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El Abc de Las Cuentas Nacionales
El Abc de Las Cuentas Nacionales
PRESENTACION
Así como los individuos llevan una contabilidad -aunque no sea escrita- de sus principales
datos de ingreso, gasto e inversión, de la misma manera en que las empresas registran
contablemente sus operaciones diarias, con el objetivo de disponer de la información
que les permita conocer su situación en una fecha determinada y cuantificar sus
operaciones realizadas en un periodo; en forma similar en que las instituciones públicas
y las privadas que no tienen fines lucrativos llevan también un control detallado de sus
movimientos, el país también contabiliza las cifras que reflejan su situación y
evolución económica. Estas se refieren a la producción, consumo, ahorro, inversión,
relaciones con el exterior y a las interrelaciones existentes entre los diferentes sectores
generadores de bienes y servicios. La contabilidad económica nacional, es por lo tanto, el
instrumento mediante el cual la Nación registra contablemente sus principales movimientos
económicos.
Las cuentas nacionales permiten conocer la estructura y forma en que esté operando la
economía: qué se produce, cuánto se produce, para quién o para qué se produce, a qué se
destina el ingreso, esto es, qué y cuánto se consume, cuánto se ahorra y cuánto se
invierte.
Al conocer la magnitud del ingreso del país, las Cuentas Nacionales nos proporcionan
elementos necesarios para asignar con mayor eficacia los recursos económicos
disponibles, ya que posibilitan medir el esfuerzo de ahorro que lleva a cabo la sociedad
en su conjunto, el consumo que realiza y el grado en que se fortalece el aparato productor
de bienes y servicios como consecuencia de la formación de capital.
Si consideramos que las Cuentas Nacionales permiten conocer las múltiples relaciones
económicas que se efectúan entre las personas, las empresas, el gobierno, y las
instituciones sin fines lucrativos, a través de la planeación se podrán tomar acciones y
decisiones con mayor grado de certeza.
Las matrices de insumo-producto, que son parte integrante del Sistema de Cuentas
Nacionales muestran las relaciones que existen entre los distintos sectores de la
economía. Por ejemplo, permiten conocer las adquisiciones que un sector hace de los
otros sectores, así como lo que les proporciona.
Para construir un sistema de contabilidad económica nacional, al igual que ocurre con la
contabilidad mercantil, se requiere la disposición previa de un conjunto de
definiciones, clasificaciones y reglas prácticas para registrar las operaciones.
Entre los aspectos fundamentales que deben ser resueltos están los siguientes:
a) Definir las formas básicas de la actividad económica a que se van a referir: producción,
ingreso, gasto, financiamiento y relaciones con el exterior.
b) Definir los tipos de actividad económica de donde provienen los bienes y servicios que
se producen: agricultura, ganadería, explotación forestal, pesca, industria, comercio,
transportes, servicios.
e) Definir los criterios para valuar las transacciones y poder expresarlas en valores
monetarios: precios corrientes; precios constantes; precios de productor; precios de
usuario.
g) Definir la estructura de cuentas y los criterios para registrar en ellas los asientos
contables, basándose sobre el principio de partida doble, donde cada transacción o grupo
de transacciones se registra como ingreso y como gasto, es decir, como entrada y como
salida.
h) Disponer de una amplia base informativa sobre los distintos hechos económicos. Es
decir, se requiere de una infraestructura de estadística básica -censos, encuestas, registros
administrativos- a partir de la cual, la aplicación del marco conceptual y contable
-conceptos, sectores, clasificaciones- haga posible la medición de las variables que
integran el Sistema.
4. EXISTEN RECOMENDACIONES TECNICAS INTERNACIONALES
SOBRE LA FORMA DE ELABORAR LAS CUENTAS NACIONALES
Para la elaboración de las Cuentas Nacionales se parte del estudio de los esquemas
metodológicos y de la clasificación de los agentes económicos, las actividades y los
gastos, por ejemplo, que han sido recomendados internacionalmente; sobre todo por
parte de la Organización de las Naciones Unidas. Esos esquemas se adecuan a la
disponibilidad de información y a la estructura económica propias de nuestro país.
Por otra parte, toda la información estadística proveniente de las distintas fuentes
-censos, encuestas y registros administrativos mantenidos por instituciones de los
sectores público, privado y social-, se confronta entre sí para conocer su congruencia y
asimilarla al marco conceptual definido.
