Panorama de la política económica en México 1984-2004
Alumno: Aguilar Mariscal Gerardo Daniel
Las políticas de estabilización de la economía mexicana, así como las diversas
reformas estructurales que se han puesto en practica, han marcado las ultimas décadas en la vida de nuestro país. Los años 80 fueron de gran incertidumbre económica internacional y de agudo deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de los mexicanos. Los años 90 parecieron revertir la tendencia al declive, sin embargo, a la mitad d la década, nos encontramos inmersos en el error de diciembre, las consecuencias de esa crisis no han desaparecido, solo sus costos han distribuido a la largo del tiempo. el año 2000 marco la alternancia política que la nación requería, pero encubrió a un gobierno que no sabia respaldar con seriedad sus promesas de cambio.
De la Madrid dice que recibió un gobierno muy desarticulado cuando asumió la
presidencia en diciembre de 1982. El poder del gobierno se desgastó de una manera tremenda en los meses anteriores a la toma de posesión, cuando López Portillo tuvo una reacción emotiva extrema y decidió tomar medidas drásticas que destruyeron la imagen de la Presidencia de la República, causaron un daño severo a la población mexicana y no aportó ni beneficio económico, ni provecho político.
Al finalizar la década de los sesenta, México enfrentaba muchos problemas
estructurales, resultado de situaciones históricas que únicamente se pueden comprender al revisar minuciosamente por lo menos doscientos años anteriores. En vez de corregir el rumbo, lo que siguió fueron doce años de malos manejos económicos, que dejaron un proceso inflacionario creciente y una fuga masiva de capitales. La salida de capitales se enfrentó con mayor endeudamiento externo, que únicamente sirvió como bola de nieve que terminó convirtiéndose en una verdadera avalancha. La implantación del control generalizado de cambios incrementó la fuga, tal y como lo predijo Miguel Mancera en su famoso artículo en abril de 1982, sobre la “Inconveniencia del Control de Cambios”. La nacionalización de la Banca, la conversión forzosa de depósitos en dólares a pesos y la escindida libertad de comprar dólares, destrozaron la confianza de los empresarios, que vieron violado el estado de derecho.
Con respecto a la primera, el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado formuló el
Plan Nacional de Desarrollo, 1983-1988, con un marcado énfasis en ajustes económicos y cambios estructurales, dentro de los que destacaron: la prioridad al fomento de la inversión foránea directa para atraer recursos del exterior, y el compromiso de que las empresas extranjeras contribuyeran a la sustitución de importaciones en sectores seleccionados, que tuvieran un presupuesto de divisas preferentemente superavitario, la producción de bienes y servicios en escalas internacionalmente competitivas y que transmitieran tecnología moderna y habilidades empresariales. En 1984 se publicó el Programa Nacional para la Promoción de la Industria y el Comercio Exterior 1984-1988, con tres políticas específica: Protección y promoción del comercio exterior; promoción de la industria y, su regulación correspondiente.
La actual situación recesiva e inflacionaria que vive el país es producto de una
serie de fenómenos que se han venido suscitando desde finales de 1981 y de las medidas de política económica con las cuales se ha tratado de darles solución, mismas que no sólo no han logrado vencer la crisis, sino que, por el contrario, la han agravado aún más. La estrategia económica adoptada por el actual gobierno para superar las difíciles circunstancias en las que se encuentra el país fue definida desde los inicios del sexenio en el Plan Nacional de Desarrollo, puesto en práctica a través del Programa Inmediato de Reordenación Económica (PIRE), y se ha mantenido invariable hasta ahora, a pesar de su evidente fracaso, el que se reconoce no como producto de un error en la implementación de la política económica, ni como producto de una equivocada concepción teórica de la situación económica, sino como desviaciones producto de la intervención de ciertas variables exógenas sobre las cuales no es posible intervenir.
Estados Unidos necesita encontrar los medios que le permitan el
establecimiento de un comercio libre de proporciones hemisféricas, en este marco, el Tratado Trilateral de Libre Comercio México-Estados Unidos-Canadá surgió en un escenario en que la hegemonía norteamericana se cuestionaba. En este trabajo analizamos el aparente o real declive de la hegemonía norteamericana que se manifiesta a finales de la década de los ochenta y como el Tratado Trilateral de Libre Comercio es un medio que le permite enfrentar una conformación distinta del sistema internacional que se perfila en bloques comerciales. A tal efecto antes de pronunciarnos en una afirmación categórica examinamos los planteamientos de aquellos que hablan de una real perdida de la hegemonía norteamericana; los declinacioncitas y de aquellos menos radicales para quienes la perdida no es real.