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PUNTO 4

Arabia Saudita

Reconstrucción sostenible

La Unión Europea (UE) y Naciones Unidas (ONU) fueron pioneros en las iniciativas de
reconstrucción sostenible. El Consejo Europeo adoptó la estrategia Europa 2020[1] el 17 de
junio de 2010. A partir de ese momento, representa un programa conjunto de la UE de cara a la
década actual donde se reta a los estados miembros de la UE a que establezcan las bases
para un futuro más sostenible, construido sobre un crecimiento inteligente, sostenible e
inclusivo donde pierdan protagonismo las industrias, las infraestructuras y las prácticas que
realizan grandes volúmenes de emisiones.

En 2015, la ONU publicó su propio plan, Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible[2], donde se incluye una serie de objetivos de sostenibilidad estratégica y
vital. El séptimo objetivo es: Garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y
moderna para todos, y el octavo: Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y
sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos

Por supuesto, además de lo anterior, muchos países tienen sus propias iniciativas de
sostenibilidad, en el marco de otras iniciativas internacionales o en paralelo a estas. Son países
como Reino Unido[3], Alemania[4], varias naciones escandinavas (por ejemplo, Suecia[5]),
China[6] e India[7], que han participado activamente en la redacción de los objetivos de
desarrollo sostenible de la ONU desde el principio.

La visión de Arabia Saudí

A principios de 2016, Arabia Saudí también movió ficha. El programa Visión 2030 y el Plan de
Transformación Nacional 2020 definieron un ambicioso programa de reformas y una hoja de
ruta a largo plazo para potenciar la posición financiera del país mediante la diversificación de su
economía.

Sin embargo, el plan abarca mucho más. La visión es que Arabia Saudí vuelva a ser «el
corazón de los mundos árabes e islámico, el motor de inversiones y el eje que conecta tres
continentes».[8] Se han tomado ya medidas tangibles hacia el cambio, como la reciente
proclama real que autoriza a las mujeres a conducir, y el anuncio que realizó Su Alteza el
Príncipe Heredero de la Corona Mohammed bin Salman en el curso de la Iniciativa de
Inversiones para el Futuro[9] en Riad, de que el Reino volvería a un «Islam moderado» y más
abierto. Al mismo tiempo anunció los planes de NEOM, una nueva zona económica que
cruzará las fronteras de Arabia Saudí e incluirá a los países vecinos Egipto y Jordania.

El programa Visión 2030 también ofrecerá a empresas internacionales opciones de inversiones


sólidas en sectores ajenos al petróleo, como el turismo y otros servicios. Además de abrir el
mercado de capitales del país, el gobierno creará varios clústeres industriales para estimular la
entrada de capital extranjero. Dentro de este proceso de apertura gradual, el mercado bursátil
saudí (Tadawul) anunció en 2017[10] que había sido seleccionado en la lista de mercados
interesantes del influyente Índice de Mercados Emergentes MSCI, un hito muy importante que
indica a los inversores internacionales que el mercado de capital del país está alcanzando
madurez en términos de eficiencia, gobernanza y marcos normativos. El capital extranjero
representa hasta el 4 % del mercado bursátil de Tadawul, según Mohammed Elkuwaiz,
vicepresidente de la Autoridad Saudí de Mercados de Capitales, pero se prevé que ese
porcentaje crezca, ya que el organismo regulador aspira a diversificar la gama de productos
bursátiles y atraer una mayor variedad de empresas para que coticen en él.

Oportunidades de inversión
Existen numerosas oportunidades de inversión aparte del proyecto de NEOM, del que se
espera que atraiga inversiones privadas y gubernamentales superiores a los 500 000 millones
de USD en los próximos años.

Entre otros proyectos se incluye una modernización de la infraestructura de transporte entre


ciudades: por ejemplo, la línea de tren de alta velocidad entre La Meca y Medina, la
construcción de nudos de distribución de transporte esenciales o un plan de 10 años para
impulsar las líneas de metro y las rutas de autobuses en La Meca, Yida, Damán y Medina.

Otro plan proyectado es la venta de parte de Aramco, la petrolera saudí propiedad del estado,
que aspira a recaudar hasta 100 000 millones de USD en su salida a bolsa internacional, según
cálculos del gobierno. Con el capital procedente de esta venta se prevé reforzar los programas
de inversión de Visión 2030, por lo que esta salida a bolsa es esencial para alcanzar los
objetivos de desarrollo sostenible para Arabia Saudí.

