Está en la página 1de 8

TEATRO INEDITO ENRIQUE BUENAVENTURA

San Antoñito
Basado en el cuento homónimo de: Tomás Carrasquilla.
PERSONAJES
PACHA: De 45 a 50 años.
FULGENCIA: De 39 a 40 años.
Decorados: Un costurero en una casa de pensión en el Medellín de 1900.

Acto único
(Una campana lejana dobla mientras se abre el telón).
1. FULGENCIA: Están doblando.
2. PACHA: Es por don Félix Hoyos (sin mirar a Fulgencia siente que ésta no
recuerda a don Félix). ¡Ay!, Fulgencia, el marido de la carateja que
antes hacía arepas y ahora anda muy sí señora por esos salones...
(con cierta irritación) ¡El padre de la Marinela, la flacucha, la que se
casó con el míster...!
3. FULGENCIA: ¡Ah!, sí... Anima bendita... Requies- cat in pace.
4. PACHA: Amén (Pacha borda o teje. Fulgencia remienda o acomoda).
5. FULGENCIA: ¿Cuándo iba a pensar yo que estaría en éstas?
6. PACHA: ¿En qué?
7. FULGENCIA: Pues remendando y componiendo ropa de hombre.
8. PACHA: ¡Ropa de hombre! Ropa de santo, dirás, Fulgencita. Si es como
remendar el alba o el roquete o cualesquiera de los trapitos
eucarísticos de San Antonio... Bien puesto le queda el nombre de San
Antoñito a nuestro santico.
9. FULGENCIA: Le he dicho que se cambie las medias de cuando en cuanto... ¡Pero se
olvida! ¡Con tanto latín y tanta cosa que tiene que aprender...! ¡Yo no
sé cómo le da la cabeza para tanto! Ayer me estuve parada en la
puerta de su cuarto como una hora y todo el tiempo lo vi allá
adentro... que “dominus vobis-cum” que “orate frates”... ¡Era un solo
gorgeo de latines!
10. PACHA: Muchísimo sabrá el Rector del Seminario, tanto como el obispo, pero
ni él, ni su Ilustrísima han estudiado a este muchacho. No me pasa ni
envuelto en hostias eso de que no le hayan dado beca. Yo de ellos
desbecaría al más pintado para darle la beca a Damiancito. ¡Ahí
TEATRO INEDITO ENRIQUE BUENAVENTURA

verán la iluminaria que se pierde la iglesia! ¡Un San Tomasito de


Aquino, por lo menos!
11. FULGENCIA: (Dándole vueltas a las prendas que remienda). ¡Ay¡, Pacha, ¿quién
me había de ver a mí remendando cosas de hombre? (Risita
nerviosa) Y... como quien dice, ropa de intimidad... (Pacha la mira
por encima de los anteojos como directora de orquesta que oye por
allá una pequeña nota falsa) ¡Qué asco me hubiera dado con otro!
Pero la ropa de él, Pacha, tiene como un olor... de santidad, (Pacha
la mira más intensamente y sólo entonces Fulgencia se percata de la
mirada, se pone nerviosa...) algo como tan por allá, tan celestial...
(reaccionando). Sí, sí, yo sé que te parece que son muchos mimos y
ajonjoneos, el otro día te vi comentando eso con la Candelaria...
Pero, no es eso, no señor... ¿es que podemos olvidar, Pacha, que esa
alma inmaculada tiene un cuerpo? Si no duerme bien, si no descansa
bien, en cama blanda, si no come bien, ¿cómo querés que resista esas
disciplinas del latín?
12. PACHA: Hay que conseguirle la beca de onde dé... Yo no me lo explico...
¡Con esa vocación que se ve a la legua...! Claro, como no habla, ni es
metido. Como es respetuoso con los mayores. Fíjate que si no le
hablamos, él no nos dirige la palabra...
13. FULGENCIA: Pero con esa sonrisa que tiene, lo dice todo.
14. PACHA: Le faltan los dientes de adelante.
15. FULGENCIA: ¡Eso qué tiene que ver! Esa mueca como tan divina, como que se ve
allí un yo no sé qué... ¡Ay, no sé cómo explicártelo!
16. PACHA: Tengo que hablar con mi comadre Ermenegilda, que es amiguísima
de misiá Pepa, la mujer del dentista.
Para predicar necesita dientes. (Suenan de nuevo las campanas, esta
vez replicando).
17. FULGENCIA: El primer repique para la misa de diez... No demora en llegar. Voy a
prepararle un chocolatico.
¡Candelaria! (Pausa). Esa muchacha no contesta...
Debe estar echada en la cama... ¡Se está poniendo inaguantable!
18. PACHA: Y vos te estás poniendo muy impaciente con ella. El otro día la
hiciste llorar.
19. FULGENCIA: Es que hay que ponerla en su lugar. Está bien, la hemos criado como
una persona de la casa, pero en su sitio, que no se olvide tampoco de
TEATRO INEDITO ENRIQUE BUENAVENTURA

