Está en la página 1de 8

“Año de la Universalización de la salud”

Facultad “Ingeniera Civil”

Presión lateral de tierras (Teoría de


Rankine y Teoría de Presión de Tierra
de Coulomb)

CURSO:
Suelos II

INGENIERO:
Boza Ccora, Fernando

Alumno:
Aguirre Huaripata Joseph Aldo

NRC:
12044

HUANCAYO - 2020
PRESION LATERAL

Un muro de contención, es una estructura lineal y vertical construida a modo de pared como
elemento rígido, para el soporte de taludes escarpados de masas de suelo y rocas en macizos
fracturados, o de arrumes de materiales heterogéneos, entre otras soluciones donde
estructurales, como tablestacas y cortes apuntalados. En este aparte veremos el diseño de muros
de contención, vistos como una estructura que requiere determinar la presión lateral de la masa
de tierra, la cual es función de factores como el tipo y magnitud de los movimiento dinámicos y de
presiones estáticas que debe soportar el muro, de los parámetros de resistencia al cote en los
materiales del relleno, del peso unitario del material que se contiene y de las condiciones de
drenaje en el relleno.

El estado activo del suelo, ocurre cuando existe una relajación en la masa que le permite moverse
hacia fuera del espacio confinado, por ejemplo cuando un muro de tierra se rompe, y el suelo falla
al extenderse. Ésta es la presión mínima a la que el suelo puede ser sometido para que no se
rompa. Al contrario el estado pasivo ocurre cuando la masa de suelo está sometida a una fuerza
externa que lleva al suelo a la tensión límite de confinamiento.

Según Das, si un muro falla desplazándose su corona horizontalmente una distancia x, como
muestra la figura , la presión del suelo sobre el muro decrecerá con la profundidad, y en
consecuencia, para un muro sin fricción, el esfuerzo horizontal, h a una profundidad z será igual a
K0v (=K0z) cuando x es cero.
Sin embargo, con x > 0, h será menor que K0v. Los círculos de Mohr correspondientes a
desplazamientos del muro de x = 0 y x > 0 se muestran en los círculos a y b, respectivamente,
de la figura . Si el desplazamiento del muro, x, continúa creciendo, el correspondiente círculo de
Mohr tocará la envolvente de falla Mohr-Coulomb definida por la ecuación s  c tan

El círculo marcado con c en la figura representa la condición de falla en la masa del suelo; el
esfuerzo horizontal es igual entonces a a y se denomina presión activa de Figura.

Presión activa de Rankine. (Tomado de Principio de Ingeniería de Cimentaciones de Braja M Das


Pag 340) Geotecnia para el trópico andino http://www.bdigital.unal.edu.co/53560/ 369 Rankine.
Las líneas de desplazamiento (planos de falla) en el suelo forman ángulos de  45  2 con la
horizontal como lo presenta la figura .

A partir de la fórmula que relaciona los esfuerzos principales en un círculo de Mohr que toca la
envolvente de falla Mohr-Coulomb

Para el círculo de Mohr c en la figura , el esfuerzo principal mayor, 1=v y el esfuerzo principal
menor, 3 =a, entonces
Ordenando los términos se llega a

Donde :

La variación de la presión activa con la profundidad para el muro mostrado en la figura 9.5a se da
en la figura Observe que v=0 en z=0 y v=H en z=H. La distribución de presión muestra que en z
= 0, la presión activa es igual a Ka  2c , que indica un esfuerzo de tensión, el cual decrece con la
profundidad y es cero a la profundidad z=zc, o

La profundidad zc se denomina profundidad de la grieta de tensión, porque el esfuerzo de tensión


