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ACCIÓN PSICOLÓGICA, junio 2014, vol. 11, n.o 1, 35-44.

ISSN: 1578-908X 35

FUNCIONES EJECUTIVAS: UNIDAD-DIVERSIDAD


Y TRAYECTORIAS DEL DESARROLLO
EXECUTIVE FUNCTION: UNITY-DIVERSITY
AND DEVELOPMENTAL TRAJECTORIES
Esperanza Bausela Herreras

Cómo referenciar este artículo/How to reference this article:


Bausela Herreras, E. (2014). Funciones ejecutivas: unidad-diversidad y trayectorias del desarrollo [Selec-
tive Function: Unity-diversity and developmental trajectories]. Acción Psicológica, 11(1), 35-44. http://
dx.doi.org/10.5944/ap.1.1.13790

Resumen Abstract
La presente revisión teórica tiene como objeti- The purpose of this paper is to deepen the stu-
vo profundizar en el estudio del desarrollo de dy of the development of executive functioning,
las funciones ejecutivas, en concreto, en el aná- particularly the developmental trajectories of
lisis de las trayectorias del desarrollo de las di- the various dimensions that comprise (inhibi-
versas dimensiones que lo integran (inhibición,
tion, working memory and flexibility), accor-
memoria de trabajo y flexibilidad), según el
ding to the paradox proposed by Miyake and
modelo propuesto por Miyake y colaboradores.
Un segundo objetivo es tratar de conocer si en collaborators –and see if its evolution follows
su evolución sigue la forma de una U invertida the shape of an inverted U– with initial ascent,
–con un ascenso inicial, un crecimiento mode- moderate growth and a decrease in the course
rado y un descenso con el transcurso de los of the years; we completed this review theoreti-
años–; finalmente, profundizar en posibles lí- cal deepening possible lines of research in rela-
neas de investigación relacionadas con el las tion the development of executive functioning
trayectorias y mecanismos que se siguen en su in different aspects: development of trajectory
desarrollo. Concluimos considerando la impor- and development mechanisms. We conclude
tancia de desarrollar estudios con técnicas de
this review, considering the importance of stu-
neuroimagen que nos permitan completar y se-
dies involving neuroimaging techniques that
guir ahondando en el estudio de un proceso
cognitivo de orden superior que sigue siendo allow us to complete the study of higher-order
un gran desconocido en los estudios ontogené- cognitive process that is still a great unknown
ticos. in ontogenetic studies of devlopment.
Palabras clave: Inhibición; memoria de Keywords: inhibition; working memory;
trabajo; flexibilidad; desarrollo ontogenético. flexibility; ontogenetic study.

Correspondencia: Universidad Internacional de La Rioja. Mail: esperanza.bausela@unir.net.

Recibido: 15/03/2014
Aceptado: 01/04/2014
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Introducción en una variedad de procesos cognitivos, tales


