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LA ORATORIA ROMANA Y LA RETÓRICA

1. CONCEPTO

Se definía la oratoria como el arte de la persuasión por medio de la palabra. Tenía una doble
aplicación: imponer la propia voluntad y de tener el mayor ascendiente sobre una masa que
no sabe leer ni escribir; y la oratoria era imprescindible en las causas judiciales, cuando en la
época imperial dejaron de existir la libertad política y la independencia judicial, la oratoria se
convirtió en un género literario ejercitado en las escuelas.

2. TÉCNICAS ORATORIAS

Las técnicas de la oratoria (la retórica) eran enseñadas en las escuelas. La principales
escuelas de retórica estaban en Grecia, a donde acudían los jóvenes privilegiados de la
sociedad romana. Desde el punto de vista literario había tres tendencias:

● Escuelas aticista: defendía la sobriedad y la concisión en el discurso a la manera de


Lisias. Los mayores representantes eran L. Calvo, D. Junio Bruto y Catón de Útica.
● Escuela asianista: partidaria de la abundancia, amplitud, fogosidad y estilo florido.
Su mayor representante es Horacio.
● Escuela rodia: manteniendo la amplitud, abundancia y brillantez del discurso, busca
el equilibrio y el gusto. Su mayor representante es Cicerón.

3. LA ORATORIA ANTERIOR A CICERÓN

Apio Claudio el Ciego escribió discursos en griego con fines de propaganda política. Catón el
Censor tiene una gran capacidad de persuasión, demostrada en una oratoria combativa,
brusca y cortada.

Durante el S.II a.C. el influjo de la literatura griega adquiere importancia en el desarrollo de la


oratoria. Los griegos habían elaborado una teoría sobre la oratoria para hacerla más eficaz.
En los años anteriores a Cicerón, marcados por las luchas sociales destacan los hermanos
Graco, Marco Antonio, Lucio Licinio Craso y el antagonista en las causas importantes,
Hortensio.

4. CICERÓN

Cicerón es el principal representante de la oratoria en Roma, ya que lleva la prosa clásica


latina de todos los tiempos a la máxima perfección. El entusiasmo que sentía por su arte le
lleva a escribir obras como De ínventione, De oratore, el Brutus y el Orator.

En el De Oratione, Cicerón expone las cualidades que deben adornar al orador. El Brutus es
un tratado escrito con motivo de la muerte de Hortensio en forma de diálogo, trazando la
historia de la oratoria romana hasta él mismo. Por último, el Orator es su obra culminante de
retórica, en la que el autor expone la teoría de los tres estilos: el sencillo, el moderado y el
sublime. Describe también las fases de la elaboración de un discurso:

1.el inventio, recogida de argumentos a favor o en contra.


2.la dispositio, estructura del discurso de acuerdo con un plan.
3.la memoria, el recuerdo de los elementos en el momento preciso.
4.la elocutio, exposición del contenido.
5.la actio, la forma externa, acción, entonación, etc.

La estructura del discurso consta de estas cinco partes:

a. el exordium, entrada del discurso que trata de llamar la atención.


b. la narratio, exposición clara y breve de los hechos.
c. la confirmatio, o argumentación.
d. la refutatio, donde se rechazan los argumentos del adversario.
e. la peroratio, parte final donde el orador inclina a su favor la opinión del auditorio y de
los jueces.

La actividad de Cicerón como orador político y jurídico se desarrolla a lo largo de su vida


pública. Su potencia oratoria se capta en los discursos donde observamos una atracción
ejercida por su ingenio, por la rotundidad, la imprecaciones, las notas sentimentales e
irónicas y por toda una serie de recursos aptos para emocionar y captar al auditorio. La
frase adquiere toda clase de modalidades acoplando la idea al ritmo, como si se tratara de
expresiones versificadas.

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