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º 1
LENGUAJE Y COMUNICACIÓN / CUARTO MEDIO
PRIMER SEMESTRE 2020
SECUENCIA DIDÁCTICA INICIAL
60
NOTA 1 42 80 minutos
% PUNTAJE PUNTAJE
EXIGENCIA PONDERACIÓN TIEMPO NOTA
IDEAL REAL
NOMBRE ESTUDIANTE
Nº CÉDULA IDENTIDAD -
CURSO FECHA
EDUCADORA DIFERENCIAL/PIE Constanza Sáez
FORMA DE LA EVALUACIÓN DOCENTE
A Susana Oñate
AUTOR
SECUENCIAS DIDÁCTICAS
Nº NOMBRE
0 INICAL
Nº LE PSU 1 Y 2
COMPETENCIAS
ELEMENTOS DE LA COMPETENCIA
SABER:
CONOCER: Idea principal, idea secundaria, tema, motivo, título.
CONOCER HACER: Interpretar textos de diversa naturaleza. Sintetiza textos de diversa
HACER naturaleza. Evalúa posturas ideológicas y relaciones entre personajes.
SER
HABILIDAD Nº PREG
RECORDAR -
COMPRENDER 4, 8, 10, 11, 18
APLICAR -
ANALIZAR 1, 3, 6, 7, 12, 13
EVALUAR 2, 5, 14, 15
CREAR 9, 16, 17
INSTRUCCIONES GENERALES
Lea de manera detenida las instrucciones antes de responder.
Complete los datos en los espacios asignados.
En cada texto deberás subrayar (en amarillo) las marcas textuales relevantes
en cada párrafo (12 puntos)
Además, tendrás que identificar las ideas principales de cada párrafo al costado del
texto (insertar comentario) (12 puntos).
Finalmente, marca la alternativa correcta para cada pregunta planteada
(subrayándola en verde) (18 puntos).
Texto 1:
Señor director:
1. De la infinidad de juicios formulados en torno al relato de Fernando Solabarrieta al culminar
el partido de tenis en que Nicolás Massú se adjudicó la segunda medalla de oro en los
Juegos Olímpicos de Atenas, me parece que el más acertado fue el del argentino Martín
Liberman, conductor de programas de Fox Sport. Dijo: “Yo me encargo siempre de aclarar
al aire que no soy hincha de la selección de mi país o de los representantes nacionales,
sino que un periodista”. Con Solabarrieta ocurrió un fenómeno uy especial. Por las
circunstancias, asumió el papel de relator y dejó de lado el de periodista.
3. Por lo tanto, en esta incidencia, a Solabarrieta hay que juzgarlo como relator, no como
periodista. Y no deja de ser lo sucedido una elección para TVN: en los Juegos Olímpicos no
tenía relator ni comentaristas. Allí había dos periodistas. Muy buenos los dos. Pero como no
sabían de tenis, uno se dedicaba a alentar al tenista (“Vamos que se puede”) y el otro
describía lo mismo que estaba viendo en la pantalla, sin que ninguno de los dos tuviera la
culpa.
Texto 2:
1. Con el Renacimiento comienzan nuevos tiempos. Todo está en movimiento. Se ensayan
todas las direcciones: renovación de lo antiguo, vuelta a lo nuevo, exaltación por grandeza
conseguida y recaída en la duda; ya se espera todo de la clara razón, y se vuelve a poner
la esperanza en los misterios de la naturaleza y en la fuerza del destino; ora se aclama al
hombre como un segundo Dios, ora el hombre se declara incapaz de olvidar al Dios
verdadero.
2. En los mismos comienzos del Renacimiento nos encontramos con lo que ha dado el nombre
a la época: el renacimiento de lo antiguo. El empuje exterior lo da el contacto de Oriente y
Occidente en los concilios unionistas de Ferrara y Florencia (1438), así como la inmigración
en Italia de numerosos sabios procedentes de Bizancio, perdida para Occidente en 1453.
