global para llegar a uno específico y conclusivo. Es
considerado el razonamiento lógico por excelencia para la obtención de juicios
totalmente nuevos, teniendo como origen del análisis dos premisas conocidas.

Por ejemplo: Todos los gatos son felinos > Algunos felinos son tigres > Por lo
tanto, algunos tigres son gatos. Por medio del análisis comparativo de los
juicios (lo próximo, lo palpable), el silogismo busca conceptualizar aquello que
se encuentra al alcance del hombre, lo que compone su realidad. Este recurso
deductivo persigue dar nociones definitorias de lo observable a través de la
relación entre un sujeto y un predicado.

El concepto de silogismo fue presentado por primera vez por el filósofo griego
Aristóteles en su libro Primeros analíticos.  Este libro personifica uno de los
más importantes aportes del pensador heleno al mundo de la lógica y se tiene
como punto de referencia global para el estudio argumentativo-deductivo.

Aristóteles, considerado el padre de la lógica por haber sido el primer filósofo


en sistematizar el razonamiento, colocó las bases de los estudios científicos
formales. El silogismo para él significó el enlace racional perfecto y depurado,
capaz de conectar de forma armónica y conclusiva los elementos de un entorno.

Formulación de un silogismo

Para poder entender a cabalidad el universo del silogismo, es necesario tener


claros los elementos que lo conforman:
Composición de las premisas
Las premisas pueden estar compuestas por dos de los siguientes tres aspectos:
– Un sujeto, al que llamaremos “S”. Por ejemplo: los hombres, las mujeres,
María, Pedro.
– Un predicado, al que llamaremos “P”. Por ejemplo: son inteligentes, no son
aguerridos, son fantásticos, son amigables.
– Un término medio, al que llamaremos “M”. Este en particular es la constante
entre las dos premisas, lo que permite enlazarlas. No aparece en el
consecuente, por ser lo que causa las conclusiones.
Para saber cómo identificar el término medio puede utilizarse el siguiente
ejemplo:
PM= “Todos los franceses son latinos”.
Pm= “Francois es francés”.
PC= “Por lo tanto, Francois es latino”.
En este ejemplo se denota claramente que el término medio” o “M” es:
franceses, francés.
Por su parte, el consecuente o “conclusión siempre va a estar conformado por
los siguientes elementos:
– Un sujeto, al que llamaremos “S”.
– Un predicado, al que llamaremos “P”.
Esto puede apreciarse en la siguiente frase: “Algunas tazas (S) no tienen azas
(P)”.

Extensiones de las premisas


Las relaciones entre estos términos que conforman las premisas y las
conclusiones les darán distintos tipos de connotaciones según su extensión.
Estas connotaciones propias de su extensión (también entendida como el
espacio que abarcan) son de dos tipos:

Connotaciones de extensión universal


Se refiere a cuando el enunciado de la premisa incluye o excluye al total de
individuos de una raza o elemento, sea cual fuere su cualidad.
Son fáciles de identificar porque usan las palabras “todos” o “ninguno” en sus
proposiciones. Por ejemplo: “todos los caballos son equinos” o “ningún político es
honesto”.

Connotaciones de extensión particular


Es cuando el enunciado de la premisa abarca solo un parte del total de
individuos de una raza o elemento sea cual fuere su cualidad.
También son sencillas de identificar dado que utilizan las palabras “algunos” o
“pocos”. Por ejemplo: “algunos gatos comen peces” o “pocos perros ladran
fuerte”.
Cualidades de las premisas
Esto hace alusión a las relaciones que se dan entre los sujetos, predicados y los
términos medios que conforman una premisa. Estas cualidades pueden ser de
dos tipos:

Cualidad afirmativa
También es llamada cualidad de unión”. Es una premisa que es afirmativa
cuando el sujeto (S) es predicado (P). Por ejemplo: “todos los hombres nacen
puros”.

Cualidad negativa
También es llamada cualidad de separación. Es una premisa que es negativa
cuando el sujeto (S) no es predicado (P). Por ejemplo: “algunos peces no son de
río”.

Estructura
El silogismo está estructurado en juicios, dos de estos llamados premisas y uno
último, producto de la deducción entre las dos premisas, llamado consecuente o
conclusión.
Ahora bien, teniendo claros los aspectos que conciernen a las premisas y
consecuentes, pasamos a hablar de cómo se estructuran los silogismos:

Premisa mayor (PM)


Se le llama así por ser el enunciado que ocupa el primer lugar en el silogismo.
Este juicio posee el predicado (P) de la conclusión; va acompañado del término
medio (M), que sabemos que desaparecerá en la consecuencia.