En aquellos casos en que ha sido necesario revisar estadísticas que en el
esquema global no mantuvieran congruencia, con frecuencia se ha recurrido a la propia
fuente para conocer con mayor detalle la información y estar en posibilidad de realizar
las adecuaciones necesarias.
Las Cuentas Nacionales de México están integradas por: a) Una serie anual de Cuentas
Consolidadas de la Nación;
b) Series Anuales de Cuentas de Producción, Consumo y Acumulación de Capital, por
rama de actividad; y
c) Matrices de insumo producto para 1970; 1975; 1978 y 1980.
En el cuadro siguiente, que contiene la cuenta del producto y gasto interno brutos, la
parte inferior se refiere al destino que se da a los bienes y servicios producidos por la
sociedad en su conjunto, es decir, la forma en que se utilizan para atender las necesidades
derivadas del consumo de las familias y del gobierno; la ampliación y reposición de
construcciones e instalaciones, maquinaria y equipo de trabajo; la ampliación o reducción
de existencias y de la exportación. Las importaciones se restan con el fin de conocer
exclusivamente el esfuerzo productivo llevado a cabo dentro de las fronteras del país. En
la parte superior del mismo cuadro, se muestra la forma en que se distribuye el resultado
del esfuerzo productivo representado por el producto interno bruto, entre el trabajo, el
capital, el empresario y el gobierno.
Esta cuenta refleja los esfuerzos que realiza la sociedad en su conjunto, para ampliar su
capacidad productiva de bienes y servicios.
DEFINICIONES
Las Cuentas de Producción por tipo de actividad económica, como puede apreciarse en el
cuadro, tienen por finalidad mostrar, para cada actividad en que se ha subdividido
para fines estadísticos el aparato productivo del país, el valor de los bienes y servicios
producidos en un año, incluida la producción usada para autoconsumo, la de bienes
secundarios y subproductos; así como el valor de los bienes y servicios que se utilizaron en
su producción (materias primas, combustibles, electricidad, servicios financieros,
servicios no financieros), y los pagos que se tuvieron que hacer para remunerar a la
mano de obra asalariada, reponer el desgaste de los bienes de capital empleados,
remunerar al empresario y a la mano de obra no asalariada y los impuestos indirectos
que se tuvieron que transferir al gobierno menos los subsidios recibidos del mismo, para
sufragar gastos corrientes.
Dentro del valor bruto de la producción se incluyen los artículos para autoconsumo
-bienes que produce una unidad y ella misma consume- así como los bienes que
intercambian distintas unidades de producción o establecimientos de una misma empresa
como es el caso del petróleo crudo que se insume en procesos de refinación. También
forma parte de este concepto la fabricación de activos fijos (construcciones, maquinaria
y equipo) para uso propio de cada unidad productiva.
El Producto Interno Bruto es la suma de los valores monetarios de los bienes y servicios
producidos por un país en un año; para obtener esa suma es necesario evitar que se
incurra en una duplicación derivada de las operaciones de compra-venta que existen
entre los diferentes productores. Por ejemplo; para producir una pieza de pan, debió
haberse producido previamente la harina que compró el fabricante de pan y a su vez, en
una etapa anterior, debió haberse producido el trigo. En cada una de sus etapas se fue
realizando un esfuerzo de producción (en la agricultura el trigo, en el molino la harina, y
en la fábrica de pan el producto final).
En cada una de esas etapas se fue agregando valor. Para obtener el Producto Interno
Bruto se consideran solamente los valores que se fueron adicionando en cada una de las
fases. A esos incrementos de valor se les denomina precisamente "Valor agregado". La
suma de valores agregados, es lo que constituye el Producto Interno Bruto. Lo anterior
se puede ejemplificar hipotéticamente, de la siguiente manera.
Los 450 del ejemplo constituyen lo que para fines de las Cuentas Nacionales es el
Valor Bruto de la Producción, mientras que la suma de los valores agregados (200),
representan el Producto Interno Bruto. La diferencia entre ambos (250) representa el
consumo intermedio (100 de venta del agricultor al molino y 150 de ventas del molino al
fabricante del pan).