como, velocidad de procesamiento y memoria
En relación al estudio del desarrollo de las a corto plazo. Sin embargo, hay, relativamente,
funciones ejecutivas hay que destacar inicial- pocos estudios que hayan analizado el estudio
mente el estudio desarrollado por Hughes del desarrollo de las funciones ejecutivas a tra-
(2011) –una de las publicaciones más recientes– vés de un amplio rango de edades, para poder
que hace una exhaustiva revisión de las dos últi- constatar si su desarrollo sigue la forma de
mas décadas sobre el estudio del desarrollo de una U invertida.
las funciones ejecutivas, centrándose en los si- Podemos citar a título de ejemplo, el estu-
guientes aspectos: (i) resultados típicos y atípi- dio desarrollado por Comalli, Wapner y Wer-
cos de grupos a través del desarrollo, (ii) avan- ner (1962) quienes aplicaron el test de Stroop
ces en las herramientas de evaluación a una muestra con participantes de 7 a 80
(construcción de cuestionarios…), en técnicas años. En este estudio, encontraron que el ma-
de análisis estadísticos que profundizan en la es- yor efecto se produce a los 7 años, efecto que
tructura del funcionamiento ejecutivo y trayec- se mantiene hasta la adolescencia, permane-
torias del desarrollo del funcionamiento ejecuti- ciendo constante durante los inicios de la edad
vo; (iii) interacción entre las funciones adulta y produciéndose otro incremento en el
ejecutivas y otros sistemas cognitivos, (iv) inte- grupo de adultos más mayores (65-80 años).
gración de las perspectivas cognitivas y neuro-
cognitivas en el funcionamiento ejecutivo y (v) Otro ejemplo, es el estudio desarrollado por
factores ambientales (positivos y negativos) que Cepeda, Kramer y Gonzalez de Sather (2001)
afectan al desarrollo de las funciones ejecutivas. quienes examinaron a través de tareas de flexi-
bilidad a individuos de 7 a 82 años, encontran-
Considerando este referente teórico nos do diferencias en flexibilidad y en la habilidad
planteamos como preguntas de investigación: para adoptar y cambiar la perspectiva en la re-
¿el desarrollo de las funciones ejecutivas sigue solución de un problema (aspecto clave en el
la forma de U invertida?, ¿existen diferencias funcionamiento ejecutivo). Igualmente, Wi-
en las trayectorias del desarrollo de las diferen- lliams, Ponesse, Schachar, Logan y Tannock
tes dimensiones que integran este constructo?, (1999) encontraron evidencias de la U inverti-
¿hacia qué líneas de investigación pueden diri- da en otras medidas del funcionamiento ejecu-
girse los futuros estudios del desarrollo de las tivo, concretamente en relación a la tarea de
funciones ejecutivo? stop, que permite para evaluar el tiempo de
Los objetivos de esta revisión teórica giran reacción ante la señal de detención.
en torno a: (i) profundizar en el análisis de las
trayectorias del desarrollo de las diversas di-
mensiones que lo integran (inhibición, memo- ¿Podemos hablar de trayectoria
ria de trabajo y flexibilidad) –según la propues- o trayectorias del desarrollo
ta de Miyake y colaboradores–, (ii) conocer si de las funciones ejecutivas?
su evolución sigue la forma de una U invertida
–con un ascenso inicial, un crecimiento mode- En relación a esta cuestión, hay algunos es-
rado y un descenso en el transcurso de los tudios del desarrollo muy interesantes (e.g.,
años–; (iii) profundizar en posibles líneas de Best, Miller y Jones, 2009; Blair, Zelazo, y
investigación en relación al desarrollo de las Greenberg, 2005), no obstante, hay realmente
funciones ejecutivas. muy pocos estudios que hayan abarcado el pe-
riodo completo del desarrollo desde la infancia
a la edad adulta (exceptuando, por ejemplo, el
¿Las funciones ejecutivas siguen una U estudio desarrollada por Diamond, 2002).
invertida en su desarrollo?
Las habilidades ejecutivas empiezan a
El desarrollo, siguiendo la forma tradicio- emerger en la infancia (Diamond, 1998), mues-
nal de una U invertida, ha sido documentado tran un mejora a través de la etapa de la infan-
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cia y la etapa preescolar (Carlson, Mandell y los análisis de persistencia de los errores indi-
Williams, 2004; Hughes y Ensor, 2007); conti- can que el rendimiento de niños de 12 años es
núan su mejora a través de los años escolares comparable al rendimiento de los adultos; sin
(ver Huizinga, Dolan y van der Molen, 2006); y embargo, los estudios nos indican que los ni-
algunos aspectos de las funciones ejecutivas ños no alcanzan el nivel de rendimiento adulto
continúan incluso durante la adolescencia (Lu- hasta los 13-15 años (ver Welsh, Pennington y
ciana, Conklin, Cooper y Yarger, 2005). Groisser, 1991).