Premisa menor (Pm)


Se le llama así por ser el enunciado que ocupa el segundo lugar en el silogismo.
Tiene el sujeto (S) de la conclusión y va acompañado del término medio (M),
que también desaparecerá en la consecuencia.

Consecuente (PC)
Se le llama así por ser el juicio al que se llega. También es denominado
conclusión y en esta se unen o se desunen las cualidades del S y del P.
Es necesario tener claro que de la interacción de los juicios de la premisa
mayor y la premisa menor se construyen los argumentos que dan paso a la
concepción de las conclusiones.
Habiendo comprendido lo expuesto en el párrafo anterior, se puede ver al
silogismo como un ente que permite obtener una conclusión producto de la
comparación de dos juicios respecto a un tercer término, al que se le conoce
como término medio o “M”.

Reglas
Los silogismos, para ser considerados tales, deben responder a una serie de
estatutos bien demarcados. Son ocho estatutos en total; cuatro de los
estatutos responden o condicionan a los términos, y los otro cuatro condicionan
a las premisas.

Ningún silogismo puede tener más de tres términos


Es un estatuto claro que busca que se respete la estructura formal del
silogismo. Es decir: dos términos que se comparan con un tercer término en dos
premisas diferentes para dar origen a una tercera premisa conclusiva donde
confluyen el S y el P, en negación o pertenencia, y el término comparativo
desaparece.
Ciertas veces se dan casos de seudo-silogismos, en los que se incorpora por
desconocimiento un cuarto término, violentando su estructura. Obviamente, al
no cumplir la norma no es tomado en cuenta. A este tipo de falso silogismo se le
conoce como silogismo de cuatro patas.
A continuación, presentamos un ejemplo de un seudo-silogismo:
PM) Los hombres por naturaleza son infieles.
Pm) La mujer no es un hombre.
PC) La mujer no es infiel.
Este es un error típico de silogismo de cuatro patas, cometido al hacer una
argumentación deductiva. ¿Por qué es un error? En este caso la palabra
“hombre” es usada para denotar a la raza humana, incluye ambos sexos; por
ende, al introducir la palabra “hombre” en la premisa menor se está incluyendo
la “cuarta pata”, rompiendo la primera regla.

Términos de las premisas no pueden ser más largos en las conclusiones


La conclusión no puede exceder el tamaño de las premisas de las cuales se
obtuvo. El consecuente debe tener, a lo sumo, una extensión proporcional al
tamaño de la unión del (S) y el (P) que le antecedieron.
Ejemplo
PM) Los hombres por naturaleza son infieles.
Pm) Pedro es un hombre.
PC) Pedro es sinceramente un individuo infiel, se puede notar por…
Acá vemos cómo se puede acabar con la elegancia de una estructura pensada
para el resumen y la síntesis, agregando aspectos irrelevantes.

No se puede incluir el término medio en la conclusión


La función principal del término medio es la de servir de enlace entre las
proposiciones, entre las premisas. Por ser un factor común, no puede incluirse
en las conclusiones. En las conclusiones solo van un S y un P.
A continuación se muestra un argumento errado por inclusión del “M”:
PM) Los hombres por naturaleza son infieles.
Pm) Pedro es un hombre.
PC) Pedro es un hombre infiel.

El término medio debe tener carácter universal en uno de los juicios


De no aparecer un “M” con la condición de universalidad, el silogismo daría
cabida a comparaciones individuales propias de un silogismo de cuatro patas.

Ejemplo
PM) Todos los gatos son felinos.
Pm) Algunos felinos son tigres.
PC) Por lo tanto, algunos tigres son gatos.
Acá se puede denotar que no es una proposición válida, porque la premisa mayor
—al ser afirmativa— denota un predicado “particular”, dando paso a una falsa
generalización.

Reglas de las premisas

Si hay dos premisas negativas no se pueden obtener conclusiones


Esta explicación es muy simple. La función que cumple “M” es la de relacionar al
“S” con el “P”. Si negamos la relación de “P” con “M” y de “S” con “M”, no hay
punto de enlace que valga, no hay analogía alguna que se pueda hacer.
Ejemplo
PM) Todos los barcos no se hunden.
Pm) El marino errante no es un barco.
PC) ¿?

No puede obtenerse una conclusión negativa de dos premisas afirmativas


Esto es tan lógico como lo planteado en la regla anterior. Si “S” guarda relación
con “M” y “P” también guarda relación con “M”, entonces no hay forma de que
en las conclusiones “S” y “P” no estén relacionadas positivamente.