El mensaje es claro. Con un socio estratégico ya implantado en el país, y con la orientación


adecuada, las empresas, los emprendedores y los inversores pueden participar del enorme
potencial del país, al tiempo que contribuirán a marcar una diferencia real en la nueva Arabia
Saudí.

Un cambio de filosofía

Arabia Saudí se está forjando un futuro que deje de depender del petróleo, pero la cuestión es:
¿será una transformación realizada a base de coraje y sacrificio, o existe también un deseo real
de contribuir a un mundo más verde?

La evidencia habla por sí misma, y el compromiso está claro. Ya en el año 2010, cuando la UE
publicó su estrategia de Europa 2020, Arabia Saudí fundó el Centro Saudí para la Eficiencia
Energética (SEEC) con el objetivo de mejorar la eficiencia energética y concienciar de su
importancia. Posteriormente, en el programa Visión 2030, el gobierno dio su respaldo al SEEC
con el compromiso de invertir 1330 millones de USD en la central nuclear y de energías
renovables de la Ciudad Económica Rey Abdalá (KAEC), al norte de Yida.

Desde entonces, el programa ha avanzado de manera rápida y constante. El Ministro de


Energía, Industria y Recursos Minerales, Khalid Al Falih, anunció en la Cumbre Mundial de la
Energía del Futuro celebrada en Abu Dabi en enero de 2017 que Arabia Saudí lanzará un
Programa Nacional de Energías Renovables (NREP), con una inversión prevista de 30 a 50 mil
millones de USD en programas de energía renovable para el año 2023. También anunció que
el país tenía proyectado un estudio preliminar para sus dos primeros reactores nucleares,
dentro del marco de una inversión significativa en energía nuclear. El ministro añadió que
Arabia Saudí estaba buscando la manera de conectar sus proyectos de energía renovable con
Yemen, Jordania y Egipto. Posteriormente, el ministro de energía ha anunciado la licitación
pública de 400 MW de capacidad de generación eléctrica en la región de Al Yuf, el primer
proyecto eólico a escala industrial incluido en el NERP, así como un proyecto de energía solar
de 300 MW en la misma región. El ministro Al-Falih añadió que la segunda ronda del NERP se
lanzará antes de finales de 2017, «lo que nos permite llevar al día el programa previsto de
alcanzar una capacidad de 9,5 GW de energía renovable antes de 2023».

Mientras tanto, parece evidente que la promesa de mejorar las redes de autobuses, ferrocarril y
metro persuadirá a numerosos conductores a dejar aparcados sus vehículos en casa (lo que
reduciría la contaminación), aunque este factor se podría contrarrestar por el enorme impulso
de las ventas de coches a las nuevas mujeres conductoras.

Aunque por ahora no existe ninguna política que impulse el cambio a vehículos de energías
alternativas, las perspectivas podrían ser lucrativas. Y eso lleva a la siguiente pregunta: ¿en
qué lugar se encuentra Arabia Saudí en lo que respecta al uso de vehículos eléctricos?

Por unas carreteras más verdes


Hoy en día, los cambios en el comportamiento y la percepción de los consumidores apuntan a
la tecnología híbrida, incluidos los vehículos híbridos avanzados que ofrecen Toyota y Lexus a
través de la amplia red de concesionarios de Abdul Latif Jameel Motors, una marca que ofrece
innovación de vanguardia mundial a los conductores de Arabia Saudí.

Arabia Saudí 2.0 – Por qué es verde el camino al 2030

Por ahora, el país tiene muy poca o ninguna infraestructura para un uso extendido de los
vehículos eléctricos, pero esto también podría ser una ventaja. Si Arabia Saudí opta por una
política que fomente el uso de vehículos más verdes, las ventajas podrían ser considerables y
habría numerosas oportunidades de beneficios.

Si bien estos desafíos no son exclusivos de la región del Golfo, Arabia Saudí está en una
posición excelente para observar cómo se implementan las infraestructuras para vehículos
eléctricos en otros países y, sinceramente, así se pueden hacer mejor las cosas.