Desde un enfoque tradicional se ha estudia- De forma similar, el rendimiento en la Torre
do el desarrollo de las funciones ejecutivas des- de Londres, en concreto, en relación a la persis-
de la perspectiva que considera este constructo tencia de los errores (una de las dimensiones
como una unidad, obviando el modelo pro- que se evalúan en esta prueba) parece ser con-
puesto por Miyake et al. (2000) (universidad- tinúa y mejorar desde la infancia hasta el ini-
diversidad). En estos momentos, el interés cio de la edad adulta; sin embargo, cuando se
para los investigadores está en el análisis y es- analizan los errores y el tiempo de ejecución,
tudio de las diferentes tendencias en el desarro- el rendimiento equiparable al del adulto se al-
llo de los procesos y/o dimensiones que com- canza a los 13 años (Baker, Segalowitz y Ferli-
ponen e integran el constructo funcionamiento si, 2001). La capacidad de la memoria de traba-
ejecutivo. Estos estudios muestran de forma jo se desarrolla gradualmente a través de la
inequívoca, que el nivel de rendimiento de los infancia y la adolescencia (ver Luciana,
adultos en diferentes tareas ejecutivas se alcan- Conklin, Hooper y Yarger, 2005). Respecto a la
za a diferentes edades durante la infancia y la flexibilidad, los niveles de rendimiento adulto
adolescencia. se alcanza alrededor de los 12 años (Kray, Eber
y Lindenberger, 2004).
No obstante, no podemos obviar, que el es-
tudio de las tendencias de desarrollo de las Finalmente, en relación al control inhibito-
funciones ejecutivas está obstaculizado por al- rio, se observa que se produce un incremento
gunos factores. Huizinga, Dolan, van der Mo- en la infancia tardía, alrededor de los 12 años
len (2006) destacan los siguientes dificultades: (Van den Wildenberg y Van der Molen, 2004) y
(i) Diferentes tareas son utilizadas a través de en la temprana adolescencia (Williams, Pones-
un número de estudios para medir el mismo se, Schachar, Logan y Tannock, 1999).
componente de la función ejecutiva. (ii) No Best y Miller (2010) examinan los aspectos
está claro si niños de diferentes edades utilizan teóricos y metodológicos relacionados con la
la misma estrategia para rendir en las diferen- construcción de las funciones ejecutivas desde
tes tareas de funciones ejecutivas. (iii) Muchos la perspectiva del desarrollo en la infancia y la
estudios de desarrollo se centran únicamente adolescencia, centrándose, en concreto en tres
en un componente del proceso de las funcio- dimensiones: (i) Inhibición, (ii) memoria de
nes ejecutivas. Además, para evaluar los patro- trabajo y (iii) flexibilidad.
nes de desarrollo de las funciones ejecutivas se
requieren grupos de edad homogénea. En las próximas líneas pasamos a comen-
tar los aspectos más relevantes de estas dimen-
Por otro lado, ha resultado muy útil la apli- siones.
cación de un acercamiento de la variable laten-
te que permite extraer los factores comunes
que subyacen en la ejecución de diferentes ta-
reas (Miyake et al., 2000).
Inhibición
Las tareas de evaluación de las diferentes Esta dimensión es considerada la base de
dimensiones que integran las funciones ejecu- las funciones ejecutivas (ver Miyake et
tivas están sujetas al desarrollo de diferentes al., 2000) y hace referencia a habilidad para re-
trayectorias de desarrollo. Por ejemplo, en el sistir impulsos y detener conductas en curso
test de Wisconsin en sus diferentes versiones, en el momento apropiado. En relación a esta
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dimensión se pueden distinguir diferentes ti- ras 1 y 2), las mejoras más significativas se
pos. Nigg (2000) hace referencia a: inhibición producen entre los 3 y los 4 años (Hughes,
cognitiva, inhibición comportamental y regula- 1998); mientras, que para las tareas de día-no-
ción emocional. che, los niños de la misma edad manifiestan di-
ficultades (Carlson, 2005). En los niños prees-
Existen muchas tareas para evaluar esta di-
colares, las mejoras en rendimiento se
mensión, sin embargo, no son medidas puras
producen en las tareas de mano de Luria en
de la misma. Garon, Bryson y Smith (2008)
comparación con las tareas de día-noche (Dia-
distinguen entre tareas simples y tareas com-
mond y Taylor, 1996). Una posible explicación
plejas, basadas en si la memoria de trabajo
está implicada. de estas diferencias puede ser que en las tareas
de mano de Luria requieren la inhibición y ac-
En esta dimensión sí se han encontrado di- tivación de respuestas motoras, mientras que
ferencias en relación a la edad. Así, por ejem- en las en las tareas de día-noche, requieren in-
plo, en las tareas de manos de Luria (ver Figu- hibición y activación de respuestas verbales.

