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ISSN: 2007-4336
E
l propósito esencial de este ensayo es a favor del proceso educativo. Para lograr
motivar a la reflexión y al análisis de este propósito, se asumen algunos elemen-
la práctica docente, que conlleve a tos conceptuales importantes: la práctica
un proceso de autoevaluación; de tal forma reflexiva, la intervención pedagógica y la
que este proceso de análisis y autocrítica evaluación; concibiendo esta última como
constante se convierta en la mejor vía de un proceso continuo del proceso enseñan-
formación permanente y de perfecciona- za-aprendizaje. El ensayo finaliza con algu-
miento de la actividad docente, especial- nas conclusiones como son los dispositivos
mente cuando se hace con rigor y contan- para el análisis y evaluación, los cuales se
do con instrumentos validos que permitan podrían convertir en un pretexto de discu-
valorar en realidad la práctica; y con ello, sión para las y los profesores formadores,
implementar medidas correctivas que ayu- así como para la comunidad profesional en
den a un desarrollo pleno de la docencia. general, por si se considera útil para cum-
Para tal efecto, es importante que el pro- plir con la tarea que se tiene de investigar y
fesor llegue a conocer su práctica, que re- mejorar en forma sistemática nuestra labor
conozca sus aciertos y errores, e inicie una docente.
intervención a través de una lectura inteli- Palabras clave: Intervención, evalua-
gente que le posibilite de manera estructu- ción, autoevaluación, docencia, estrategia.
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Evaluación e intervención pedagógica en la formación de docentes
ENSAYO
tan transformar la escuela, la enseñanza y mejorar la tarea y el acto educativo a corto,
el aprendizaje. mediano y largo plazo.
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Dentro de este conjunto de reformas y Saber reflexionar sobre la propia
cambios, la más polémica y controversial se práctica
relaciona con el proceso de evaluación so- En plena acción pedagógica, hay poco
bre el desempeño del trabajo docente, más tiempo para meditar, por lo que casi al ins-
aún si se trata de cambiar e innovar la prác- tante se tiene que reflexionar para dar el
tica en el aula de clase. Generalmente sólo siguiente paso, para decidir el camino que
medimos el rendimiento de los estudian- se debe seguir; por ejemplo, interrumpir o
tes y hacemos juicios a priori1, tales como: no una conversación entre alumnos, empe-
“los estudiantes son malos”, “los alumnos zar o no con un nuevo contenido temático
no estudian”, “los alumnos son apáticos”, o antes de acabar la clase, aceptar o no una
“los alumnos no tienen interés por la clase”, excusa, castigar a un alumno indisciplina-
sin antes detenernos a pensar, cuestionar, do o el que llega tarde a una sesión de clase,
reflexionar y analizar que, en muchas oca- responder o no a una pregunta insolente,
siones, el desempeño del profesor influye incongruente o fuera de lugar, dejar salir o
de alguna forma en ese mal rendimiento no a un alumno durante el desarrollo de un
estudiantil. Por lo tanto, considero nece- tema, etc.
sario motivar a los y las colegas para crear
una cultura de autoevaluación y reflexión Cada una de estas “microdecisiones”
de la práctica docente, contribuyendo así a pone en marcha una actividad mental. In-
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los estudiantes para promover, orientar,
su propia investigación; además, desarro-
descubrir y construir sus propios aprendi-
llará un proyecto que conlleve estrategias,
zajes, juega un papel importante y decisivo 45
actividades y acciones que transformen
en la promoción de los procesos de creci-
significativamente su quehacer diario en
miento personal del alumno y en el marco
atención a los procesos educativos de los
de la cultura grupal a la que pertenece. La
alumnos.
intervención (del latín interventio) “es ve-
nir entre, interponerse: la intervención es Cuando se está investigando la práctica
sinónimo de meditación o de intersección, docente y uno se enfrenta con el recono-
de buenos oficios, de ayuda, de apoyo, de cimiento de una serie de problemas que
cooperación. Se le atribuye el uso de las demuestran que el quehacer del profesor
ideas de operación y de tratamiento” (Ma- tiene deficiencias, es necesario elaborar un
her y Zins, 1987:168). plan de intervención para resolver la pro-
blemática de su praxis.