En las naciones que se han adelantado en la adopción de los vehículos eléctricos, se han dado
tres factores que explican por qué el proceso es tan lento: autonomía de los vehículos,
comparación entre costes y beneficios, e infraestructura. Por eso, si Arabia Saudí realiza la
transición a los vehículos eléctricos relativamente tarde, en realidad podría ser una ventaja a la
hora de mitigar los efectos negativos de estos tres factores.

Autonomía El concepto de «ansiedad por la autonomía» expresa el temor del conductor del
vehículo eléctrico a quedarse sin baterías en poco tiempo y en un lugar alejado donde no
pueda recibir asistencia. Para afrontar este problema, los fabricantes de vehículos eléctricos
han tenido que esforzarse. En Motoring Research se publicaron a primeros de año los cálculos
aproximados de autonomía correspondientes al Nuevo Ciclo Europeo de Conducción (NEDC)
probado en diferentes vehículos eléctricos que utilizan únicamente baterías; existen ya
bastantes marcas que presumen de autonomías superiores a 160 km (100 millas) por carga.
[11] El Nissan Leaf (el vehículo eléctrico más vendido en todo el planeta con 280 000 unidades
vendidas hasta julio de 2017 según un reciente artículo de Bloomberg) incluye varios modelos
con autonomías superiores a 100 km, incluidos los de 24 kWh y de 30 kWh. Por otra parte, en
la gama más alta de baterías y precios, los modelos con mejores prestaciones de Tesla pueden
superar los 480 km (300 millas) por carga. Entre estos modelos se incluye el Tesla Model 3
Long Range, que puede recorrer casi 500 km (310 millas) con una sola carga, según una
reciente reseña de consumidores que se ha hecho pública en Top Gear de la BBC.

El legado de la ansiedad por la escasa autonomía sigue siendo un problema en Europa. Sin
embargo, en los mercados nuevos y en desarrollo se han aplicado programas intensivos de
formación de los consumidores que contribuyen a cubrir las lagunas en cuanto a conocimiento.
China, por ejemplo, también ha llegado relativamente tarde al mercado de los vehículos
eléctricos, pero allí las ventas no se han visto afectadas por la ansiedad de la autonomía, y
sigue siendo un mercado importante para los fabricantes de Vehículos de Nuevas Energías (o
NEV, por sus siglas en inglés, como se los conoce en China) a pesar de que este año se han
reducido las subvenciones locales y nacionales. La cuota total de NEV en las ventas de coches
para pasajeros de China alcanzó un nuevo máximo en junio con un 2,5 %, en un mercado que
en términos generales está algo parado. Para 2017 se prevé que las ventas totales lleguen a
las 530 000 unidades. Es más, las ventas de NEV para pasajeros crecen en China a un ritmo
20 veces superior al del mercado de automóviles en su conjunto.

Estas cifras sugieren que China es un modelo en el que puede inspirarse Arabia Saudí para
planificar su programa de vehículos eléctricos; lo primero es tener información clara y detallada.

Coste/beneficio Hasta hace poco se decía que, aunque los conductores de un vehículo
eléctrico ahorraran dinero en combustible, el coche sería mucho más caro (y más complicado)
que los modelos equivalentes con motor de combustión interna. Hoy, los fabricantes trabajan a
toda máquina para fabricar un modelo de vehículo eléctrico fiable, y una publicación de UBS
publicada en mayo de 2017[13] descubrió que para 2018 los coches eléctricos y los de motor
de combustión interna alcanzarán la paridad de precios. Para cuando Arabia Saudí haya
entrado a fondo en esta carrera, los vehículos eléctricos serán cada vez más competitivos en
cuestión de precios.

Infraestructura Además de las cuestiones anteriores, probablemente la infraestructura haya


sido el mayor problema que impide la eclosión de los vehículos eléctricos en Europa. Alemania
sería un buen ejemplo. A mediados de 2015, había solamente 2500 estaciones públicas de
carga distribuidas por todo el país para atender las necesidades de cerca de 38 000 vehículos
eléctricos. Es importante tener en cuenta que un vehículo eléctrico tarda, de promedio y en
función del conector que se utilice, entre 30 minutos (el BMW i3) y 30 horas (el Ford Focus
Electric). La mayor parte de los vehículos eléctricos admiten cargas rápidas y todos se han
apresurado a instalar cargadores rápidos, pero, una vez más recurrimos al ejemplo de
Alemania, en 2015[14] solamente había 100 estaciones de carga rápida abiertas al público. La
solución parece ser la construcción de infraestructuras, y Arabia Saudí tiene todo lo que
necesita para hacer justo eso.

