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1Inconvertibilidad de la libra Exterlina

Trabajo VII semestre de Negocios Internacionales

Docente: Rodrigo Chaves

Carlos Eduardo Cruz y Esneyder Olaya.

Universitaria Agustiniana Abril 30 de 2015

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Según nos comenta Moises Resnick Brenner, en el periódico matutino argentino, mas o

menos para el 23 de septiembre de 2011, la presidente Cristina Fernández de Krichner que se

cumplieran algunas de las 29 resoluciones de las Malvinas sobre el comité de descolonización,

pero a pesar del paso del tiempo, Gran Bretaña continuaba realizando explotación de recursos

naturales en las Malvinas de manera ilícita por lo que Argentina se vio obligada a romper los

acuerdos bilaterales firmados en 1999.

Por otro lado, los británicos continúan incumpliendo las disposiciones que el comité de

descolonización interpone para que las partes se sienten a negociar, además que su primer

ministro, David Cameron insistió en que era el punto final de la historia de esta negociación, para

lo cual Argentina se vio obligada a denunciar un aumento de la hostilidad británica ante la ONU.

Además de esto que el gobierno inglés tenía deudas de honor con la Argentina por su ayuda

durante la Segunda Guerra Mundial pues los proveyeron de alimentos salvándolos del hambre.

Inglaterra no le interesaba, en contra de la posición de Estados Unidos, que la Argentina

abandonara la neutralidad y entrara en guerra del lado de los aliados porque, siendo neutral, sus

barcos podían seguir abasteciendo a las Islas Británicas sin ser atacados por los submarinos

alemanes que controlaban el Atlántico Norte.

Frente a la enorme deuda contraída con la Argentina, Gran Bretaña declaró unilateralmente la

inconvertibilidad de la libra, con lo que no pudieron ser cambiadas por dólares, perjuicio

irreparable infligido a Argentina al impedirle utilizar esas sumas cuantiosas en adquirir bienes y

equipos en los Estados Unidos. Esto significó un grave deterioro a nuestro proceso de desarrollo

durante la posguerra.
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Gran Bretaña violó el espíritu y los términos de los acuerdos comerciales bilaterales y no honró

su deuda con la Argentina, que la abasteció por 3.500 millones de dólares durante la guerra, cifra

inmensa para la época.

Cuando en 1983 Raúl Alfonsín asumió la presidencia, se encontró con una supuesta deuda

externa de unos 40 mil millones de dólares, cuando aquellos créditos trampeados por Gran

Bretaña representaban ya 65 mil millones.

(www.perfil.com)

Argentina no sólo les había vendido granos, carnes y otros productos a los ingleses sino también

armas y equipos de radio.

En el artículo “El duque de Windsor, ¿embajador en la Argentina?”, que el embajador Miguel

Angel Espeche Gil publicó en La Nación el 29/9/1996, se comenta la venta a Inglaterra de

pistolas automáticas Ballester Molina, utilizadas entre 1941 y 1943 por el VIII Ejército británico

del mariscal Montgomery contra el ejército alemán, el África Corps, comandado por el mariscal

de campo Rommel, el Zorro del Desierto. Esas armas fabricadas en la Argentina no se atascaban

con la arena como los revólveres ingleses.

El Presidente Alfonsín encontró una verdadera PAPA CALIENTE, como resultado de las deudas

contraídas por los gobiernos militares con el FMI, para quienes (el FMI) la deuda NO PAGADA

por Inglaterra, no tenía nada que ver. Para decirlo de otra forma. IMPORTA (para el FMI-

Fábrica de Mentes Inservibles), las deudas que ellos INVENTARON y no las contraídas por

alguno de SUS FUNDADORES.

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Por otro lado a Inglaterra le convenía ser neutral, ya que de alguna manera sus barcos podían

seguir abasteciendo a las Islas Británicas sin ser atacados por los submarinos alemanes que

controlaban el Atlántico Norte.