15. QUE ES EL VALOR AGREGADO
El Valor Agregado, también denominado Producto Interno Bruto, es uno de los indicadores
m s importantes para evaluar la actividad económica, ya sea de un sector en especial o
de toda la economía.
También puede calcularse sumando los pagos a los factores de la producción; es decir
la remuneración a los empleados, el consumo de capital fijo, el excedente de operación
(pagos a la mano de obra no asalariada; los intereses, regalías y utilidades y las
remuneraciones a los empresarios) y los impuestos indirectos deducidos los subsidios
que concede el gobierno.
El concepto de Gasto Interno Bruto está compuesto por las adquisiciones por parte de
los agentes económicos, de los bienes y servicios generados en una economía, en un
periodo determinado, clasificados como bienes de consumo e inversión.
El Gasto Interno Bruto, representa la suma de las erogaciones efectuadas por las
administraciones públicas, en todos los niveles de gobierno, para adquirir bienes y
servicios, incluyendo la retribución de sus asalariados; los gastos de consumo final
desarrollados por las unidades familiares; la variación de existencias o sea los cambios
registrados durante el año en el nivel de inventarios de las empresas; las adiciones de
maquinaria y equipo, construcciones y ganado para reproducción, y las ventas de
mercancías y servicios al exterior, deduciendo a esa suma las cantidades
correspondientes a las importaciones del país.
Este concepto representa el flujo de ingresos que reciben los obreros y empleados; los
pagos a la propiedad como son los intereses, regalías, rentas, dividendos y similares y
las transferencias corrientes, tales como donativos y ayudas.
Adicionalmente, se considera la parte de los ingresos que se transfieren al Estado en la
forma de impuestos a la producción y al comercio, los que comúnmente se denominan
impuestos indirectos, menos el monto de los subsidios otorgados por el Estado, para
sufragar gastos corrientes.
Para calcular este concepto se excluyen los pagos a los factores productivos
considerados como no nacionales, tales como los salarios, dividendos o intereses pagados
al extranjero. Por otra parte, dentro del ingreso nacional, se incluyen las percepciones
de instituciones o de personas nacionales provenientes de otros países.
Este concepto se define como el valor de las compras realizadas por las empresas, las
familias y el gobierno, de los bienes y servicios producidos por la economía m s los
importados en un periodo determinado.
La demanda intermedia está constituida por las compras de materias primas, productos
intermedios, materiales de oficina y servicios que se emplean directamente en los
procesos productivos. La demanda intermedia es ejercida en su mayor parte por las
empresas industriales, comerciales, y de servicios al desarrollar las actividades propias de
su giro.
La demanda final está integrada por las compras que realizan los consumidores finales
de los bienes y servicios producidos por las unidades productivas. El Sistema de Cuentas
Nacionales considera como demandantes finales las compras de las familias y del
Gobierno, así como las exportaciones. También se incluye en este rubro la variación de
existencias y la formación bruta de capital.
Por su parte, los gastos privados de consumo final constituyen las compras de
bienes, cualquiera que sea su durabilidad y de servicios, hechos en el mercado interior
por las unidades familiares y las instituciones privadas sin fines de lucro.
Son ejemplo típico de estos gastos los relativos a la alimentación, bebidas y tabaco;
vestuario y calzado; alquileres; esparcimientos y diversiones.
Este concepto comprende dos aspectos importantes. Por una parte, el aumento o
disminución en inventarios de materiales y suministros, productos y bienes acabados
que se encuentran en poder de las industrias y los productores, los que en conjunto
representan las llamadas existencias. Por otra, la formación bruta de capital fijo, que se
refiere al incremento de los activos fijos o capital fijo durante un periodo determinado,
que comprende generalmente a un año y se origina en el sector público o privado.
Los activos fijos o capital fijo están constituidos por los bienes duraderos existentes en
un momento dado, capaces de producir otros bienes y servicios, y tienen una vida útil de
un año o más. Dentro de ellos se consideran la maquinaria y equipo de producción,
edificios, construcciones y obras, equipo de transporte y otros activos fijos tangibles.
Por lo que se refiere a los bienes adquiridos en el interior del país, la formación de
capital fijo incluye solamente las adquisiciones de bienes nuevos, ya que la compra de los
usados no significa ninguna adición a los activos existentes en el país, sino sólo un
cambio de propietario. En cuanto a las importaciones, la formación de capital fijo
incluye tanto la adquisición de bienes nuevos como de segunda mano.