En esta misma línea, Rodríguez (1988)
define el concepto de intervención como Al reflexionar, analizar y cuestionar la
guiar, conducir e indicar (de manera pro- práctica, se infiere sobre cuáles serían los
cesual) para ayudar a las personas a cono- posibles problemas del docente. Este reco-
cerse a sí mismas y al mundo que las ro- nocimiento de problemas, aunado a la his-
dea; es auxiliar a un individuo a clarificar toria de vida, demuestra las dificultades del
la esencia de la vida, a comprender que él profesor y, por lo tanto, la construcción del
es una unidad con significado capaz de y aprendizaje por parte de los alumnos se ve
con derecho a usar su libertad, su dignidad totalmente limitada. Para la problematiza-
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ción de la práctica, es preciso poner sobre La estrategia didáctica es, por lo tanto,
la mesa los hallazgos, analizarlos, compa- un sistema de planificación aplicable a un
rarlos, reflexionarlos y, así, dar cuenta de conjunto articulado de acciones para llegar
las relaciones que existen entre ellos; veri- a una meta. De manera que no se puede
ficar que no son aislados y conforman una hablar del uso de estrategias cuando no hay
red que representan la problemática del una meta hacia donde se orienten las ac-
profesorado. ciones. La estrategia4 debe fundamentarse
Para cerrar la problematización es ne- en un método; pero a diferencia de éste, la
cesario haber reflexionado a profundidad estrategia es flexible y puede tomar forma
la práctica, desde la cual emerge una pre- con base en las metas a donde se quiere lle-
gunta, con el afán de intervenir y cambiar gar.
aquello que no está generando el propósito En su aplicación, con la estrategia se
educativo, dando pie a una propuesta de puede hacer uso de una serie de técnicas
intervención3. Sin embargo, el diseño de para conseguir los objetivos perseguidos.
un plan investigativo de intervención es el De ahí que en la estructura de un plan se
proceso de planificar acciones dentro de deben considerar los siguientes elementos:
un marco conceptual y metodológico, que Título, antecedentes y descripción
instrumente el seguimiento, la recupera- del contexto educativo; Diagnóstico
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ción, el análisis y la producción del cono- pedagógico del grupo (detección del
cimiento derivado del proceso de transfor- área de intervención); Fundamen-
46 mar una cultura pedagógica dentro de una tación y justificación (¿por qué? y
¿para qué?); Diseño del programa de
situación institucional. intervención (objetivos, contenidos,
El plan de intervención incluye sus pro- actividades de enseñanza y/o apren-
pias mediciones pertinentes, no al proceso dizaje, material de apoyo, duración
de la intervención, estrategias de
de la investigación, sino al de la interven- evaluación (instrumentos de segui-
ción misma, aunque estas dos dimensiones miento e instrumentos de evalua-
deben responder a criterios de coherencia ción); Fase operativa (procedimiento
interna en cuanto a sus planteamientos de aplicación, eventualidades y su
epistemológicos, teóricos y metodológicos. resolución); Evaluación de los resul-
tados de la aplicación de programa y
Para realizar el plan de intervención es ne- conclusiones.
cesario plantearse una pregunta que vaya
encaminada a resolver el problema reco- Al seguir una estructura semejante, es
nocido, de tal forma, que la intervención posible desarrollar un proyecto de inter-
sea intencionada y se formulen las estrate- vención, ya que el docente competente
gias que resuelvan la interrogante, aunadas sabrá construir saberes competentes para
a actividades y acciones que complemen- gestionar situaciones profesionales, cada
ten el proceso del profesor como interven- vez más creativas e innovadoras.
tor de su propia práctica, con capacidad y Hablaré un poco del término compe-
profesionalismo. tencia desde el paradigma interpretativo.
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Le Boterf (2000) nos previene contra una dose en algo común, sin embargo, perma-
definición débil de las competencias (suma nece poco conocida, mal comprendida y a
de conocimientos de saber hacer o saber menudo mal interpretada. Constituye un
estar o como la aplicación de conocimien- término polisémico, una especie de imán
tos teóricos o prácticos) y nos recuerda semántico, situado en un campo de múlti-
que las competencias no son un conglome- ples interrogantes.
rado de conocimientos fragmentados, ni Si bien es una necesidad indiscutida, las
está hecha de migajas de saber hacer, sino reacciones que suscita van desde la adhe-
que es un saber combinatorio y que no se sión al rechazo, pasando por la aprensión
trasmite. El centro de la competencia es el donde la gran interrogante estribaría ¿de
sujeto-aprendiz, quien la construye a par- qué estamos hablando cuando hacemos
tir de una secuencia de las actividades de mención el término evaluación? En ese
aprendizaje que movilizan múltiples cono- sentido, cobran vital importancia la eva-
cimientos especializados. luación de la práctica docente, el proceso
No obstante, si nos preguntamos ¿a de autoevaluación, la evaluación de las ins-
quiénes corresponde hoy día reorganizar tituciones, los criterios para construir eva-
la práctica educativa?, parecería imposible luaciones y los sistemas de calificación.
