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Bien, o no tan bien, un día como cualquier otro, pienso en mi muerte casi desde levantarme,

mi gato se ha escapado hace un par de días, y si no fuese por mí, no existiría quien me amé,
renazco sin elocuencia luego de lo aprendido, y me quedo dormido soñando en la calle, paseo
por callejones donde siempre encuentro a alguien, alguien que quiere decirme que es lo que
traigo mal, luego su boca está cosida, sí, de forma mal, y no es capaz de hablar, es mi capa y
espada lo roto que me acompaña y nada más, las letras no me limpian, necesito la eterna
oscuridad, que ya en su momento llegará, la espera infinita, la afinidad en la sala de estar,
compartiendo memorias con el llanto, por más que canto no me pueden destrozar, por más
que vuelo nunca me dan ganas de bajar, amigos que se vayan, sus caminos están bien, el mío
esta tan gris, que debo estar sólo para poderlo cruzar, viendo al viento arrancarme instantes
uno a uno y no lo puedo culpar, si no fuese por esta perpetua forma de joderme hasta querría
continuar, bien, que más da, hoy en día todos hablan de su ego, de su ideología, de su patria,
no me extraña, que la ciudad este tan demacrada, preguntas por el mar de Cali, y nadie sabe
nada, aparece de vez en cuando, odio cuando camino y veo los mismos rostros, pútridos,
parecen piojos, buscando sangre que robarle al mundo, vaya partido, sí, tío, vaya partido, ¿Y
conoces algo sobre Foucault?, bien, por eso todo sigue siendo lo mismo, me arrepiento de
nacer en un momento demasiado lejano de la madurez en ambos sentidos.

Sigamos, vamos, hay que cantar sobre el dinero, es la mejor forma de alabar al prisionero,
mostrándole que tienes más cadenas en tus manos que el otro en el cajero, va en serio,
canjéalo por paz y libertad, mi libreta es la única que llora cuando las cosas me salen mal, pasa
constantemente, para que dejar que me atrape el karma si seg

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