Cuando se habla de formación bruta de capital fijo, no se restan las reservas que las
empresas constituyen para hacer frente al consumo de capital registrado durante el
periodo de estudio.
Este concepto se basa en la vida económica prevista para cada bien, y tiene por objeto
cubrir la pérdida de su valor por obsolescencia (antigüedad o desuso), debido a daños
accidentales normales, y al uso o desgaste también normales.
Las reservas que se forman en las empresas para cubrir el consumo de capital fijo
son una importante fuente de financiamiento de las nuevas inversiones.
Las unidades económicas necesitan combinar tres elementos para realizar sus actividades
productivas; el capital, constituido por maquinaria, equipo y construcciones; el trabajo
y los productos que se transforman en el propio proceso productivo, como son las
materias primas, los combustibles y la energía eléctrica.
Los productos adquiridos por las unidades económicas y que, con el trabajo humano y
el de las m quinas se transforman en otro artículo con un valor mayor, constituyen los
insumos.
Para que un producto sea considerado como un insumo o un artículo de consumo final,
debe considerarse el uso que se hará de él. De esta forma, la captura de especies marinas
cuando son adquiridas por las familias para su alimentación se consideran productos de
consumo final; pero si las mismas especies se transforman para elaborar los nutrientes
que requiere la actividad ganadera, por ejemplo, se convierten en un insumo de la
industria productora de alimentos balanceados.
En este aspecto, las Cuentas Nacionales registran el valor total de las compras y
ventas de insumos que realizan las actividades económicas del país; a este concepto se le
denomina "demanda intermedia" o "consumo intermedio".
Este concepto comprende los pagos a la propiedad (intereses, regalías y utilidades) y las
remuneraciones a los empresarios, así como los pagos a la mano de obra no asalariada.
Son los gravámenes establecidos por las autoridades públicas sobre la producción, venta,
compra o uso de bienes y servicios, y que los productores cargan a los gastos de
producción.
Generalmente este tipo de impuestos son transladados por los productores, comerciantes
y prestadores de servicios al público comprador. Como ejemplo de ellos están los
impuestos y derechos establecidos sobre la importación, al valor agregado, los
espectáculos y licencias comerciales.
Sin embargo esto puede no ser suficiente, sobre todo cuando e busca analizar los
hechos económicos ocurridos dentro de un periodo considerable (tres, cuatro, cinco años,
por ejemplo), debido a que los cambios pueden originarse por alzas importantes en los
precios de los bienes y servicios, en lugar de responder a aumentos efectivos en los
volúmenes producidos o consumidos.
Para aislar los efectos que introducen las fluctuaciones en el nivel y estructura de los
precios, se expresan los volúmenes a precios de un año determinado o año base, es decir, a
precios constantes, con lo cual se busca detectar el flujo real de bienes y servicios.
Hay dos maneras de expresar los agregados a precios constantes: por deflación de
los valores corrientes con un índice de precios que resulte apropiado para la variable de
que se trate, o bien por extrapolación del valor del año base del cálculo, con un índice
de volumen físico que refleje el movimiento de las cantidades que componen al
agregado.
Los cálculos relacionados con las anteriores series de cuentas nacionales del INEGI en
sus estimaciones a precios constantes, consideraban como base el año de 1970. Cambiar
de año base implica acercar más esos cálculos a la situación actual, haciéndolos más
representativos de nuestra realidad.
Las principales ventajas que se derivan de llevar el año base de 1970 a 1980, se
concretan al contar con una estimación que refleja con mayor fidelidad la estructura
actual y con mediciones m s precisas de la actividad económica, debido a los cambios
que se ha realizado en la metodología de c lculo de algunos sectores de actividad,
particularmente en el petrolero.
En paralelo a los trabajos desarrollados para actualizar el año base, se llevó a cabo una
revisión de la cobertura de las actividades con el propósito de contar con medidas m s
precisas para algunos sectores. En este sentido, los trabajos más importantes, tuvieron
lugar en la extracción y refinación de petróleo y en la petroquímica básica, pues en
los nuevos cálculos se desglosó el secado de gas natural (incluido anteriormente en
refinación de petróleo y petroquímica) y se identificó el comercio originado por las ventas,
tanto internas como externas, de los insumos y productos suministrados por estas
industrias. De este modo las actividades de comercialización se contabilizan ahora
en el sector comercio, mientras que en los cálculos con base en 1970 el valor agregado
por la extracción y refinación del petróleo y por la petroquímica básica, incluía el
margen de comercialización de sus productos.