prescindir de la tradición pedagógica como La evaluación es un elemento esen-
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uno de los modelos posibles de la práctica cial que debe aplicarse tanto al proceso de
reflexiva. Seguramente, es en este ámbito, aprendizaje de cada alumno como a la revi-
donde debemos buscar las herramientas sión de la práctica docente. El término eva- 47
reflexivas formalizadas, pues es allí donde luación ha sido enfocado y analizado desde
hallaremos en los escritos de grandes peda- diferentes puntos de vista y enfoques, uno
gogos: Dewey, Freire, Freinet, Makarenko, de ellos es el citado por Gutiérrez Cerda
Montessori, Pestalozzi, Decroly, Illich, quien plantea que:
Neil, Herbart o Rousseau, la encarnación En el caso de la investigación acción,
de la postura reflexiva, de la posición de esquema de racionalización de los
comprender, del ir y venir obstinado e in- procesos didácticos, donde se resalta
cesante entre la teoría5 y la práctica, de la la importancia de la reflexión de lo
observación regular, de recuperar el oficio ocurrido, la evaluación es un recurso
para mejorar los procesos pedagógi-
y la vocación a base de observación e hi- cos. En estos planteamientos ésta tie-
pótesis. ne el significado y valor de servir a la
toma de conciencia sobre la práctica;
Principios de la de evaluación y la es decir, sirve para pensar y planifi-
toma de conciencia sobre el trabajo car la práctica pedagógica (2002).
docente
Gimeno Sacristán y Pérez Gómez (1996)
¿Quién no ha hablado de la evaluación la plantean como un proceso continuo
en estos últimos tiempos? ¿Quién no ha complejo y global que nos permite recoger
discutido con colegas sobre el tema? La sistemáticamente información relevante,
evaluación está omnipresente, devinién- tanto de los resultados y logros en el apren-
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ción con colegas, padres y la comunidad,
Conclusiones
con el fin de satisfacer de manera efectiva
Cuando se pretende la excelencia en el abanico de necesidades educativas de to- 49
el desempeño educativo es indispensable dos sus alumnos y mostrarse abiertos e in-
continuamente evaluar nuestros propios teresados en que otros evalúen su trabajo.
procedimientos de enseñanza, de modo
El trabajo reflexivo y la profesionaliza-
que nos permita adecuarlos a las necesi-
ción de la práctica docente implican una
dades y características del alumnado y, así,
ética coherente y una gran capacidad con-
satisfacer sus expectativas como sujetos
ceptual, que permiten saber dónde está el
en formación. De igual modo, los alum-
límite que conduce la intervención, la par-
nos deben ser sometidos sistemáticamente
ticipación, la opinión, la libertad, el riesgo
a evaluaciones para poder comprobar su
y la responsabilidad, pero sobre todo, la
evolución, así como la eficacia de nuestro
comunicación racional y humanización
propio desempeño profesional.
colectiva en las ideas con los otros como
Las escuelas se componen de profesio- sujetos sociales.
nales quienes deben buscar constantemen-
Finalmente, una escuela efectiva es
te servir a sus alumnos y a la comunidad
aquella cuyos profesionales realizan y uti-
de la mejor manera posible; deben poseer
lizan, sistemáticamente, las evaluaciones
unos criterios exigentes altos; deben com-
para servir de manera eficiente a los alum-
parar sus prácticas bajo el consenso y el re-
nos y para informar al público sobre los lo-
ferente teórico relacionado con las compe-
gros y necesidades de la escuela.
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sólo si queremos ir en esa dirección. Y se- mática grupal, social, institucional y empresarial, sobre
cualquier aspecto que afecte a su buen desempeño, por
rán nuestra responsabilidad y nuestro des- lo tanto, el punto de arranque de toda propuesta inves-
50 tino el que está en juego. El pensamiento tigadora en el campo educativo surge cuando se plantea
una pregunta o un interrogante al que no podemos ofre-
complejo es una aventura, pero también un cer una solución satisfactoria. (Bisquerra, 2003:92-93).
desafío. 4– La palabra estrategia viene del griego y signifi-
ca “artede ganar la guerra”. Una estrategia es por con-
Así, la intervención no es solo una pro- siguiente, en un sentido estricto, el arte o la forma de
puesta, sino un movimiento con múltiples lograr el objetivo; en palabras de Monereo (1997), un
propuestas fundado en una acción inten- procedimiento organizado, formalizado y orientado
a la obtención de una meta claramente establecida. Su
cional de investigación que intenta abrir aplicación en la práctica diaria requiere del perfecciona-
líneas de reflexión para incrementar el co- miento de procedimientos y de técnicas cuya elección
detallada y diseño son responsabilidad del docente.
nocimiento del problema educativo: cómo
5– Desde la definición científica, una teoría, es un
se aprende, cómo se educa y cuándo, qué conjunto de conceptos (constructos), definiciones y
sucede dentro de los espacios que cobijan proposiciones vinculadas entre sí, que presentan un
el hecho educativo; y, por tanto, qué mo- punto de vista sistemático del fenómeno al especificar
las relaciones entre variable, con el objetivo de explicar
dificaciones metodológicas debe hacer el y predecir los fenómenos (Kerlinger y Lee, 2002).
maestro en sus propias prácticas para me-
jorar la oferta educacional concreta para Bibliografía
que los educandos avancen en su forma- Bisquerra, A. R. (2003) Modelos de orientación e in-
tervención psicopedagógica. Barcelona: CISS Praxis.
ción integral.
Bisquerra, A. R. (1998) Intervención y orientación psi-
copedagógica. Barcelona: CISS Praxis.
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