El problema es que hay cuestiones técnicas que dificultan la construcción arquitectónica para
vehículos eléctricos en un país tan extenso y con tan poca población. Simplemente por las
distancias tan largas que hay que recorrer debido a la geografía del país, la autonomía de los
vehículos es de la máxima prioridad. Para hacer frente a este problema, se está investigando la
posibilidad de cargar las baterías de los vehículos eléctricos utilizando energía solar. Un
informe técnico[15] publicado en abril de 2016 en Science Direct comparaba datos del Instituto
Neerlandés de Meteorología con los perfiles de carga de vehículos eléctricos, con objeto de
estudiar la viabilidad de realizar cargas con energía solar en dos posibles supuestos: solo de
lunes a viernes, y carga a diario. Sin duda da la impresión de que es un campo en el que
conviene investigar porque podría ser viable.

Empezar desde el principio

En el sector de vehículos eléctricos se considera que es complicado reformar infraestructuras


existentes para afrontar la demanda de vehículos eléctricos, y esto ha limitado el crecimiento
en la mayor parte de Europa, con un par de notables excepciones, como sucede en Noruega.

Hoy en día, Toyota Motor Corporation vende 37 modelos de coches eléctricos en 90 países a
un ritmo de más de un millón y medio de vehículos al año.[16] Estas cifras representan
aproximadamente un 43 % de todo el mercado mundial de coches eléctricos, según datos de
IHS-Global Insight.

En otros países que fueron pioneros en adoptar los vehículos eléctricos, como Japón, Corea y
EE. UU. esto no parece haber sido un problema. En todo caso, lo mejor es poder empezar
desde el principio. Generar iniciativas de vehículos limpios (incluidos programas de educación y
formación) antes de diseñar una infraestructura de carga debería contribuir a facilitar el cambio
al vehículo eléctrico. Es más, el uso de vehículos eléctricos conlleva la existencia de
concesionarios y distribuidores, talleres, fabricantes de baterías y de cargadores: son industrias
que también están relacionadas con el crecimiento. Por no hablar de los expertos en software,
que ya son importantes en la fabricación de coches con el auge del «coche conectado»,
independientemente de que sea de motor de combustión interna, híbrido o eléctrico. Aunque no
estén físicamente en el país, estos elementos auxiliares de la cadena de suministros al menos
generarán ingresos por importaciones y por impuestos.

Asimismo, con la existencia de un ecosistema de transporte verde, será más probable que
Arabia Saudí resulte atractiva para empresas que tienen muy en cuenta su filosofía de empresa
social en sus planteamientos comerciales. Todo esto solo puede ayudar a diversificar la vida
social y económica de un país que hasta ahora era conocido sobre todo por sus negocios en
petróleo y gas.
Avance en el CCEAG hasta la fecha

Arabia Saudí 2.0 – Por qué es verde el camino al 2030Entre los países que forman el Consejo
de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG), por ahora solamente EAU ha
invertido en una infraestructura completa para vehículos eléctricos (en el marco de la iniciativa
«Smart Dubai») con fondos y conocimientos técnicos tanto públicos como privados. Tesla ha
inaugurado ahora un concesionario físico en EAU y se rumorea que quiere expandirse a
Bahréin, Omán y Arabia Saudí. No obstante, todavía está por ver si en Arabia Saudí hay un
apetito por los supercoches eléctricos, como el BMW i8 y el Porsche EV, que se encuentran en
fase de desarrollo; es más probable que los vehículos híbridos y los modelos eléctricos más
económicos sean más populares en las primeras fases del cambio a los vehículos eléctricos
para pasajeros. Aun así, es bonito pensar que un país que se ha hecho famoso por el petróleo
podría acoger un día una flota formada por vehículos verdes en su mayoría o en su totalidad.