El cambio del año base de los cálculos, con la introducción de una estructura diferente,
así como el uso de nuevas encuestas y de una mejor delimitación de actividades, explican
los cambios que se pueden observar en los crecimientos anuales del producto
interno bruto total.
Interesa destacar también que todos los años, en el mes de febrero, se divulga la
estimación preliminar del año anterior, referente al Producto Interno Bruto por rama de
actividad, a
precios constantes; los componentes de la oferta y de la demanda y el Producto a precios
corrientes, para las nueve grandes divisiones que lo componen.
Este indicador se distingue por la oportunidad con la cual se hace posible conocer la
evolución global de la actividad económica. Esta característica es muy importante para la
toma de decisiones y más aún cuando aparte de ser oportuno, el PIB trimestral es
altamente representativo, ya que alcanza un 93.8% de cobertura de la actividad económica.
Para la elaboración del PIB trimestral fue necesario generar nuevas fuentes de
información y mejorar las ya existentes. Para ello se tuvo como punto de partida la matriz
de insumo-producto de 1980 y los Censos Económicos de 1981 y 1986. Se iniciaron
encuestas sobre la actividad comercial en las áreas metropolitanas de Guadalajara,
Monterrey y México y sobre la construcción en el sector formal. Motivo de especial
atención fue la ampliación de la Encuesta Industrial Mensual.
El PIB trimestral forma parte del SCNM para lo cual, su marco conceptual y
metodológico es semejante al de los cálculos anuales. Estos cálculos tienen como año base
el de 1980 y se presentan para nueve grandes sectores económicos y nueve
divisiones industriales.*
Asimismo, se logró un gran equilibrio interno para cada una de las divisiones que
componen la industria, que se obtuvo a través de una representatividad adecuada en cada
una de ellas.
Para este fin, además de incluirse 72 actividades que no se encontraban medidas en la
antigua encuesta, se mejoraron sustancialmente las 57 clases que se investigaban, tanto
en lo que respecta a productos como al número de establecimientos encuestados.
Este es un cálculo que se elaboró después de realizar una amplia evaluación de todo el
material que existe sobre precios en el corto plazo, para que las estimaciones
resultaran compatibles -dentro de lo posible- con los cálculos que se ejecutan
anualmente sobre la variable en cuestión.
En este último nivel de agregación los índices de precios resultantes guardan una alta
correlación con las variaciones anuales de los índices de precios implícitos. El desvío
promedio observado en el periodo 1980 - 88 entre la estimación final anual y la
obtenida trimestralmente es tan solo del orden del 3.3%, utilizándose tal magnitud para
corregir la proyecciones.
MATRICES DE INSUMO-PRODUCTO
Para cumplir con su propósito, estas matrices se diseñan en forma de cuadro de doble
entrada, donde los cruces de las columnas sirven para registrar en un solo asiento
cada transacción, debido a que las filas muestran el destino de los bienes y servicios
producidos por una actividad económica y las columnas, la composición de los costos de
producción en base a las actividades económicas de las cuales provienen los bienes y
servicios utilizados. Tambi‚n muestra el uso de bienes importados y los
componentes del valor agregado agrupados en tres rubros: remuneración de asalariados,
excedente bruto de operación e impuestos indirectos netos de subsidios.
En la Matriz de Insumo-Producto cada tipo de actividad económica tiene asignada
una fila y una columna, cuyos totales son idénticos debido a que se refieren al valor de la
producción total de la actividad correspondiente.
Las Matrices de Insumo-Producto elaboradas para 1975, 1978 y 1980 están basadas en
una estructura similar a la utilizada para 1970. Distinguen 72 tipos de actividad económica,
5 tipos de demanda final, 3 componentes de valor agregado y el componente de
importación.