Figura 1. Tareas con la manos de Luria


[URL: http://pepsic.bvsalud.org/img/revistas/cnps/v1n2/2a02f1.jpg]

Figura 2. Tareas con las manos de Luria.


[URL: http://pepsic.bvsalud.org/img/revistas/cnps/v1n2/2a02f2.jpg]
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Los resultados de los estudios muestran frontal (ventral). Estos cambios neurológicos
mejoras en el rendimiento de la inhibición des- se traducen en una mayor eficiencia en las res-
pués de los 5 años, aunque no se puede decir puestas y en un menor esfuerzo cognitivo.
que estos resultados sean concluyentes. Klen-
Concluyendo, podemos decir que el desa-
berg et al. (2001) encontraron mejoras entre
rrollo de esta dimensión es compleja, que los
los 3 y los 6 años en tareas como el juego de las
cambios más acentuados se producen de los 3
estatuas y en la tarea de golpear, pero estas me-
a los 5 años, que sigue su desarrollo aunque
joras no fueron significativas más allá de los 12
menos acentuados de los 5 a los 8 años e inclu-
años.
so después de los 8 años. Estos resultados,
Podemos resumir estas aportaciones consi- contrastan con los resultados del estudio de
derando que los primeros intentos de lograr la meta-análisis desarrollado por Romine y Rey-
inhibición aparecen en la etapa preescolar; A nolds (2005), quienes observan que los mayo-
los 4 años, se observan las primeras señales de res avances en las respuestas de inhibición de
éxito en tareas simples y en tareas complejas; respuestas predominantes se producen en el
continuando su desarrollo de entre los 5 a los 8 rango de edad que oscila entre los 5 y los 8
años (Romine y Reynolds, 2005) y en concreto, años.
en tareas que combinan inhibición de respues-
tas y memoria de trabajo (Carlson, 2005).
Son diversas las evidencias desde la neuro- Memoria de trabajo
ciencia sobre su desarrollo, así, como los estu-
dios longitudinales con electroencefalograma Es la capacidad para mantener informa-
–durante la infancia, etapa escolar y los prime- ción en la mente con el fin de completar una
ros años de la adolescencia– que revelan cam- tarea y la capacidad de mantener la atención
bios cualitativos en la actividad cerebral sub- en una actividad durante un período de tiempo
yacentes a complejas respuestas inhibitorias. A adecuado para su edad. Involucra, por consi-
los 8 años, el correcto rendimiento en tareas guiente dos actividades, la habilidad para
de A-B está asociado con incrementos en la ac- mantener y la habilidad para manipular la in-
tividad global cortical; mientras que a los 4 formación durante breves periodos de tiempo
años y medio, el rendimiento en tarea de día y sin depender de señales externas (Alloway,
noche está asociado con un incremento en la Gathercole y Pickering, 2006).
actividad frontal medial. A esta misma edad, se Los investigadores sugieren que las tareas
observa un cambio hacia una actividad más de memoria de trabajo varían en el grado en el
centrada en la región frontal durante la reali- cual requieren «control ejecutivo» (Luciana,
zación del test de Wisconsin. Este cambio de lo Conklin, Hooper y Yarger, 2005). Esto es, las
global a lo local durante la realización de las tareas más complicadas de la memoria de tra-
tareas puede ser una señal de la eficiencia cre- bajo requieren el mantenimiento y manipula-
ciente del cerebro y del crecimiento funcional ción de información con el fin de dirigir el
de la corteza prefrontal para inhibir respuestas comportamiento hacia objetivos futuros, mien-
complejas. tras que las tareas más simples de memoria de
Una síntesis de los estudios de neurocien- trabajo sólo requieren el mantenimiento de la
cias sugiere que no existe un patrón de cam- información.
bios en la actividad cerebral, no obstante, sí se Según Gathercole, Pickering, Ambridge y
detecta que en la etapa escolar que los niños Wearing (2004), la memoria de trabajo ejecuti-
pueden desarrollar de forma más exitosa las va requiere del sistema de almacenamiento ver-
tareas de inhibición, con exigencias o no de bal, visoespacial y la coordinación con el ejecu-
memoria de trabajo.
tivo central. Las tareas de memoria de trabajo
Con el desarrollo, se convierte más locali- más simples requieren sólo de un pequeño in-
zado y eficiente el patrón de activación, vincu- put desde el ejecutivo central dependiendo úni-
