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Necesidades / actitudes

Aceptación social (consideración): Ser reconocido y apreciado. Obtener estima, respeto, consideración.
Impedir la pérdida del respeto, conservar el buen nombre.

Adquirir: obtener posesiones y propiedades. Tener bienes y dinero para sí mismo. Cumplir cosas y
actividades que tengan sentido. Obtener algo por sí mismo. Construir, crear. Interactuar eficazmente con
el ambiente; competencia.

* Afiliación: Tendencia innata hacia el otro para establecer relaciones de amistad y unión. Trabajar al lado
de un sujeto aliado. Colaborar, intercambiar puntos de vista. Unirse a un amigo y permanecerle fiel.

* * Agresividad: Vengarse de los agravios recibidos. Atacar, asaltar, dañar. Actuar en contra y estar a la
oposición. Dañar, disminuir o poner en ridículo. Calumniar, ironizar. Espíritu de contradicción.

* Ayudar a los demás: Dar el propio afecto a una persona sin recursos y satisfacer sus necesidades: una
persona frágil, desorientada, cansada, inexperta, enferma, desviada, humillada, sola, rechazada,
confundida. Asistir a una persona en peligro, nutrir, ayudar, sostener, consolar, proteger, confortar, cuidar,
curar. Tendencia innata al altruismo como seguir un comportamiento útil a los demás.

Autonomía: Dirigir activamente la propia vida. Resistir a las coerciones. Evitar tareas asignadas por
autoridades dominadoras. Ser independiente y libre para actuar según criterios personales. Resistir a las
constricciones e imposiciones. No ser detenido por ninguna atadura, condición, responsabilidad.

Cambio (novedad): Modificar el ambiente, las circunstancias, las actividades. Evitar la rutina y la
repetitividad.

* Conocimiento: Satisfacer la curiosidad, explorar, hacer preguntas; adquirir informaciones que van
desde la sensación elemental hasta la abstracción y el razonamiento más avanzado. Mirar, escuchar, tocar
objetos, explicarse las propias posiciones sobre la realidad.

* * Dependencia afectiva: Satisfacer las necesidades gracias a la ayuda de una persona afectuosa o
aliada. Ser cuidado, apoyado, sostenido, rodeado, protegido, amado, consolado, guiado, favorecido,
perdonado. Tener siempre necesidad de un apoyo para poder continuar e ir adelante. Permanecer unido a
un protector devoto.

* Dominación: Influenciar o controlar el comportamiento de los otros a través de sugerencias,


persuasiones, órdenes, seducciones. Disuadir, prohibir, convencer, proponer. Mostrar, informar , explicar,
interpretar, enseñar. Organizar.

Excitación (sensibilidad): Conmoverse fácilmente, dejarse estimular, agitar, tocar; experimentar


sensibilidad. Buscar excitación.

* * Exhibicionismo: Llamar la atención sobre sí mismo: ser visto y escuchado. Estar en el centro de la
atención. Excitar, impresionar, fascinar, sorprender, provocar curiosidad, intrigar, divertir, seducir a los
demás.

* * Evitar el peligro: Evitar el fracaso, el dolor, la dificultad. Preferir ambientes ya conocidos y


organizados; temer la incertidumbre y la novedad; huir de situaciones peligrosas; precaverse con falsa
prudencia. Abstenerse de exponerse. Mantener un nivel mínimo de tensión (homeóstasis).

* * Evitar la inferioridad defenderse: Evitar todas las situaciones que podrían poner en condiciones de
vulnerabilidad y censura: la risa, la crítica de parte de los demás, la autocrítica. No admitir jamás los
propios errores. Auto justificarse por algo mal hecho, por un fracaso, por una humillación. Conformidad
pasiva. Esconderse y justificarse gratuitamente. Abstenerse de actuar por temor al fracaso.
Jugar: Actuar por divertirse, por «gusto», sin otro propósito; buscar un pasatiempo; relajarse en alegría;
amar el bromear y reír. Participar en juegos, deportes, fiestas, bailes, juegos de naipes; soñar con los ojos
abiertos.