Con este objetivo, Abdul Latif Jameel Motors lanzó el Toyota Prius en Arabia Saudí en febrero
de 2016. Era la primera vez que el vehículo híbrido más vendido y más popular del mundo (con
3,5 millones de unidades vendidas hasta 2016) se presentaba en un país del CCEAG. Abdul
Latif Jameel Motors atiende a usuarios de Toyota de toda Arabia Saudí con una red de casi 300
centros de ventas y de talleres estratégicamente situados para que los usuarios puedan
disfrutar de sus vehículos con total tranquilidad.

De cara al futuro, en julio de 2017 Reuters comunicó que Toyota Motor Corporation está
diseñando un coche eléctrico alimentado por una batería de estado sólido que amplía
notablemente la autonomía y se recarga en unos minutos. Se comenta que Toyota quiere
vender este nuevo modelo en Japón ya en 2022, una fecha que parece encajar a la perfección
con la estrategia de Arabia Saudí, ya que cae entre el Plan de Transformación Nacional 2020 y
el programa Visión 2030.

La importancia de la producción en la ecuación.

Los vehículos eléctricos se alimentan con baterías recargables. Las baterías recargables
necesitan electricidad. Esa electricidad necesita producirse con fuentes sostenibles, ya que de
lo contrario todo el funcionamiento de los vehículos eléctricos no sería viable. Como ya se
describió antes, en la parte de la ecuación de los vehículos eléctricos que corresponde a la
producción ya se han producido movimientos interesantes en Arabia Saudí en años recientes.

La escala de las inversiones necesarias para estas iniciativas (y el compromiso ineludible con
el desarrollo de la electricidad solar y eólica) demuestran la determinación del gobierno para
avanzar en la parte correspondiente a la producción, dentro de la revolución de los vehículos
eléctricos y el transporte sostenible. Y, como es inevitable, los inversores no tardarán en llegar
para aprovechar las oportunidades que emergen.

De camino al 2030

Arabia Saudí 2.0 – Por qué es verde el camino al 2030La nueva visión de Arabia Saudí
consiste en diversificar su economía y ampliar sus horizontes culturales; para el año 2030,
podríamos ver un país muy diferente al actual.

Queremos construir un país con un tejido empresarial social y sostenible, centros industriales
eficientes, transportes verdes y energías renovables. Por ello es buen momento para recordar
que resultarán beneficiados tanto el país como las empresas que inviertan en esta
infraestructura.

Arabia Saudí está viviendo cambios importantes; el tipo de transformación que impulsará
mejoras en la calidad de vida tanto de los ciudadanos del Reino como de la población en
general. El transporte sostenible forma parte de este plan donde el objetivo al que se aspira es
el desarrollo sostenible en términos más amplios. En última instancia, el resultado final podría
ser la supervivencia.
Países Bajos

Como uno de nuestros mayores contribuyentes gubernamentales, los Países Bajos son un
socio vital en la misión del PNUD para acabar con la pobreza extrema, reducir la desigualdad y
alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. El trabajo del PNUD y
las prioridades del gobierno holandés convergen en muchas áreas, especialmente en nuestra
ambición compartida de ayudar a los países a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS) mediante el fortalecimiento de la gobernanza democrática y el estado de derecho, la
resistencia y preparación en respuesta a las crisis y desastres naturales y el apoyo a la
mitigación y adaptación al cambio climático.

“Como organización del sistema de las Naciones Unidas con presencia global y como socio
confiable y neutral, el PNUD es muy relevante para la cooperación al desarrollo de los Países
Bajos. En áreas sensibles como la democratización y el estado de derecho, así como en la
salud y los derechos sexuales y reproductivos, la igualdad de género y el clima, la organización
desempeña un papel importante". - Evaluación de los Países Bajos sobre sus socios
multilaterales de desarrollo, 2017.

Indonesia

Indonesia es el segundo país más generoso del mundo, alcanzando un enorme porcentaje de
personas (79%) que han hecho una donación en el último mes.

Se estima que en Indonesia la zakat, la donación anual obligatoria según la ley islámica, llega a
los US$ 16 mil millones. Esta parece una suma astronómica, pero es una cifra que puede
alcanzarse si se toma en cuenta que cada musulmán elegible puede pagar US$ 74 al año.
Ahora bien, solo se recolecta uno por ciento de esa cantidad.

Ello supone, junto con la inversión privada interna que representa casi la mitad de todo el
financiamiento en el país, un gran potencial para apoyar a los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS), y hace ver la importancia de la consideración clave para crear una
plataforma nacional para los ODS en Indonesia.