causará eventualmente una grieta a lo largo de la interfaz suelo muro.
Teoría de Presión de Tierra de Coulomb
Coulomb propuso un modelo para estimar los empujes del terreno planteando el equilibrio de una
masa de terreno en forma de cuña al deformarse o moverse el muro. La rotura se produce a lo
largo de dos planos, el formado por el interface suelo-muro y el plano de deslizamiento en el
terreno. La cuña, formada por los dos planos, se comporta como un bloque rígido. De todas las
cuñas posibles, una es la que produce el empuje activo máximo, y ese es el problema resuelto por
este ingeniero francés en 1776. El método supone que las superficies de deslizamiento son planas,
pero esta hipótesis es muy discutible en el caso del empuje pasivo. El problema queda resuelto
para un muro cualquiera, con un trasdós que no necesita ser vertical, y un terreno con una
determinada inclinación y con unas cargas sobre su superficie. Se supone conocido el peso
específico del terreno, el ángulo de rozamiento interno y el ángulo de rozamiento muro-suelo. Es
actualmente el método más empleado para el diseño de muros por métodos de equilibrio límite.
Hoy día se emplea con gran efectividad en el cálculo de muros de gravedad, lo que permite
considerables ahorros de material. Las fórmulas que siguen indican los coeficientes de empuje
activo y pasivo, con las figuras que definen cada uno de los ángulos correspondientes:
El método de Rankine
(1857) es más elegante desde el punto de vista matemático, explicando el empuje en términos de
rotura por cortante del terreno. Se obtienen los empujes partiendo de un semiespacio infinito que
se encuentra en “estado de Rankine“, es decir, un estado de equilibrio plástico y en donde el muro
no produce ninguna perturbación. Se supone que el terreno es homogéneo e isótropo y en estado
de equilibrio plástico, es decir, se acepta que toda la masa en el trasdós del muro está en situación
de rotura y, por tanto, en cualquier punto el estado tensional pertenece a un círculo de Morh que
es tangente a la línea de rotura de este suelo; además, como hipótesis adicional, no hay variación
de tensiones en los puntos de cualquier plano paralelo a la superficie del semiespacio. Este
modelo puede resultar un tanto conservador, pues solo considera el ángulo de rozamiento interno
del terreno, olvidando el efecto favorable del rozamiento entre el muro y el terreno. Este método
tiene muchas aplicaciones prácticas, por ejemplo, en muros ménsula, donde la suposición de
Rankine no supone grandes desventajas y simplifica enormemente los cálculos. El cálculo de
empujes sobre un muro con el modelo de Rankine se reduce a obtener las presiones efectivas a la
profundidad correspondientes y aplicar las fórmulas correspondientes. De esta forma es muy
sencillo calcular terrenos estratificados y considerar la existencia de una carga uniforme en
coronación. Además, el método permite estimar si existen grietas de tracción y su profundidad en
un terreno que sea cohesivo. Los coeficientes de empuje activo y pasivo para un terreno que
forma un ángulo i con la horizontal teniendo en cuenta que la resultante forma un ángulo i con la
horizontal, son los siguientes:

Por lo Tanto:

Aplicando el teorema de los estados correspondientes de Caquot, se puede generalizar la teoría de


Rankine a suelos cohesivos: “Si a un suelo con cohesión que está en situación límite de rotura,
simultáneamente le quitamos la cohesión y sumamos a todas las tensiones un término (c’ · cotg
Φ’), el suelo sigue estando en la misma situación límite de rotura” (y se le aplican las hipótesis de
los suelos sin cohesión).

De las fórmulas deducidas para el empuje activo y pasivo, las fórmulas en ambos modelos
coinciden únicamente en el caso de un trasdós vertical del muro, no hay rozamiento suelo-
estructura y la superficie del terreno es horizontal. En este caso, los coeficientes de empuje activo
y pasivo son los siguientes:
Conclusiones

 En caso de terrenos estratificados, la inclinación del plano de deslizamiento depende de


cada terreno, con lo que el problema puede ser indeterminado si utilizamos el modelo de
Coulomb. En este caso, Rankine es de más fácil formulación, que suele ser recomendable en el
caso de muros ménsula.
 El método de Coulomb no tiene en cuenta la presencia de grietas de tracción, por lo que
con terrenos cohesivos el cálculo de la profundidad de estas grietas se debe hacer con Rankine.
 Si no existe cohesión en el terreno ni adherencia entre muro y terreno, con la teoría de
Coulomb se puede determinar que la resultante del empuje activo está situada, desde la base del
muro, a un tercio de la altura del muro. Si no es así, entonces el método no proporciona
directamente la posición del empuje.
 El método de Rankine es difícil de aplicar con geometrías mínimamente complejas (trasdós
quebrado, superficies del terreno en el trasdós no planas, cargar arbitrarias sobre éste último) y no
es mucho más preciso que el método de Coulomb para estos casos.
 El método de Coulomb no estima bien el empuje pasivo, pues la superficie real de rotura
no es plana (se asemeja a una espiral logarítmica) y la distribución de empujes difiere bastante de
la triangular, proporcionando valores sobredimensionados (del lado de la inseguridad). El método
de Rankine es más conservador para el cálculo de empujes pasivos.
 El método de Rankine no considera el rozamiento entre el muro y el terreno, lo cual es
conservador. Es un aspecto importante en muros de gravedad, cuyos empujes activos se prefieren
calcular con Coulomb.
 En el método de Coulomb permite la consideración de sobrecargas en el trasdós de
cualquier tipo (constante, puntual, triangular, etc.) siempre que sean indefinidas en el sentido
longitudinal del muro, pues basta introducirlas en las ecuaciones de equilibrio. Con Rankine es
sencillo si se trata de una sobrecarga constante.

También podría gustarte