que su mamá fue esclava.


20. PACHA: ¡Fulgencia! ¡Eso ni se mienta! (Pausa). La muchacha está en la mala
edad... si se le alborota un poquito vitalidá no es cosa de ella.
21. FULGENCIA: Todas hemos pasado por allí y hemos sabido templarnos la rienda.
22. PACHA: La rienda se la tenemos bien templada. Fíjate que yo no la dejo salir
ni al tranco de la puerta. No le digás nada a la pobre.
23. FULGENCIA: Y si la mandáramos al convento... Siempre es una responsabilidá,
con el cuerpo que tiene agora puede tentar a un santo. El otro día la
vi en enaguas y me quedé pasmada.
24. PACHA: Quedate tranquila, Fulgencia, esa no tiene vocación pa convento y
aquí la necesitamos. Las dos vamos pa viejas y no tenemos a nadies.
25. FULGENCIA: (Arreglándose). Todavía falta mucho mijita. Si yo me arreglo un
poquito ya verías.
26. PACHA: Dejate de eso, mujer. Ya no estamos nosotras pa esos trotes.
27. FULGENCIA: Yo no me voy a envejecer a la fuerza.
28. PACHA: Te estás avispando últimamente.
29. FULGENCIA: (Con un sollozo ahogado). ¡Si por vos fueras, me enterrabas!
30. PACHA: (Después de una pausa). Bueno, andá, prepárale el chocolatico a tu
santico.
31. FULGENCIA: ¡Ay! de veras, el chocolate. (Sale).
32. PACHA: Es ojeriza lo que le ha agarrado a la pobre Candelaria... No será
ninguna santa, pero tampoco es para tanto... (El viejísimo teléfono
llama. Pacha se levanta. Da vueltas a la manija y toma el audífono).
¿Quién? ¡Ah!, misiá Dévora, ¿cómo está? Pues sí, pasándola, misiá
Dévora, con la ayuda de Dios. Pues agora no hay piezas, pero para
usted hacemos cualquier sacrificio... claro... sí, allí le arreglamos el
cuarto de los trebejos... ¡Siendo sobrina suya! Una señora así como
usted dice, es hasta una compañía para nosotros... No se preocupe
por precios, misiá Dévora, usté sabe cómo somos nosotras de
parejas... pero yo le quería pedir un favor... gracias, misiá Dévora,
muy formal... ¿Usted se acuerda de Damiancito? ¿No? ¿No lo vio
nunca? Sí, sí el que llaman San Antoñito... ¿No? ¡Lo que se ha
perdido! Pues resulta que ese muchacho es del campo... Sí, hijo de
montañeros pobrísimos, figúrese, y Aguedita Paz, una amiga que
nosotras tenemos en el campo lo descubrió y nos lo trajo. Aquí lo
TEATRO INEDITO ENRIQUE BUENAVENTURA