El Plan Estratégico del PNUD para el período 2018-2021 concibe plataformas de apoyo a los
países con el fin de ayudar a los países a diseñar y entregar soluciones integradas a los ODS.
Estas plataformas responden a una demanda mayor que exige la colaboración entre una serie
más amplia de interesados y, además, se adaptarán según el contexto. Es aquí precisamente
donde nuestro conocimiento local entra en acción.

Los indonesios son personas generosas y hay un potencial inmenso para las donaciones
religiosas e inversiones privadas destinadas a apoyar los ODS. Al mismo tiempo, la
financiación de aliados internacionales para el desarrollo está decreciendo y el gobierno tiene
un déficit presupuestario que ha impedido invertir US$353 mil millones en infraestructura. Solo
US$ 23 millones se han canalizado a la inversión de impacto, una potencial industria mundial
de un billón de dólares que aún está en sus inicios en Indonesia.

El desafío que tenemos en la oficina del PNUD en Indonesia es cómo atraer estos abundantes
recursos al país donde son necesarios, es decir, para apoyar los ODS. Nuestra respuesta, el
Laboratorio de Financiación Innovadora, es la primera plataforma de apoyo a los países a favor
de la Agenda 2030.

Gracias a nuestro nuevo enfoque en el desafío del financiamiento de los ODS, fue evidente que
tenemos que trabajar de manera diferente. Buscamos aliados, incluidos inversionistas, y
empezamos a trabajar juntos en fuerte colaboración a fin de que las limitaciones
organizacionales desaparezcan. Hemos eliminado barreras entre las unidades al brindar la
solución para consolidar y multiplicar las diversas iniciativas en marcha, aplicadas a una línea
de servicios y a una manera abierta de trabajar juntos.

Signing of agreement with National Board of Zakat

La Junta Nacional de Zakat de Indonesia, responsable del desembolso de las contribuciones


obligatorias islámicas a los pobres, se ha comprometido a apoyar el logro de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible. Foto: PNUD Indonesia

Nueve características clave para nuestra plataforma nacional:

1. Es un espacio colaborativo: involucra a la ONU, al Gobierno, al sector privado y a la


sociedad civil en Indonesia y en todo el mundo para formular mejores soluciones a fin de lograr
los ODS.

2. Las alianzas están al centro: motivamos la participación del sector financiero, empresas,
Gobierno, fondos religiosos, filántropos e inversores, instituciones financieras internacionales y
la sociedad civil. La participación puede incluir la creación del programa, financiación,
asignación del personal, o convertirse en aliados para la inversión y abrir espacio para el
diálogo.

3. Pone a prueba la innovación y la incrementa: La plataforma pone a prueba nuevas


soluciones que pueden repetirse tanto dentro de los países como en el plano internacional.
Asimismo, presta asesoramiento para garantizar que las inversiones de gran escala sean más
sostenibles e inclusivas.

4. Está vinculada a una red: la plataforma es parte de una red horizontal de plataformas,
vinculada con otros países y brindando servicios, en la que los países pueden guiarse unos a
otros a través de una Cooperación Sur-Sur.

5. Está orientada a la financiación de los ODS: al centrarnos en la financiación, estamos


respondiendo a la demanda que nos permite producir resultados tangibles. El alcance de la
plataforma es diseñar instrumentos financieros, establecer políticas y dar asesoramiento sobre
éstas, así como compartir conocimiento.

6. Está posicionada para una mayor innovación: posicionar la plataforma dentro y fuera del
gobierno conlleva promover el cambio y tener la libertad para innovar.

7. Favorece la creación de capacidad: las capacidades de la plataforma incluyen un


pensamiento sistémico y diseño, medición del impacto de los ODS, inversión privada y
financiación islámica, tecnología y soluciones digitales.

8. Es sostenible: el costo anual estimado oscila entre US$450,000 y US$1 millón, según el
nivel de ambición. El modelo de negocio está basado en una combinación de subvenciones y
tasas aplicables a servicios, con una mayor dependencia en las tasas a lo largo del tiempo. Se
ha desarrollado una política de precios y se está preparando una exención que permita la
provisión de servicios al sector privado.