Una vez que se construyeron las Matrices de Insumo-Producto que contienen los
valores absolutos de las transacciones ocurridas, se generaron tres matrices adicionales:
Es, sin embargo, como instrumento de planeación, en donde los usos de una matriz de
insumo-producto son mayores. Su empleo permite responder a múltiples interrogantes;
veamos: qué repercusiones se esperarían en la producción del conjunto de sectores si se
quiere aumentar la producción de cierto tipo de bienes o servicios?
Cuál sería el impacto de un aumento en los precios de los productos de una rama
industrial determinada?
Ante alternativas de producción, qu‚ efectos pueden esperarse sobre el empleo?
Qué niveles de producción debe alcanzar cada sector para cumplir con ciertas metas
propuestas de consumo de la población?
Las matrices de insumo-producto sirven también para examinar las repercusiones que en
la producción de bienes y servicios de la economía tienen los programas y proyectos de
inversión pública y privada. Por otra parte posibilitan examinar, por separado o en
conjunto, las repercusiones de los incrementos en salarios, impuestos indirectos o
subsidios, permitiendo detectar a tiempo los posibles cuellos de botella que pudieran
obstaculizar el desarrollo económico futuro.
Por otra parte, es importante la utilidad que tienen las matrices para las áreas
acad‚micas y de investigación en el conocimiento de nuestra realidad económica,
más cuando posibilitan realizar comparaciones en el tiempo, como es el caso de México,
que cuenta con c lculos de este tipo para los años 1950, 1960, 1970, 1975, 1978 y 1980.
También para 1980 se desglosó una submatriz, del vector de consumo privado, con 72
sectores de origen y 39 de objeto del gasto que permitir establecer mediciones del nivel
de vida y del grado de bienestar de la población.
En el caso de la matriz de insumo-producto de 1975, se trabajó hasta obtener otra
que representara las transacciones del "Área Metropolitana", que comprende al Distrito
Federal y 53 municipios conurbados de los Estados de México y de Hidalgo.
El estudio arroja datos del valor bruto de producción, consumo intermedio, producto
interno bruto, remuneraciones al personal, impuestos indirectos, subsidios, excedente
bruto de operación, personal ocupado y remuneraciones medias anuales. Se ha
considerado un universo siempre cambiante, y que está en contracción desde hace ya
algunos años. El conocimiento de la dimensión del sector público, permite inferir la del
sector privado, su tasa de crecimiento y la composición estructural.
Todo el cálculo se realizó, primero a nivel de los 367 subgrupos definidos por el
clasificador de actividades empleado por el Sistema de Cuentas Nacionales de México, el
que siempre incluye en las publicaciones del INEGI, adjuntando su correspondencia
con otras clasificaciones tales como el Catálogo Mexicano de Actividades Económicas
(CMAE) usado en cada uno de los censos económicos de 1970, 1975, 1980 y 1985, así
como la Clasificación Internacional Industrial Uniforme de todas las actividades
económicas (CIIU) de la Organización de las Naciones Unidas.
Por este motivo, a continuación se mencionan solamente las fuentes que revisten mayor
importancia. Dentro de éstas destacan los censos económicos de frecuencia quinquenal -que
sirvieron de base a las matrices de insumo-producto de 1970, 1975 y 1980- los Censos
Generales de Población y Vivienda para 1970 y 1980; las encuestas industriales de
ingresos y gastos de los hogares, a la actividad comercial y de la construcción, las
estadísticas minerometalúrgica, de comunicaciones y transportes elaboradas por la
Dirección General de Estadística, así como información de registros administrativos que
resultaron vitales para calcular distintas variables económicas.
Es por ello que la realización de las cuentas nacionales, ha permitido sentar las bases
para el desarrollo de un sistema nacional de información estadística con mayor
confiabilidad, oportunidad y suficiencia.
Esto se debe a que las cuentas nacionales utilizan como materia prima la estadística
generada en las distintas áreas de los sectores público, privado y social, a través de las
tres grandes fuentes: censos, encuestas y registros administrativos.
Esta etapa resultó ser fundamental, pues permitió revisar la base estadística de que
dispone el país para integrar los cálculos a precios corrientes y constantes de 1970, de
la producción, el consumo intermedio y el valor agregado de 73 tipos de actividad
económica y de los componentes de la demanda final y las importaciones; también hizo
posible desarrollar la base metodológica sobre la que la Secretaría de Programación y
Presupuesto sustentó los cálculos correspondientes a los años sucesivos hasta 1986, y
sirvió para consolidar la base del grupo de trabajo sobre el que descansó esta
responsabilidad.