Ejemplo
PM) Todos los perros son fieles.
Pm) August es un perro.
PC) August es infiel. (?!)

Dos premisas de carácter particular no pueden generar una conclusión


Esto rompería toda la lógica conceptual del silogismo. El silogismo plantea ir de
lo universal a lo específico para dar conocer una conclusión que relaciona lo
macro con lo micro. Si las dos premisas que tenemos son micro (son
específicas), entonces no guardan relación entre sí y, por ende, no hay
conclusión que valga.

Ejemplo
PM) Algún mono es velludo.
Pm) Algún gato maúlla.
PC) ¿?

Conclusiones siempre irán en pos de las partículas débiles


Por débil se entiende lo particular frente a lo universal y lo negativo frente a lo
positivo. Tal y como se manifiesta en el enunciado, las conclusiones están
condicionadas por lo negativo y lo particular al momento de ser llevadas a cabo.

Ejemplo
PM) Todos los perros son caninos.
Pm) August no es un perro.
PC) August no es un canino.
Modos
Cuando se habla de “modos” se habla de la cantidad de posibles combinaciones
de juicios según su clasificación; es decir, de tipos A, E, I, O.
A continuación, se explicarán las clasificaciones y luego se ejemplificarán las
cuatro combinaciones más simples que pueden hacerse dentro del universo de
256 mezclas posibles.

Clasificación de los juicios


Luego de tener claros las cualidades de las premisas y sus extensiones, es hora
de fijar los tipos de juicios que estas pueden contener o emitir. Tenemos las
siguientes cuatro clases:

A: universal afirmativa
Esta especifica que todo “S” es “P”. Por ejemplo: “todos los gatos son felinos” 
(S: universal-P: particular).

E: universal negativa
Esta especifica que ningún “S” es “P”. Por ejemplo: “ningún gato es felino”  (S:
universal-P: universal).

I: particular afirmativa
Esta especifica que algún “S” es “P”. Por ejemplo: “algún gato es felino”  (S:
particular-P: particular).

O: Particular negativa
Esta especifica que algún “S” no es “P”. Por ejemplo: “algún gato no es
felino” (S: particular-P: universal).
Ahora bien, las premisas, independientemente de su posición (eso se vio en la
estructura de los silogismos) podrán componerse y superponerse con las
siguientes combinaciones (Recordemos las asignaciones sujeto: “S”; predicado:
“P»; y término medio: “M”):

Primer modo
(P-M) / (S-M) = (S-P)

Ejemplo
PM) Los gatos son felinos.
Pm) August es un felino.
PC) August es un gato.
Segundo modo
(M-P) / (S-M) = (S-P)

Ejemplo
PM) Algunos felinos maúllan.
Pm) August es un felino.
PC) August maúlla.
Tercer modo
(P-M) / (M-S) = (S-P)

Ejemplo
PM) Los gatos son felinos.
Pm) Los felinos maúllan.
PC) El maullido es de los gatos.

Cuarto modo
(M-P) / (M-S) = (S-P)

Ejemplo
PM) Algunos felinos maúllan.
Pm) Algunos felinos son gatos.
PC) Los gatos maúllan.
Es necesario tener presente que en estos ejemplos el contenido del primer
paréntesis es la premisa superior, el del segundo es la premisa inferior y el
tercero representa la conclusión.
Se pudo apreciar claramente cómo la lógica se impuso en cada caso y cómo los
silogismos nos arrojaron conclusiones irrefutables.

Importancia
A pesar del tiempo que lleva de fundado este recurso filosófico (más de 2300
años), no pierde su esencia e importancia. Se ha resistido al tiempo y ha dado
paso a grandes escuelas de la razón y el pensamiento, inmortalizando a
Aristóteles.
Los silogismos permiten al hombre entender de manera plena, simple y eficaz el
entorno, justificando y relacionando cada uno de los eventos que se suscitan
cercanos a él.
Los silogismos demuestran que solo por medio de la observación, de la práctica
y del ensayo error es que se llega a la comprensión real de los fenómenos
físicos, sociales, psicológicos y naturales.
Todo evento global guarda relación con alguna partícula, y si se halla el
conectivo adecuado, el silogismo permitirá la aparición de una conclusión que
amalgame el universo con el evento concreto, dejando un aprendizaje.
El silogismo representa una herramienta sin igual del desarrollo lógico, tanto en
el ámbito pedagógico como en el andragógico. Es un recurso para la
potenciación de razonamiento y la lógica deductiva .

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