9. Es integral: el PNUD, en línea con los principios emergentes de la reforma de las


Naciones Unidas, actúa como un integrador en la plataforma, al reunir a los aliados y promover
un enfoque integral para los ODS, a la vez que ofrece el espacio para la innovación y apoya el
papel del Coordinador Residente.

A través de la plataforma, presentamos a los ODS como una oportunidad de inversión de


billones de dólares, en lugar de enfocarnos en la falta de fondos. El gran interés entre los
aliados y el momento en torno a este trabajo nos ha tomado por sorpresa.

“Una vez que entablamos el diálogo con el PNUD, nos dimos cuenta de que cuando se habla
de los ODS se habla de la zakat”, dice Zainulbahar Noor, Director Adjunto de BAZNAS,
organismo estatal de la zakat. “Estamos trabajando juntos en la inclusión de la zakat: cuando la
recolectamos a través de banca directa, podemos usar los fondos para los ODS con el PNUD.”

Permítanme concluir con las palabras de Anita Nirody, Coordinadora Residente de la ONU en
Indonesia:

Por primera vez, las Naciones Unidas en Indonesia, a través de la plataforma de apoyo a
los países/el Laboratorio de Financiación Innovadora del PNUD, tienen una oportunidad única
para evaluar nuevos instrumentos financieros y desbloquear recursos significativos de varias
fuentes privadas y religiosas para apoyar la aplicación de los ODS. Los servicios y el
conocimiento generados a través de la plataforma tendrán beneficios más allá de Indonesia,
como en otras oficinas de la ONU que están trabajando en soluciones innovadoras e integradas
para los ODS.
Estamos entusiasmados ante las perspectivas para nuestra plataforma nacional, que encaja en
el contexto de Indonesia. Así, esperamos conocer la experiencia de otras oficinas en los países
y aprender sobre la creación de sus propias plataformas.

Taiwán

El 20 de septiembre se llevó a cabo en Nueva York (Estados Unidos) el Simposio Internacional


sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible - ODS: Acción sobre el Cambio Climático, realizado
como parte de los esfuerzos del Gobierno para destacar las formas en que Taiwan puede
ayudar a alcanzar los ODS y la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU).

Organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores (MOFA, siglas en inglés), la


Administración de Protección Ambiental (EPA, siglas en inglés), el Instituto de Investigaciones
sobre Tecnología Industrial, la Universidad Nacional Tsing Hua y la organización
estadounidense de políticas públicas Prometheus Institute, el evento de un día involucró a más
de cien funcionarios, académicos, expertos y representantes de ONG de Taiwan y estados
miembros de la ONU.

El viceministro de la EPA, Tsai Hung-teh, afirmó durante un discurso de apertura que las
políticas climáticas centrales del Gobierno están en línea con los ODS de la ONU, citando
como ejemplos la versión del país de dichos estatutos y la Revisión Nacional Voluntaria sobre
la implementación de los ODS de la ONU, realizados en 2018 y 2017, respectivamente.

Según Tsai, Taiwan ha hecho grandes progresos en lo que se refiere a promover el


empoderamiento de la sociedad civil, la igualdad, la inclusión, la erradicación de la pobreza y la
promoción de una sociedad sostenible.

Los logros en este sentido, declaró el viceministro, incluyen el desarrollo de la agricultura digital
e inteligente, los estímulos al uso reducido de productos plásticos, la atención médica universal
con una tasa de cobertura del 99,7 por ciento, la igualdad de género líder en Asia, y una
posición de liderazgo en el reciclaje y la reducción de los residuos.

En el ámbito global, Taiwan no escatima esfuerzos para trabajar con socios de ideas afines a
fin de avanzar en el desarrollo sostenible, señaló Tsai. En particular, la Asociación
Medioambiental Internacional realizada con Estados Unidos sirve como una plataforma exitosa
para la cooperación y los intercambios con 45 países que abarcan 87 proyectos desde su inicio
en 2014, agregó el funcionario.

El simposio también presentó un panel de discusión en el que representantes de la EPA


detallaron las experiencias de Taiwan en el proceso de desvincular su crecimiento económico
de las emisiones de carbono. El objetivo general del Gobierno es reducir las emisiones de
gases de efecto invernadero del país a menos del 50 por ciento del nivel de 2005 para 2050,
indicó esta dependencia.

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