La tercera etapa consistió en extrapolar los datos del producto, la oferta y utilización a
precios de 1970 hasta el año de 1960, con el fin de dotar al país de una serie que cubriera
más de cinco lustros de historia económica, representados de manera homogénea.
A consecuencia de ello, se elaboró un cálculo del producto interno bruto trimestral, con
base en 1980 y precios de dicho año, del que regularmente se publican sus resultados
para 18 agrupaciones de la CIIU, con retraso de 45 días. También se elaboró otro
indicador m s oportuno (mensual) pero menos amplio que el anterior, por cuanto cubre a
las denominadas "Actividades
Industriales", que comprenden la minería, industria manufacturera, electricidad y
construcción, que mensualmente da cuenta del origen por actividades de la producción
nacional y de su destino: consumo intermedio y final y formación de capital, así como
desgloses que dan a esta herramienta, un alto valor predictivo del acontecer futuro.
En sexto lugar se elaboró la nueva serie de cuentas nacionales que tuvo inicio en
1980 y es anualmente actualizada hasta nuestros días; en ella se recogen todas las
modificaciones introducidas con motivo de la realización de la matriz de 1980.
Oportunamente, ésta se amplió a 93 vectores para dar cuenta detallada de la actividad
agrícola y ganadera.
Una vez efectuado el cambio del año base, nuevamente se procedió a retropolar el
dato del producto interno bruto real total y por ramas de actividad, para llevarlos hasta
1960.
La séptima etapa del proyecto se ocupó en desagregar al sector público mexicano del
producto total y por sectores de actividad económica, en tanto que la construcción
pública se clasificó por tipos gen‚ricos de obras; todos estos cálculos se practicaron a
precios corrientes y constantes de 1980 y se actualizan anualmente.
La siguiente etapa comprende una variada red de subsistemas que permitir n atender
requerimientos de información en las reas de producción, acumulación, capital y riqueza;
consumo de los hogares, distribución del ingreso, transacciones por sectores
institucionales, y cuentas del medio ambiente. Algunos de estos subsistemas constituyen
nuevos cálculos, en tanto que otros representan la ampliación de las labores ya
emprendidas.
Algo que es importante mencionar es que la articulación del proyecto es de carácter
modular, de tal manera que es posible modificar el énfasis de los trabajos, según se
vayan complementando cada una de sus etapas.
Cabe señalar que de los 822,780 miles de millones de producción bruta, el 38%, que
es equivalente a 311,243 miles de millones, constituyó el valor de las transacciones
intermedias. El resto, 511,537 miles de millones, correspondió al valor agregado bruto o
producto interno bruto.
En 1989 el producto interno bruto sumó 511,537 miles de millones de pesos a precios
corrientes. Este monto se integró por 126,625 mil millones de pesos correspondientes a
las remuneraciones recibidas por los asalariados; 55,601 mil millones por concepto de
consumo de capital fijo, o sea la depreciación o desgaste de las construcciones,
maquinaria y equipos que utilizan las diversas ramas económicas en sus actividades
productivas; 47,789 mil millones por impuestos indirectos deducidos los subsidios que
les otorgó el sector público y por los 281,522 miles de millones que alcanzó el excedente
de operación.
En 1989 el producto interno bruto ascendió a 511,537 miles de millones de pesos, de los
cuales 389,310 miles de millones se emplearon para adquirir bienes de consumo. Para
incorporar nuevas construcciones, instalaciones, maquinaria y equipo al proceso
productivo se utilizaron 92,620 miles de millones y en 25,198 miles de millones se
constituyeron las variaciones de existencias.
A partir del producto interno bruto que en 1989 ascendió a 511,537 miles de millones,
se puede obtener el Ingreso Nacional Disponible al sustraer de aquél la depreciación o
consumo de capital fijo (55,601 mil millones de pesos) y el saldo de los pagos a factores
del exterior, que fue de 16,227 mil millones de pesos. Este último saldo refleja la
diferencia entre las remuneraciones al trabajo, las rentas de la propiedad y las
transferencias recibidas por nuestro país desde otras naciones y las erogaciones que realiza
México al exterior por los mismos conceptos, las que no forman parte del ingreso
nacional porque representan ingresos de residentes de otros países y no de nacionales.