Es claro que existía una deuda con la Argentina, por lo que Gran Bretaña declaró unilateralmente

la inconvertibilidad de la libra, situación que no dejó que pudieran ser cambiadas por dólares,

esto ocasionó un perjuicio considerable infligido a nuestro país al impedirle usar todas esas

sumas cuantiosas en adquirir bienes y equipos en los Estados Unidos. Sin duda alguna esto

simbolizó un difícil quebranto al proceso de desarrollo durante la posguerra.

A raíz de todos estos hechos; Gran Bretaña violó el espíritu y los términos de los acuerdos

comerciales bilaterales con la Argentina, situación que generó irrespeto por la deuda sin tener en

cuenta que aquella Argentina abasteció a Gran Bretaña durante la época en mención por 3.500

millones de dólares durante la guerra. Desafortunadamente, esto nunca se empleó en todas

aquellas negociaciones que surgieron por parte de nuestros gobiernos, tal vez no estaríamos

actualmente entre los países deudores.

Toda esta compleja situación se podría considerar como una violación clara de principios

vinculados con el derecho de propiedad, y necesariamente obliga a recapacitar sobre estos y

otros hechos de la historia contemporánea Argentina; mas específicamente al proceso por el que

nuestro país pasó de acreedor a deudor neto, a fines de la década del 40 y principios de la del 50,

como se dijo anteriormente.

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Las diplomacias financieras entre Gran Bretaña y la Argentina fueron reguladas por un modus

vivendi negociado en octubre de 1939, a inicios de la Segunda Guerra Mundial, pues se entendía

que mientras la guerra siguiera en pie, los británicos no podrían en ningún momento liquidar o

cancelar en efectivo todos los saldos comerciales deficitarios.

Este acuerdo incluyó una garantía de reserva en oro para los saldos bloqueados que se

acumularan en nuestra cuenta en Londres, pero el 25 de octubre de 1940 esta garantía de reserva

en oro fue indiscutiblemente sustituida por otra, de revaluación en oro. El Banco de Inglaterra

adquirió mayor capacidad financiera a partir de esta nueva reserva, ya que su capacidad de

endeudamiento no estaría limitada por su capacidad para reservar oro.

Pero todo esto, a la vez, tornó a la Argentina más vulnerable, debido a la casi necesaria

inconvertibilidad de la libra, que sobrevendría cuando llegara el momento de cobrar las sumas

adeudadas. Y fue asi que a través de la historia se evidencia que la Argentina sería estafada en

sus acreencias algunos años más tarde.

Durante la guerra y la posguerra todos los saldos favorables aumentaron, pues Gran Bretaña en

aquel entonces no podía exportar los bienes de capital que el gobierno argentino deseaba adquirir

para su plan de industrialización, ni tampoco las cantidades de carbón y textiles que exportaba

antes de la guerra.

El 17 de septiembre de 1946 se firmó el acuerdo Eady-Miranda, para normalizar esta

problemática. Este acuerdo establecía que los saldos previos permanecerían bloqueados, excepto
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para la repatriación de deuda pública y de inversiones británicas; como por ejemplo, los

ferrocarriles. Pero el comercio y todos los pagos futuros habrían de ser libremente convertibles a

dólares.

Sin duda la nueva condición de la Argentina como país acreedor y no como deudor abriría

nuevas oportunidades, que estuvieron en la mira de Gran Bretaña desde siempre, y el llamativo

proyecto de vender a la Argentina se convirtió en objetivo estratégico secreto a partir de una

reunión en el Tesoro británico, del 15 de noviembre de 1945, en la que participaron el Banco de

Inglaterra, el Foreign Office y el Consejo de Comercio.

Y es que no es secreto que la deuda de Gran Bretaña, principalmente con los Estados Unidos, era

tan grande y compleja que si la cláusula de convertibilidad seguía vigente universalmente, la

libra esterlina colapsaría y las fuerzas británicas en Europa tendrían que replegarse, pero antes de

violar los tratados ya pactados y firmados, los británicos comentaron con los Estados Unidos tal

situación sin que interfiriera o supiera algún otro país.

Los británicos al comentar tal situación, recibieron por parte de Estados Unidos un visto bueno

que constituyo una negativa ilegal por parte del Reino Unido a pagar sus deudas a países débiles,

a no ser que esa deuda se saldara con los bienes o productos que los británicos estuviesen

dispuestos a vender.

