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OBLIGACIONES DEL ACREEDOR GARANTIZADO

Podemos enumerar tres:

• Conservación (cuidar y mantener en buen estado) el bien mueble.


• Devolución del bien cuando se cumpla con la obligación principal garantizada.
• Responsabilidad por pérdida o deterioro (destrucción) del bien.

a.1) Conservación del bien

Es una obligación típica del acreedor que tiene la posesión del bien mueble que garantiza
la obligación. En tal caso, tiene la calidad de depositario. Como todo retenedor, el
acreedor garantizado tiene la obligación de cuidar y mantener en buen estado el bien.

1. El apartado 3° del artículo 12 establece la obligación de cuidar y mantener en


buen estado el bien. El hecho de que el acreedor sea depositario o tenga la guarda
del bien no lo autoriza a usarlo, a no ser que cuente con el consentimiento del
deudor. Si bien este numeral no es tan contundente como era el derogado artículo
1076 del Código Civil.

Ahora bien: si el acreedor dañara o pusiera en peligro el bien mueble ofrecido


en garantía mobiliaria, el deudor o el constituyente tendrán derecho a exigir su
entrega en depósito a una tercera persona, esto último en consonancia con la
parte final del artículo 1076 del Código Civil, sin perjuicio de la indemnización
a que hubiere lugar. Para determinar la magnitud del deterioro o daños se ha de
confrontar o comparar el estado de conservación encontrado con el que se
describió (de forma específica o genérica) en el acto jurídico al constituirse la
garantía mobiliaria; o en todo caso, se calculará mediante peritaje acordado entre
las partes.

Consideramos que ello es consecuencia del uso indebido que del bien mueble
hace el acreedor. Dado que es depositario, su posesión si bien es en nombre
propio, ella es a título distinto de dueño, lo cual significa que no lo conducirá de
ninguna manera a la usucapión o propiedad adquisitiva de dominio.
Pero así, como el acreedor está obligado a la conservación del bien mueble, él
no está obligado a mejorar el bien, ni a evitar los deterioros que sean una
consecuencia de la naturaleza misma del bien.

En cuanto a los actos conservativos del deudor, el acreedor debe considerarse


facultado, pero no obligado a hacerlos.

La obligación de custodia existe aún en el caso de que el bien se haya entregado


en cumplimiento de un contrato nulo, pues surge no de la garantía mobiliaria
sino de la entrega y aceptación en custodia (depósito) de un bien ajeno.

2. Garantía mobiliaria de un bien fructífero.

Puede tratarse de un bien fructífero el que se entrega en garantía mobiliaria. Si


el acreedor tiene la posesión efectiva del bien fructífero o si éste produce
intereses, el acreedor los hace suyos, los percibe por cuenta del deudor, y por un
acto de justicia, los imputará, primero a los intereses de la deuda garantizada y
después, el exceso que hubiera al capital, a no ser que se haya pactado lo
contrario, según prescribe el apartado 4° del artículo 12, de similar redacción al
derogado artículo 1078 del Código Civil.

Este aspecto es de una elemental justicia, ya que el bien mueble sólo es entregado
en garantía de la obligación, no para ser explotado.

3. De estos dos preceptos del artículo 12 (similares a los artículos 1076 y 1078 del
Código Civil) surge claramente que el acreedor, a la manera del Derecho
Romano, debe guardar el bien "como propio" lo cual no quiere decir, empero
que goce de las facultades del propietario, sino que debe poner toda la diligencia
y atención en el cuidado del bien. Como lo haría el dueño.

a.2) Devolución del bien

Cumplida la obligación o más precisamente, pagada la deuda, el acreedor está obligado


a devolver el bien al deudor o constituyente (artículo 11 ap. 5°). Su antecedente es el
artículo 1080 del Código Civil, debe restituirlo con todos los accesorios y aumentos.
Entre los aumentos están naturalmente los frutos del bien que hubiera conservado en
especie, y si el acreedor hubiera recibido sumas en concepto de intereses o venta de
frutos, está obligado a rendir cuentas, teniendo en cuenta que el apartado 4° del artículo
12, como queda dicho, los imputará a los intereses y el exceso al capital, o sea, a su
crédito.

a.3) Responsabilidad por pérdida o deterioro del bien

Se trata de la teoría del riesgo aplicada al bien mueble entregado en garantía mobiliaria.

1. El acreedor, aun cuando no haya usado ni abusado del bien recibido eh garantía
mobiliaria, responde por la pérdida o deterioro (aunque la ley enumera a la pérdida
y la destrucción del bien, la teoría del riesgo considera la hipótesis de destrucción
o pérdida y deterioro del bien) dado en garantía mobiliaria, cuando ello se daba a
su culpa, es decir, si hubo negligencia o cualesquiera otras omisiones propias de
la culpa, que demuestren que no cuidó el acreedor al bien como propio. La regla
básica es clara y establece una presunción iuris tantum de culpa: en principio, el
acreedor responde siempre por la pérdida o deterioro. Para eximirse la
responsabilidad, deberá destruir la presunción y acreditar que no hubo culpa (sólo
podrá eximirse de esta obligación, probando que no se perdió o destruyó por su
culpa), El derogado artículo 1081 del Código Civil en parte era similar, pero
confería al depositario, en caso de pérdida, la facultad de sustituir el bien por otro
de la misma especie y calidad.

2. Si la pérdida o deterioro fue por caso fortuito o fuerza mayor, ocurrida después de
extinguida (cumplida) la obligación principal garantizada, el acreedor responde,
es decir, pagará los bienes (afectados en garantía mobiliaria) si no tuvo justa causa
para demorar su devolución.

El derogado artículo 1079, del Código, su antecedente, contenía un agregado que


está en la ley de garantía mobiliaria: quedaba eximido de esta responsabilidad
solamente si probaba que la pérdida o deterioro se habría producido también de
haber estado el bien en poder de su dueño.
3. También responde el acreedor que, sin haber tenido causa legal, rehúsa el pago de
la obligación garantizada ofrecido por el deudor.

La norma es de por sí clara, ya que no se puede castigar al deudor, cuando la


pérdida es responsabilidad del acreedor.

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