tenemos y lo mantenemos del todo al todo, porque aunque somos


pobres, lo que es sacar un santo adelante, lo sacamos... Sí, sí, como
lo oyó, un santo. ¿El favor? Pues como usted es pariente cercana del
Rector del Seminario le hable para que me le den una beca...
¡Figúrese lo que se pierden! ¿Usted habla? Ay, mi Dios la bendiga,
misiá Dévora. Yo me devanaba los sesos pensando quién podía ser la
persona. Sí, sí, él está en el Seminario ya hace un año, y los informes
son un primor... ¡5 en todo...! ¡Y los certámenes lindísimos, con
felicitación y todo! ¡No, es que su merced tiene que conocerlo, misiá
Dévora! ¡Hay que echar ese santo al cielo! ¡Obras son amores y no
buenas razones y allá arriba sólo cuentan las obras...! ¿Entonces su
merced le habla? ¿Ahora mismo sale para allá? Aquí me quedo
esperando... No sé cómo agradecérselo, ¡Dios mismo le ha de pagar
ese desvelo! (Cuelga la bocina).
33. FULGENCIA: (Entrando con el chocolate). ¿Quién era?
34. PACHA: (Tomando una taza). ¡Figúrate Fulgencia!... A que no adivinás quién
llamó.
35. FULGENCIA: ¿Quién?
36. PACHA: ¡Cosas de Dios!... Si eso no es predestinación yo no sé lo que aprendí
de doctrina.
37. FULGENCIA: Hablá.
38. PACHA: Llamó doña Dévora Cordobés.
39. FULGENCIA: ¿Y qué?
40. PACHA: Sos boba o te hacés... Doña Dévora es prima hermana del Rector del
Seminario. Le conté todo y ahí mismito pegó pa’l Seminario. La
beca, mijita, es cosa hecha. Figurate si el Rector, le va a negar eso...
(Pausa). Como que no te alegrás mucho...
41. FULGENCIA: Me alegro, Pacha... pero con esa beca se nos va del todo... No me
regañes si te cuento una cosa.
42. PACHA: (Inquisidora) ¿Qué cosa?
43. FULGENCIA: Vos sabés que yo tenía unos ahorritos de los macasares y de las
muñecas de trapo y de las flores de papel que he estado haciendo.
44. PACHA: ¿Y...?
45. FULGENCIA: Pues de allí saqué 20 pesos y le mandé a hacer un flux a Damiancito.
46. PACHA: ¡Jesús, María y José!, vas a echar a perder a ese muchacho. Tenías
TEATRO INEDITO ENRIQUE BUENAVENTURA

que comprarle era una sotana.


47. FULGENCIA: Mientras le llega la hora de la sotana, yo quería verlo con ese flux...
En un santiamén te lo muestro. (Sale rápido, suena el teléfono).
48. PACHA: ¡Ay! Misiá Dévora... ¡Jesús! Esa es la beca, ¡gracias señor! (Toma la
bocina y conecta) ¿Quién? Sí, soy yo, Pacha, (pausa) oigo misiá
Dévora... sí, misiá Dévora, bien, diga no más... (entra Fulgencia con
el flux).
49. FULGENCIA: Mirá qué belleza.
50. PACHA: (Que está oyendo consternada). ¡Chist! (Tapa la bocina) ¡Tirá eso
por allí!
51. FULGENCIA: ¿Qué ocurre?
52. PACHA: ¡No puede ser!
53. FULGENCIA: ¿Le pasó algo a Damiancito?
54. PACHA: (Tapa la bocina). Dice misiá Dévora que hace seis meses que no lo
ven por el Seminario. (Destapa). Eso no puede ser misiá Dévora...
Todos los días madruga para el Seminario.
55. FULGENCIA: ¡Imposible!
56. PACHA: Eso es por no darle la beca, misiá Dévora.
57. FULGENCIA: ¿Y los informes con 5 en todo?
58. PACHA: Nosotras hemos visto los informes cada mes. (Tapa. A Fulgencia).
Los ha falsificado.
59. FULGENCIA: No puede ser... ¡Quién sabe en qué enredo han metido a ese pobre
angelito!
60. PACHA: ¡Eso es el colmo!
61. FULGENCIA: ¿Qué?
62. PACHA: (Tapando la bocina). Que han averiguado con el Vicerrector, con los
pasantes, con los profesores y que ninguno lo ha visto.
63. FULGENCIA: ¡Viles calumnias! ¡Qué no se puede esperar de la humanidad! ¡Hasta
del Señor dijeron! (Pausa, Pacha oye).
64. PACHA: ¡Eso sí que no!
65. FULGENCIA: ¿Qué?
66. PACHA: (Tapando). El portero del Seminario dizque dice que hace tiempo
está entregado a la vagamundería... y que... ¡hasta donde los
protestantes dizque ha estado!
TEATRO INEDITO ENRIQUE BUENAVENTURA

