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Foucault, Michel

La psicología clínica

¿Qué es la psicología clínica?

Podemos dar dos definiciones:

1. Es la rama de la psicología que se encarga de la investigación de todos los factores,

evaluación, diagnóstico psicológico, apoyo a la recuperación y prevención que

afecten a la salud mental, en condiciones que puedan generar malestar y sufrimiento

al individuo humano.

2. Es la rama de la psicología que se dedica a la investigación, desarrollo y aplicación

de tratamientos para los problemas psicológicos. Nace en el siglo XX.

Pensar el surgimiento de la clínica implica cuestionarnos:

- ¿Qué es salud?

- ¿Qué es enfermedad?

- ¿Qué es un individuo?

- ¿Qué hace un psicólogo?

Estas definiciones darán lugar a diferentes abordajes dependiendo de nuestra

orientación teórica.

Foucault, en “El nacimiento de la clínica, una arqueología de la mirada médica”.

(1963) propone estudiar la historia de la medicina como lenguaje, como óptica científica y

como relación interhumana. Ubica un quiebre a fines del siglo XVIII: 


Antes:

- El saber médico hablaba un lenguaje sin apoyo perceptivo y sus métodos y discursos

se relacionaban mucho con el mito, las creencias y la imaginación.

- El enfermo era sujeto de su enfermedad, era un “caso”.

- Luego aparecen las epidemias y las guerras. Aparecen los “charlatanes de la

medicina”, se hacían llamar médicos pero no daban buenos resultados.

- Se plantea, por lo tanto, la necesidad del estado de controlar esta situación, era

menester crear una conciencia colectiva encargada de una tarea constante de

información, de control y de sujeción: Aparece entonces la Real Sociedad de

Medicina para ejercer estas tareas.

Después: (Fines del Siglo XVIII):

- Época que marca la soberanía de la mirada.

- Vigilando, encerrando y clasificando al “enfermo” como a un objeto.

- Esta vigilancia empírica se convirtió en el nuevo principio que rige la relación con el

paciente y que se presenta como garantía de exhaustividad y precisión.

- La clínica se presenta como una estructura esencial para la coherencia científica,

pero también para la utilidad social y para la fuerza política de la nueva

Organización Médica. Aparece como la solución concreta al problema de la

formación de los médicos y la definición de la competencia médica.

- El enfermo pasa a ser el accidente de su enfermedad, el objeto del cual ésta se ha

apropiado.
- En la clínica lo que está presente es la enfermedad misma, en el cuerpo que le es

propio y no del enfermo, sino el de su verdad. El enfermo es sólo aquello a través de

lo cual se da el texto a leer.

- Surge la división entre una “práctica” (un saber hacer después de haber visto, un

empirismo controlado reservado a los oficiales de salud) y una “clínica” (una mirada

que es al mismo tiempo saber, dueña de su verdad y libre de todo ejemplo, reservada

a los médicos).

Esta nueva definición de clínica estaba vinculada a una reorganización del dominio de

los hospitales.

Otra diferencia fundamental producto de este quiebre que muta la experiencia médica y

el saber que la sustenta es la siguiente: En la tradición médica del siglo XVIII la

enfermedad se presenta al observador de acuerdo con síntomas y signos.

- El síntoma es la forma bajo la cual se presenta toda enfermedad: de todo lo visible,

es el más cercano a lo esencial.

- El signo anuncia, pronostica lo que va a ocurrir.

La formación del método clínico está vinculada al postulado de que, en lo sucesivo, el

significante será enteramente transparente para el significado que aparece, sin ocultación ni

residuo, en su realidad más maquinal, y que el ser del significado se agotará entero en la

sintaxis inteligible del significante. Es decir, aquellos síntomas que son efecto o describen

una enfermedad pasan a ser la enfermedad misma (consecuencia del DSM, donde el

diagnóstico se reduce a la mera agrupación de síntomas).

El psicoanálisis toma su herencia de la Psiquiatría Clásica, pero además subvierte la

práctica clínica de la mirada al introducir en su lugar una clínica de la escucha. El síntoma

como dato perceptivo se desplaza al síntoma como articulación significante, articulado por
un sujeto. Diferenciamos allí prácticas como el DSM, que fundan un diagnóstico en la

mirada, en lo descriptivo del cuadro; y prácticas que fundan en diagnóstico en la escucha y

en la experiencia singular de la transferencia. Siguiendo la propuesta de Foucault se

propone pensar los cuerpos teóricos como “cajas de herramientas”: instrumentos teóricos

que incluyen en su reflexión una dimensión histórica de las situaciones que analizan. Estas

cajas de herramientas se vuelven operativas en la práctica cotidiana, mientras nos permitan

pensar la singularidad de un caso y operar desde allí.

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