Pero la misma ciencia medieval había ya suspirado en sus adentros, por las fuentes
genuinas. Ya en 1440 había surgido en la Florencia de los Medicis una nueva “academia
platónica” que no tardó en brillar con nombre destacados: Platón, Besarión, Ficino, Pico
della Mirandola. Vuele a haber platónicos, pero también aristotélicos, estoicos, apicureos. El
humanismo desentierra todo lo que es antiguo. Y no solo los libros: también es espíritu de
la antigüedad, el espíritu pagado es resucitado a nueva vida. Se rebaja el cielo hasta la
tierra. El hombre es “Dios en la tierra”. Mientras todavía Dante había diseñado un orden
metafísico y transmundano, el ser lo que debe ser, ahora el hombre es DESCRITO tal como
es, con sus lágrimas y sus risas, con lo que tiene de grave y lo que tiene de ridículo;
cualquier cosa, con tal que sea humana, merece ser objeto del arte y de la filosofía. En
comparación con la Edad Media es realmente un espíritu nuevo. Compárese en cambio con
el Cusano, para quien también es el hombre la medida de todas las cosas, pero sin olvidar
al mismo tiempo que el Dios trascendente es la medida última y primordial.
4. Ciertamente, la idea del poder fascinó en un principio, no solo en la física, sino también en
la nueva idea del hombre y del Estado, que no CESÓ de desarrollarse en el Renacimiento.
Prueba de ello es Maquiavelo (1469-1527). Su filosofía del hombre, del derecho y del
Estado es una consideración mecánico-cuantitativa de la naturaleza. Su libro El Príncipe es
una instrucción sobre la jugada que es oportuna en cada concreta situación de las fuerzas
políticas. Los hombres son en todo caso cuantos, de poder, y el príncipe es también una
magnitud de poder. Así, si quiere mantenerse ha de tener más poder que su adversario. De
esto depende todo. Para el príncipe es ciertamente una ventaja el tener a su favor la
apariencia del derecho y de la religión. Pero si no los tiene, no debe retroceder ante
ninguna medida. Si los hombres son malos, no queda otra salida que ser una también malo
y, si es necesario, aun peor.
5. Un rayo de luz en estas tinieblas es Tomás Moro (1487-1535), fino humanista, idealista y
santo. En su Utopía, traza el retrato de un pueblo insular, retrato hecho ironía y caricatura
para que resalte mejor la figura verdadera e ideal. Maquiavelo hubiera replicado que no
hay que preguntar lo que debe ser el hombre, sino lo que en realidad e, pues de lo
contrario se sale perdiendo. De hecho, Tomás Moro salió perdiendo. Pero este realismo no
quiere saber nada de lo que debe ser, ¿no es la verdadera razón del desasosiego del
hombre moderno?
Johannes Hirschberguer. El Renacimiento (fragmento)
Texto 3:
Señor director:
1. Ha llegado el momento en que necesito pedir perdón. El hacerlo dicen que ayuda a
superarlos malentendidos, a una mejor convivencia y a vivir en paz. Por ello, pido perdón
por haber vivido más de 70 años, por el temblor de mis manos, por las torpezas y olvidos
de COMETO, por haber permitido que el cáncer haya llegado a mi cuerpo, por las fallas
cardiovasculares que me impiden caminar con mayor agilidad, subir escaleras, tomar
micros y circular como o hacía antes; sin requerir de una persona que me acompañen. Pido
perdón por los fármacos que debo tomar para subsistir y aliviar mis dolores.
2. Por todo esto he sido y sigo siendo castigada por las ISAPRES. El costo de mis cotizaciones
subió en un 100% y ya he sido advertida de que, si vivo más de setenta y cinco años,
tendré un nuevo y fuerte castigo, fuera de los pequeños castigos anuales. Las farmacias (o
los laboratorios) me castigan subiendo INEXORABLEMENTE los medicamentos semana a
semana.
3. Pido perdón por haber envejecido, por haberme enfermado, por no saber qué más irá a
pasarle a mi cuerpo y más aún por no saber cuántos años viviré.
4. Ruego a los señores congresales, a las instituciones de salud (ISAPRES y Fonasa) y a los
laboratorios farmacéuticos, que me perdonen no subiendo y haciendo inalcanzables los
tratamientos médicos que mi existir requiere.
Sylvia Thomas.
Pido perdón por haber permitido que el cáncer haya llegado a mi cuerpo.