Alteración de las características originales o de campo lejano de una formación
productiva, generalmente como resultado de la exposición a los fluidos de perforación. El agua o las partículas de sólidos presentes en los fluidos de perforación, o ambos elementos, tienden a reducir el volumen poral y la permeabilidad efectiva de la formación producible en la región vecina al pozo. Existen al menos dos mecanismos involucrados. Primero, las partículas de sólidos del fluido de perforación taponan u obstruyen físicamente los trayectos de flujo de la formación porosa. Segundo, cuando el agua entra en contacto con ciertos minerales de arcilla de la formación, la arcilla habitualmente se dilata, incrementando su volumen y reduciendo el volumen de poros. Tercero, las reacciones químicas producidas entre el fluido de perforación y la roca de formación y los fluidos pueden precipitar sólidos o semi-sólidos que taponan los espacios de poros. Una forma de minimizar el daño de formación consiste en utilizar fluidos de perforación de yacimientos o fluidos de terminación especialmente formulados para evitar el daño de la formación durante la perforación de zonas productivas, en vez de los fluidos de perforación comunes.