lado con regiones específicas de la corteza pre- camente del almacenamiento fonológico o vi-
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soespacial (ver modelo de memoria de trabajo memoria de trabajo, también se reduzcan las
propuesto por Baddeley y Hitch, 1974). diferencias de edades, lo cual nos permite infe-
Al igual que en la dimensión de inhibición, rir que la interacción de los dos componentes
también vamos a comentar que los cambios es importante. Similares resultados se han en-
que se producen en la memoria de trabajo va- contrado en la tarea de Stroop.
rían en función de la edad. Una variedad de Las evidencias sugieren que la trayectoria
evidencias documentales apoyan el incremento del desarrollo de la memoria de trabajo es li-
y mejoras de la memoria de trabajo durante neal desde la etapa preescolar a través de la
los años preescolares (ver Garon et al., 2008). adolescencia.
Así, Gathercole et al. (2004) señalan que a los 6
años el componente ejecutivo de la memoria
de trabajo está suficientemente desarrollado Flexibilidad
para ser utilizado durante complejas tareas
que requieren la coordinación de los diferentes En términos generales hace referencia a la
subcomponentes de la memoria de trabajo. El habilidad para cambiar de una actividad o situa-
mismo equipo de investigadores ha encontra- ción a otra y para cambiar el foco atencional.
do que en las tareas simples y complejas, la
memoria de trabajo tiene unas trayectorias de Es la habilidad para cambiar entre estados
desarrollo similares, produciéndose un incre- mentales, reglas o tareas (Miyake et al., 2000),
mento lineal de los 4 a los 14 años, nivelándose estando interrelacionado con otras dimensio-
entre los 14 y los 15 años y continuando su nes que integran las funciones ejecutivas: inhi-
rendimiento y mejora hasta los 16 años. bición y memoria de trabajo.
Conklin, Luciana, Hooper y Yarger (2007) En relación a las diferencias en función de
sugiere que la edad de dominio de la memoria la edad, la flexibilidad se incrementa con la
de trabajo depende del grado de procesamien- edad (Garon et al., 2008). En la etapa preesco-
to, más que del contenido que debe ser proce- lar, de los 3 a los 4 años, pueden cambiar exito-
sado. Por lo tanto, el desarrollo de la memoria samente entre dos tareas simples en las cuales
de trabajo ejecutiva ocurre gradualmente du- las reglas están contextualizadas en una histo-
rante la adolescencia, especialmente para ta- ria (Hughes, 1998) o cuando las demandas de
reas que requieren el mantenimiento y mani- la inhibición son reducidas (Rennie, Bull y
pulación de múltiples ítems. Diamond 2004). Por ejemplo, con una versión
Las técnicas de neuroimagen evidencian un reducida y adaptada del test de Wisconsin,
prolongado curso del desarrollo asociado y lo- Hughes (1998) observó que los preescolares
calizando con la actividad en la corteza pre- pueden clasificar su oso de peluche por la for-
frontal durante el funcionamiento de la memo- ma o por el color, basándose en diferentes rea-
ria de trabajo. limentaciones (ver Somsen, 2007).
Un aspecto del desarrollo de la memoria de También se ha observado que la flexibili-
trabajo, concierne a la relación entre la memo- dad, entre los 7 y los 11 años, es significativa-
ria de trabajo y la inhibición (Bell, Wolfe y Ad- mente mayor que a los 15 años, no manifesta-
kins, 2007), por ejemplo en las tareas de día y ron grandes diferencias en comparación con
noche, sin embargo, las investigaciones tam- los cambios observados en los adultos más jó-
bién han sugerido su independencia. Así, cuan- venes. El cambio observado a los 15 años, se
do el componente inhibitorio es eliminado de asemeja al alcanzado en la edad adulta. En
la tarea, las diferencias entre los 3.5 años y esta misma dirección se sitúan los estudios de
los 5 años prácticamente desaparece (Simpson Davidson, Amso, Anderson y Diamond (2006)
y Riggs, 2005), lo cual nos sugiere que es la in- quienes encontraron que las mejoras más sig-
hibición y no la memoria de trabajo la que ge- nificativas en flexibilidad se producen en el
nera las diferencias en función de la edad. Pro- rango comprendido entre los 4 años y la ado-
bablemente, eliminando el componente de la lescencia.
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Desde la perspectiva de la neurociencia, la etapa de la adolescencia (Best, Miller y Jo-