* * Gratificación sexual-erótica: Formar y desarrollar una relación erótica; tener relaciones sexuales.
Instrumentalizar al otro para el propio placer. Conquistar para obtener y después abandonar. Percibir al
otro como cuerpo-superficie no expresivo de ningún contenido psíquico.

* Orden: Colocar las cosas en orden. Asegurar la limpieza, el arreglo exacto, la organización, el
equilibrio, la precisión, el comportamiento apropiado. El orden como necesidad de significado; el
organizar y ordenar los objetos en un todo significativo. Construir un sistema al cual referir mi lugar y el
de las cosas del mundo. Darse un sentido; tomar la naturaleza de las cosas. Preguntarse si lo que se hace o
se desea es de algún valor. Ponderar el alcance de nuestros actos. No sólo conocer, sino colocar en su
lugar las cosas, es decir, atribuirles un sentido.

* Reacción: Superar con tenacidad las dificultades, experiencias frustrantes, humillaciones o situaciones
embarazantes oponiéndose a la tendencia a evitarlas o de retirarse frente a una tarea o a una situación que
podría tener estos resultados.

* Éxito (realización): Lograr triunfar en algo difícil. Dirigir, manipular, organizar objetos físicos, seres
humanos o ideas. Actuar las potencialidades latentes; desarrollarse a sí mismo; ingeniarse cuanto antes y
lo mejor posible con el adecuado empleo de los talentos propios aumentando la opinión positiva de sí.

* * Inferioridad (confianza en sí): Tendencia a desvalorizarse. Aceptar injurias, el reproche, las críticas,
los castigos. Rendirse, resignarse al propio destino; admitir la inferioridad, los errores, la derrota, el
trabajo mal hecho. Confesarse y expiar. Someterse pasivamente a una fuerza externa. Disminuirse y
reprocharse a sí mismo. Tener miedo de hacer aquello de que se es capaz. Buscar el dolor, la enfermedad,
el fracaso y gozar de esto.

Estima de sí: Tener una identidad estable y sustancialmente positiva; conocer las propias cualidades,
gozar por aquello que se es y se hace; organizar las percepciones de sí mismo en un cuadro orgánico y
unitario; integrar lo negativo de sí mismo.

Sumisión (respeto-deferencia): Admirar a un ser superior, seguirlo con dedicación. Estimar, honrar,
alabar. Seguir un ejemplo. Abandonarse con pasión a la influencia de un aliado. Conformarse a las normas
y a los usos.

* Variable (necesidad-actitud) considerada neutra para la vocación cristiana, es decir, que puede ayudar
o no en el camino hacia los valores auto trascendentes teocéntrico.
* * Variable (necesidad-actitud) considerada para la vocación cristiana como disonante, es decir, que no
va de acuerdo con la búsqueda de los valores autora ascendentes teocéntricos.

Mecanismos de Defensas

a) Rechazo de la realidad - problemas de comportamiento

Retraimiento social: tendencia a replegarse sobre sí mismo como consecuencia de la incomodidad en la


confrontación con la realidad y con los propios sentimientos.
Se expresa como carencia de iniciativa, incertidumbre del propio papel, incomodidad en las relaciones
sociales, carencia de planeación por la que el futuro es dejado al fracaso, empeño en cosas de rutina en
detrimento de la innovación. (Jubilación prematura del sacerdote -impotencia frente a las nuevas
situaciones- , parroquia-nido-reino…)

El retraimiento social puede ser también una defensa de grupo: el grupo como evasión de la realidad
conflictiva inmediata y acogedora, sin pasar por la confrontación de la realidad externa.

