Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lygia Bojunga
EL RAMO
-Si.
Rebeca no se movió.
-¿Descansamos un poco?
Se quedaron así.
-Es griego.
-Conversamos en francés.
-Pero yo no…
-Hola, papá.
-Dudo que ese gringo la quiera tanto como yo. Ni la -Déjame eso a mí, papá. Te prometo que no dejo que
mitad, apuesto. Ni la mitad de la mitad…. –olvidó la mamá nos diga chao.
otra mitad; se quedó mirando a Rebeca.
-¿Lo prometes?
-¿Por qué me miras así, papá? Parece que nunca me
hubieras visto. -Lo prometo. Y ahora deja de beber, ¿está bien?
Regresó al cuarto.
Se sentó.
El tiempo pasó.
-¡Dile que no! Tú no te vas. La madre abrió los ojos (parecía que el mareo hubiese
pasado), y dijo:
La madre agarró la maleta. Rebeca no la soltó.
-¡Chao! –y salió corriendo
La madre jaló la maleta. Rebeca también la jaló.
La bocina del taxi sonó otra vez. Las dos se miraron. Los NOTA EN LA ALMOHADA
ojos de la madre pedían por favor. Los ojos de Rebeca
también: por favor.