67. FULGENCIA: ¡Eso es cosa del diablo! ¡Colgá! ¡Colgá Pacha, no oigás más!
(Santiguándose) ¡Santo Dios! ¡Santo fuerte! ¡Santo inmortal!
¡Líbranos Señor de todo mal!
68. PACHA: Le agradezco mucho, misiá Dévora, pero eso no puede ser... Se habrá
equivocado, misiá Dévora, no, no puedo creer... Dios se lo pague,
misiá Dévora... (Cuelga. Las dos se sientan rendidas).
69. FULGENCIA: ¡Válgame Dios! ¡La pureza misma! ¡La santidad en papa! El diablo
no duerme, Pacha.
70. PACHA: ¿Quién sabe qué tendrán contra él...?
71. FULGENCIA: Envidia, mija...
72. PACHA: Ahora que venga, me voy con él al Seminario y le digo unas cuantas
al Padre Rector...
73. FULGENCIA: A él no le vas a decir nada. Que se tome el chocolate tranquilo el
pobrecito... ¡Un alma como esa! Y... últimamente que no le den la
beca... Nosotras lo seguimos manteniendo, y si en el Seminario no lo
quieren, pues que salga del Seminario. ¡También puede ser santo sin
ser sacerdote y es hasta más meritorio...! ¡En lucha contra todas las
tentaciones...! Es más edificante.
74. PACHA: ¡No señor! ¡En el Seminario se queda! ¡Para ser sacerdote lo trajimos
aquí y sacerdote será!
75. FULGENCIA: Esta mañana salió tan temprano que no lo vi... y por estar en este
bolate ni le he ido a tender la camita, ni a arreglarle el cuarto... Es
casi medio día y no llega, por ahí estará estudiando y estudiando.
¡Tan consagrado!
76. PACHA: Tengo que averiguar bien... (se levanta). Voy a llamar yo misma al
Rector del Seminario. ¡A misiá Dévora la han engañado!
77. FULGENCIA: Ni habrá ido al Seminario... Por ahí le preguntaría a alguno que le
tiene envidia a Damiancito.
78. PACHA: Y apenas me pidió pieza para una sobrina yo le dije que haríamos
algún sacrificio y la acomodaríamos en algún lado.
79. FULGENCIA: ¡Que no nos engarce esos pereques a nosotras! ¡Aquí no hay adónde!
80. PACHA: Será mejor que llame ya, antes del almuerzo.
81. FULGENCIA: ¡Tanto embeleco! ¡Ya me está chocando ese Seminario!
82. PACHA: ¡Callá, Fulgencia!
83. FULGENCIA: La envidia toca a todas las puertas...
TEATRO INEDITO ENRIQUE BUENAVENTURA