Para tener el tema mas claro, hay que resumir lo siguiente:

-Estados Unidos e Inglaterra resultaron deudoras de la Argentina por 2.000 y 3.500 millones de

dólares respectivamente, por compras hechas a nuestro país durante ese conflicto bélico, al

finalizar la Segunda Guerra Mundial en 1945.

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-En valores de 1983 Cuando Alfonsín asumió como presidente de la República, en 1983, esa

deuda equivalía a 40.000 millones de dólares, una suma equivalente a la deuda externa nacional

de ese momento.

-Estados Unidos e Inglaterra se aliaron para que de alguna manera pudieran liberarse de esa

deuda.

-En 1945, los Estados Unidos habían bloqueado los créditos de los que podía disponer la

Argentina por la deuda de dicho país, negándose no sólo a pagar, sino a reconocer interés alguno.

- Por su parte Inglaterra, había bloqueado las libras que correspondían al pago del abastecimiento

argentino durante esa guerra.

-Perón para resolver esta problemática llevó a cabo arduas negociaciones con Londres, lo que

conllevo con la firma de los convenios que, supuestamente, pondrían final al problema.

-Fue así que se firmó, un acuerdo triangular por el cual la Argentina podía hacer uso de las libras

inglesas comprando en el mercado de Estados Unidos. Eso permitió a los importadores

argentinos usar ese crédito para hacer compras en el mercado de los Estados Unidos.

-Estas adquisiciones, en una época de gran reactivación económica, excedieron el monto de los

créditos existentes. Entonces le correspondía aplicar lo convenido en ese acuerdo y hacer uso de

las libras inglesas para pagar las compras hechas en los Estados Unidos
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-Unilateralmente, Inglaterra declaró la inconvertibilidad de la libra, lo que implicaba la

imposibilidad para Argentina, de pagar con libras inglesas lo que había adquirido en Estados

Unidos.

Fue así que Argentina se encontró frente a una deuda a causa de la imposibilidad de pagar a los

exportadores de Estados Unidos con libras esterlinas, por no contar con su libre disponibilidad

por el bloqueo unilateral, decidido por Gran Bretaña a pesar de los tratados que firmó y en los

cuales creyó nuestro gobierno.

Y como dejar de lado el Plan Marshall que se creó simultáneamente, y que habría de servir a la

rehabilitación de Europa.

El embajador de los Estados Unidos, Mr. Bruce, se comprometió ante nuestro gobierno a colocar

en la Argentina importantes órdenes de compra con destino al abastecimiento del Plan Marshall,

solicitando al mismo tiempo, la reserva de toda nuestra producción para atender tal demanda.

Mr. Hensel, representante del gobierno norteamericano en la ejecución de ese plan, arribó a

Buenos Aires. Ante la sorpresa del gobierno argentino y del propio embajador de los Estados

Unidos, el emisario expresó que tal plan era solamente financiero y que en la Argentina no se

compraría nada. El fin ultimo de todo esto, era inventar una imagen de desprestigio del gobierno

argentino, presentándolo como moroso en sus compromisos internacionales, para así bloquear

todo programa de desarrollo en el país.

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Fue a raíz de esto que Perón se vio en la obligación de poner el 30% de sus reservas en divisas a

disposición de los bancos y las firmas privadas del país para que se hicieran cargo del pago de la

deuda en los Estados Unidos. Con esto que La Argentina pagó incluso intereses.

Finalmente la inconvertibilidad de la libra violaba los términos de los acuerdos, además que

constituía una negativa ilegal, por parte del Reino Unido, a pagar su deuda externa, a no ser que

esta deuda se pagara con los productos que ese país quisiera venderle. Esta violación se llevó a

cabo, con el visto bueno de Estados Unidos, uno de los países más poderosos.

Hacia 1955, cuando Perón fue derrocado por un golpe militar, finalmente la Argentina no debía

absolutamente nada, su deuda externa había sido totalmente cancelada, después de todos estos

acontecimientos, pero finalmente fue cancelada.