Acting-out: significa actuación externa. Es la descarga directa de un deseo o impulso inconsciente para
evitar llegar a conocer el afecto que acompaña tal deseo o impulso.
Se trata de un corto circuito entre estímulo y acción, una descarga explosiva de esa tensión que resultaría
del admitir deseos inaceptables. La descarga tiene lugar a través de un acto (o una serie de actos con una
intención común) que es impulsivo, inmediato, sin pasar a través de la evaluación racional. Son las
acciones impulsivas, los caprichos, los actos de autodestrucción como la delincuencia y la droga, las
rebeliones provocativas, las testarudeces obstinadas.
(ante una incomprensión de sus padres, da golpes como diciendo que no tiene necesidad de nadie, así
esconde su necesidad de recibir escucha y ternura.
Es probable que la delincuencia de los adolescentes esté asociada a una depresión subyacente, aunque no
visible inmediatamente.
Ciertos comportamientos juveniles: vestimenta agresiva, ausente de prejuicios; términos provocantes,
discotecas llenas que ofrecen rápidas e ilusorias soluciones de liberación, con el fin de no medirse con los
propios afectos, por temor a vérselos dentro.
Tres niveles:
a) descarga de tensión: prepotencia. Se descarga la tensión en lugar de regularla. Un acto al servicio de
los impulsos. Pone fuera de sí lo que no puede ser soportado o elaborado.
b) para salvaguardar ilusoriamente la integridad del yo: miedo del muchacho de admitir la propia
dependencia. Miedo a la pérdida del yo. Descargando la tensión, el yo se ilusiona de haberse liberado y
haber conseguido un sentido de plenitud que sustituye la incomodidad. Tranquiliza la propia integridad
liberándola de la tensión.
Con la prepotencia se ilusiona de ser autosuficiente. Después del desahogo, el adulto se cree ser más
fuerte que antes. Con la aventura, el marido incapaz se ilusiona ser un gran amante. Con la provocación,
el miedoso se atribuye una omnipotencia mágica.

c) contra un afecto inaceptable que es echado fuera de manera furtiva: La tensión por descargar se
debe a la presencia de un afecto que no quiere reconocer. No quiere reconocer apropia sed de afecto, que
echa fuera de sí con la agresividad. El mensaje de su prepotencia es un grito de ayuda que él mismo se
resiste a admitir.
Se busca una respuesta sin hacer ver la solicitud.

Un acto de acting-out debe ser descifrado, porque tiene diversos significados sobrepuestos.

Para ayudar: dar sin hacerlo ver, intuir el mensaje sin hacerlo público. Aceptar una alianza clandestina, no
reconocido por quien obtiene el beneficio de ella y no gratificante para quien la ofrece.

Escisión - Splitting: activación alternativa de estados del yo contradictorios y mantenidos separados el


uno del otro, pero ambos activos en modo alternado.
Toda decisión lleva a sopesar distintas alternativas.
La escisión se refiere al yo mismo: es como si hubiese dos yo, separados entre sí en las emociones: La
persona se ve alternativamente «todo buena» o «todo mala». Falta una visión unitaria de sí mismo.
Esta defensa puede referirse a los objetos externos. El otro de dios se convierte en diablo o viceversa. No
se consigue integrar aspectos contradictorios en un cuadro unitario y completo. Un buen concepto de sí y
del otro debería saber aceptar las ambivalencias, con la confianza que puedan ser contenidas en una visión
prevalentemente positiva. (hoy me ha desilusionado…)

Proyección: contra peligros que vienen del exterior, la persona puede sentir intactas sus capacidades de
lucha; pero si el peligro viene de adentro, su misma energía es puesta en crisis: por tanto, el peligro es
eliminado. Y esto lo hace la proyección, que desplaza al exterior el peligro interno. «¿He engañado? No,
él es tramposo». «Si tuve que actuar así es porque la institución me ha obligado». «Yo no estoy acusando,
sólo me defiendo de sus ataques». Es el mecanismo paja-viga: veo la viga en los demás (real o
imaginaria), descuido mi paja; y no me doy cuenta que la viga en los demás es sólo mi paja agigantada.
Los procesos en las intenciones tiene aquí su origen.
Dos formas de proyección:
Suplementaria: evitar reconocer los propios impulsos inaceptables atribuyéndolos a otros («no soy yo
quien está nervios, Sos vos…»).