84. PACHA: ¡Salgamos de esta tensión! (Va al teléfono. Da vueltas a la manija y


descuelga) ¿Central? Hágame el favor de comunicarme con el
Seminario.
85. FULGENCIA: ¡No les creas lo que te digan!
86. PACHA: ¡Chist!
87. FULGENCIA: ¡Ayúdalo, Virgen del Perpetuo Socorro!
88. PACHA: ¿Con el Rector? Perdone, su Reverencia, es para una consulta sobre
un discípulo... sobre Damiancito Rada... Damián Rada... el que
llaman San Antoñito... ¡Ah! ¿Habló con doña Dévora? Sí...
89. FULGENCIA: Allí hay enredo.
90. PACHA: ¡Cállate! No. No, su Reverencia, es acá con mi hermana... (muy
alarmada). Sí... (como aceptando un gran golpe). Sí... (Pausa. Su
rostro expresa pasmo. Luego ira. Se contiene apenas). Gracias su
Reverencia, gracias. (Cuelga lentamente. Aísla. Se vuelve hacia
Fulgencia. La mira un instante). ¡Se nos comió el cebo el San
Antoñito! Todo lo que dijo misiá Dévora es cierto. Está confirmado.
(Fulgencia se cae en el asiento y cae en llanto). No llorés Fulgencia.
No llorés por ese pasmado. ¡Jesuíta hipócrita! Esperate no más que
llegue, ¡chocolatico le voy a dar!
91. FULGENCIA: ¡No! ¡Por Dios, Pacha!
92. PACHA: De mí no se burla ni el obispo. ¡Vagabundo! ¡Perdido! Engañar a
unas tristes mujeres solas; robarles el pan que podían haberle dado a
un pobre que lo necesitara... ¡Ah, malvado, comul-gador sacrílego!
¡Inventor de certificados y de certámenes! ¡Hasta masón será!
93. FULGENCIA: Vea mi querida, no le vaya a decir nada a ese pobre... Déjalo tomar
su chocolatico... (Llora. Pacha la mira un instante).
94. PACHA: Fulgencia... Será mejor que me calle. (Se santigua). Y se va de aquí
con su camándula y con sus marrullas a otra parte. ¡Voy a desocupar
el cuarto! (Sale).
95. FULGENCIA: (De rodillas ante San Antonio) San Antonio... Yo no he tenido nada
en la vida... sólo muñecas de trapo y flores de papel... él ha sido
como un rayo de sol en tanta lobreguez... no dejés que se apague...
96. PACHA: (Dentro) ¡Fulgencia! ¡Fulgencia! (Fulgencia se levanta).
97. FULGENCIA: ¿Qué pasa?
98. PACHA: (Entrando) ¡Se fue!
TEATRO INEDITO ENRIQUE BUENAVENTURA

99. FULGENCIA: ¿Se fue?


100. PACHA: Entré en el cuarto, me fijé por todas partes y... ¡Toparías! ¡Ni maleta,
ni ropa, ni rastros del condenao!
101. FULGENCIA: ¡Ay, no puedo más!
102. PACHA: ¿Qué tenés?
103. FULGENCIA: Hace mucho calor, me sube como un fuego...
104. PACHA: Tenés las manos heladas... ¡Candelaria, Candelaria, dónde se habrá
metido esa muchacha! No me demoro, le voy a decir que haga una
agüita de toronjil, eso te repone, ya vengo. (Sale).
105. FULGENCIA: ¿Por qué... por qué... Damiancito...? ¡Ah! ¡Demonio! ¡Ah, enemigo
malo que fuerza tenés, cómo torcés a la gente!
106. PACHA: (Entra y se queda unos instantes mirándola). Mijita, téngase y
aguante. Ofrézcale todo al Señor.
107. FULGENCIA: ¿Qué hay?
108. PACHA: La Candelaria también se fue... El cuarto está solo, la cama revuelta
y el baúl vacío...
109. FULGENCIA: (Reaccionando). ¿Se fue con él?
110. PACHA: ¿Y con quién entonces?
111. FULGENCIA: ¡Ah condenada! ¡Ah sonsacadoras del enemigo malo! Cuando yo te
decía algo de ella la defendías. ¡Solapada!
112. PACHA: ¡Ah mundo! ¡Ah humanidad!
113. FULGENCIA: Fue ella la que trastornó todo.
114. PACHA: Tampoco lo vengas a defender a él.
115. FULGENCIA: Una mujer mala es capaz de todo.
116. PACHA: Y un santurrón de esos no se queda atrás... (Doblan las campanas
como al principio). Enterraron a don Félix. Anima bendita,
requiescat in pace.
117. FULGENCIA: ¡Amén!
118. PACHA: ¡Et lux perpetuam luceat eis! (Con el doble de las campanas cae el
telón).
Fin

También podría gustarte