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Curso de Redacción
(Semana 2)
Considerada tradicionalmente como una profesión típica del género masculino, tal vez por
su vínculo con la construcción y el trabajo pesado, la Arquitectura se vio privada de las
brillantes ideas del género femenino por esta distinción machista. La educación, como
mecanismo de desarrollo para la sociedad, ha evolucionado a lo largo de los años
actualizándose en diversos ámbitos, pero fundamentalmente en cuestiones de género.
Si a muchos todavía no les quedaba claro, el 2017 hizo explícito que las mujeres no ganan
lo mismo que los hombres, que sufren discriminación y acoso laboral, que trabajan más
horas y que están más susceptibles a ser despedidas por la posibilidad de ser madres.
Ningún trabajo se escapa. La arquitectura tampoco. Por eso para ese año surgieron una serie
de columnas y eventos que propusieron hablar del tema y empoderar a las mujeres en el
mundo de la arquitectura, incentivándolas a tomar el espacio perdido en el debate público.
La Bienal de Arquitectura de Venecia en el año 2018 dirigió junto a dos
arquitectas; Yvinne Farrell y Shelley McNamara y el listado de curadores a cargo de los
pabellones nacionales que ya cuentan con una participación femenina mucho mayor a la de
años anteriores, destacando entre otros, países como Chile, España, Perú, Israel y Brasil.
El feminismo ha sido descrito como la ideología que defiende que las mujeres deben tener
los mismos derechos que los hombres. A partir de ese principio, ha surgido en los últimos
años una gran cantidad de movimientos que exigen mejores condiciones laborales para la
mujer y el fin de la desigualdad entre hombres y mujeres. En el 2018 algunos movimientos
se tomaron el espacio público a través de marchas en diversas ciudades del mundo y otras
campañas incrementaron por las redes sociales.