Complementaria: atribuir a los demás los motivos que explicarían las propias turbaciones («estoy
nervioso, pero vos me lo provocaste»).

La proyección es una defensa cómoda pero peligrosa:


- Bloque la comunicación: ver a otro a través de sí mismo impide percibirlo como él es verdaderamente.
La relación no es yo-vos, sino yo y mi prejuicio sobre vos;
- Distorsiona la realidad: es deformada por una percepción subjetiva, guiada por los propios prejuicios ,
que empujan a buscar en la realidad el indicio de lo que se quiere que ella tenga;
- Crea excesiva vigilancia en quien la usa: sus productos son la sospecha injustificada, los prejuicios, la
tendencia a coleccionar agravios sufridos, el rencor;
- Ego-sintónica: no se la considera patológica por quien la usa; por lo cual no hará nada por corregirla y ni
se dará cuenta de tratar al otro como pantalla. Y si alguien se lo hace notar se convertirá en el mejor
adversario de sus proyecciones. Es una defensa que actúa también a nivel social. Es la base del chivo
expiatorio sobre el cual cargar las responsabilidades, agravios, culpas e inmadureces personales. De estas
actitudes derivan: rigidez y repetitividad del juicio; condena fácil y rápida del otro; intolerancia
acentuada. La proyección contribuye a forma sectas: nos unimos entre nosotros mismos y arrojamos sobre
los demás los aspectos inaceptables de nosotros mismos para ver, después esos enemigos con difidente
superioridad. Las «pseudo comunidades paranoides», de perseguidos o perseguidores: los demás
(especialmente figuras de autoridad) son vistos contra nosotros, sujetos de los cuales hay que defenderse.

Condiciones que favorecen el desarrollo de las proyecciones: creciente complejidad ambiental, sentido de
inadecuación personal, necesidad de seguridad contra las contradicciones y las dudas, incompetencia en el
propio papel o las desilusiones de la vida. Por esto seguramente hoy hay una difusión tan amplia de esta
defensa.

Negación: negar inconscientemente aspectos dolorosos de la realidad. (Ante la noticia de un luto: no es


verdad, no es posible….).
Esta defensa anula una importante función del yo: reconocer y someter a examen crítico la realidad e los
objetos. Es común en la psicosis, pero no en los adultos, en quienes debería aparecer sólo en modo
momentáneo frente a un stress muy severo. Cuando el adolescente aprende a enfrentar los conflictos, a la
negación sustituye progresivamente la represión, y en el adulto por la supresión.

Fijación: Cuando se detiene -en modo parcial o total- en un estadio, sin pasar a los superiores que el
crecimiento integral comporta.
Cuando el adulto se ha quedado en niño, al menos en algunos sectores de la personalidad. De un adulto se
espera que sepa asumir responsabilidades, en cambio en la fijación continúa apoyándose en los demás,
delega, espera que las cosas se resuelvan por sí solas. El adulto es flexible, el adulto «fijado» es testarudo
y obstinado como el niño de 2 o 3 años, en la fase de negatividad, no se deja conmover ni por raciocinios
ni por hechos.
El infantilismo no está en la forma, sino en las motivaciones subyacentes (exhibicionismo, oposición,
dependencia…).
El individuo no está preparado para afrontar un nuevo estadio de desarrollo: teme sus dificultades o se
siente demasiado tranquilo en el estadio que deberá abandonar o porque no tiene estímulos suficientes
para progresar.

Regresión: quiere decir volver atrás. Se tratan los conflictos y las frustraciones regresando a modos de
gestión primitivos (de los estadios precedentes). La regresión se funda en una fijación ya instaurada: si en
el curso de la vida hubo un conflicto no resuelto adecuadamente, sino dejado de lado, se puede pasar a la
fase sucesiva; pero una nueva dificultad puede reactivar ese viejo conflicto adormecido pero que quedó
latente

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