destacar el rol que juega la metacognición en nes, 2009). Los resultados son inconsistentes.
el desarrollo de la flexibilidad. Así, en concreto, la inhibición parece mostrar
Aunque existen menos estudios en compa- una mejora especialmente significativa y llama-
ración con el desarrollo de otras funciones eje- tiva durante los años preescolares; mientras
cutivas, sí que hay evidencias que indican su que la memoria de trabajo parece mostrar un
desarrollo a través de la adolescencia. desarrollo gradual más lineal; como también
ocurre con la flexibilidad. Estas diferencias en
las trayectorias de desarrollo proporcionan un
Conclusiones apoyo al estudio desarrollado por Miyake et al.
(2000) quien sugiere que el grado de unidad o
En coherencia con el modelo propuesto por diversidad de las funciones ejecutivas varía de
Miyake et al. (2000) se debe ahondar en el en edad a edad. Estas evidencias sugieren, ade-
el estudio del desarrollo de la inhibición y en la más, cambios cualitativos y cuantitativos en el
memoria de trabajo, así como en el estudio de desarrollo del funciones ejecutivas.
la flexibilidad.
— Muchos de estos cambios parecen ser
Otro modelo de desarrollo (junto con el cuantitativos y graduales, siendo más
mencionado en líneas precedentes) de especial
rápidos en los años más tempranos.
influencia e interés es el propuesto por Posner
Los estudios de neurociencias nos pro-
y Rothbart (2007), quienes señalan que el desa-
porcionan evidencias que nos indican
rrollo del sistema atencional anterior –la co-
que en las principales áreas del cere-
nexión atencional ejecutiva– durante el perio-
bro, la actividad decrece con la edad,
do preescolar es importante para regular otras
quizás como reflejo del crecimiento de
conexiones cerebrales.
la eficiencia de la respuesta neuronal.
Los mecanismos de desarrollo de las fun-
ciones ejecutivas sugieren que la metacogni- — Desde la perspectiva de la neurociencia,
ción puede jugar un rol muy importante du- también observamos como algunos
rante los años escolares y durante la cambios parecen ser cualitativos, sugi-
adolescencia. riendo cambios en la organización de la
En coherencia con estos modelos es nece- actividad cerebral durante el desarrollo
sario disponer de instrumentos de evaluación (Scherf, Sweeney y Luna, 2006). Así,
a lo largo del ciclo vital y seguir profundizando por ejemplo, las regiones ventrales de la
en las distintas trayectorias de desarrollo que corteza prefrontal parecen incrementar-
integran el constructo las funciones ejecutivas, se durante la respuesta a la inhibición y
así como en los mecanismos de desarrollo sub- las dorsolaterales de la corteza prefron-
yacentes a los mismos. tal durante la memoria de trabajo, lo
cual nos permite considerar que dife-
Es por ello que nos planteamos la cuestión:
rentes regiones de la cortea prefrontal
¿Qué orientaciones se pueden seguir en futu-
apoyan y/o sustentan diferentes funcio-
ras investigaciones?
nes ejecutivas. Además, regiones dife-
En relación a esta cuestión Best y Miller rentes regiones de la corteza prefrontal,
(2010) destacan varios aspectos que considera- en el curso del desarrollo, pueden ser
mos de especial relevancia: responsables de diferentes trayectorias
del desarrollo de la inhibición, la me-
(i) Desarrollo de trayectorias moria de trabajo y la flexibilidad. La
emergencia de la metacognición tam-
Las revisiones de las funciones ejecutivas en bién puede conllevar cambios cualita-
niños se han centrado principalmente en prees- tivos cuando los niños aprender a usar
colares, observando un desarrollo de todos los los errores para cambiar su acercamien-