De lo anterior, se deduce que el Ingreso Nacional Disponible en el año de referencia
registró un monto de 439,709 miles de millones de pesos.
Del monto al que asciende el Ingreso Nacional Disponible en el año mencionado, que
como ya se señaló es de 439,709 miles de millones de pesos, 50,400 mil millones, 11.5%,
se canalizaron al ahorro y 389,309 miles de millones, 88.5%, se dirigieron al consumo.
De esta última cifra, el 90% fue utilizado para cubrir el consumo de las familias y el
restante 10% para atender un consumo de car cter colectivo, que se realiza a trav‚s de las
entidades que representan al gobierno federal, los estatales y municipales y las
instituciones de seguridad social.
En el periodo 1980 - 1989 la inversión bruta total de la nación presentó una tasa media de
crecimiento negativa del -3.5%. La inversión pública contribuyó de manera decisiva
en este resultado ya que muestra una caída de 7.7% en el lapso señalado. Esto trae como
resultado que la participación del sector público en el total de la formación bruta de capital
del país pasara del 43% en 1980 al 26% en 1989.
Durante 1989, el monto de la formación bruta de capital fue de 117,818 mil millones de
pesos, que fueron destinados al desarrollo de obras de construcción e instalaciones,
la adquisición de maquinaria y equipo, así como el aumento en el nivel de inventarios.
Esa cantidad fue obtenida a través de tres canales: la utilización de ahorro interno por un
total de 50,400 mil millones: las reservas creadas para reponer el desgaste de la
maquinaria y equipo que participaban en el proceso productivo de donde provinieron
55,601 mil millones; y 11,817 mil millones se obtuvieron por pr‚stamos recibidos del
exterior.
Los ingresos de esta cuenta durante 1989 ascendieron a 90,172 mil millones de pesos,
de los cuales, 81,058 mil millones correspondieron a exportaciones de bienes y servicios
y 9,114 mil millones a otros ingresos de residentes del país, tales como remuneraciones a
asalariados, intereses, rentas, regalías, utilidades y donaciones recibidas.
Las erogaciones por transacciones corrientes con el exterior superaron a los ingresos, ya
que la importación de bienes y servicios ascendió en 1989 a 76,648 mil millones de pesos
y los pagos a residentes del exterior llegaron a 25,341 mil millones, sumando en conjunto
101,989 mil millones de pesos.
La diferencia entre lo vendido y lo comprado se cubrió con préstamos del exterior por
la suma de 11,817 mil millones.
En los años cuarentas hubo intentos aislados para obtener estimaciones del ingreso
nacional. En los cincuentas concurrieron una serie de estudios sobre la economía
mexicana para los cuales fue necesario hacer estimaciones del producto nacional bruto, y
se consolidaron las bases, en el Banco de México, S.A., para realizar en forma continua
los cálculos del producto y el ingreso nacional; se elaboró entonces la primera Matriz de
Insumo-Producto de México para el año de 1950.
En los setentas fueron actualizadas algunas de las series y se puso en marcha, bajo los
auspicios de la Secretaría de la Presidencia y la Secretaría de Industria y Comercio,
el programa de trabajo tendiente a realizar una confronta estadística que permitiera
obtener una Matriz de Insumo-Producto para 1970, y mejorar y ampliar las estadísticas
básicas del país y consecuentemente el sistema de medición de los agregados
macroeconómicos.
Así, desde 1981, M‚xico dispone de un Sistema de Cuentas Nacionales, que adem s
de medir el Producto Interno Bruto por origen económico, proporciona una gran cantidad
de información sobre la producción, el consumo y la inversión.
53. QUIEN LAS HACE
Las labores y los productos relacionados con las Cuentas Nacionales fueron
realizados, hasta mediados de la de cada de los setentas, por el Banco de México, S.A.
A principios de esa d‚cada se puso en marcha, bajo los auspicios de las entonces
Secretarías de la Presidencia y de Industria y Comercio, un programa de trabajo
tendiente a realizar una confrontación estadística que permitiera obtener una Matriz de
Insumo-Producto para 1970 y mejorar las estadísticas básicas del país y el sistema de
medición de los
principales agregados económicos.
JUNIO 1991.