componente después de los 5 años, incluso en to y enfoque hacia la tarea.
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Es importante darse cuenta que a pesar de Baddeley, A. D. y Hitch, G. (1974). Working Memo-
la evidencia de la diferenciación funcional de ry. En G. Bower (Ed.), The Psychology of Learn-
la corteza prefrontal, también parece haber ing and Motivation, vol. 8 (pp. 47-89). Nueva
una activación de áreas comunes durante la York: Academic Press.
realización de complejas tareas de las funcio- Baker, K., Segalowitz, S. J. y Ferlisi, M. C. (2001).
nes ejecutivas. Esto puede ser indicador, de The effect of differing scoring methods for the
que comunes procesos subyacen a varios com- Tower of London task on developmental pat-
ponentes de las funciones ejecutivas, lo que se terns of performance. The Clinical Neuropsy-
vincula con la propuesta de de la «unidad y di- chologist, 15, 309-313.
versidad» de las funciones ejecutivas desarro-
Bell, M. A., Wolfe, C. D. y Adkins, D. R. (2007).
llado por Miyake et al. (2000).
Frontal lobe development during infancy and
childhood. En D. J. Coch, K. W. Fischer y G.
Dawson (Eds.), Human behavior learning, and
(ii) Mecanismos de desarrollo the developing brain: Typical development (pp.
247-276). Nueva York: Guilford.
La investigación necesita ir más allá de
centrase en la descripción de los principales Best, J., Miller, P. y Jones, L. (2009). Executive func-
hitos del desarrollo, es decir, los años por los tions after age 5: Changes and correlates. Devel-
cuales los diferentes componentes de las fun- opmental Review, 29, 180-200.
ciones ejecutivas emergen, muestran un rápido Best, J. R. y Miller, P. H. (2010). A developmental
desarrollo y alcanzan la madurez; para dirigir perspective on executive function. Child Devel-
la atención hacia el estudio de los mecanismos opment, 81(6), 1641-1660.
del desarrollo. Por ejemplo, sería interesante
Blair, C., Zelazo, P. y Greenberg, M. (2005). The
conocer ¿cómo se mueve un niño desde los
measurement of executive function in early
más bajos niveles a los más altos niveles de
childhood. Developmental Neuropsychology, 28,
competencia en algún componente de las fun-
561-571.
ciones ejecutivas, por ejemplo, inhibición? ¿La
primera fase del desarrollo de algún compo- Carlson, S. M. (2005). Developmentally sensitive
nente facilita el posterior desarrollo de algún measures of executive function in preschool
otro componente? ¿Dificultades en el desarro- children. Developmental Neuropsychology, 28,
llo de una dimensión de las funciones ejecuti- 595-616.
vas pueden ser «restituidas» y/o «compensa- Carlson, S., Mandell, D. y Williams, L. (2004). Ex-
das» con otras dimensiones? ecutive function and theory of mind: Stability
La comparación de las trayectorias de va- and prediction from ages 2 to 3. Developmental
rios componentes de las funciones ejecutivas Psychology, 40, 1105-1122.
puede ayudar a descubrir estos mecanismos de Cepeda, N. J., Kramer, A. F. y Gonzalez de Sather,
desarrollo. Por ejemplo, el temprano incre- J. C. M. (2001). Changes in executive control
mento en el desarrollo de la inhibición puede across the lifespan: Examination of task-switch-
contribuir al desarrollo más temprano de la ing performance. Developmental Psychology, 37,
flexibilidad y de la planificación. Son éstas al- 715-730.
gunas cuestiones que debemos considerar en
Comalli, P. E., Jr., Wapner, S. y Werner, H. (1962).
el futuro estudio del desarrollo de las funcio-
Interference effects of Stroop Color-Word Test
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